Análisis de WWE SmackDown vs RAW 2010 (PS3, PS2, PSP, NDS, Wii, Xbox 360)

Los juegos de WWE Smackdown vs RAW son auténticos clásicos anuales, que en los últimos años han resurgido en el mercado español gracias al renovado éxito de la lucha libre, wrestling o "pressing catch" en nuestro país. Curiosamente, ese resurgir de este espectáculo en España ha coincidido con los esfuerzos de THQ por renovar e ir mejorando su saga, y tras varias entregas con pequeños cambios, meritorios, pero no radicales, esta nueva edición 2010 se nota muy diferente. Yuke's, que ya demostraron su adaptación a la nueva generación con el juego de UFC de este mes de mayo, ha dado un par de vueltas de tuerca más a su saga de lucha libre, modernizándola, adaptándola a los nuevos tiempos y manteniendo su enorme diversión. El resultado es el de siempre: una compra obligada para los fans de la lucha libre, mucha diversión para varios jugadores, pero con el matiz de que esta vez es mucho mejor juego.

THQ ha unido en esta nueva edición algunas de las novedades de los últimos años, y ha añadido algunas otras. La que más destaca es, sin duda, la posibilidad de conectarse a una comunidad virtual de fans del Smackdown y desde allí compartir contenido creado por ti, organizado por palabras clave, puntuado y comentado y, del mismo modo, poder descargar tú contenido de otros. Esto hace que sea más fácil aprender a hacer ciertas cosas, y sin duda que podamos disfrutar de contenido extra sin tener que pasar un rato configurándolo nosotros mismos (y por lo tanto pudiendo tener sorpresas).

Pero aparte de esta red social de jugadores creativos, hay bastantes modalidades y opciones que enriquecen mucho más la experiencia Smackdown. Básicamente hay más cosas que hacer, y más variadas. La variedad de opciones que tenemos a la hora de elegir un combate es apabullante. Podemos elegir uno contra uno, contra dos, contra tres y varias modalidades más, aparte de, dentro de cada una de estas categorías, una docena de variaciones: desde el combate normal hasta el inferno del año pasado, con numerosas variedades. Pero quizás el añadido más esperado, o echado de menos, es el del Royal Rumble, la emblemática prueba donde los luchadores van subiendo al ring, e intentan echarse los unos a los otros.

Para hacer más variada esta prueba, esta vez se han incluído minijuegos de eliminación en el que pueden participar hasta varios luchadores. Si estamos intentando echar del ring a un luchador, otro puede unirse y agarrarlo de la otra pierna para hacer más presión y ser dos contra uno. Hay varios minijuegos de eliminación, y hacen que la experiencia sea más fluida y menos caótica. Destaca un detalle simpático, que es que los luchadores rivales que vayan entrando lo harán con su propia música y show de entrada, mientras nosotros nos batimos el cobre en el ring, el enemigo que está a punto de subir está saludando al público, y oiremos de fondo su música.

De nuevo tenemos la posibilidad de crear argumentos, y ahora como ya hemos dicho podemos compartirlos en la red. El editor de argumentos es más completo que nunca, ofreciéndonos la posibilidad de crear numerosos eventos, combates, secuencias de interacción, y cuidar los detalles al máximo, desde seleccionar los protagonistas, el tipo de escena y donde tiene lugar, hasta cambiar pequeños detalles en profundidad, añadiendo texto, cambiando emociones, introduciendo comportamientos. Del mismo modo, el editor de personajes y de movimientos de la anterior versión se mantiene, con las mismas amplias posibilidades, multiplicadas gracias a la posibilidad de compartir contenido en la red.

El modo estrella es, sin embargo, Road to Wrestlemania, en el que nos encontramos con doce historias creadas por la propia Yukes, obviamente mucho más elaboradas y variadas que las que podremos crear con el potente editor que ya hemos comentado, pero también más limitadas en número y centradas en varios protagonistas (una de ellas, en tu propio luchador creado). Estas historias duran unas cuantas semanas e incluyen escenas cinemáticas bastante espectaculares, y combates con ciertos requisitos, con el objetivo no solo de ganar, sino de hacer evolucionar la historia del personaje y los eventos que la rodean. Vuelve a ser un modo muy interesante que los fans de la lucha libre adorarán, con amistades, enemistades, frustraciones, superación personal, apariciones inesperadas de amigos o enemigos, y horas de llaves, saltos y golpes sucios con la silla.

El repertorio de 67 luchadores y luchadoras (divas) sigue tan completo y variopinto como siempre, recogiendo a todas las grandes estrellas de este espectáculo, cada uno con su propio estilo de lucha y técnicas personales, además de toda la parafernalia que los rodea: secuencias de entrada, músicas y vestimenta. Cada personaje tiene su estilo de lucha y su propia forma de jugar, a la que nos acostumbraremos tras unos cuentos combates, pero para familiarizarnos con los rudimentos generales del juego contamos con un modo entrentamiento más completo todavía que el del año pasado. Aparte del entrenamiento en sí, el propio menú principal del juego, al estilo de FIFA 10, nos sitúa en el ring contra otro jugador, y la máquina nos va sugiriendo cosas que hacer, para así familiarizarnos con las técnicas y los controles del juego.

A nivel jugable Smackdown es muy parecido al juego del año pasado, aunque se ha aumentado el repertorio de movimientos de los personajes. Esto no se nota a primera vista, pero tras unas partidas nos daremos cuenta de que la cantidad de movimientos dependientes del contexto son mayores, así como la frecuencia en la que podremos pulsar el botón que nos indican en el momento adecuado para librarnos de una llave o una situación complicada. Los personajes siguen ciñéndose a sus estilos, pero se nota más diferencia entre sus atributos, y además ahora cuentan con ciertas habilidades especiales.

Éstas no llegan a ser descaradas, y de hecho algunas son indirectas (librarse más fácilmente de las presas, por ejemplo), pero otras las tendremos que ejecutar nosotros directamente, como el poder recuperar salud golpeándose con una silla. Sigue habiendo el problema de las llaves, que a veces provocan saltos de animaciones o de situaciones. Igual nuestro adversario está en una posición y ejecutamos una llave, y repentinamente en la cinemática de la llave pasa a estar en otra posición. Esto ocurre con frecuencia y en parte le fidelidad al juego, aunque las llaves cinemáticas siguen siendo igual de fáciles de ejecutar y espectaculares de ver.

La gran mejora en modos de juego no se ha visto acompañada, al menos de forma pareja, por los avances en la jugabilidad. Mantiene el sistema de control del año pasado, que funciona bastante bien, y sigue siendo un juego muy divertido, con todos esos saltos por los aires, balanceos entre las cuerdas y llaves especiales, pero es como si la forma de jugar se hubiese estancado (en una fórmula que, de todas formas, funciona) y el equipo de desarrollo no supiése hacia dónde dar el siguiente giro de tuerca. Otro aspecto que se nota desfasado es la inteligencia artificial de los rivales. Es cierto que Smackdown se juega mucho a varios jugadores, pero estaría bien que los nuevos modos de juego, la mayor duración y variedad que se ha añadido a la experiencia para un solo jugador, se hubiese visto acompañada de un salto cualitativo en inteligencia artificial, haciendo el comportamiento de los rivales algo más variado.

Visualmente Smackdown vs RAW sigue una línea continuista respecto al año pasado pero mejoran los modelados de los personajes, si bien todavía se ve que falta algo de trabajo en las animaciones. Son muy variadas, pero a veces se combinan mal entre ellas y el resultado resulta extraño, si bien esto no ocurre muchas veces. El interfaz del juego es limpio, como intentando parecerse a una retransmisión de televisión, y las barras de energía y demás se muestran bajo los personajes, sin estorbar demasiado en la pantalla pero siendo lo suficientemente informativas.

El modelado de los estadios está bien, así como las secuencias de introducción y todo lo que rodea al combate, mientras que el público todavía adolece de cierta falta de detalle. En el apartado sonoro destacan las diferents músicas de entrada de los luchadores, así como ciertos comentarios de los locutores, aunque como es de esperar están en inglés. No es el apartado más fuerte del juego pero cumple su papel decentemente.

Smackdown vs RAW 2010 es, por una parte, más de lo mismo, pero por otra la edición más completa y que más contenido nuevo incluye de la saga en los últimos años. Los fans de la lucha libre, obviamente, no podrán esperar a comprarlo, pero los que solo lo tengan para echar partidas de risas con los amigos, sin tener gran interés en las novedades para un solo jugador, quizás se deban pensar dos veces la compra. Lo mejor del juego es, sobre todo, para un jugador, y a nivel jugable y visual incluye novedades, pero no tan significativas. Aún así, y aunque la fórmula se agota, hay que alabar que este año hayan reunido tantas cosas creando un juego tan completo.