Análisis de Untold Legends: Dark Kingdom (PS3)
Untold Legends se convirtió en una de las grandes sorpresas del lanzamiento de PSP en los Estados Unidos, allá por marzo de 2005. Procedente de Sony Online, la división de Sony dedicada al juego online pero no supeditada a Sony Computer Entertainment, este juego de acción y rol al más puro estilo Diablo se convirtió en el juego más vendido del lanzamiento de la máquina, pese a haber sido un desarrollo muy rápido y carecer de grandes valores de producción, sin una historia demasiado elaborada y con mazmorras generadas aleatoriamente por la consola. Contaba, eso sí, con un divertido modo cooperativo multijugador, que aprovechaba las capacidades Wi-Fi de PSP.
No sorprendió a nadie que Sony Online pretendiese repetir la historia en PlayStation 3 y, poco después del lanzamiento de la consola, llega a la flamante máquina de Sony la primera versión doméstica de Untold Legends.
El juego mantiene muchas de las características de la versión PSP, y además incluye un divertido modo online, pero suaviza notablemente el componente de rol del título original, que ya era escaso de por sí, para centrarse en la acción "yo contra el barrio", o "yo contra los esqueletos", limitando la selección de personajes a tres ya establecidos aunque, eso sí, con una historia mucho más elaborada que en los juegos de PSP.
Nosotros formamos parte de la orden de la Sombra de Dragón, una sociedad más o menos secreta de guerreros al servicio del reino de Dureth y bajo el liderazgo del propio Sombra de Dragón, doblado por una de las voces más conocidas de la televisión. El Reino Oscuro al que alude el título del juego es el propio Dureth, cuyo rey, al que con tanto ahínco ha servido nuestra orden, ha enloquecido, haciendo uso de las fuerzas demoníacas y aterrorizando a la propia población. Será nuestra misión deshacer este entuerto, para lo cual tendremos que recorrer decenas de mazmorras, haciendo frente a cientos de enemigos, hasta llegar al enfrentamiento con el rey y sus más cercanos secuaces.
Como mencionábamos hace unas líneas, en esta ocasión el componente de rol del juego se ha limitado bastante, y una de las causas de esto es que estaremos limitados a tres personajes preestablecidos: el guerrero, la exploradora y el mago. Los tres aparecen en las diferentes cinemáticas del juego, cambiando éstas un poco según cuál sea nuestro personaje, y cada uno de los tres tiene, como es de esperar, su propio estilo de juego, lo que en parte amplía la rejugabilidad de Untold Legends. Aunque todos tienen ataques cuerpo a cuerpo y hechizos, naturalmente el guerrero se basará más en los primeros y el mago más en los segundos, siendo la exploradora una curiosa mezcla.
El diseño del juego se basa casi exclusivamente en el combate contra enemigos, que en ocasiones no pararán de generarse una y otra vez; para hacerles frente tendremos una gran cantidad de combinaciones de ataque, usando dos ataques básicos, y una serie de hechizos que iremos ampliando y mejorando a medida que subamos de nivel. Cada vez que aumentemos de nivel accederemos a la pantalla de inventario y asignaremos dos puntos extra a varias categorías de nuestro personaje (ataque, defensa, vitalidad, etc…), y recibiremos una estrella para conseguir nuevos hechizos o mejorar los que ya tenemos. Este sistema de hechizos es el mismo que el de PSP, aunque con una evolución predeterminada, y no estructurada, por lo que tenemos menos libertad a la hora de decidir la evolución de nuestro personaje, pues prácticamente está fijada de ante mano y nosotros solo podremos decidir qué hechizos mejoramos más, no hacia que tipo de magia queremos evolucionar.
Podremos asignar cuatro de estos hechizos a los diferentes botones, usándolos pulsando el botón correspondiente junto a L1. Para usar estos hechizos tendremos que gastar puntos de nuestra barra de mana que, al igual que la de vida, se regenera poco a poco, pero también recogiendo las orbes de diferentes tipos que los enemigos dejan tras morir, algo similar a lo visto en Onimusha. Están las orbes de vida, las de mana y las de esencia, algo así como el dinero del juego. La esencia nos servirá para comprar mejoras y rellenar nuestra vida y magia en los numerosos puntos de guardado del juego, pues los niveles se suceden una y otra vez y nunca visitaremos un poblado donde nos encontremos con la típica tienda en la que comprar y vender. Para suplir esto, los diferentes puntos de guardado del juego tienen una especie de tienda de esencia donde podremos comprar armaduras y gemas para mejorar nuestra arma.
El tema de las armas y las armaduras también es otra muestra de hasta qué punto el equipo de desarrollo ha limitado el componente rolero del juego y ha simplificado la evolución del personaje. Simplemente no usaremos más que una sola arma a lo largo de toda la aventura, pudiendo, eso sí, modificarla asignándole gemas y modificaciones de diferente tipo distribuidas en cuatro espacios diferentes, cada uno con diferente forma, es decir, dividiendo las mejoras en cuatro tipos. A lo largo del juego podremos ir modificando nuestra arma, incrustándole gemas nuevas y quitando las anteriores.
El sistema de armadura funciona de manera similar, teniendo cinco categorías (cabeza, hombros, pecho, piernas y pies), donde podremos usar diferentes armaduras que tendrán variados efectos sobre nuestro personaje, no solo sobre su capacidad defensiva. Unas le darán más vida, otras más ataque o poderes elementales determinados, y podremos comprobar esos efectos en el propio menú, eligiendo entonces la armadura que mejor se adapte a nuestras necesidades o mejores resultados nos dé. El problema es que, por poderosa que sea la armadura, los efectos son demasiado sutiles sobre nuestro personaje. Teniendo setenta de capacidad de ataque y sesenta de defensa, por ejemplo, la diferencia entre una armadura que nos sume 3 puntos de ataque y otra que nos sume tres puntos de defensa es relativamente inapreciable.
El inventario, por lo tanto, peca de poco variado, pues aparte de contar con una sola arma limitada a un repertorio de movimientos predeterminado, las diferentes armaduras no implicarán cambios visuales en nuestro personaje, haciendo que el juego se vuelva algo monótono y resulte bastante limitado en este sentido. Esto, en combinación con la absoluta linealidad de la experiencia y que ésta se reduzca prácticamente a golpear a los enemigos sin parar (los puzles y las situaciones especiales se cuentan con los dedos de la mano) condenan a Untold Legends: Dark Kingdom a volverse monótono tras pocas horas.
Esta monotonía se compensa en parte con la inclusión del modo de juego online, aparte de un multijugador offline para dos jugadores. El online soporta hasta cuatro, jugando cooperativamente la campaña principal del juego, pero extrañamente no podemos usar nuestro personaje del modo para un solo jugador para jugar online. Tampoco hay características que podemos asumir como estándares del juego online en consola hoy en día, como la comunicación por voz. El online resulta divertido como siempre ha sido jugar a este tipo de juegos con varios jugadores, pero podría haber sido mucho mejor si se hubiese creado algún sistema específico o incluido algún modo extra.
A nivel gráfico Untold Legends: Dark Kingdom es simplemente decente, pero ninguna de sus características hacen que el juego parezca de lo que llamamos "era de la alta definición". En general parece un juego de la pasada generación, uno de estos últimos títulos que exprimen al máximo PlayStation 2, y solo demuestra que es un título de PS3 en ciertos detalles como la alta poligonización de los personajes y los enemigos. Los escenarios son bastante grandes, pero no muy inspirados, repitiendo una y otra vez los mismos elementos, mientras que los efectos visuales no llaman demasiado la atención, e incluso a veces el motor gráfico sufre cuando hay muchos enemigos en pantalla. El sonido está mucho mejor, con un fantástico doblaje al castellano que es de agradecer, y una banda sonora que, sin ser memorable, ambienta muy bien la acción. Los efectos de sonido están también a un buen nivel.
Untold Legends: Dark Kingdom es un juego entretenido, especialmente durante las primeras horas, pero rápidamente puede hacerse monótono, especialmente por las limitaciones que hemos mencionado antes. Aunque pelearse contra hordas de zombies, esqueletos y demás monstruos es divertido, la ausencia de un sistema de evolución de personaje y de inventario con más posibilidades, y la completa linealidad y sencillez de la aventura para un jugador, hacen que pensemos que con un poco más de tiempo podría haber sido un juego mucho mejor, pues los primeros minutos son muy divertidos. No es un mal juego y puede resultar un buen alquiler, pero está lejos de lo que se espera de un juego de acción y rol en consola doméstica, y más si estamos hablando de una de nueva generación.