Análisis de Virtua Tennis 2009 (Wii)

Wii MotionPlus acaba de llegar al mercado, y los primeros juegos que hacen uso de él son todos deportivos. Tiger Woods PGA Tour 10, el futuro Wii Sports Resort y EA Sports Grand Slam Tennis se suman a este Virtua Tennis 2009 para la consola de Nintendo. Casualmente, estos dos últimos son títulos tenísticos, confirmando que el deporte de la raqueta sufre una segunda juventud en Wii gracias al nuevo periférico para el mando. Y es que Sega ha preferido esperar al lanzamiento de Wii MotionPlus para sacar al mercado esta versión de su saga de tenis por excelencia, produciéndose por tanto la salida unas semanas más tarde que las entregas de Xbox 360 y PlayStation 3, que están en las tiendas desde mayo. Descubramos por tanto qué nos espera en Virtua Tennis 2009 para Wii, cómo se aprovecha de la mejora de los sensores de movimiento y en qué se diferencia de las demás versiones.

Misma esencia, nuevo control

Ante todo, hay algo que quien se cuestione la adquisición de este título debe tener claro: a pesar del manejo por movimientos, en su base es Virtua Tennis, destila su jugabilidad por los cuatro costados, y la única y –por qué no decirlo- leve diferencia es el sistema de control. Claro que esa "leve" diferencia acarrea consigo una serie de cambios, para bien o para mal, que no se pueden obviar. Pero a lo que nos referimos es que, si alguien ve una partida en una pantalla y no ve ni la consola ni a quien juega, en lo que más va a diferenciar a esta versión de las otras es en los gráficos, puesto que los movimientos, animaciones, física de la pelota y todo el sistema de juego es igual. Por tanto, la pregunta es: ¿qué ofrece el control por movimientos? Nosotros creemos que es la forma más sencilla e intuitiva de adaptar el juego a Wii, y que se ayuda de Wii MotionPlus para mejorar la experiencia, pero en ningún momento se busca un realismo o una simulación que la saga nunca ha ofrecido.

Como en otros casos, a Virtua Tennis 2009 se puede jugar con Wii MotionPlus y sin él. Y también como en esos otros casos, hay diferencias palpables. Jugar sin el adaptador hace la experiencia muy pobre y carente de sentido, principalmente porque la idea de los juegos de tenis en Wii debe ser simular que tenemos una raqueta en la mano, y de esta forma nos da la sensación de que no se consigue. Como ya sabrán los que hayan jugado alguna vez a alguna edición de Virtua Tennis desde que saliera el primero hace casi una década, lo que prima es un buen posicionamiento del jugador para poder golpear la pelota con más fuerza, de manera que mientras antes nos coloquemos para darle a la bola, mejor le daremos y más posibilidades hay de que nos llevemos el punto.



Pues bien, en esta ocasión también sucede, con la salvedad de que ahora no tendremos que apretar un botón, sino mover el mando con fuerza y, lo que es más importante, tener reflejos. Cada vez que la bola venga hacia nosotros, hay que mover el mando para que aparezca una barra, como la de los saques, pero en horizontal, que determinará la dirección de nuestro golpeo. Esto es lo que hace poco intuitivo dicho sistema, pues ya que el mando de Wii sólo va a medir la fuerza del tiro y no la dirección, se podría haber implementado un método parecido al de otro juego de tenis (Top Spin 3), en el que con el joystick determinábamos hacia dónde queríamos que la pelota fuese. Con la barra, estaremos más pendientes de pararla en el momento justo que del desarrollo del peloteo en sí, al menos mientras no dominemos el control y no nos habituemos a él. Y dado que es un juego preparado para disfrutarse mejor con Wii MotionPlus, dudamos que mucha gente se esmere en dominarlo.



Precisamente con el periférico es cuando disfrutaremos de un mayor control de la situación y de hacer lo que queremos de forma más intuitiva y sencilla, aunque eso sí, habrá que practicar. Para la primera vez que se juegue recomendamos seguir el tutorial de las leyendas del tenis que hay desbloqueables y que nos enseñarán o darán consejos, como Tin Henman. En ese modo de práctica, y ya en los partidos, se puede comprobar que aún con el nuevo adaptador, la esencia arcade sigue intacta, y que lo que ganamos es precisión de disparo. De hecho, cuando seleccionemos jugar con Wii MotionPlus (hay que seleccionar jugar con él antes de un partido aunque lo tengamos enchufado), comprobaremos que desaparece la barra de dirección, y ahora cada tiro irá hacia donde deseemos, siempre que consigamos dominar el control con un poco de práctica.



La respuesta, salvo en algunas ocasiones, es buena, y se puede llegar a controlar a la perfección con giros de muñeca exactos y bien realizados desde una posición neutral. Sin embargo, los mayores problemas no vienen dados por la sensibilidad del control, sino por una serie de ligeros pero molestos inconvenientes que, o bien no comprendemos del todo, o bien se podrían haber solucionado mejor. Por un lado, habremos de apuntar a la pantalla y pulsar A cuando juguemos con MotionPlus siempre antes de cada punto, hayamos ganado o perdido el anterior, y estemos sacando o restando. Este sistema de ajuste del mando, que a priori puede no parecer demasiado importante, a la larga rompe el ritmo de juego y se hace verdaderamente pesado, sobre todo porque la respuesta es algo tardía. Realmente puede resultar un tanto incomprensible este aspecto, ya que el nuevo periférico de Nintendo tiene detector de posición en el espacio, con lo cual debería sustituir al puntero en bastantes ocasiones. Y si por cualquier motivo el sensor pierde el norte y se vuelve loco, con dejarlo quieto unos segundos debería ser suficiente.

Por otro lado, hay muchos detalles en los que se nota que esta versión es un port con control adaptado de las otras, sobre todo dentro de la jugabilidad. A lo ya comentado de la misma base, hay que añadir que los jugadores no varían nunca la mano con la que usan la raqueta, aunque nuestra mano sea la contraria. Eso también le quita realismo, puesto que no es demasiado inmersito que un diestro simule un raquetazo con el Wiimote en la mano derecha, mientras que Nadal en la pantalla lo ejecuta con la izquierda.



Independientemente de la opción de control que elijamos, se puede jugar con nunchaku o sin él. Como viene siendo habitual, si no movemos nosotros al personaje lo hará la consola, que intentará buscar siempre la mejor situación para un golpeo óptimo. Aunque en este caso si que recomendamos hacer uso del joystick para desplazar al jugador, y es que por muy lioso que pueda resultar al principio mover al personaje y el mando al mismo tiempo, es lo más adecuado para poder mejorar en base a nuestra habilidad. Por otro lado, no hay que pulsar botones para ejecutar golpes, ya que todos se realizan haciendo el gesto adecuado con el mando. Si acaso, desplazar en ciertas situaciones al personaje, como en el resto, si se juega sin nunchaku, se hará con la cruz de control.



Por lo demás, Virtua Tennis 2009 para Wii recoge el legado de las otras versiones y hereda tanto las cosas buenas como las menos buenas. Están los mismos modos de juego, la misma gira mundial y muchos detalles jugables se conservan. Por ejemplo, hay un detalle ya típico de la saga que se debería mejorar para futuras entregas, y es que por muy arcade que sea el juego, resulta falso. Nos referimos al bote de la pelota, idéntico en todas las superficies, ya sea pista rápida, tierra batida o hierba, sin distinción. En el tenis de verdad es tan determinante la superficie que el estilo de juego de un tenista puede llegar a ser muy bueno o muy poco adecuado en según qué tipo de superficie.



Aquí, un estilo bien dominado de saque y volea tendrá la misma efectividad en tierra que en hierba, por lo que queda muy poco real. Lo único que si acaso cambia es la eliminación de la barra de potencia en los saques, presente desde la primera entrega. Ahora la dirección y la fuerza del saque dependerán de cómo movamos la pelota y del tiempo de golpeo. Una ráfaga roja en la pelota tras el saque será el equivalente a un MAX, lo que indicará que hemos hecho el saque más potente.

Como comentábamos, se mantiene el modo gira mundial, mejorado y ampliado en la edición de este año. En él, nos crearemos un personaje al que podremos personalizar a nuestro antojo con los parámetros predeterminados que hay para elegir, y con él empezaremos en el lugar 100 del mundo con el objetivo de llegar al número 1 y poder disputar los torneos más importantes. Como en la verdadera ATP, habrá torneos de ranking 250, 500, 1000 y Grand Slam, aunque sin la licencia ni los nombres auténticos, con lo que podremos distinguir Roland Garros o Wimbledon, por ejemplo, pero no se llamarán así.

Este modo se llega a hacer verdaderamente divertido cuando hemos subido muchas posiciones y podemos disputar los mejores torneos. El problema es que al principio sólo podremos disputar los que tienen ranking 250 hasta que no lleguemos al puesto 75, mientras que para jugar los de rango 1000 habrá que ser el número 50. Y es un problema porque avanzar se hace lento y los rivales de los torneos sencillos son unos mantas que no son capaces de dar dos derechas seguidas. Por tanto, tendremos que aburrirnos soberanamente con ellos hasta que tras un par de horas consigamos el objetivo de poder optar a jugar contra rivales de más nivel, con lo cual se empezará a hacer más ameno el asunto.



Habrá también cosas a tener en cuenta, como una barra de resistencia que habrá que mantener en unos niveles aceptables. Dicha barra se gasta al disputar partidos o torneos, y se recupera pasando una semana en casa, comprando productos, o pagándonos unas buenas vacaciones. Como es lógico, ganar torneos nos dará dinero para poder permitirnos estos lujos, y también para poder comprar material deportivo en las tiendas. En el modo carrera también hay minijuegos, entrenamientos y hasta un punto de encuentro para jugar online.



Los otros modos de juego principales son el online y los partidos de exhibición. En ambos podremos jugar con un plantel de tenistas bastante competente y actualizado, sobre todo el masculino, donde están muchos de los tenistas actuales más importantes aunque falten caras conocidas. En el plantel femenino, si bien están las tenistas típicas que no pueden faltar, como Sharapova, las Williams, Kuznetsova o Ivanovic, echamos en falta más representación de actuales top-10, como la rusa Dinara Safina. Cada personaje está genialmente animado y reconoceremos muchos de sus gestos y rutinas en el golpeo, ya sea derecha, revés o saque. Eso sí, los han dotado con unos gritos que poco o nada tienen que ver con los que hacen de verdad, dando además una sensación de cercanía que no se corresponde con la situación en la pista de los tenistas, y llegando a ser en ocasiones incluso molestos.



El modo online, por su parte, es similar al de las otras versiones, aunque cambiando los nicks de la tarjeta de jugador por los famosos códigos de amigo de la Nintendo Wi-Fi Connection. De esta manera, cuando agreguemos a algunos amigos podremos invitarlos o ser invitados por ellos a unos partidos personalizados. También se puede jugar en partida con desconocidos, dándonos la opción de crear sala o buscar una creada. Con buenas conexiones tiende a haber muy poquito lag, haciendo la experiencia de juego muy llevadera. Aunque a poco que la calidad de la conexión no sea óptima, el molesto lag se transformará en momentos un tanto surrealistas, como ver que la bola flota durante un momento en el aire y el rival llega para golpearla. Eso sí, en general va todo bien y se puede jugar con relativa o total normalidad.

Pobre apartado gráfico

Es aquí donde el juego flaquea con respecto a las demás versiones. Para este port, la base en cuanto a estadios, animaciones, física, contenido y estilo se mantiene, pero el bajón gráfico es muy acusado, y de hecho ni siquiera llega a parecer en algún momento un juego a la altura del hardware de Wii, ya de por sí bastante inferior al de las consolas de la competencia. En pantalla veremos un producto digno de la calidad media en la generación pasada, con jaggies (dientes de sierra), ralentizaciones al comienzo de cada partido y modelados mejorables, así como el texturizado en general. Por no hablar de la pésima calidad del público que llena cada pista, totalmente plano y carente de detalle alguno, con una animación repetida hasta la saciedad. Aunque por otro lado sería injusto culpar a esta entrega por eso, pues es un aspecto que viene siendo ya clásico en la saga y del que adolecen hasta las versiones de Xbox 360 y PS3. Por tanto, altibajos en el apartado gráfico, con una representación visual muy pobre pero con los detalles más importantes heredados, lo que hace que técnicamente pueda destacar un poco más.



No por encima estará el apartado sonoro. Los temas musicales que acompañan al menú o en los partidos son repetitivos, simples y hasta machacones a veces. Del mismo modo, la voz del árbitro no se corresponde con el ambiente de la pista, y sus gritos parecen provenir desde detrás de la pantalla más que de su silla. Eso sí, está doblado, y al igual que el resto de voces (menos la de título), habla en perfecto castellano.

En conclusión, Virtua Tennis 2009 se muestra en Wii como lo que es, sin experimentos en su estilo jugable. Simplemente modifica el control para adaptarse correctamente a la máquina de Nintendo, y se aprovecha de Wii MotionPlus para optimizar el manejo. Quien desee un juego de tenis pensado para Wii en el que hacer golpes específicos debe saber que ésta no es la mejor elección, pero quien quiera experimentar con esta ya veterana saga y descubrir cambios en el control, tendrá una muy buena opción con este título.