Análisis de Sébastien Loeb Rally Evo (PS4, Xbox One, PC)

En Milestone están dándolo todo por la velocidad desde hace bastantes años. Este estudio italiano ha sido el encargado de recrear multitud de simuladores de velocidad de todo tipo, ya sean relacionados con el mundo de los deportivos, de las motos o incluso de una de las especialidades más técnicas, los rallies. Precisamente esta última categoría es la que ha querido plasmar nuevamente Milestone con su nueva saga, Sébastien Loeb Rally Evo, un gran representante del género que, de hecho, se convierte en uno de los juegos más notables firmados por esta pequeña compañía.
Y lo es debido a diversos factores que ahora os comentamos, los cuales afectan tanto a la faceta técnica como también a la jugable, siendo un título realmente completo, bien terminado y bastante ambicioso. Sin temor a equivocarnos, cualquier amante de este tipo de simuladores disfrutará mucho con esta nueva producción de Milestone.
Completo y profesional
Lo primero que llama la atención de este título y que marca una diferencia evidente entre esta producción y anteriores trabajos de esta compañía es lo elegantes y bien planteadas que han sido todas las pantallas de menú.
Siguiendo la estela marcada primero por el exitoso Gran Turismo y asimilada por otros grandes representantes del género de la conducción como Forza MotorSport, DiRT y tantos otros, Sébastien Loeb Rally Evo ha sabido cuidar mucho la presentación de sus diferentes modos de juego, opciones, tutoriales y demás elementos que forman parte del juego. Y eso incluye su introducción, la cual ha sido acompañada además por comentarios en perfecto castellano que repasan la historia de los rallies así como del venerado piloto que da nombre al juego.

Pero todo esto quedaría en nada si el título no se viera acompañado de una jugabilidad, calidad técnica y diversidad de opciones de juego notables, algo que por fortuna sí que ha sido contemplado.
Para empezar, el título nos permite disfrutar de una generosa oferta de modalidades de juego y opciones. Puede que al principio la pantalla de menú principal nos lleve a engaño ya que en ella no aparecen demasiados modos de juego ni otras características. Pero muchos de estos modos comprenden a su vez varias submodalidades y, entre todas ellas, es posible participar en unos 15 eventos diferentes.

La modalidad más destacada es el absorbente modo Carrera, cuál si no. Dicha opción nos permite configurar a nuestro piloto, o más bien sus datos y equipo, para más tarde salir a buscarnos la vida. Al comienzo sólo tenemos acceso a un coche más bien modesto, el Peugeot 106 Rally, pero más adelante es posible pilotar coches mucho más potentes como el Ford Focus WRC, el mítico Lancia Delta o el cohete japonés Mitsubishi Lancer Evolution. Todos los coches son reales y pertenecen a unos 20 fabricantes distintos, entre ellos Audi, BMW, Fiat o Renault.
La extensión y duración de esta modalidad es más que razonable y nos permite competir en una amplia cantidad de rallies diferentes, desde San Remo a Suecia, Australia y muchos más. Y no sólo eso, ya que el juego también incluye cinco rallies especiales Rallycross y el recorrido Pikes Peak. Según los desarrolladores es posible recorrer más de 300 kilómetros de pistas, una cifra realmente desorbitada para un juego de estas características. Es en detalles como éstos donde se nota el esfuerzo de sus creadores por dotar a su obra de la mayor calidad posible.
Además conforme vamos consiguiendo nuevos coches es posible ir participando en nuevos eventos. Y es que si bien al principio solo es posible competir en las pruebas Open y Debut, más tarde podemos elegir entre otras más como Extreme, New Era o Master.

Otra opción muy destacada es la llamada Loeb Experience. Este sensacional modo de juego nos permite conocer el pasado del nueve veces campeón del mundo de rallies, pudiendo tomar partido en sus carreras más importantes de su trayectoria. Y junto a esta opción nos encontramos otras igual de interesantes como la posibilidad de poder realizar Test Drives en circuitos de pruebas, correr de manera relajada en el tramo que deseemos o, cómo no, disputar carreras online. Nos ha costado bastante encontrar jugadores en dicha opción, algo habitual cuando analizamos títulos que aún no han salido al mercado de manera oficial. Pero las veces que hemos podido competir conectados, no nos hemos encontrado con inconvenientes técnicos importantes más allá de alguna que otra incidencia de lag para nada importante.
En definitiva, sin ser el juego de conducción más exigente ni completo del mundo, desde luego sí que alcanza cotas meritorias y notables. Un paso adelante para futuras obras de Milestone… y no sólo en este sentido.

Últimos análisis de PS4, Xbox One y PC





