Análisis de Saints Row: Gat Out of Hell (PS4, PS3, PC, Xbox One, Xbox 360)
Quizá muchos no lo sepan pero Saints Row IV, lanzado en agosto de 2013 para PS3, Xbox 360 y PC, iba a ser en un principio una ambiciosa expansión para Saints Row: The Third titulada Enter the Dominatrix. Pero con el cambio de manos del estudio y de la saga, pasando de la desaparecida THQ a Deep Silver, decidieron convertirlo en un juego de precio completo, con entidad propia. Esto demuestra que en Volition tienen grandes ideas para desarrollar contenidos descargables para su saga estrella, algo que se ha vuelto a repetir con el gamberro Saints Row: Gat Out of Hell.
Para disfrutar esta expansión no hace falta tener Saints Row IV, ya que es independiente y se vende por separado digitalmente, e incluso en formato físico en PlayStation 4, Xbox One y PC junto a Saints Row IV: Re-Elected, y en PlayStation 3 y Xbox 360 de manera individual. Esto ya nos puede servir para hacernos una idea de que no estamos ante un simple DLC, como muchos de los que hemos recibido en los últimos años, y Saints Row: Gat Out of Hell se asemeja más a las grandes expansiones de antaño, o a lo que todavía hacen estudios como Rockstar o Bethesda con sus juegos. Ofrecer un escenario completamente distinto, con su propia ambientación y nuevos enemigos, armas, historia, etcétera, que hacen que su precio, 20 euros, esté más que justificado.
Si la serie comenzó en 2006 y en exclusiva para Xbox 360 como un sandbox de manual, relativamente serio, a modo de alternativa a la exitosa saga Grand Theft Auto, con el paso de las entregas ha ido encontrando su propia personalidad, y en las dos últimas su manera de diferenciarse ha sido abrazando el humor más disparatado, que parece no tener fin visto lo visto en Gat Out of Hell.
Con prácticamente los mismos vicios y virtudes jugables que Saints Row IV, la nueva ambientación, el Infierno, le da pie a Volition para ofrecer todo tipo de disparatadas situaciones, en una aventura de acción en mundo abierto siempre entretenida y muy graciosa, con actividades suficientes como para tenernos pegados al mando durante un buen puñado de horas.
Fiesta infernal
Situado tras los hechos de Saints Row IV, la historia arranca con la celebración del cumpleaños de Kinzie, donde no se les ocurre mejor entretenimiento a los Saints que hacer una güija (como a algunos periodistas deportivos españoles...), que acaba de manera accidental con los huesos del Presidente en el Infierno, secuestrado por el mismísimo Satanás, que quiere que se case con su hija Jezebel. A Johnny Gat y Kinzie no les quedará más remedio que ir a resolver el entuerto, y para ello tendrán que "liarla parda" en el Infierno, para llamar la atención de Satán y así derrotarle e impedir la boda.
Como expansión de Saints Row IV, Gat Out of Hell arrastra alguna de sus mecánicas más importantes, como los superpoderes, repitiendo dos de los más importantes como fueron el Supersprint y Supersalto, que nos permitían movernos por la ciudad con total libertad, a toda velocidad y dando enormes saltos. Aquí se les une uno muy importante y que supone la mayor novedad de esta entrega, el vuelo, gracias a una alas que nos otorgan al poco de llegar al Infierno y que nos permiten movernos con total libertad por al aire, en un mapa que no es demasiado grande, dividido en cinco distritos, y en el que siempre tenemos todo a mano.
Si bien al principio nos llevaremos un impresión un tanto agridulce de este poder, ya que el tiempo que podemos aguantar en el aire es demasiado limitado, consumiendo muy rápido la barra de resistencia, y la maniobrabilidad es bastante limitada, más adelante esta impresión cambiará completamente, según mejoremos el poder de vuelo recogiendo y gastando clústeres, unos orbes azules repartidos en cantidades industriales por todo el escenario, como en Saints Row IV. Son tantos y están tan a la vista que no se hace tedioso recoger unos cuantos para mejorar los poderes, aunque seguro que los jugadores más coleccionistas se picarán para hacerse todos (940).
Una vez que hemos mejorado un poco los poderes la cosa cambia, y se hace muy divertido volar con libertad y rapidez por todo el Infierno, con algunas actividades que ponen a prueba nuestra pericia en el aire. Correr a toda velocidad, dar enormes saltos y volar no son los únicos poderes que conseguimos, y uno de nuestros primeros objetivos en el Infierno será conseguir la ayuda de varios personajes, a cada cual más peculiar: Vlad el empalador, William Shakespeare, el pirata Barbanegra y las Gemelas DeWynter, que se han enemistado con Satán y que si les echamos una mano, nos lo agradecerán otorgándonos un nuevo poder.
Un poderoso pisotón, que lanza a los enemigos por los aires, la posibilidad de invocar a unos duendes que nos ayudan en el combate, una descarga con la que convertimos a los enemigos en piedra, y un aura que envuelve el personaje y que al pasar corriendo al lado de los demonios los prendemos fuego. Estos poderes se pueden mejorar a base de recoger clústeres, y además cada uno de ellos cuenta con distintas variantes, si las desbloqueamos en unas actividades secundarias. Por ejemplo invocar a unos titanes en vez de a duendes, o que en vez de prender fuego con el aura, obliguemos a los enemigos a arrodillarse y adorarnos.
Poco a poco, según vayamos haciendo ruido en la ciudad, ya sea a través de las pocas misiones principales o mediante las muchas tareas o actividades secundarias, vamos aumentado la ira de Satán, y cuando hayamos alcanzado su límite será el momento de enfrentarnos a él. No antes sin ver algunas secuencias cinemáticas bastante graciosas, como la protagonizada por Satán y su hija Jezebel, como si de un musical de Disney se tratara, en uno de los momentos más divertidos del juego.
Aunque hay coches y se pueden conducir, estos son anecdóticos, ya que para qué vamos a coger un vehículo si podemos volar con libertad, y la conducción tampoco es que sea precisamente divertida. Y los tiroteos, que sí son bastante importantes, si ya estaban un poquito anticuados en Saints Row IV en 2013, imaginaros ahora, pese al intento de ofrecer armas bastante originales y divertidas. Como Gruñoncitos, un lanzador de ranas explosivas, Éxodo 10, que dispara una ráfaga de insectos chupasangre, o el delirante Armaria-Gedón, un sillón con ametralladoras dobles y misiles termodirigidos.
Como hemos dicho antes las misiones principales son muy pocas, unas siete, y todo el peso recae en las actividades, desafíos y los coleccionables, muchísimos, que al tener un mapa bastante recogido y no muy grande, no da pereza completar y hacerse con todo. Circuitos contrarreloj por el cielo, oleadas de enemigos, salvar a los condenados que caen del aire, causar el caos destrozando todo el escenario o Fraude tormentoso, reventarnos contra el tráfico con una especie de muñeco de trapo, una de las actividades, como Caos, que retorna directamente de Saints Row IV. Por supuesto vuelve el modo cooperativo para dos jugadores, a través de internet, una buena costumbre de la saga y que pocos juegos de mundo abierto ofrecen.
A nosotros terminar Gat Out of Hell por primera vez nos ha costado unas cuatro horas, completado al 60%, por lo que si te lo quieres hacer al 100%, en ningún caso tardarás más de 10 o 12, lo que no está mal para ser una expansión. Eso sí, os recomendamos jugarlo en el nivel dificultad difícil –titulado hardcore-, ya que en normal nos ha parecido un auténtico paseo. Es una pena que todo el peso recaiga en las actividades y misiones secundarias, y no haya más y mejores misiones principales, ya que por momentos esta expansión no ha parecido incluso más inspirada que el propio Saints Row IV. Quizá por su brevedad no hay tiempo para aburrirte e incluir demasiado relleno, y la visión del Infierno que tienen en Volition es realmente divertida e ingeniosa.
Hemos jugado a la versión de PlayStation 4, y el mismo motor gráfico de Saints Row: The Third, un juego de 2011, ya se ha quedado bastante anticuado en pleno 2015, sobre todo para lo que esperamos de un juego de nueva generación. Ni los modelados, las texturas o la iluminación son demasiado elaborados, y el Infierno que han creado, monotemáticamente gris y con un poco de lava por aquí y por allá hacen de Gat Out of Hell un juego incluso un poco feo. A lo que hay que sumarle algo de popping, carga tardía de texturas y un comportamiento caótico y sin sentido del tráfico que recorre sus calles, que te quita las ganas de pisar el suelo.
Al menos en rendimiento sí va bastante fino, siempre por encima de 30fps con un framerate desbloqueado, lo que molestará a algunos jugadores, y deberían incluir con una actualización la posibilidad de bloquearlo. Como es habitual en la serie llega con voces en inglés y subtítulos en español, y esta vez ni siquiera tiene banda sonora licenciada para escuchar música mientras exploramos la ciudad, un dinerillo que se han ahorrado.
Sin duda una buena expansión
Si bien Saints Row IV nos dejó un sabor de boca un pelín agridulce, ya que lo consideramos claramente inferior a su antecesor, en este caso Gat Out of Hell por momentos nos ha parecido incluso más divertido que la cuarta entrega, y el Infierno y sus habitantes dan mucho juego, con situaciones muy divertidas e ingeniosas gracias al "gamberrismo" al que nos tienen habituados en los últimos capítulos de la serie. Si conocéis y os gusta la fórmula Saints Row, sobre todo en su vertiente más fantástica, y os apetece un sandbox desenfadado, entretenido y con cosas por hacer durante una decena de horas, Gat Out of Hell es una opción muy a tener en cuenta.