Análisis de Murdered: Soul Suspect (PS4, Xbox 360, PS3, PC, Xbox One)

Nos encanta que se lancen juegos que no sean secuelas ni remakes y que propongan nuevos conceptos, personajes y ambientaciones, y que además como este, no pertenezcan a los géneros por excelencia, como el de la acción. Pero como demuestran tantos juegos cada año, no solo basta con tener una buena idea, y ni siquiera llevarla a cabo correctamente, sino que además hay que saber desarrollarla, y que se mantenga fresca y fuerte a lo largo de varias horas. Un "lujo" que se pueden permitir los juegos independientes, habitualmente de corta duración, pero no tanto los juegos de precio completo que llegan a las estanterías de las tiendas.

Por eso nos ha sorprendido el atrevimiento de Square Enix a la hora de publicar este juego, Murdered: Soul Suspect, una aventura bastante peculiar que mezcla investigación, exploración y algo de sigilo con una historia sobre la muerte, con fantasmas y asesinatos en una ambientación con mucha personalidad.

Un juego que podríamos calificar dentro del formato físico, como en el mundo del cine, de serie B: sin un gran presupuesto y sin grandes pretensiones, que apuesta por una idea bastante singular y va a muerte con ella.

¿El resultado? Un tanto irregular, es una aventura muy fácil y sin reto, en la que da igual equivocarte o fallar, con una historia muy simple y por momentos tontorrona, con un guion no muy brillante que digamos, y un desarrollo que se llega a hacer un poco repetitivo, aunque se trata de un juego corto -7 u 8 horas si buscamos sus muchos coleccionables-. Pese a esto, la verdad es que nos lo hemos pasado casi del tirón, entretiene lo suyo, te pica a seguir jugando y en ningún momento se hace aburrido, siempre y cuando te guste mucho su particular propuesta o el género de las aventuras.

No estamos ante una aventura gráfica clásica, no hay recogida de objetos, ni puzles tradicionales, ni un sistema de conversaciones, y tampoco ante una aventura cinematográfica al estilo Heavy Rain, ya que su desarrollo nos da mucha libertad para explorar y no hay continuos quick time events. Al juego que más nos ha recordado, y solo a una de sus partes, es a L.A. Noire, el título de Rockstar de 2011 en el que éramos un detective, y teníamos que explorar y observar con detenimiento las escenas del crimen buscando pistas.

En Murdered: Soul Suspect también somos un detective, pero uno con un pasado delictivo un tanto oscuro, y que además muere nada más empezar el juego, controlando a un fantasma durante toda la aventura, que tendrá que descubrir las causas de su muerte, y de paso, perseguir a un asesino en serie que está causando el pánico en la ciudad norteamericana de Salem (Massachusetts). Un escenario que no es casual, la conocida como "Ciudad de las brujas", un lugar repleto de oscuras leyendas, y que proporciona una ambientación con mucha personalidad.

Básicamente en la primera hora de juego a modo de tutorial nos explican y enseñan todas las mecánicas de la aventura, y estas se mantienen casi inalterables hasta el final, por lo que acaba acusando una falta de novedades y sorpresas, en un desarrollo demasiado plano. Tenemos que buscar pistas en las escenas del crimen, observar con atención todo lo que nos rodea, y una vez las hayamos encontrado todas, o al menos una gran parte, "resolverla". Es en este momento cuando tenemos que responder una pregunta, eligiendo una o varias de las pistas que hemos recogido, y donde se pone a prueba nuestra intuición y si estamos entendiendo bien lo que está ocurriendo.

Esto no está demasiado bien resuelto, a veces las preguntas son un tanto ambiguas y no queda claro qué pista tenemos que elegir, pero da realmente igual, ya que puedes fallar cuantas veces quieras que siempre vas a poder continuar. Hay un sistema de puntuación indicado por unas placas de policía –tres si no te equivocas, dos si cometes un error, uno si te equivocas más de una vez-, pero este no tiene ninguna relevancia en el desarrollo, y solo está reservado para los que se quieran completar el juego al 100%, de manera perfecta.

Para conseguir las pistas no basta solo con explorar el escenario y mirar, y a veces hay que realizar otro tipo de acciones sobrenaturales, las propias de un fantasma, que es cuando el juego resulta más original, fresco e interesante. Podemos poseer a las personas para saber lo que están pensando, o incluso influenciarlos a realizar alguna acción o decir algo en concreto, seleccionando una pista que hayamos recogido. También podemos atravesar las paredes y un otros objetos de los escenarios, no todos, ya que los elementos consagrados no pueden ser atravesados –una manera de ponernos límites en los escenarios-, y aunque no podemos tocar directamente objetos materiales, sí podemos por ejemplo causar poltergeist, encendiendo y apagando aparatos electrónicos, algo que tenemos que realizar en momentos puntuales de la aventura para seguir avanzando.

En nuestra investigación nos ayudará una joven que sí puede vernos e interactuar con nosotros, y a veces tendremos que echarle una mano despistando a otras personas para que no la vean o abrirle puertas, y así poder acceder a nuevos lugares. Además de a personas, también podemos poseer a gatos, y llegar a lugares que de otra manera no sería posible, en unas secciones plataformeras bastante cutres la verdad, aunque nos dejan maullar, lo que es divertido. Más adelante en la aventura también conseguimos un nuevo poder que nos permite teletransportarnos largas distancias, la única mecánica nueva que se incorpora hasta el final del juego, y que hace pensar en si no tenían pensados nuevos poderes sobrenaturales que fuéramos consiguiendo a lo largo de la aventura, para dar algo de variedad, y que al final no han podido implementar. Además de la investigación de pistas, y la exploración y resolución de pequeños y anecdóticos puzles, hay un tercer pilar jugable: el sigilo.

En ciertos momentos de la aventura aparecen unos demonios a los que no nos podemos enfrentar directamente y de los que tenemos que escondernos, ocultándonos en unas brechas espectrales que están repartidas por los escenarios. Si nos ven hay que huir rápidamente, escondernos y esperar a que se cansen de buscarnos, para lo que podemos utilizar diversos recursos, como meternos dentro de alguna persona o distraerlos y confundirlos usando algunos elementos de los escenarios, como luces brillantes o animales como pájaros. Podemos acabar con los demonios sorprendiéndolos por la espalda y resolviendo un pequeño quick time event, y menos mal que estas secciones no son demasiado abundantes ni difíciles, porque no son muy divertidas que digamos, y se notan un poco forzadas dentro del desarrollo, puestas para dar algo de variedad –y de acción- a un juego que por momentos es algo repetitivo.

Es curioso que una de las cosas que más nos han gustado y entretenido es buscar la enorme cantidad de coleccionables que hay repartidos por los escenarios, que nos dan más detalles de la ciudad de Salem, sobre la vida de nuestro protagonista, historia de los juicios por brujería, o cuentos de fantasmas bastante curiosos. Mejor o peor escondidos, es ameno patear los escenarios buscándolos, y aunque el desarrollo de la historia es lineal, tenemos cierta libertad para explorar las calles de Salem, y volver a los escenarios de misiones anteriores (mucho cuidado al llegar a la escena final, algo de lo que se avisa, ya que el juego realiza un guardado automático y no puedes volver atrás si te has dejado algo, teniendo que empezar una partida nueva, en una decisión muy absurda de diseño).

Ya que la investigación, los puzles, la exploración y el sigilo son muy sencillos y fáciles, el peso y la responsabilidad cae sobre la historia y la calidad del guion, y estos no son ninguna maravilla. El protagonista nos gusta, tiene cierto carisma y se han molestado es escribir un elaborado pasado, sobre todo la detallada relación con su esposa, de lo que más nos ha gustado del juego. Pero los secundarios son un tanto caricaturescos, la historia pese a intentar un par de giros nunca sorprende, y los diálogos y la escritura en general es bastante pobre. Nos encanta la idea de poder meternos dentro de las personas y escuchar lo que piensan, pero estas nunca tienen grandes pensamientos o reflexiones, y al final no tienes ningún aliciente para hacerlo. Dado su tono de serie B, no le hubiera venido mal un poquito más de humor y tomarse menos en serio.

Como hemos dicho antes la historia principal, con el 90% de los coleccionables, nos ha durado poco más de 7 horas, y aunque hay alguna misión secundaria, que también hemos superado, son pocas y muy sencillas, algo a lo que también se le podría haber sacado mucho más partido. La ciudad de Salem está llena de fantasmas, que vagan por sus calles ya que necesitan ayuda para descansar en paz, pero ni hay muchas secundarias, ni están son demasiado elaboradas. Y estamos ante un juego muy poco rejugable, por no decir nada, ya que una vez conozcas la historia y hayas visto todo, no hay más alicientes para volver a jugar, que si acaso, intentar hacerte con todos sus trofeos.

Gráficamente también es muy discreto, especialmente en las versiones de PlayStation 4, Xbox One y PC, donde no se han molestado en realizar ninguna mejora significativa respecto a lo que podemos ver en PlayStation 3 y Xbox 360, más allá de un aumento de resolución. El peor ejemplo posible de juego intergeneracional, que no aprovecha en ningún aspecto la potencia del hardware, e incluso muestra constantemente unos vídeos que podían haber tenido una mejor compresión. En cualquier caso no nos parece un juego para nada feo, tiene cierta personalidad visual, y aunque las expresiones faciales y las animaciones podrían ser mucho mejores, creemos que cumple visualmente, y los gráficos son el menor de sus problemas.

Sí nos ha sorprendido positivamente su buen doblaje al castellano, bastante logrado para un juego tan discreto en otros apartados, algo que se agradece en una aventura con multitud de cinemáticas. Por su parte la música pasa totalmente desapercibida, tanto para bien como para mal, y se limita acompañar, sin molestar, pero tampoco sumando enteros a lo que está ocurriendo en pantalla.

Una entretenida aventura de investigación y fantasmas

Murdered: Soul Suspect no pasará a la historia de los videojuegos y se olvidará pronto, pero como ha pasado anteriormente con otras producciones de la zona media, situadas entre los títulos independientes y las grandes superproducciones o triples A, seguro que para muchos resulta una sorpresa, y un juego muy reivindicable y disfrutable. Reconociendo que no hace nada especialmente bien o de manera muy original, y que es demasiado sencillo y plano, nos ha resultado muy entretenido de principio a fin, y eso de ser un fantasma y vagar por el mundo como tal investigando y echando una mano a otros muertos, nos ha parecido curioso, aunque podía haber estado mucho mejor llevado.

Hay buenas ideas dentro de este juego, pero o ha faltado ambición, presupuesto o talento para ejecutarlas con más acierto, y que se convirtiera en una aventura más recomendable. De todas maneras si os gustan las aventuras gráficas en todas sus formas, sobre todo en su vertiente más moderna a lo Telltale Games o Quantic Dream, os llama la atención lo que propone, y lo cogéis con las expectativas bajas, es más que probable que os guste bastante.