Análisis de Guilty Gear Xrd -SIGN- (PS4, PS3, PC)
Ha costado más de lo previsto y aunque no sea en las mejores condiciones posibles, finalmente los fans europeos de Arc System Works podremos disfrutar de Guilty Gear Xrd -SIGN-, el esperado regreso de una de las sagas de lucha 2D más aclamadas. Un retorno que ya os vamos adelantando que ha sido por todo lo alto, con un auténtico juegazo que se convierte por derecho propio en el mejor exponente de su género en las consolas de nueva generación.
Let's Rock!
Para quienes nunca hayáis oído hablar de esta saga, decir que nos encontramos ante un juego de lucha 2D tremendamente ágil, rápido, técnico y profundo, de esos que nos exigen horas y horas en el modo práctica entrenando combos para aprender a movernos con cada uno de sus personajes, ya que las diferencias entre uno y otro son gigantescas, hasta el punto de que en ocasiones tendremos la sensación de estar jugando a un título distinto cuando cambiemos de luchador.
Para ayudarnos a entender sus mecánicas tenemos un extensísimo tutorial en el que nos explicarán de una forma amena y entretenida todas las posibilidades de acción que tendremos, aunque os advertimos de que lo mejor será que vayáis poco a poco y no intentéis asimilarlas todas de golpe, ya que estamos hablando de más de 50 lecciones.
En esencia, contamos con cuatro botones de ataque principales: Puñetazo, Patada, Heavy Slash y Slash. Estos además varían su animación según la dirección que pulsemos y en el caso del Slash también influirá la distancia a la que estemos del enemigo. A todo esto tenemos que sumarle el botón de DUST, con el que podremos realizar un espectacular golpe que nos permitirá mandar volando a nuestro enemigo hacia el cielo o hacia un lateral y perseguirlo para castigarle con un combo sin que se pueda defender. Eso sí, encajarlo suele ser difícil, ya que es algo lento y predecible. Destacar que esto es solo así cuando estamos en el suelo, ya que en el aire el DUST nos servirá como un nuevo botón de ataque normal y corriente.
Hasta aquí tenemos la parte "fácil" de este nuevo Guilty Gear, ya que cada personaje tiene una gran cantidad de ataques especiales que podremos realizar con diversos inputs (comandos) más o menos complicados que tendremos que introducir con muchísima precisión para que el juego los detecte correctamente (Guilty Gear es una saga que pide a gritos un arcade stick). Estos pueden combinarse con ataques normales para crear grandes cadenas de golpes, aunque nos tocará descubrir por medio de la experimentación (o de guías) qué movimientos pueden ser enlazados, ofreciéndonos una enorme libertad para darle rienda suelta a nuestra imaginación y así crear combos de todo tipo.
A todo esto le tenemos que añadir una gran cantidad de mecánicas adicionales, como contraataques, "cancels", movimientos potenciados, técnicas definitivas, defensas, paradas, agarres, la posibilidad de ralentizar al rival cuando lo tenemos en el aire para alargar más todavía nuestro combo, etcétera. Tampoco falta la habitual barra de Tensión, que limitará el uso que podemos darle a muchos de estos movimientos, por lo que tendremos que aprender a hacer combos tanto con ella como sin ella, ya que esta suele abrirnos las puertas a combinaciones de ataques mucho más largas y dañinas. Lo bueno es que esta se recarga a toda velocidad durante los combates, por lo que raro será el momento en el que no podamos darle algún tipo de uso.
El otro medidor al que no podremos quitarle el ojo de encima será el de BURST, ya que cuando este se active nos permitirá cortar un combo del rival y alejarle de nosotros para así darnos un respiro, aunque también nos servirá para potenciar a nuestro personaje y así castigar al contrario con unos golpes mucho más dañinos de lo normal (lo que en manos expertas y combinado con ciertas mecánicas se suele traducir en un auténtico destrozo).
Como ya hemos dicho varias veces a lo largo de este análisis, la profundidad de juego de Guilty Gear Xrd -SIGN- es enorme y nos ofrece tantísimas posibilidades que nos pasaremos horas y horas en el modo entrenamiento para pulir nuestras habilidades. Y esto solo hablando de aprender a dominar a un solo luchador, ya que en el momento en el que pasemos a otro será casi como empezar de cero.
Esto también consigue que cada partida que juguemos se sienta como una lección, incluso aunque perdamos (especialmente cuando perdamos), y que sintamos que vamos mejorando cada vez más, aunque sea un poquito, una sensación tremendamente satisfactoria y que nos anima a seguir jugando en nuestro camino hacia lo más alto y el dominio del juego, algo de lo que solo pueden presumir los mejores títulos de lucha.
También nos gustaría volver a recalcar la velocidad a la que se desarrolla todo, lo que nos obligará a tener que tomar multitud de pequeñas decisiones en cuestión de milisegundos, ya que los únicos momentos de respiro que tendremos durante las batallas serán las pausas que hay entre round y round. Aunque claro, tampoco nos bastará con ser buenos tomando las elecciones adecuadas, sino que necesitaremos tener el máximo dominio posible de nuestro personaje para poder llevar a cabo todo lo que queramos. Así que preparaos para poner a prueba vuestros reflejos y habilidades, ya que os tocará darlo todo en cada batalla.
La plantilla de personajes puede parecer escasa en un principio (15 de base más dos que llegan mediante contenido descargable), aunque resulta sorprendentemente variada y cuenta con muchos de los luchadores más míticos de la saga. Como ya hemos dicho, son tan diferentes y distintos entre sí, que considerando el tiempo que nos llevará aprender a dominar solo a uno de ellos, el número puede llegar a resultar incluso alto. Eso sí, esto no evita que echemos de menos a varios personajes de los Guilty Gear clásicos que por desgracia se han quedado fuera de esta entrega.
En cuanto a modos de juego, el título viene bien servido con el habitual Arcade (cada luchador tiene su prólogo y final, aunque hay excepciones, como Ramlethal), Versus, el mencionado Tutorial, Entrenamiento, Desafíos en los que intentar replicar combos concretos, Misiones en las que nos tocará resolver una serie de situaciones de una forma concreta, el entretenido modo Historia (argumentalmente tiene lugar después del Arcade y básicamente es como una película de anime hecha con el motor gráfico del juego en la que solo leeremos textos y veremos vídeos), M.O.M. (una divertida modalidad en la que podremos mejorar a nuestros personajes como si fuera un juego de rol) y el imprescindible Online, donde invertiremos la mayoría de nuestras horas gracias a un buen código de red y a un sistema que puede ser tan competitivo como queramos.
Cel Shading de nueva generación
A nivel gráfico el juego no se queda precisamente atrás, ofreciéndonos uno de los títulos de lucha más espectaculares que hemos visto hasta la fecha (sino el que más), gracias al impresionante uso que se ha hecho del Unreal Engine 3 y de la tradicional técnica de Cel Shading, consiguiendo que haya ocasiones en las que nos sea casi imposible diferenciar su apartado visual del de un anime.
Lo mejor es que durante las partidas apenas seremos conscientes de que todo está realizado con polígonos, ya que la cámara, los movimientos y las animaciones de los personajes son un calco de lo visto en las entregas 2D de la saga, algo que conseguirá impresionarnos más todavía. Si tuviéramos que ponerle alguna pega, sería el hecho de que hay unos pocos escenarios que podrían estar algo mejor y que cuentan con unas texturas más o menos mejorables, aunque fijarse en estos detalles durante los combates es algo extremadamente difícil.
Finalmente, decir que tenemos una banda sonora muy cañera y roquera de muchísima calidad que combina acertadamente temas nuevos (mucha atención a los que son vocales) con otros clásicos que podremos desbloquear y que nos meterán de pleno en cada combate para hacerlos todavía más frenéticos si cabe. Los efectos también son bastante buenos y muy variados, mientras que las voces podremos escogerlas tanto en inglés como en japonés, ambas con muy buen nivel. Eso sí, todos los textos están en la lengua de Shakespeare.
Conclusiones
Guilty Gear Xrd -SIGN- es un título que a poco que tengas una PlayStation 3 o una PlayStation 4 y te consideres fan de los juegos de lucha en 2D, no puede faltar en tu colección: rápido, profundo, divertidísimos, cuidado y muy espectacular. Eso sí, nos llega con mucho retraso respecto a otros territorios, tanto que ya se ha anunciado su secuela incluso, y encima su versión PAL solo se distribuirá mediante PlayStation Network y en inglés, es decir, exactamente igual que la americana, con la diferencia de que en Estados Unidos sí podemos hacernos con una copia física. De todos modos, sea como sea, estamos ante el mejor trabajo jamás realizado por Arc System Works, algo que ya de por sí bien merece vuestro tiempo y vuestro dinero.