Análisis de Unravel (PS4, Xbox One, PC)
Unravel es uno de los juegos más bonitos que hemos disfrutado en mucho tiempo. Con unos preciosos escenarios naturales de ambientación nórdica, las cuidadas animaciones del simpático protagonista, una banda sonora llena de sentimiento que acierta de pleno a la hora de transmitir la melancolía que rodea al juego, una historia muy sencilla pero con un mensaje muy bonito, y todo al servicio de una aventura de plataformas y puzles que entretiene de principio a fin, y que incluso se permite el lujo de ser por momentos desafiante.
Los suecos Coldwood Interactive han creado uno de esos juegos que por desgracia no abundan, de los que tienen alma, y que además no se quedan solo en las buenas intenciones y consiguen con acierto todo lo que se proponen. Con Electronic Arts detrás como editora y con semejantes valores de producción muchos dirán que no se le puede considerar un juego indie, pero basta indagar en su proceso de desarrollo y conocer al equipo responsable para comprobar que ha sido una producción muy pequeña, con unos resultados admirables.
En Unravel manejamos a Yarny, un muñeco de lana que debe superar distintas fases ambientadas en entornos naturales, teniendo que superar todo tipo de dificultades, mezclándose a la perfección los momentos de puzles y plataformas, tan importantes los unos como los otros, aunque no igual de acertados. Las acciones que podemos realizar son muy básicas y son las mismas desde el principio del juego hasta el final, pudiendo saltar, engancharnos a diferentes elementos de los escenarios lanzando un hilo de lana, balancearnos como si estuviéramos agarrados a una liana, arrastrar objetos, y realizar nudos para por ejemplo crear plataformas en las que catapultarnos.
No conseguimos nuevas habilidades ni acciones, tampoco hay mejoras, y no hay barra ni puntos de salud, si nos toca un enemigo estamos muertos. Es un juego muy puro en sus mecánicas, lo que no quiere decir que sea fácil. Dependiendo de lo aficionados que seamos al género de las aventuras que mezclan plataformas y puzles encontraremos más o menos dificultades, pero seguro que a más de uno su encantador aspecto le jugará una mala pasada, ya que no es un juego sencillo o para todos los públicos.
La dificultad nos ha parecido muy apropiada en todo momento, ofreciendo el desafío justo para encontrar un reto y que no sea un paseo, pero a la vez sin resultar frustrante, con el extra de hacerse con todos los coleccionables de cada nivel, algo que no es fácil. Sí reconocemos ciertos problemas con la curva de dificultad, por cómo está repartida, con algunos momentos un poco complicados en las primeras fases, para luego encontrarte con que alguno de los últimos niveles es demasiado sencillo. Parte de esta dificultad viene porque el juego no te guía ni te da ayudas para resolver los puzles, algo que nos parece un completo acierto entre tanto juego guiado que busca que nadie se sienta frustrado ni un solo momento. Pero es cierto que a un jugador "casual" atraído por su cándido aspecto, en algún que otro momento se le puede atragantar.
El control del personaje funciona perfectamente, y las complicaciones vienen con los hilos de lana que vamos tendiendo por el escenario, ya que al poder realizar nudos en diferentes puntos de los escenarios podemos llegar a crear situaciones un tanto confusas. Además la cantidad de lana que tenemos para movernos es limitada entre los puntos de control, y es una mecánica que si no se asimila bien imaginamos que puede generar algunos problemas, aunque reconocemos que nosotros no hemos tenido grandes dificultades. Los puzles en todo momento nos han parecido lógicos y muy intuitivos, ya que casi siempre se basan en crear caminos con la lana y mover objetos, todo a través de un realista sistema de físicas, que tiene su importancia en muchos rompecabezas.
Uno de los mayores problemas que le vemos es que las situaciones se acaban repitiendo demasiado, creando rampas de lana para arrastrar objetos, tejiendo plataformas en las que catapultarnos, y acaba perdiendo frescura en el tramo final, siendo capaz de predecir la solución de algunos puzles al momento de empezarlos. Hay algunas escenas de acción bastante espectaculares en las que nos tenemos que mover a toda prisa y que aportan variedad, pero al final le cuesta sorprender y se le agotan las ideas. Por suerte su duración es la justa y la necesaria para lo que propone, unas 5 o 7 horas dependiendo de tu pericia, y puedes alargar su vida intentando conseguir los cinco coleccionables de cada fase, algo que no es nada fácil.
Por lo demás Unravel nos ha encantado, ha conseguido llegarnos al corazón a través de la belleza de sus imágenes y de la música, aunque no tanto por la historia que cuenta, con buenas intenciones, pero narrada de manera un poco torpe. Es uno de esos juegos en los que el apartado visual acaba siendo tan importante como la jugabilidad, y detalles como las cuidadas animaciones de Yarny, que sin pronunciar palabras transmite más sentimientos que muchos títulos con elaboradas narrativas.
Es un juego simplemente precioso, aunque pueda sonar un poco cursi, y no solo por su cuidada dirección artística, sino también por puro músculo técnico. Nos ha sorprendido la calidad de sus gráficos, que buscan el fotorealismo y lo consiguen en muchas ocasiones, con una gran iluminación y texturas, y volvemos a repetir, las excelentes y expresivas animaciones del protagonista. Todo esto arropado por una sobresaliente música folk que se adapta como un guante a lo que propone el juego, que cuenta con un apartado audiovisual sobresaliente.
Tejido con mucho cariño
Unravel no es un juego perfecto y ni siquiera demasiado original o sorprendente, pero sí es uno hecho con mimo y que destila magia, de esos que por desgracia no abundan a lo largo de un año. Además cuenta con un acabado técnico sorprendentemente bueno para el tamaño del proyecto del que se trata, y su propuesta jugable, una entretenida aventura de puzles y plataformas, funciona muy bien, en un género demasiado trillado y en el que es muy difícil sorprender. En definitiva un juego muy especial, con los mimbres suficientes para convertirse en uno de esos títulos que muchos jugadores revindicarán en los próximos años.
Hemos realizado este análisis en su versión de PlayStation 4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Electronic Arts.