Análisis de Chimparty (PS4)
Los juegos pertenecientes al género party no son los más populares, pero siempre se agradecen en reuniones de amigos. Gracias a PlayLink, a vertiente más social de los juegos de Sony, el catálogo de PlayStation 4 va ganando cada vez más títulos de este género, algunos con un enfoque party más marcado que otros. Después de Frantics, los daneses de NapNok Games vuelven a la carga con Chimparty.
Hasta el último mono
Chimparty es un título al más puro estilo Mario Party, en el que hasta cuatro jugadores compiten completando minijuegos en un tablero por ser el primero en llegar a la meta.
Encarnando a uno de los chimpancés disponibles que bautizan el título, nos embarcaremos en un viaje repleto de pruebas donde sólo tendremos que pulsar un botón virtual en el móvil para poder participar.
Así, lo que más importa aquí es la inteligencia, los reflejos, el timing, la sincronización y, por qué no decirlo, la suerte. En total, encontramos 18 pruebas diferentes, que van desde encestar a nuestro mono en una canasta a cooperar en un frenético juego de voleibol. La verdad es que una de las cosas en las que más acierta Chimparty es en ofrecer mucha variedad de pruebas con pocas mecánicas, haciendo que, una vez que los jugadores menos experimentados se adapten a ellas, puedan disfrutar de cualquier minijuego sin problema.
No todos los minijuegos están al mismo nivel, pero en general son bastante divertidos. Hay algunos que nos han parecido un tanto mejorables, como lanzar al mono, por turnos, lo más lejos posible a base de elegir el ángulo y la fuerza del lanzamiento, y esquivar obstáculos a base de pedos en el aire; otros, como una especie de Pong en el que los jugadores colaboran en equipos de dos, y uno desplaza la barrera hacia arriba y otro hacia abajo nos han parecido muy originales y divertidos.
Teniendo en cuenta que todo se juega con un botón, hay que reconocerle al estudio danés la cantidad de cosas que han conseguido hacer. Estos 18 minijuegos tienen, además, varias diferentes temáticas y variantes –como, por ejemplo, en un castillo con fantasmas, en el espacio con alienígenas, en un barco pirata…–, ofreciendo un total de 90 niveles en general, lo cual no está nada mal.
En función de cuántos puntos consigamos en el minijuego, conseguiremos más o menos estrellas. Estas determinarán nuestra clasificación y cuántas casillas avanzamos en el tablero, pero también nos permitirán conseguir elementos de personalización para nuestro mono. Un pequeño detalle que nos ha parecido interesante; de hecho, incluso podemos llevarnos a nuestro mono personalizado en nuestro móvil si jugamos en casa de un amigo.
En el tablero hay casillas especiales, que pueden hacerte avanzar o retroceder si tienes la buena o mala suerte de caer en ellas. El último chimpancé será el que tire el dado en cada ronda, pudiendo así darse un pequeño impulso y mantener la emoción hasta el último momento, aunque, como os podéis imaginar, la suerte siempre es bastante caprichosa.
Aparte del modo principal, tenemos dos modos adicionales. Uno pensado para un jugador en el que intentamos superar una serie de minijuegos, y otro en el que simplemente podemos competir en minijuegos aleatorios sin tener que completar el tablero. Son modos menores, pero están bastante bien para cuando queremos jugar solos o, simplemente, echar una partida más rápida con amigos.
El caos animal
Chimparty se ve muy bien, y aun con su simplicidad es siempre bastante vistoso. Gracias a su estilo colorido, los efectos de postporcesado y los efectos en pantalla, nos deja un resultado bastante notable. Nos permite, además, hacernos fotos para ponerle nuestra cara a nuestro mono y demás detalles para hacerlo más divertido si queremos.
El mayor pero que le ponemos al apartado gráfico es que puede volverse bastante caótico. Con cuatro chimpancés en pantalla, objetos con los que interactuar –que pueden ser pelotas, plátanos, palos a los que agarrarnos…– la interfaz y demás, hay momentos en los que cuesta seguir la acción, sobre todo para los jugadores más experimentados. No es un gran problema y te acabas acostumbrando, pero sí algo que podría haberse cuidado más.
Aparte, en lo sonoro, cumple bastante bien, con textos y voces en español, y melodías simpáticas, pero sin llegar a destacar en nada. Siendo el juego que es, tampoco puede pedírsele mucho más en este apartado.
Haciendo el mono
Chimparty es un título bastante divertido, diseñado para que la habilidad, los reflejos y la suerte determinen el jugador, independientemente de su experiencia previa con los videojuegos. Quizás se nos ha quedado un poco corto en lo que a variedad de minijuegos respecta, ya que aunque hay 18 tipos diferentes, algunos son bastante parecidos entre sí. Eso sí, por 19,99 (o 15,99 euros, si eres usuario de PS Plus), tampoco podemos exigirle mucho más.
Lo nuevo de NapNok Games sigue la estela de Frantics, aunque unifica la jugabilidad vinculándola a un único botón para hacer más sencillo todavía que la gente pueda pillarle el truco desde la primera partida, incluso si no juegan habitualmente. En general, Chimparty es una simpática propuesta para aquellos que busquen un título de este género.
Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código de descarga proporcionado por Sony.