Análisis Chocobo's Mystery Dungeon EVERY BUDDY! (PS4, Switch)

Los chocobos son unas criaturas recurrentes de Final Fantasy que ya desde hace más de 20 años tiempo se "independizaron" de la saga principal con juegos donde cobraban el protagonismo. Estas aves a medio camino entre pollo y avestruz han participado en carreras con Chocobo Racing, simuladores de cría con Chocobo Stallion o, por supuesto, más juegos de rol. Eso sí, algo diferentes a la serie principal: son los Chocobo's Mysterious Dungeon.

Square Enix rescata ahora uno de estos títulos, Final Fantasy Fables: Chocobo's Dungeon de 2007 para Wii y lo reinventa con Chocobo's Mystery Dungeon EVERY BUDDY! de Nintendo Switch y PlayStation 4. Aunque a grandes rasgos es la misma aventura, el equipo ha hecho algunos cambios en su jugabilidad, se beneficia de la alta definición, y por supuesto, en lanzarse en plataformas actuales.

Ya el título del juego informa de la importancia de las mazmorras: se trata de un roguelite bastante clásico en sus mecánicas de exploración de laberintos, aunque Square Enix ha suavizado mucho la dureza habitual del género para que resulten mucho más cómoda y divertida a novatos o jugadores que simplemente prueban un Chocobo's Mystery Dungeon por la estética y carisma de los chocobos.

Una población con problemas de memoria

Al igual que el original de Wii, el juego comienza con Cid y su compañero chocobo. Estos cazatesoros entran en una torre en mitad del desierto para encontrar que alguien se les ha adelantado y tiene una misteriosa joya en sus manos. Es entonces cuando son absorbidos por un vórtice que lleva a la pareja a un extraño mundo que se consideraba desaparecido.

Las sorpresas no terminan aquí; en la ciudad principal son recibidos por el alcalde, quien asegura que la mejor forma de vivir es olvidar los problemas, y de hecho eso es lo que sucede a los habitantes de la zona: cada día, el sonido de la campana borra la memoria de la población. El propio Cid se verá afectado por este problema que deberá resolver nuestro chocobo.

Pronto en la aventura, y con la inesperada caída de un bebé desde el cielo, descubrimos que hay una manera de devolver los recuerdos de la gente, y eso pasa por entrar en su mente –es decir, las mazmorras-. La historia no es que sea una genialidad y de hecho dejará de interesarnos rápidamente, pero al menos cuenta con personajes divertidos y se agradece que, a diferencia de otros dungeon crawlers, no sea una mera sucesión de laberintos de principio a fin. Os advertimos que llega con textos en inglés.

Un RPG de mazmorras

Al igual que otros muchos títulos del estilo, Chocobo's Mystery Dungeon EVERY BUDDY! nos presenta unas mazmorras generadas aleatoriamente. Con nuestro chocobo progresamos a lo largo de diversos pisos repletos de enemigos, trampas y objetos que culminan con un jefe. Las primeras pruebas son bastante sencillas, pero por supuesto la complejidad y número de mapas irá en aumento.

Cada acción en la mazmorra equivale a un turno que pone en movimiento a los enemigos del mapa, dividido en casillas. Un paso en una de las direcciones –ocho, porque también hay desplazamiento en diagonal-, uso de objeto o un ataque se traduce en una acción para las criaturas, así que normalmente en las salas y pasillos vacíos no hay ningún problema en derrochar este movimiento. Nosotros marcamos el ritmo de juego, que suele ser bastante ágil y nada pesado.

Cuando somos descubiertos por un enemigo –hay algunos dormidos que se pueden evitar fácilmente- conviene entrar en batalla para no ser rodeados. El propio juego nos recomienda aprovechar estratégicamente el diseño del mapa para, por ejemplo, buscar un cuello de botella que ponga a nuestros rivales uno detrás de otro, reduciendo así el número de golpes recibidos; tenemos muchas más posibilidades de sobrevivir en el cara a cara.

Para hacer esta jugabilidad un poco diferente a lo tradicional, Final Fantasy Fables: Chocobo's Dungeon introdujo algunas peculiaridades relacionadas con el chocobo, por ejemplo un sistema de hambre añadido al de vitalidad y puntos de magia. Aunque una manera sencilla de recuperar salud o maná sea el simple desplazamiento, esto agota al animal y, si llega al mínimo, restará vida. En definitiva, explorar las mazmorras es una cuestión de resistencia y gestión de recursos de nuestra limitado inventario, se necesita contar con un buen equipamiento y pociones curativas.

No obstante, quienes no sean amigos de este género encontrarán en EVERY BUDDY! los problemas habituales, como un diseño de mapas demasiado caótico y repetitivo. Se trata simplemente de explorar las zonas hasta dar con la salida, y a veces el botín o las escaleras están cerca de nuestra posición, otras en la otra esquina. Cada usuario tendrá una partida diferente, pero en definitiva, el factor suerte tiene un papel importante en la experiencia. Sólo algunas mazmorras con reglas especiales rompen un poco con la monotonía.

Clases y compañeros

Hay varios sistemas más que os mencionamos en el análisis del original, tales como las magias elementales –se suman la luz/oscuridad- que dan lugar a fortalezas y debilidades, pero hay que detenerse en dos aspectos importantes y que han recibido cambios –o son nuevos-.

La personalización de nuestro chocobo se completa con la selección de clase o trabajo –algunas rescatadas de la versión de Nintendo DS-, algo que se puede cambiar en numerosas ocasiones según nuestro interés. Cada oficio modifica nuestros parámetros –un caballero potencia la salud y defensa pero baja aspectos relacionados con magia- mientras que los tipos de mago blanco o negro nos dan ventajas curativas o ataques ofensivos a distancia. Por ejemplo, la nueva clase de mecánico se especializa en colocar trampas, y los jugadores que conozcan Final Fantasy Fables: Chocobo's Dungeon pueden experimentar nuevas estrategias.

Más importante, y de hecho se destaca en el título, es su sistema de compañeros. Podemos estar acompañados de un segundo personaje –otro chocobo o gente de la historia- controlado por la inteligencia artificial que nos ayuda en todo momento y ataca cuando es necesario. Lo curioso de los "Buddies" es que al derrotar a las criaturas de las mazmorras conseguimos una afinidad con ellos, y de esta manera podremos conseguir que se unan a nuestro equipo. Su progreso va asociado al nuestro, tienen características especiales, resistencias elementales y sus parámetros dependen del equipamiento del chocobo.

La otra buena noticia del sistema es que este segundo personaje puede ser controlado por otro jugador en cooperativo local, una función que siempre hace más divertido el paso por las mazmorras y que os recomendamos probar; una buena táctica coordinada facilita el enfrentamiento contra ciertos jefes, antiguos o nuevos. Aun así, está un poco limitado porque no hay pantalla partida y el chocobo es el líder: si el otro personaje se aleja mucho reaparece cerca.

Una dificultad suavizada

Un roguelike puro suele penalizar mucho la muerte, por eso Chocobo's Dungeon encaja mejor en la definición de roguelite. De entrada se nos da la opción de dificultad normal o difícil –una nueva opción-. En normal la muerte dentro de una mazmorra no nos hace perder los objetos equipados, y se mantiene la experiencia conseguida –es decir, es posible grindear hasta tener un nivel por encima de la media-. Además, hay una especie de banco en el que es posible guardar objetos o dinero que no nos interesa, así que un jugador organizado nunca perderá nada valioso con las derrotas.

El nuevo modo difícil complica un poco el juego para aquellos que dominaron el original o están acostumbrados a este género. Aquí los enemigos son más duros y sí se pierden todos los objetos al caer dentro de una mazmorra, por lo que no se empieza de cero pero sí castiga más los errores.

Estética "chibi"

Ya era un juego algo modesto en lo visual para Wii, y en su salto a la alta definición estas carencias se pueden hacer todavía más visibles. Todo queda un poco disimulado con la dirección artística de personajes, el colorido mundo o la nitidez que gana, pero hay que entender que no se trata de una revisión gráfica completa, que habitualmente los laberintos generados aleatoriamente son un poco genéricos, y que en más de una ocasión –sobre todo en los planos cortos de diálogos- aparecen texturas borrosas delatando las limitaciones del hardware original.

La banda sonora no es mala, pero le falta algo de personalidad. Y no puede ser floja porque incluye múltiples temas clásicos remezclados de la saga completamente reconocibles para los fans, como el tema de combate de Laguna en Final Fantasy VIII o las melodías asociadas a las granjas de chocobos, pero al margen de esta nostalgia y guiños a Nobuo Uematsu será difícil que recordemos alguna de las nuevas melodías. Y si jugamos mucho en cooperativo nos acabará cansando el tema que sustituye a la música propia de la mazmorra.

Conclusiones

Pese a las novedades, entre la que destaca el sistema de compañeros y el cooperativo, Chocobo's Mystery Dungeon EVERY BUDDY! no reinventa el original, vuelve sin traducción y pierde algún minijuego como el modo Pop-Up Duel –cartas coleccionables- y el elemento de frases románticas asociadas. Lo cierto es que ha pasado suficiente tiempo desde su debut y tampoco es un estilo de rol que abunde demasiado, y nunca está de más recuperar la saga Mystery Dungeon en las nuevas plataformas.

Es un juego adictivo, cómodo para novatos y con decenas de horas de diversión para los fans que quieran probar todas las combinaciones de clases y compañeros. No es un clásico dentro del género y el paso de los años se hace notar, pero parte de su encanto permanece.

Hemos realizado este análisis en su versión PS4 Pro con una copia que nos ha proporcionado Koch Media.