Análisis de Shadwen (PS4, PC)
Los que somos seguidores de la saga Trine teníamos muchas ganas de disfrutar de la nueva producción de Frozenbyte, sus desarrolladores. Shadwen es el nombre de dicha producción, la cual y desde ya os decimos que queda muy lejos de lo que esperábamos encontrarnos.
Como a partir de ahora vamos a explicaros, se trata de un título bien pensado y que presenta algunas ideas realmente atractivas, pero su ejecución ha sido de todo menos inspirada y ha terminado lastrando de manera insalvable su jugabilidad.
Asesina en la sombra
La protagonista de esta aventura y que da nombre al título es Shadwen, una asesina que pretende liquidar al rey del reino medieval en el que sucede la acción.
Sin embargo Shadwen no es el único personaje controlable de la aventura, ya que dicha protagonista se topa con la pequeña Lily. Esta pobre huérfana es una niña indefensa que para mantenerse con vida debe evitar ser detectada, hecho que a fin de cuentas es el que marca el estilo de juego que propone esta obra.
Lejos de estar ante un título de acción, lo que nos ofrece esta producción es adentrarnos en un estilo de juego de sigilo al más puro estilo Dishonored o Metal Gear Solid, aunque salvando las distancias evidentes en múltiples frentes. Lo fundamental en este caso y ya sea controlando a Shadwen como a Lily es tratar de mantenernos agazapados y sin que los numerosos guardias del rey nos detecten, desarrollo que se muestra muy pausado y carente casi por completo de momentos álgidos de acción.
Sin embargo la característica más llamativa de todas las que posee esta aventura tiene que ver con la forma en la que transcurre el tiempo. Cuando no realizamos ningún movimiento con nuestro personaje el tiempo se mantiene detenido permanentemente, avanzando únicamente cuando saltamos, nos agachamos o deambulamos por los escenarios. Pero también es posible manipularlo a nuestro gusto con los botones superiores, pudiendo rebobinar la acción cuando hemos cometido un error o simplemente dejar que el tiempo fluya para aprovecharnos de los movimientos erróneos de los adversarios.
Esta característica tiene un efecto muy significativo en la jugabilidad, ya que es posible sacar ventaja de algunas circunstancias y resulta relativamente fácil engañar a los enemigos para que pasen de largo cuando nos encontramos ocultos tras alguno de los muchos objetos que se pueden encontrar en los decorados. Y para facilitarnos más las cosas, también es posible interactuar con ciertos elementos de los fondos como barriles, vasijas o piedras para llamar la atención de los rivales y anticiparnos a su patrón de movimientos para pasar inadvertidos.
Por lo tanto el sigilo es la base de juego de esta aventura, pero para dotarla de mayor empaque también se han añadido otros elementos como la exploración, plataformas y ciertos toques de acción. De hecho de vez en cuando es posible liquidar a los guardias utilizando dardos envenenados o a través de diversas trampas. Un esquema de juego sobre el papel muy atractivo pero que, por desgracia, no ha terminado de resultar todo lo bien que debería debido a su cuestionable ejecución.
Para empezar, todo el tema del sigilo es muy básico y resulta demasiado predecible. Eso de distraer a los guardias de las formas más burdas que se os ocurran para evitarles es algo que hemos disfrutado una y mil veces antes en los niveles de tutorial de múltiples juegos precedentes. En esta ocasión todo parece ir en esa línea, es decir, que a medida que avanzas el título no te da la oportunidad de ser demasiado creativo en ese sentido, por lo que todo se vuelve muy monótono al cabo del tiempo.
El ritmo al que sucede la aventura también resulta desesperante en ocasiones. Es cierto que no tenemos nada en contra de los "juegos pausados"; más al contrario, en el caso del que escribe estas líneas los combates por turnos bien llevados propios de los RPG es una de mis debilidades. Pero os garantizamos que la parsimonia con la que muchas veces se desplazan los enemigos y que delimita nuestro campo de actuación es como para exasperar al jugador más paciente. Y de forma del todo innecesaria además.
Pero la cosa no acaba ahí. Cuando llega el turno de superar zonas plataformeras y usar nuestro gancho de agarre es cuando descubrimos el lado más oscuro de esta producción. Hacía tiempo que no experimentábamos una forma más torpe de plasmar estas secciones plataformeras en un título de estas características, siendo en muchos casos un tanto vergonzosas.
Además de esto y ya por resumir, el título presenta otros defectos significativos relacionados con la jugabilidad como una floja IA por parte de los rivales, un manejo un tanto extraño, ciertos bugs, repetición de misiones y demás contratiempos que terminan afectando a los niveles de diversión que nos proporciona el juego.
Técnicamente muy mejorable
Como ya os hemos comentado en ciertas partes de este texto, estamos ante una producción que llama la atención por presentar un aspecto gráfico realmente pobre. De hecho y aunque pueda sonar un poco fuerte, el esquema técnico que ostenta el título nos ha parecido tan vetusto que incluso lo catalogaríamos como tremendamente desfasado. Hasta tal punto es así que en determinados momentos de la aventura da la sensación de ser un juego de hace unos 15 años. Y no exageramos.
El motor gráfico 3D es de lo más antediluviano que recordamos. Tanto es así que incluso a pesar de mostrar elementos y objetos realmente básicos, de vez en cuando sufre para mover lo que sucede en pantalla (que no suele ser mucho) y es posible apreciar popping y demás defectos técnicos con cierta frecuencia. Por otra parte resulta desolador comprobar tanto el modelado de los personajes, tan poco trabajados como carentes de personalidad, como sus animaciones, las cuales en algunos casos nos han dado hasta algo de vergüenza.
No solemos ser tan duros en estos casos y normalmente podemos pasar por alto ciertas imperfecciones de los juegos. Pero creednos si os decimos que en este caso no nos ha quedado más remedio porque se trata de un título muy pobre visualmente e impropio de PS4, PC… y de otro hardware mucho más primitivo si nos apuráis.
¿Qué aspectos son salvables? Muy pocos. Puede que la atmósfera general no esté del todo mal conseguida, aunque ese tipo de ambientación ya la hemos experimentado docenas de veces antes y de maneras mucho más atractivas. La recreación de ciertos elementos de los escenarios, muy puntuales (como ciertas puestas de sol, muelles, etc.), tampoco están mal, pero es cierto que cuesta mucho destacar algo positivo de un título totalmente gris.
Para terminar y en lo que concierne a su apartado sonoro, sin ser un juego memorable ni mucho menos esta parcela mejora de largo lo padecido en el apartado anterior. Los diálogos en inglés con subtítulos son correctos, la banda sonora se amolda bien a lo que sucede en pantalla y los efectos sonoros cumplen con su cometido. Sin destacar en ningún aspecto, se trata de una vertiente funcional.
Conclusiones
La idea sobre la que se apoya esta nueva producción nos ha parecido muy interesante. El tema de jugar permanentemente con la manera en la que fluye el tiempo nos ha parecido muy llamativa, así como el hecho de combinar el sigilo con la acción y las plataformas con diversos personajes jugables. Pero el problema tiene que ver con la ejecución, realmente pobre y carente de brillantez, que termina lastrando un punto de partida original. Nada que ver con lo disfrutado en la magnífica saga Trine, eso tenedlo claro.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Frozenbyte.