Análisis de WWE Smackdown! vs RAW 2009 (PS3, PS2, PSP, NDS, Wii, Xbox 360)

La lucha libre se está haciendo un lugar en la parrilla de muchas cadenas tras el revival que está teniendo este espectáculo en televisiones de pago y canales en abierto con muchas de sus diferentes confederaciones estadounidenses y variantes de varios países del mundo, marcando así el regreso de un tipo de entretenimiento que aunque parecía anclado en finales de los 80 y principios de los 90 ha seguido mucho más que vivo en otros países, y en especial EE.UU.

Muchos recordamos con cariño los juegos de la WWF (no, los del dibujo del panda no, los de Hulk Hogan dándose de leches con El Último Guerrero y André el Gigante) en las 8 y 16 bits, con los entonces superespectaculares juegos domésticos y el encanto de la primera entrega en la veterana Game Boy, a la que quien firma estas líneas le tiene especial cariño.

El género quizás entró en recesión en el campo de los videojuegos durante el salto poligonal de la era 32 bits, o quizás es tan sólo que no llegaban con tanto bombo a nuestro país porque ya no había ese tirón por el wrestling o lucha libre. La cuestión es que coincidiendo con su repunte de popularidad en España (incluyendo revistas especializadas en kioscos), los videojuegos también han ido ganando en calidad y, claro, en ventas en nuestro país, e incluso la saga que nos ocupa, WWE Smackdown vs. Raw es una de las más vendidas en términos absolutos al final del año.

Como es de esperar, en WWE Smackdown vs. Raw 2009 vuelve a unir las ligas de WWE y Raw, posiblemente las más populares ligas de lucha libre de EE.UU., y cuenta con personajes como Batista, Rey Misterio y demás nuevos iconos del wrestling. De hecho, la lista de luchadore es bastante extensa, y los aficionados reconocerán a Triple H, The Undertaker, Mr. Kennedy, y una enorme lista repleta de personajes por desbloquear con modelados casi perfectos. No podía ser de otro modo: tampoco faltarán las grandes leyendas de la historia de la lucha libre.

Por supuesto, los luchadores provienen de los formatos televisivos WWE Smackdown y Raw, ambos parte de la producción de espectáculos de la World Wrestling Entertainment pero que compiten entre sí a raíz de la división de marcas que tuvo lugar en 2002, pero con títulos compartidos entre ambos programas, y muchos otros exclusivos. Eso es un caldo de cultivo excelente para este tipo de videojuego, donde ambas franquicias de una misma empresa colisionan para mayor regocijo de aficionados con combates casi imposibles sabiendo aprovechar todo el sentido del espectáculo que se ha inyectado a este mundillo.

En ese sentido, la presentación previa a los combates es una fiel imitación de lo que nos ofrecen estos programas televisivos, con un amplio sentido de la imagen y el lenguaje televisivo, en definitiva, adaptado a las necesidades del videojuego, conformando una sensación de estar ante uno de los combates que se emiten regularmente, hasta que llega el momento de subirse al ring. Y eso este juego también sabe cómo plasmarlo con más de 60 personajes, 14 tipos de combate que emulan los diferentes enfrentamientos del espectáculo (destaca la novedad de Inferno), un nuevo modo historia...

Los combates mantienen la línea de la saga, y las combinaciones de botones pueden ser de cierta complejidad, aportando una variedad de secuencias de pulsaciones que nos recuerdan a los mejores juegos de luchas basados en combos. Esto se consigue gracias al mantenimiento del sistema de control de la anterior entrega, sólido y consistente, con la palanca izquierda para movernos, la derecha para agarrar, y los botones superiores y frontales para realizar todo tipo de movimientos y llaves. Se han includo modificaciones, menores, que perfilan un poco más el control, como el Signature Move que nos permite guardar un movimiento especial.

Otro punto mejorado son los enfrentamientos contra la máquina, gracias a una inteligencia artificial algo más elaborada y, sobre todo, gracias a las opciones de configuración vinculadas al comportamiento de los enemigos manejados por la máquina. En realidad, todo el juego ha ganado en opciones de configuración y personalización para configurar personajes, opciones y campeonatos, incluyendo un campeonato clásico y la WCW. En lo referente a los combates "extraños" se mantiene la tónica de 2008, con la incorporación del Inferno, donde se prende fuego al contorno del ring y tenemos que darnos de leches, haciendo que con cada impacto suba la temperatura hasta llegar a la barrera de los 500ºF (260ºC), luego le llevamos a las cuerdas y ganamos mientras apagan el cuerpo en llamas del perdedor. Eso sí, las escenas no son crudas pese a la pérdida de realismo, para mantener dentro de un nivel tolerable la violencia visual. Sin embargo, las Divas siguen sin poder participar en este tipo de combates extraños.

Se ha incluido también la posibilidad de luchar entre bambalinas, mejorando lo que ya se vio en la entrega del año pasado. Al luchar fuera del ring, los combates son a K.O. y podemos interactuar bastante más con objetos, y muestran parte de los elementos más teatreros de este espectáculo. Entre los elementos mejorados de las luchas también está la de equipos, y nuestro compañero puede hacer jugarretas y trampas que el árbitro, curiosamente, no verá, e incluso pueden darse movimientos de dos contra uno.

Los estilos de combate de los diferentes personajes se han perfilado un poco más siguiendo la tendencia de la entrega del año anterior para los personajes y las Divas, asignando así movimientos específicos (cada personaje podrá tener hasta seis habilidades de lucha, con más de veinte a escoger) a los luchadores, lo que implica recursos especiales para librarse de llaves, o incluso golpearse a sí mismos y recuperar energía. Esto potencia la profundidad del juego y aporta más diversidad y acerca más los combates a lo que se podría ver en una lucha de la competición.

El modo historia, por su parte, el llamado Road to Wrestlemania es un importante paso en el historial de la saga en el que debemos escoger luchador, con siete personajes a elegir, y revivir toda su carrera profesional. Así, se pueden revivir los pasos profesionales de Chris Jericho, Triple H, The Undertaker, CM Punk, John Cena, Rey Mysterio y Batista, conformando un modo de juego guionizado en el que se respetan las filias y fobias de los personajes, las tramas de las competiciones, etc. Por supuesto, es una pena que no se haya dado el mismo tratamiento a todos los personajes, pero al menos los siete son bastante populares y seguro que colmarán las necesidades de los aficionados, aunque no dudamos que de cara a próximas entregas se pondrá más énfasis en este modo... o eso esperamos. Además, tenemos que recordar que es fuente de contenidos desbloqueables, y eso siempre es un buen incentivo.

La alternativa es el modo Carrera, donde podemos jugar con cualquier personaje (de los del juego, o creado), y escalar desde lo más bajo hasta lo más alto a base de ganar combates con el objetivo de ganar los cinturones de campeón, dándonos la opción de seguir una progresión no lineal e incluso qué tipo de combate llevar a cabo, aprovechando los tipos de enfrentamiento desbloqueados, configurar normas, etc. Una vez tengamos el cinturón, el juego no incentiva a defenderlo frente a nuevos rivales, pero es una buena manera de aumentar la duración y seguir mejorando las estadísticas de nuestro luchador. Y es que, con nueve campos a evaluar, es importante evolucionar para mejorar nuestros resultados y, en caso de ser un personaje creado desde cero, también tenemos que ir construyendo su rango de movimientos y habilidades.

Esto sirve para crear personajes propios, pues el editor es muy potente, comparados con los incluidos, e incluso reproducir al luchador real que nos venga en ganas. La pega es que sólo se puede mantener una carrera al mismo tiempo, y los movimientos desbloqueados sólo sirven para cada personaje, por lo que es poco productivo. THQ ha dicho que lanzará más adelante una actualización para corregir esto, y cuando esté disponible el editor permitirá asignar atributos a personajes creados de entre las habilidades ya desbloqueadas, compartiéndolas entre todos.

El editor resulta completo a nivel estético, y puede ser un poco abrumador al principio, pero los resultados que obtendremos al invertir el tiempo necesario son más que satisfactorios. No sólo compondremos físicamente al luchador, sino que también su ropa será foco de atención con cientos de opciones y la posibilidad de usar capas para personalizarlos, donde Xbox 360 sale claramente beneficiada con más de 60 capas, por las menos de 40 de PS3. La edición se ve igualmente llevada a la opcion de crear un movimiento final con 500 opciones por combinar, aunque esto es un poco irreal. El sistema si tiene más de 500 movimientos, pero a la hora de enlazarlos, el campo de elección va predeterminado y se acota cada vez más, por lo que en la práctica no resulta tan ilimitado ni sorprendente como promete, aunque también ayuda a no ser tan abrumador para el novato.

WWE Smackdown vs. RAW 2009 es un juego que luce muy bien en pantalla, sobre todo por los luchadores, pero que disimula mal algunas carencias. Así, por ejemplo, el público no se aprecia tan definido como debiera, con malas texturas e incluso fallos gráficos, además de poco variado y bastante mecánico. No importa mucho cuando estamos peleando, pues apenas les prestaremos atención, pero es una carencia. En la misma línea, pese a lo potente del editor de personajes, es muy susceptible a fallos gráficos del tipo clipping y similares, es decir, que los polígonos se atraviesan los unos a los otros. Entendemos que es una consecuencia propia del editor difícil de subsanar, pues esto no pasa tanto con los personajes que vienen de serie (al menos, no con ellos mismos), pero le resta algo de solidez. Lo mismo sucede con los combates multitudinarios, que hacen que se resienta la tasa de imágenes por segundo.

El sonido es bueno, sobre todo a nivel ambiental, con grandes efectos de sonido y los comentarios de los narradores. Igualmente, la musiquita que suena cuando los luchadores se presentan y demás representa con fidelidad la parafernalia, netamente kitsch de todo el concepto de espectáculo de esta práctica lo que, en definitiva, muestra que tienen más que cogido el puntillo.

Conclusiones

La saga de THQ, con el respaldo de una de las ramas de este negocio de la lucha libre más populares, sigue evolucionando año tras año. Las novedades de WWE Smackdown vs. RAW 2009 aportan algo de frescura a su diseño, sobre todo por Road to Wrestlemania, y la potenciación de la creación de personajes. Se han incorporado novedades que serán bien recibidas, pero en conjunto ofrece pocos cambios con respecto a la anterior entrega, con elementos gráficos rescatados de la anterior edición y algunos componentes jugables que no han avanzado lo suficiente. Pese a todo, es una entrega destacable que da algunos pasos más, pese a no corregir los puntos negativos que ya había hace un año, por lo que se antoja más que recomendable para los aficionados a este mundillo y algo que tendrán que evaluar quienes sigan sus entregas anuales.