Análisis de Embers of Mirrim (PS4, Switch, PC, Xbox One)
En un año en el que el género de las plataformas (sean del estilo que sean) está reverdeciendo viejos laureles, ya son muchas las producciones de esta misma índole que han aparecido ya. Y eso que todavía quedan obras tan esperadas como Super Mario Odyssey, Sonic Mania y Sonic Forces, Crash Bandicoot N. Sane Trilogy y muchas más.
El equipo Creative Bytes Studio nos trae una nueva producción de esta misma categoría y cuyo desarrollo es indie total, título que lleva por nombre Embers of Mirrim y que ya está disponible para PS4, Xbox One y PC. Una aventura diseñada con gráficos 3D pero cuya jugabilidad es completamente 2D, si bien y a pesar de resultar bastante tradicional en muchas de sus bases y conceptos de juego principales, sí que posee un par de características interesantes.
Saltos, puzles y un ser divisible
La trama comienza siendo atrayente (aunque acaba siendo algo anodina), historia que en lugar de utilizar diálogos o textos, se sirve únicamente de escenas de vídeo (que usan el motor del título, Unity) que van apareciendo de cuando en cuando conforme avanzamos.
En un mundo ficticio, un mal de enormes proporciones ha instaurado la oscuridad y ha corrupto a seres y entornos por igual. Sólo un héroe místico puede enfrentarse a dicha amenaza, un ser como Mirrim.
¿Y qué es Mirrim? Pues se trata de la fusión de dos seres pertenecientes a dos razas distintas, una oscura y otra de luz. Una especie de cruce entre felino y ave que se unifica en una misma deidad y que goza de varias aptitudes como absorber la propia corrupción, correr, planear por los escenarios… y la más importante de todas: la capacidad de desligar su cuerpo físico para pasar a convertirse en dos embers o ascuas de diferentes colores, verde y morado.
La aventura explota hasta límites insospechados ésta última habilidad especial del personaje principal, siendo un recurso que se convierte en la seña de identidad más llamativa de esta producción.
Pero vayamos por partes. Esta aventura es un título de plataformas de jugabilidad 2D bastante tradicional, si bien todo el apartado gráfico ha sido plasmado en tres dimensiones. Nuestro objetivo es llegar al final de los siete capítulos de los que consta nuestro viaje para acabar con la corrupción, siendo necesario realizar más de un salto y, también, solventar una generosa cantidad de puzles.
Al principio todo resulta bastante fácil de acometer, demasiado quizá, y únicamente la parte final del juego supone un reto algo mayor, pero nunca desmedido. Por eso mismo se trata de una aventura apta para un amplio número de usuarios, incluyendo los menos habilidosos o no iniciados en este género. De hecho, estamos ante uno de los juegos en los que resulta más fácil conseguir el ansiado Trofeo Platino.
Es posible superar el juego en unas tres horas o cuatro, si bien es cierto que durante la aventura podemos ir descubriendo hasta 28 glifos distintos y rescatar a ocho personajes (cuatro seres de luz y otros cuatro de oscuridad). Y si conseguimos rescatarlos a todos ellos, contemplaremos el verdadero final. Una tarea, reiteramos, para nada compleja de materializar.
Si no fuera por la citada habilidad especial de poder separar el cuerpo del protagonista, estaríamos hablando de un título muy corriente y sencillo, más todavía de lo que ya es de por sí. Pero afortunadamente esta aptitud tiene mucha miga y nos aporta los momentos más desafiantes y entretenidos de todo el juego.
Ciertas zonas que están presentes en el título únicamente pueden ser superadas en estado no físico debido a la presencia de barreras, por lo que cuando nos topamos con ellas (algo tremendamente frecuente) tenemos que pasar a dicho estado inmaterial.
Sólo podemos permanecer así durante unos escasos segundos, siendo necesario o bien recoger por el camino ciertos bloques de energía que suelen estar repartidos por los fondos o bien permanecer en una especie de rejillas de colores (verde y morado). En función de esa misma tonalidad únicamente puede pasar por ella el ember correspondiente. Y como cada uno de ellos se controla de manera independiente con cada uno de los sticks del mando, en niveles avanzados es vital demostrar el dominio de nuestros dos hemisferios (diestro y zurdo) y acompasar perfectamente nuestros movimientos.
Controlar a dos personajes a la vez no siempre resulta tan fácil como pudiera parecer, especialmente cuando sus caminos se cruzan y tenemos que acostumbrarnos a guiarlos "al revés". Una mecánica que a nosotros nos ha gustado bastante y que, reiteramos, se convierte en una de las principales cualidades que posee la aventura. De no ser por ella, el juego hubiera resultado mucho más estándar y simple.
Tampoco queremos dejar de mencionar la presencia de un par de niveles especiales que se salen de la norma establecida y que consiguen romper un poco la tónica del juego. Fases que no vamos a desvelaros para no estropear la sorpresa pero que, seguramente, os complacerán bastante.
Todos estos niveles han sido recreados con bastante gracia, si bien no es un título demasiado avanzado en términos técnicos, más bien lo contrario. Pero dentro de su humildad se agradece la estética empleada y el misticismo que destila. Esta buena presencia técnica queda bien apoyada por una banda sonora muy resultona que presenta un par de temas muy buenos, si bien es verdad que los efectos sonoros han sido bastante más descuidados y apenas tienen presencia en el desarrollo del juego.
Interesante, pero corto
Sin duda esta producción plataformera resultará agradable y atractiva para los seguidores de este género gracias a su preciso control, interesante gama de puzles y directo sistema de juego. Pero también es cierto que se trata de un juego más bien fácil (menos quizá la última parte, que tampoco es que sea un desafío increíble), corto y al que le falta algo más de ambición y "gracia" para alcanzar cotas más elevadas.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 un código de descarga proporcionado por enviado por Reverb Communications.