Análisis It Takes Two, una encantadora aventura cooperativa (PS4, Xbox One, PC, Xbox Series X/S, PS5)
Josef Fares puede caer mejor o peor por sus irreverentes comentarios en los que siempre dice lo que piensa sin pelos en la lengua, pero lo que no se puede negar es que es uno de los directores con más talento de la industria actual y que sus juegos siempre son, como mínimo, muy notables, originales y frescos. No en vano, estamos hablando de la mente creativa tras Brothers: A Tale of Two Sons y A Way Out, dos aventuras fantásticas que, por un motivo u otro, han sabido dejar su huella en todos aquellos que se han atrevido a darles una oportunidad. Pero como no hay dos sin tres, ahora le toca el turno de deleitarnos con It Takes Two, un divertidísimo título de plataformas 3D exclusivamente cooperativo con el que nos lo hemos pasado en grande y que os podemos recomendar sin dudarlo un solo instante. ¿Los motivos? No tenéis más que seguir leyendo.
Videoanálisis
En busca del amor olvidado
Lo primero que llama la atención de esta producción es su premisa argumental al plantearnos una suerte de comedia romántica en la que May y Cody, un matrimonio a punto de divorciarse, acaban atrapados en los cuerpos de un par de muñecos. Tras el susto inicial conocen al Dr. Hakim, un libro mágico bastante extravagante que les tiene preparadas muchísimas aventuras a modo de terapia de pareja para que así recuperen la chispa del amor que hay entre ellos, siendo esta la única forma que tienen de volver a la normalidad.
A partir de aquí se empieza a desarrollar una historia fantásticamente narrada en la que profundizaremos en ambos personajes, sus problemas y la manera en la que sus constantes discusiones acaban afectando a su hija, aunque todo ello siempre desde un tono muy ligero, divertido y ameno que sabe plasmar igual de bien situaciones loquísimas y muy espectaculares con momentos íntimos, tiernos y conmovedores.Como decimos, la narración es realmente buena, la dirección de escenas es impecable y, al final, resulta imposible no encariñarse con sus dos protagonistas y la evolución tan sutil y bien llevada que tienen a medida que pasan las horas. Además, los temas que trata son muy atípicos en la industria, ya que aquí nuestro fin último no es salvar el mundo sino evitar la separación de una pareja que siempre se ha querido, aunque ahora lo haya olvidado, lo que le da cierta frescura.
En la variedad está el gusto
Sin embargo y pesar de su constante presencia a lo largo de todo el título para dar contexto a nuestras peripecias, It Takes Two es, ante todo, un videojuego, algo que abraza sin ningún tipo de tapujos para hacer de su jugabilidad y su desarrollo sus principales fortalezas y atractivos. De esta manera, tendremos que avanzar en compañía de otro jugador por una serie de niveles en los que nos aguardan innumerables sorpresas mientras saltamos, nos deslizamos por raíles, resolvemos puzles, evitamos trampas y jugueteamos con montones de mecánicas únicas.
Al ponernos a los mandos lo primero que destaca es lo finísimos y satisfactorios que son sus controles, consiguiendo que el simple hecho de mover a nuestro personaje y pegar brincos por los escenarios sea una experiencia divertida, precisa y gratificante, algo que nos parece imprescindible en un género como este. Pero si hay algo que de verdad hace brillar a este juego es su desarrollo, todo un derroche de creatividad y buenas ideas que convierten cada uno de nuestros pasos en una sorpresa constante, animándonos a seguir jugando con tal de ver qué nueva locura nos espera tras la siguiente esquina.
Tan pronto estaremos enfrentándonos a una aspiradora gigante que manipulando el tiempo, infiltrándonos sigilosamente en una madriguera llena de topos, patinando sobre el hielo, adentrándonos en una peligrosa mazmorra al más puro estilo Diablo o librando un combate de Street Fighter contra una ardilla sobre un avión, por mencionar tan solo unos poquísimos y anecdóticos ejemplos de los muchísimos que hay.
Es un título que no para quieto ni un solo segundo y que siempre está planteándonos algo nuevo y único que no se vuelve a repetir en toda la aventura, lo que también se traduce en una variedad de escenarios y entornos completamente descomunal que hace un uso muy inteligente del hecho de que seamos unos pequeños muñecos en un mundo de proporciones reales.
Por supuesto, la inmensa mayoría de situaciones tienen el foco puesto en proponer mecánicas cooperativas que nos obligan a trabajar junto a nuestro compañero para avanzar, con secciones y habilidades exclusivas para cada uno de los dos personajes, lo que hace que la experiencia de juego sea ligeramente distinta dependiendo de a quién controlemos.
Un detalle muy llamativo es que, a pesar de tratarse de un plataformas 3D, aquí no hay ítems ni coleccionables para recoger, aunque los escenarios premian la exploración proponiéndonos descubrir un sinfín de pequeñas y curiosas interacciones con el entorno que si bien no sirven para nada (como mucho para desbloquear algún logro o trofeo), son divertidas de descubrir en compañía. Además, hay 25 minijuegos competitivos ocultos a lo largo de todo el título que, una vez los encontremos, podremos disfrutar desde el menú principal. La mayoría son muy simples y perfectos para echarse unos piques, aunque también nos ha sorprendido con algunos inesperadamente elaborados. De hecho, uno de ellos nos permite echarnos partidas completas de ajedrez.
Como decimos, se trata de un juego variadísimo y divertido que no suelta el pie del acelerador en las 12 horas que dura, lo que tiene muchísimo mérito y demuestra el enorme trabajo que ha habido detrás. Sin embargo, esto también tiene su contrapunto, pues se centra tanto en proponer nuevas ideas que nunca consigue terminar de profundizar en ninguna de ellas, dejándonos con un buen puñado de secciones que transmiten la sensación de que no se les ha sacado todo el partido que podrían tener.
Es un juego muy simplón y sencillo que no penaliza las muertes y que se nota que está pensado para que pueda ser disfrutado por todo el mundo, algo que nos parece perfecto, aunque es una pena que tantas buenas ideas se queden a veces a medias y sus desarrolladores no hayan sido capaces de retorcerlas para hacer con ellas algo más ingenioso, sorprendente y memorable, lo que no quita que su frenético ritmo impida que nos dé tiempo a aburrirnos lo más mínimo. Simplemente le ha faltado un puntito de genialidad que termine de explotar todo lo que propone por querer abarcar demasiado. Del mismo modo, hay algunas partes en las que las mecánicas cooperativas quedan un tanto desdibujadas y cada jugador únicamente tendrá que preocuparse de avanzar por su lado o hacer lo que le toque, perdiéndose parte del encanto de jugar en compañía.
Un sorprendente mundo en miniatura
Otro aspecto que nos ha sorprendido muy gratamente ha sido en su apartado audiovisual, una auténtica maravilla en la que se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Las texturas, la iluminación, los modelados, los efectos, las animaciones, la distancia de dibujado, la cantidad de elementos que tienen los escenarios, el diseño artístico... Todo está a un nivel altísimo y no han sido pocas las veces en las que hemos tenido la sensación de estar ante una gran película de animación interactiva. Quizá el hecho de que haya ciertas partes de los entornos que podemos atravesar afea un poco el conjunto y le resta un poco de interactividad, y los personajes humanos no lucen tan bien como todo lo demás, pero pocas pegas más le podemos sacar.
De igual modo, el rendimiento es ejemplar y se mueve con una suavidad excepcional, independientemente de que la pantalla esté dividida o unificada, algo que va variando según la situación que nos toque jugar. A destacar también que se puede disfrutar tanto de manera local como online y que no hemos tenido ningún problema ni de conectividad ni de lag en este último caso.
El sonido, por su parte, nos deja una banda sonora muy ambiental que rara vez toma el protagonismo y que se dedica, principalmente, a acompañarnos durante la aventura para enfatizar el tono de cada uno de los momentos que viviremos. Los efectos son variados y de calidad y el doblaje, en inglés, es simplemente soberbio gracias a unas interpretaciones magníficas y que captan a la perfección la personalidad y lo que sienten los personajes, ayudando a darles credibilidad y que empaticemos con ellos. Por supuesto, los textos están en español, aunque no vamos a negar que no habría estado de más un doblaje en nuestro idioma para quienes no dominen demasiado la lengua de Shakespeare, pues rara vez paran de hablar y puede resultar un tanto incómodo prestar atención a los subtítulos mientras jugamos.
Conclusiones
It Takes Two es todo un juegazo y una de las sorpresas más agradables que nos ha dejado este 2021, proponiéndonos una aventura puramente cooperativa con muchísimo encanto y con un desarrollo divertidísimo y variado hasta decir basta que convierte cada uno de nuestros pasos en una sorpresa constante. Un título con un ritmo endiablado que siempre está experimentando con nuevas ideas y buscando la manera de sacarle al jugador una sonrisa de complicidad mientras disfruta de su hobby favorito en buena compañía. Y, por si no fuese suficiente, encima nos deleita con un apartado audiovisual precioso y una narrativa cuidadísima en la que nos cuentan una historia simple, sí, pero muy humana y con la que resulta fácil conectar. Si tenéis a alguien con quien compartir este viaje, no lo dudéis y dadle una oportunidad: os aseguramos que no os arrepentiréis.
Hemos realizado este análisis en Xbox Series X gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Electronic Arts.