Análisis de Hand of Fate 2 (PS4, Switch, Xbox One, PC)

Siempre hemos pensado que los videojuegos no deben permanecer atados en exceso a un género concreto. La fusión de estilos, mecánicas jugables y elementos que por separado pueden suponer un título de entretenimiento clásico en su naturaleza más pura, a veces, pueden dar como resultado juegos muy interesantes y distintos. La búsqueda de la originalidad siempre es algo a reivindicar, incluso cuando el total resultante no sea tan bueno como se pretendía. Sí, una idea por ella misma quizás no valga nada, pero el mero hecho de intentar ponerla en práctica ya nos parece algo loable.

En 2015 asistimos al lanzamiento de Hand of Fate, un videojuego de rol y aventura que usaba las cartas coleccionables y sus posibilidades como eje para ofrecernos una jugabilidad distinta, que apostaba por el sentido del rol de papel y lápiz. Nos ofrecía elegir nuestra propia historia, como si estuviésemos en una partida de Dragones y Mazmorras, tirando dados y combatiendo contra monstruos en oscuros lugares de fantasía bajo la atenta mirada del amo del calabozo. Curiosamente, y aunque pueda parecer un concepto limitado -que lo era tras varias horas-, la combinación de cartas y elementos nos llevaba a disfrutar de partidas distintas y muy divertidas. Ahora, varios años después, nos llega una segunda parte que busca mejorar a su antecesora en múltiples aspectos, devolviéndonos una vez más, al oscuro mundo de la mano del destino y sus implicaciones.

Eligiendo nuestra propia aventura

Hand of Fate 2 vuelve a seguir la senda del rol roguelike con ciertos componentes imprevisibles en su desarrollo y a apostar por el combate descarnado de su primera parte, ofreciendo muchos de los ingredientes que demostraron funcionar con anterioridad, sin tocarlos demasiado o realizar ajustes. Sin embargo, las novedades en esta secuela vienen centradas en uno de los aspectos más criticados del primer Hand of Fate: la historia. En esta ocasión encontramos con un trasfondo más cuidado y presente, que nos traslada a un sórdido mundo de fantasía en el que el Imperio, un vasto ejército y sistema que controla toda la región, busca purgar a través de una Inquisición a todos los magos y seres con aptitudes mágicas. Muchos han decidido huir y ocultarse, operando casi en la clandestinidad, mientras en las calles de todo el universo conocido comienza a propagarse una enfermedad conocida como la Plaga, algo que en conjunción a la invasión de una horda de bárbaros, componen un panorama desolador.

La narrativa del videojuego se ha mejorado considerablemente, siendo mucho más interesante y proporcionando una mayor durabilidad a las sesiones de juego, invitándonos a disputar una y otra partida para descubrir historias secundarias, conocer más de los personajes y aliados que nos acompañarán o implicarnos más del mundo en el que nos ambientamos. Eso sí, no esperéis grandes secuencias de vídeo o enormes piezas de diálogos.

Hand of Fate 2, como su primera parte, es un juego que imita los títulos de rol de papel y lápiz, y por lo tanto, nos propondrá leer y seguir muchas páginas con las aventuras arriba descritas. Tendremos que tomar decisiones, aceptar un camino u otro y arriesgarnos de vez en cuando, aunque ello signifique aceptar un funesto destino. ¿Funciona? Sí. Gracias a esto, el juego se vive como una experiencia muy personal y absorbente, capaz de embelesar al más distraído de los jugadores, algo que nos parece muy destacable en los tiempos que corren.

Las cartas que todo lo deciden

En Hand of Fate 2, todo se decide en base a las cartas. En cada partida, deberemos escoger, como en un título de cartones coleccionables, una serie de cartas con las que jugar. Hay de muchos tipos y están divididas en categorías conocidas como cartas de compañero, cartas de equipo, cartas de suministros y cartas de encuentro. Cada una tiene una función en el desarrollo del videojuego y su uso o elección pueden dar como resultado una sesión de juego distinta a la anterior. Nuestro interlocutor barajará nuestro mazo, intercalando todas estas piezas para construir una historia distinta para cada misión. Este camino imprevisible será el que nos lleve a una serie de aventuras distintas, de las que poco o nada sabremos a la hora de comenzar.

Como si de un título de tablero se tratase -nos extraña que no se haya adoptado ya un Kickstarter para sacar este videojuego en formato físico como un juego de mesa-, las cartas irán posicionándose boca abajo, dando forma a los escenarios y nuestro propio avance, como si de una mazmorra de Dragones y Mazmorras fuera. De esta forma, podemos tomar distintos caminos ante la atenta mirada de nuestro repartidor, ya sean peligrosos -en forma de combate- o beneficiosos -en forma de botín y tesoro-. Existe una tensión ante lo imprevisible en Hand of Fate 2 que es bastante adictiva, sobre todo teniendo en cuenta la posibilidad de que una partida se vuelva muy cuesta arriba.

Además, Hand of Fate 2 incorpora un elemento que no estaba presente en el anterior título: los requisitos y las misiones. La primera parte era un juego decididamente más lineal, invitándonos a pasar por un camino más o menos fijado, en el que sí, podíamos elegir A o B, pero el final era prácticamente el mismo. En otras palabras: nos limitábamos a ir hacia adelante. En esta entrega es todo un poco más complejo, pues nuestro repartidor de cartas decidirá una serie de objetivos, opcionales y obligatorios, que otorgarán un plus al desarrollo de la partida. Con esta adición a la mecánica original, además de tener partidas más jugosas y largas, se incorpora una nueva motivación al jugador, que podrá obtener recompensas en forma de cartas muy poderosas para nuestro mazo o la posibilidad de vivir una aventura más larga y divertida y por lo tanto, más exigente y táctico.

¿Nos merecerá la pena arriesgarlo todo? ¿Hemos decidido bien al escoger estas cartas? ¿Son las lógicas y propias para este tipo de misión? Sobre el papel quizás Hand of Fate 2 no parezca demasiado diferente a su anterior encarnación en estos derroteros, pero las cartas son más importantes que nunca, y las elecciones del jugador, más definitorias.

¿Mejor acompañado?

A veces, la confrontación será el único camino para vencer. El combate en Hand of Fate estaba muy presente, y en esta ocasión, volverá a tener un componente vital en el transcurso de nuestras partidas. Como videojuego de rol y acción, Hand of Fate 2 toma los elementos ya incluidos en su anterior encarnación, con un sistema de combos y combate muy similar al de Batman Arkham Knight o Assassin’s Creed, pero añadiendo más movimientos y flexibilidad, algo que en parte viene auspiciado por la incorporación de nuestros compañeros, unos personajes que tendrán sus habilidades y características y que nos ayudarán cuando nos veamos rodeados de enemigos.

Sin embargo, pese al añadido de los luchadores y acompañantes, el sistema de combate no brilla, y curiosamente, pese a que puede ser un elemento que relaje al jugador de tanta carta y lectura, a veces se siente un tanto molesto. Los motivos son varios: repetición de enemigos y escenarios, poca profundidad en algunos movimientos -iremos usando una y otra vez los mismos-… Tampoco ayuda demasiado a que en algunas partidas acabemos repartiendo porrazos más que jugando o usando cartas, pero aquí también entra el sistema aleatorio, que sirve para lo bueno y para lo malo.

Un apartado artístico muy cuidado

Hand of Fate 2 vuelve a seguir la senda del primer título, usando elementos de la fantasía épica oscura más habitual y su propia cosecha, presentándonos desde universo lúgubres a otros más coloridos. Pero en el ámbito en el que más destaca el videojuego, es en sus ilustraciones y cartas. Su diseño, calidad y dibujo son increíbles, con decenas de detalles y una personalidad tan marcada que nos encantaría disfrutar de ellas durante horas. El ambiente durante las partidas, con una iluminación muy acorde y una estética opresiva y muy íntima, ayudan muchísimo a que el videojuego cale especialmente en el jugador, que se verá transportado e inmiscuido en la historia que se nos narra a través de estas cartas.

Sin embargo, y aunque cuando el videojuego pasa a las tres dimensiones es de agradecer el trabajo en mejorar el apartado de la primera parte, no termina de cuajar. La repetición de modelados, unas animaciones un poco acartonadas y el uso de escenarios con poca personalidad, destrozan lo que podría haber sido un contrapunto muy acertado dentro de la presentación visual de este juego. A nivel sonoro y traducción, nada que objetar. El juego está traducido al castellano, y sus melodías, son más que embriagadoras y épicas cuando deben serlo. No esperéis una banda sonora memorable, pero sí hablamos de un gran acompañamiento que ayuda, y mucho, en la ambientación.

Conclusiones finales

Hand of Fate 2 es una mejora palpable en múltiples aspectos de la primera parte. Presenta una mayor vertiente estratégica, una colección de cartas más amplia y variada, y por lo tanto, una mayor duración. Esto se traduce en partidas más divertidas, situaciones más complejas y un desarrollo más fiel a lo que podría ser una sesión de Dragones y Mazmorras con papel y lápiz. La incertidumbre le sienta especialmente a un juego que combina tan bien narrativa y rol como Hand of Fate. Si bien sus mejoras son evidentes, hay ciertos aspectos a mejorar. Uno de ellos es el combate, que aunque añade interesantes características como los compañeros de aventura, no termina de convencernos por su excesiva simpleza.

A veces se siente más como una expansión o una versión mejorada que como una secuela, algo que no tiene que ser malo, pero que deja ese pensamiento de lo que podría haber sido con un poco más de ambición. En cualquier caso, sus bondades y sus resultados son rotundos. Si se disfrutó con la primera entrega, en su secuela hay más y mejor. Y en los tiempos que corren, es una carta que muy pocos videojuegos tienen en su mano.

Hemos analizado este título en PC gracias a un código proporcionado por Defiant Development.