Análisis de Shining Resonance Refrain (PS4, Switch, Xbox One, PC)

Pensábamos que Sega ya se había olvidado de distribuir Shining Resonance en Occidente cuando finalmente anunció su lanzamiento casi cuatro años más tarde, a más plataformas –el original se lanzó únicamente en PlayStation 3-, con nuevo contenido y el descargable que llegó a Japón integrado en la aventura. Más vale tarde que nunca, especialmente si a la remasterización se le añaden extras que justifiquen la diferencia de tiempo.

Antes de nada, hay que explicar que Shining Resonance Refrain nos da dos opciones en la pantalla inicial. El modo original, que consiste en el RPG de 2014 –inédito fuera de Japón- y el modo Refrain, que es una versión alternativa donde al superar el primer capítulo se unen a nuestro equipo Excella Noa Aura y Jinas Aion, con sus propios eventos y actividades. El juego nos recomienda empezar por el original, con la historia sin alterar, así que tenemos dos opciones: dar dos vueltas a un juego ya de por sí bastante largo –con cambios que tampoco son excesivamente drásticos- o desoír el consejo de los desarrolladores para ver una historia modificada pero con más personajes a elegir en nuestro grupo.

Sea cual sea la opción elegida, nos contará la historia de una isla sagrada llamada Alfheim donde los elfos vivían en armonía con los dragones. Esta paz no duraría eternamente y tras una guerra contra un poder divino los dragones prácticamente se extinguirían. Cientos de años más tarde descubrimos a Yuma, el protagonista, un joven con el alma del dragón más poderoso de todos. Muy pronto liberaremos a Yuma de su prisión, desatará su poder y comenzará la auténtica aventura. Como podéis ver en las capturas nos llega en inglés –voces en inglés y japonés-, y por tanto conviene entender el idioma para disfrutar de las secuencias de diálogo al estilo novela visual.

La serie Shining es muy amplia, aunque en Occidente hacía tiempo que no nos llegaba ningún representante, y en su legado encontramos multitud de estilos dentro del rol: los dungeon crawler como el primer Shining in the Darkness, los juegos de estrategia como los primeros Shining Force o los action RPG, que es el caso que nos ocupa con Shining Resonance Refrain.

La jugabilidad de Shining Resonance se podría considerar bastante inspirado por la saga Tales of o algunos de los RPG de Square Enix –Star Ocean-. En los movimientos básicos disponemos de dos ataques por personaje, una opción defensiva, una evasión y acceso a magias. Los enemigos son visibles en el escenario y si nos detectan cerca nos perseguirán; al comenzar el combate se delimita una zona por la que nos desplazamos con libertad y con un personaje, mientras el resto actúa por su cuenta según algunas órdenes simples a todo el grupo o a un miembro en concreto –las habituales de favorecer la ofensiva, la protección, etc.-.

Hay que admitir que la inteligencia artificial es un poco regular y muchas veces los compañeros recibirán embestidas o daños que un jugador humano no cometería. Generalmente los ataques fuertes de los jefes se alertan con una breve carga o pausa, facilitando que el usuario se retire un instante; la IA no suele tener en cuenta esto y se traga demasiados golpes gratuitos.

Para evitar que el juego sea un hack´n slash en el que sea efectivo aporrear botones de ataque, estos golpes se limitan por el gasto de los puntos de acción –una barra debajo de cada personaje, los AP-. Se recuperan rápidamente por tiempo y no pasarás muchos segundos bloqueado, pero evidentemente impiden que tus combos sean eternos. También hay un sistema para romper las defensas de los enemigos, y si lo conseguimos, dejaremos incapacitados a los rivales durante un tiempo en el que reducen su protección, algo especialmente útil contra rivales complicados.

Las habilidades Force en cambio consumen puntos mágicos. Son ataques más poderosos, magias curativas y otros movimientos especiales. Los MP se recuperan con ataques simples, y el AP con los Force, de manera que utilizando bien nuestra estrategia podemos combinar varios tipos de ataque para aumentar el número de impactos.

Los personajes con espadas son bastante similares entre sí y, aunque sean más similares a otros ARPG, en nuestra opinión son los más divertidos. Kirika por ejemplo se orienta a los ataques a distancia y no es tan rápida, con ella hay que manejar constantemente las distancias para que no pierda la ventaja. Eso sí, a veces nos interesará cambiar de líder para hacer uso de sus habilidades, por ejemplo las curativas.

De todas formas, la mayoría del tiempo Yuma será nuestro favorito en el combate por su habilidad de transformación en dragón. Esta criatura es la clave para conseguir la victoria en los enfrentamientos más difíciles, pues tiene nuevos ataques como potentes zarpazos, bolas de fuego o especiales en su forma más avanzada. Como contrapartida, es peligroso mantenerse mucho tiempo en esta forma porque puede entrar en un modo berserker al agotar sus puntos mágicos, momento en el que perdemos el control del dragón –que atacará indistintamente a enemigos y amigos-.

Otra de las particularidades de Shining Resonance es el sistema B.A.N.D. gracias a las armas/instrumentos de los personajes. Para activar estas interpretaciones musicales con beneficios temporales para el grupo, por ejemplo fortalecer la defensa y evitar estados alterados, es necesario cargar al menos una sección de la barra lateral. Esto también tiene relación con el sistema de personalización de nuestras estadísticas y la modificación de las armas mediante el Tuning, facilitando mejorar nuestra salud máxima, los ataques físicos, la magia o añadir efectos extra. Cuanto más se usan más eficientes son, así que probablemente nos interesará mantener los mejores Tuning para fortalecerlos.

Para profundizar más en los personajes disponemos también de un diagrama de los lazos entre personajes. Según jugamos conseguiremos Traits –rasgos- de personajes, sea por la progresión, interactuando con personajes o en la exploración. Los personajes se conectan con diferentes lazos que tienen su reflejo en los comportamientos de batalla con algún tipo de apoyo. Hay un pequeño sistema de citas o charlas –con opciones de diálogo- para tratar descubrir más de los personajes, aumentar la amistad y conseguir nuevos Traits.

Sobre el papel, Shining Resonance no se diferencia mucho de otros juegos de rol japoneses. Y eso es un pequeño problema, ya que no logra destacar en nada de lo que hace –pese a que está lejos de ser un mal RPG-. Cae en un ciclo de repetitividad con el mismo esquema de salir de la ciudad principal, explorar el mapa y cumplir una misión –por ejemplo ir a una mazmorra concreta-, volver a la ciudad, activar un nuevo evento y de nuevo salir a resolver un problema. Además hay importantes picos de dificultad –y eso que existe opción para modificar la opción-, recomendamos evadir pocos enfrentamientos para ir con un nivel que ofrezca garantías contra los jefes.

Elegir el rol de acción es una opción válida si el estudio tiene dominio de los sistemas de combate y hace una jugabilidad entretenida –caso de PlatinumGames con Nier: Automata o FromSoftware con la saga Souls- pero en Shining Resonance tenemos algo menos entretenido que cualquiera de los últimos Tales of; hay mucha competencia en el género y el título de Sega es inferior a otras propuestas similares. Sólo el uso de la transformación y el sistema B.A.N.D. dan un poco más de estrategia, pero tampoco la suficiente como para sentir que la victoria se consigue más por la inteligencia que por la acción.

Tanto por control, animaciones de los enemigos o número de ataques –la mayoría de enemigos con muy pocos, incluyendo jefes o subjefes-, Shining Resonance deja patente su origen, el de un juego de la pasada generación y no de los más avanzados. Estas limitaciones técnicas afectan de alguna manera a la experiencia, ya sea por simples detalles como los muros invisibles que delimitan ciertos objetos –algo que siempre queda molesto- o las pantallas de carga entre áreas de la ciudad o en la exploración de campos; un instante de pausa, pero teniendo en cuenta el pequeño tamaño de cada zona queda poco estético.

No obstante, los gráficos aguantan de manera decente gracias al diseño de personajes de Tony Taka, unos coloridos escenarios y el aumento de resolución –funcionando a 60 fps en PS4 y PC, 30 fps en Switch-. La mayoría de diálogos transcurren con pantallas un poco estáticas –los modelados 3D pero al estilo novela visual- y únicamente las escenas clave cuentan con voces o algo más de animación. La música y canciones acompañan, aunque no hay nada memorable en ellas.

Conclusiones

Siempre es positivo ampliar la oferta de rol japonés, y Shining Resonance Refrain es la mejor versión de un título que muchos jugadores se quedaron con las ganas de jugar.

En definitiva, un juego de rol de presupuesto medio y entretenido, especialmente si eres aficionado al género y no te importa una historia que peca de personajes un tanto planos, al más puro estilo anime. Pero no es un RPG sobresaliente y la remasterización –que maquilla ligeramente el aspecto técnico- no oculta sus defectos jugables, en concreto un sistema de combate un poco simple y un desarrollo poco variado. Claro, que si te engancha, superar al completo las dos versiones te puede llevar casi unas 100 horas.

Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código de descarga que nos ha proporcionado Koch Media.