Análisis de Nubla 2, buscando el origen de la tormenta (PS4, PS5)

El gusto del Museo Thyssen-Bornemisza por los videojuegos para trabajar en conjunto con su colección de arte es admirable y ha alcanzado un cauce correcto con Nubla, la trilogía que está desarrollando Gammera Nest y que forma parte de EducaThyssen, ya que tiene en cuenta que se trata de un videojuego que debe divertir. El primer juego de la serie apuntaba maneras pero no dejaba de ser un juego creado en su mayor parte por universitarios y con una rigidez demasiado académica.

Para este segundo juego, Nubla 2, el estudio ha optado por un enfoque diferente y ha aprendido a jugar con los elementos de los cuadros de una forma más relajada y pensando en la jugabilidad, lo que ha conseguido que el mundo de juego sea más homogéneo, aunque sin dejar de lado las múltiples referencias pictóricas en la historia, los escenarios y los personajes.

Lo más interesante es que el estudio ha conseguido mantener el espíritu de ejercicio creativo nacido en el Thyssen-Bornemisza a través de los "Martes Abiertos"en los que se organizaron talleres para hablar del videojuego, y ha convertido esa investigación en una experiencia jugable. Nubla 2 tiene una historia de fondo atractiva -sin ser realmente profunda-, con algunos toques especialmente encantadores como el hecho de que la burocracia y la tecnología acaben con la creatividad, mediante reflexiones interesantes sobre las fronteras y quienes huyen de una situación terrible y con la introducción de personajes y situaciones que son todo un homenaje al arte, aunque el guion no siempre tiene buen ritmo y es irregular en el desarrollo. En la parte jugable, Nubla 2 es mucho mejor que el primer juego, con puzles visualmente bonitos y estimulantes.

El control de los dos protagonistas es una buena idea, pero no funciona

El jugador quiere saber más y llevar adelante a los personajes, pero estos puntos positivos chocan con otros negativos que pueden llegar a ser irritantes. En conjunto, el juego adolece de ser demasiado ambicioso, lo que ha llevado a algunas decisiones que acaban emborronando la experiencia.

La idea de que haya dos protagonistas a los que controlamos a la vez es acertada a priori, sobre todo si quienes juegan son un adulto y un niño, y está tomada prácticamente tal cual de Brothers, a Tale of Two Sons en el que cada personaje se controlaba con la mitad del mando. Es un acierto que el estudio haya incluido a un niño o niña como protagonista de la historia, y es lógico que haya querido mantener a los ismos, los personajes que protagonizaban el primer juego, cada uno perteneciente a una corriente artística y con unos poderes diferentes.

Los ismos son unos magníficos personajes, originales y que encajan totalmente en el concepto artístico del juego y su componente educativo, y la combinación de un niño y un ismo funciona, pero el control acaba descentrando al jugador, pero lo que en Brothers servía para mostrar la unión entre los dos protagonistas, aquí acaba convirtiéndose en un engorro con un control poco natural, sobre todo porque un personaje salta más alto y avanza más rápido que el otro y, en realidad, que haya dos protagonistas únicamente se utiliza de forma inteligente para resolver algunos puzles en los dos primeros capítulos del juego. Además, esto puede resultar demasiado complejo para un jugador no habituado a un mando.

Una ambición demasiado grande

Otra muestra de una ambición demasiado grande es que en los dos primeros capítulos Nubla 2 se trata de un juego de puzles agradables de resolver y de plataformas no tan gratificantes, pero después se convierte en una aventura gráfica de recoger objetos, traer y llevar obligándonos a recorrer escenarios una y otra vez. Hay otros momentos en que hay persecuciones o es necesario esconderse de un enemigo que no acaban de encajar con el resto del juego, no aportan demasiado y no siempre tienen lógica.

Los puzles son más complejos que los del primer juego, pero tampoco demasiado; resultan adecuados para un público joven o poco acostumbrado a los rompecabezas jugables y vamos avanzando por los escenarios con ritmo. La parte de plataformas es menos gratificante, lo mismo que las fases de persecución, ya que el error nos lleva al último punto de control, y no son tan abundantes como sería deseable en una aventura de este estilo, sobre todo porque no se pueden saltar los diálogos. Un jugador casual encontrará algo desesperante fallar en un salto que resulta más exigente que el resto y tener que estar un par de minutos para llegar al mismo punto, ya que algunos tiempos de carga son algo elevados. También nos hemos encontrado con algún bug que nos ha llevado a tener que repetir varios minutos de juego.

La ciudad que da nombre al juego es, como todos los escenarios, muy atractiva a la vista (pese a detalles como que no hay variedad entre los peatones que la transitan), pero la historia lleva al jugador a recorrerla innumerables veces sin que parezca tener más sentido que alargar el tiempo que dura Nubla 2, de forma que acaba perdiendo ritmo. Como el resto del juego sí transcurre a un paso adecuado -salvo algún tropezón suelto-, llama más la atención el hecho de que esta larga recta final se note demasiado artificioso.

Visualmente el juego es muy atractivo; cada escenario tiene encanto, ya sea un bosque romántico, el mundo de los sueños surrealista o la ciudad con sus distintas partes. El sonido es más discreto.

Una evolución en la dirección adecuada

La evolución del proyecto de Educathyssen y de Gammera Nest como estudio entre los dos juegos es gigantesca. El primer capítulo parecía un proyecto experimental y de investigación Nubla 2 es sin duda un juego bastante entretenido, aunque nos quedamos con ganas de saber más sobre los cuadros que aparecen y los distintos personajes que representan a artistas de distintas épocas. Se hubiera agradecido que todo el trabajo de profundizar en los cuadros y creación del juego estuviese accesible también en forma de extras para que el jugador que lo desease se adentrase en la parte educativa y aprendiese más sobre alguno de los cuadros que inspiran las escenas del juego o incluso los escritores a los que hay referencias.

Conclusiones

Nubla 2: La Ciudad en el Centro del Mundo incluye conceptos sobre los que el jugador puede meditar, muestra imágenes muy bellas, juega con el concepto del tiempo con inteligencia y tiene un concepto atractivo de los puzles pero no llega a desarrollar del todo esas ideas tan prometedoras quizá por intentar abarcar demasiado para una producción de este tamaño. Es un buen acercamiento al mundo del arte, sobre todo para los niños que jueguen con un adulto, y muestra que Gammera Nest y el Museo Thyssen-Bornemisza han encontrado un buen camino con el que cada vez se sienten más cómodos de unir el mundo del arte tradicional con el del videojuego.

Hemos realizado este análisis con un código que nos ha proporcionado Jaleo PR.