Análisis Power Rangers: Battle for the Grid, lucha descafeinada (PS4, PC, Switch, Xbox One)

Llevan con nosotros más de 25 años y han protagonizado multitud de series, películas y, por supuesto, videojuegos… si bien ninguno de ellos (¿nadie se ha parado a pensar en ello?) ha conseguido alcanzar unos niveles de calidad dignos. Basta con echar un vistazo a todo su historial en cualquier medio especializado para darse cuenta de esto que os contamos.

Con este panorama tan desolador en mente, evidentemente no habíamos albergado grandes esperanzas en esta nueva propuesta del desconocido estudio nWay para PS4, Xbox One y Switch (la edición para PC se hará de rogar unos meses más según parece). Y como era predecible, Power Rangers: Battle for the Grid ha acabado siendo un título bastante flojo en global aunque, paradójicamente, es posible que a su vez se trate de uno de los mejores videojuegos basados en esta saga de cuantos han aparecido hasta la fecha. Ver para creer.

Peleas sin alma ni personalidad

Los desarrolladores han optado por recrear un arcade de lucha de jugabilidad 2D para esta nueva tentativa de los Power Rangers. Un estilo que encaja perfectamente con el espíritu de la saga y que, además, ha sido dotado de varios aspectos a tener en consideración, algunos de ellos incluso bien resueltos.

El principal es el que tiene que ver con el hecho de pelear por equipos. Como ya ha sucedido con bastantes títulos precedentes, en esta ocasión en las batallas participan tres luchadores por bando, pudiendo ya no sólo pedir ayuda a nuestros compañeros de equipo durante las peleas, sino que también tenemos la posibilidad de cambiar de un personaje a otro en el acto y en cualquier momento. Este sistema, si bien y como ya hemos advertido es de todo menos novedoso, por lo menos sí que ha sido bien resuelto, aportando dinamismo y hasta ciertas dosis estratégicas al desarrollo de los enfrentamientos.

Por otro lado, también se ha querido integrar un control lo suficientemente accesible incluso para los jugadores no iniciados… si bien y a pesar de esto es cierto que, para efectuar todas las acciones que es posible llevar a cabo con los protagonistas, es necesario emplear casi todos los botones del mando. El problema de esto es que, a la hora de la verdad, a dicho manejo le falta bastante profundidad, y más si lo comparamos con lo que nos ofrecen los actuales referentes del género.

Pero este inconveniente se agrava más si cabe cuando pasamos un tiempo peleando contra la CPU. Sí, porque cuanto más lo hacemos más cuenta nos damos de que lo más efectivo contra dichos oponentes es utilizar combos rápidos y ágiles de manera reiterada, obviando por completo el resto de comandos. El contrapunto a esto lo ponen los ataques especiales, los cuales es posible ejecutar toda vez que el medidor de turno (situado en la parte inferior) se encuentra lo suficientemente cargado, golpes que son capaces de causar un daño severo a los adversarios.

Por lo tanto la jugabilidad global se ve resentida por este importante defecto, y a esto no ayudan otros inconvenientes también notorios que ostenta el juego, comenzando por su input lag. No sabemos si únicamente sucede en la versión que hemos probado pero, sin duda, hemos apreciado un pequeño retardo en la respuesta de nuestros luchadores cuando ejecutamos la orden correspondiente desde el mando. Es cierto que posiblemente muchos usuarios (sobre todo los menos expertos en este campo) ni tan siquiera noten este hecho, pero os aseguramos que está presente.

Sin embargo y a pesar de todo lo que ya hemos criticado negativamente hasta el momento acerca de este juego de lucha, lo peor de todo es la escasez de contenidos que presenta en global. Para empezar, el elenco de luchadores controlables que está disponible de inicio es casi ridículo en los tiempos que corren, por muy indie que sea el juego de turno. Nueve protagonistas es la "friolera" de tipos controlables que posee este arcade de lucha, ni uno más. Un plantel claramente escaso que, además y debido al hecho de tener que jugar con tres personajes, transmite la sensación de estar viendo siempre a los mismos tipos, ya sea como oponentes o como miembros de nuestro equipo.

Es cierto que, como ya os contamos, los desarrolladores pretenden ampliar este irrisorio elenco de luchadores mediante la llegada de un DLC gratuito que integrará a tres personajes adicionales más: Dragon Armor Trini, Udonna y Cenozoic Blue Ranger. Sin embargo y pese a este futuro añadido (que ya veremos cuándo termina apareciendo), seguimos pensando que el plantel de luchadores es muy corto.

Por desgracia sucede lo mismo con los limitados modos de juego que han sido integrados en el título. Más allá de un triste y poco interesante modo Arcade y los tradicionales modos Versus, Entrenamiento y online, no hay mucho más que exprimir en esta obra. Un defecto difícil de entender en un título de estas características, dado que precisamente los juegos de lucha normalmente presentan modalidades y opciones a manos llenas.

Después de todo esto que os acabamos de comentar, queda bastante claro que estamos ante un arcade de lucha para nada satisfactorio y que ni tan siquiera los fans de los Power Rangers sabrán apreciar. Una auténtica pena… aunque tampoco es que nos pille por sorpresa siendo honestos.

Uno de los aspectos más salvables e, incluso, relativamente trabajados de todo el conjunto es su apartado visual. Y no porque sea algo increíble o despunte de manera sobresaliente sino porque, sencillamente, alcanza ciertos niveles de vistosidad. El modelado de los personajes es acertado, sus animaciones no están mal (aunque se muestran algo robóticas en algunas ocasiones), los (escasos) escenarios tienen su gracia y, lo más destacado, los ataques especiales que son capaces de ejecutar los luchadores aportan bastante espectacularidad a cada combate.

Este sencillo pero bastante solvente apartado gráfico ha sido muy mal acompañado por un aspecto sonoro que, sinceramente, es de los peores que recordamos dentro del género de la lucha, el cual suele depararnos trabajos bastante certeros (algunos incluso magníficos) en esta misma faceta. Las melodías son muy normalitas y a veces incluso llegan a ser molestas, los efectos sonoros no pasan de correctos y los protagonistas no entonan una sola palabra en todo el juego, dado que los pocos diálogos que se dejan ver después de ciertos combates que tienen lugar durante el modo Arcade han sido reflejados mediante simples cajas de textos (en español). De lo peor del juego sin duda.

Licencia desperdiciada

Una vez más y para desgracia de los miles de seguidores de la saga ligada a los Power Rangers, esta producción cojea en un buen número de flancos. Se salvan varios elementos del juego, eso es verdad, como su faceta gráfica y algunos flecos relacionados con su jugabilidad (como lo accesible que resulta su control o el sistema de batallas 3 contra 3), pero todo lo demás es muy mejorable. Y si a esto le sumamos una cantidad de contenido raquítica e injustificable pese a su precio reducido (unos 20 euros), el resultado es un arcade de lucha de jugabilidad 2D que nadie recordará.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código proporcionado por Spark PR.