Análisis de Virtua Tennis 2009 (PS3, PC, Xbox 360)

A tiempo para Roland Garros y Wimbledon, la nueva entrega de Virtua Tennis ya está en las tiendas, primero en versión PlayStation 3 y un poco después, el día 29, para Xbox 360. Los usuarios de Wii tendrán que esperar a que salga el juego con "su" Motion Plus el 12 de junio, pero la versión para la consola de Nintendo es otra historia. Virtua Tennis 2009 ya está aquí, planteándonos de nuevo convertirnos en las raquetas más famosas del mundo, con el estímulo de que hoy en día quien ostenta ese honorable título es el español Rafael Nadal. Si has vibrado con cada punto salvado in extremis por el mallorquín, con su incansable y desesperante -para sus rivales- entrega y con cada mordisco que luego le da a los trofeos, nunca ha habido mejor momento para emularlo.

Virtua Tennis 2009 llega dos años después de la última entrega, y los progresos en el arte de exprimir la potencia de la nueva generación se notan desde el primer momento. El juego entra por los ojos desde el principio, gracias a un modelado y animación de los tenistas netamente superior al de la anterior entrega, Virtua Tennis 3, que en ocasiones parecía a caballo entre generaciones, y con unos escenarios que han ganado en nivel de detalle; hasta ha desaparecido el habitual borde dentado de la red, un clásico de los juegos de tenis, y ahora la elasticidad de su parte superior hasta parece real. La mejora más profunda y al mismo tiempo la menos llamativa a primera vista se ha aplicado a las animaciones, más realistas y numerosas ahora, mejor correspondidas con el tipo de golpe que finalmente damos a la pelota -por cómo se comporta ésta-, y que influyen notablemente en la jugabilidad, como ocurre en casi todos los juegos deportivos, al permitir más tipos de golpes.

Más tipos de golpes y más posibilidades de que la pelota tome una trayectoria u otra significa, por supuesto, más variedad en el juego. Cuando decimos tipos de golpes no nos referimos a los botones, pues siguen manteniéndose los cuatro tipos (normal, liftado, cortado y globo), pero sí a las diferentes formas, dependiendo de la posición y la velocidad del tenista, con las que podemos golpear la pelota para lanzarla al otro lado de la red. Más allá de esto, de que cada punto tenga golpes ahora más variados, no ha cambiado mucho más en Virtua Tennis.

Sigue siendo un juego tremendamente fácil de controlar y de jugar, pero difícil de dominar, como atestiguan los épicos partidos que podemos jugar en el nivel más difícil. El golpeo sigue siendo tremendamente sencillo, basándose en mover a nuestro tenista y pulsar el botón en cuestión con cierta sincronización, solo imprescindible para sacar el máximo partido de los golpes de nuestro tenista. La fórmula, con sus pros y sus contras, se mantiene, aunque hemos notado ciertos matices que vale la pena mencionar.

Aún manteniendo la esencia arcade de los anteriores Virtua Tennis y no aspirar a ser un simulador al estilo de su hasta ahora principal rival, Top Spin (Grand Slam Tennis llega más tarde), se han acentuado ciertos detalles del juego y ahora se parece un poco más al tenis real; no demasiado, pero sí un poco más. Lo hemos notado, sobre todo, en la ventaja que tiene el que saca en relación con el que sirve, algo patente en el tenis estándar -por algo se habla de los breaks- y que en anteriores Virtua Tennis no lo era tanto: había que restar el saque, pero en dos o tres golpes los dos tenistas estaban a la par en lo forzado de los golpes. En esta edición 2009, los peloteos son más duros para el que resta durante unos cuantos golpes hasta que finalmente el punto se equilibra y los dos tienen las mismas posibilidades de ganarlo.

Por otra parte, las diferencias entre las habilidades de los tenistas se notan ahora más que en la anterior encarnación del juego. A un jugador de saque potente, o de fuerte revés, se le nota mucho más ese rasgo que en el anterior juego, haciendo que haya más diferencias entre los tenistas. Otro cambio importante y que se ve casi desde la primera partida es que se ha aligerado considerablemente la tendencia a que los tenistas se tiren por los suelos tras darle a la pelota, que en Virtua Tennis 3 llegaba a niveles muy exagerado. Hasta aquí, todo bien.

Lo que no nos gusta tanto, y ya lo comentamos en nuestras primeras impresiones hace unas semanas, es que el tipo de superficie sigue sin notarse casi en absoluto en la forma de jugar. Si en el tenis real las superficies condicionan en gran medida los torneos y sus favoritos, en Virtua Tennis, y también en 2009, se comportan únicamente como un elemento decorativo. Es una lástima que no se haya aprovechado esta edición para dar el salto, porque es necesario; puede mantenerse esa esencia arcade introduciendo las diferencias entre superficies, o al menos puede intentarse.

A nivel de opciones de juego, Virtua Tennis 2009 sigue contando con los modos habituales, pero ahora el modo Campeonato Mundial, o World Tour, se ha ampliado y mejorado con respecto a la anterior entrega, y está mucho más integrado para el juego online que en entregas anteriores, permitiéndonos jugar online y progresar en el modo para un solo jugador, una característica que cada vez están integrando más los juegos desde que Moto GP 2 para la primera Xbox la introdujese allá por 2003. Como siempre, podemos crear a nuestro tenista desde cero y, a base de trabajo y esfuerzo, hacer que vaya progresando en el escalafón de la asociación de tenistas profesionales, a base de ganar torneos, mientras mejora sus habilidades a base de minijuegos. Los nuevos de esta entrega son tan divertidos como siempre, permitiéndonos mejorar como tenistas, y pasar un buen rato, pues son bastante adictivos. Además, esta entrega incluye la presencia de entrenadores, que también mejorarán nuestras habilidades con la raqueta y tienen sus propios retos y minijuegos. Celebridades como Stefan Edberg, Tim Henman y Boris Becker se unen a la causa y de hecho son personajes desbloqueables.

El modo Campeonato Mundial sigue siendo una experiencia bastante completa y duradera, y junto a los nuevos entrenamientos y minijuegos hay también una mejor integración de los torneos de simples y dobles -cuando coincidan, los jugaremos en el mismo campeonato. El problema de este modo es el lento progreso que experimentaremos al principio, jugando durante dos o tres horas contra autenticos "sparrings" que no tendrán nada que hacer contra nosotros si tenemos una mínima experienca con Virtua Tennis 2009, lo que puede resultar cansino. Si queremos jugar el Campeonato Mundial tendremos que armarnos de paciencia para subir hasta el puesto 50 y así poder entrar a los campeonatos más exigentes, y dejar de una vez los trámites.

A nivel visual, Virtua Tennis 2009 como ya hemos dicho experimenta una considerable mejora tanto en modelado como en animaciones. Los tenistas son ahora mucho más parecidos a sus contrapartidas reales y gozan de mejores expresiones faciales, aunque todavía no se ha llegado al fotorrealismo en las caras, ni se ha puesto tanta atención al detalle en las animaciones como para que cada tenista se mueva parecido a su homónimo del mundo real. Los estadios, sobre todo, han sido muy mejorados, y ahora parecen tener mucha más vida, aparte de más público y nivel de detalle.

La mayor "vida" se nota, sobre todo, en el sonido. Aparentemente y según el equipo, la emocionante final entre Nadal y Federer en Wimbledon 2008 les ha inspirado a crear un apartado sonoro donde el público se implica mucho más, gritando, encendiéndose en algunas jugadas, hasta el punto de que en ocasiones el juez de silla pedirá que se calmen los ánimos. Las melodías son una mezcla entre viejas conocidas de la saga y otras nuevas, sin cobrar demasiado protagonismo pese a estar presentes en todo momento. Los efectos de sonido son sin duda lo mejor de un apartado que se completa con el doblaje al castellano de los comentarios de los partidos y las indicaciones de los menús.

Virtua Tennis 2009 sigue siendo un grandísimo juego de tenis y llega en el momento adecuado, lo suficientemente separado de la entrega anterior para que los fans del deporte tengan ganas de un poco más. Lo único que se le puede reprochar, y puede que esto eche algo para atrás a algunos, es que no aporta demasiadas novedades respecto al juego anterior (que tampoco varió mucho respecto a Virtua Tennis 2, por otra parte). Es una entrega muy continuista, muy conservadora, muy "edición 2009" al estilo del resto de juegos deportivos, en la que se han esforzado por pulir al máximo el sistema de juego de la anterior entrega, pero sin asumir ningún riesgo que pueda romper la "fórmula mágica" que Sega Japón encontró ya hace diez años. Los británicos de Sumo Digital han hecho un buen trabajo con esta cuarta parte, dándole una vuelta de tuerca más y ajustándola al máximo. Sigue siendo una compra obligada para los fans del tenis, pero nos gustaría ver más cambios en la siguiente entrega, si es que queda tiempo en esta generación.