Análisis de Tales of Graces F (PS3)

Tal y como viene siendo costumbre, hemos tenido que esperar mucho para poder disfrutar de este Tales of Graces F desde que se lanzó en Japón. No en vano, la versión original para Wii llegó a las tiendas japonesas en el 2009, por lo que no se trata precisamente de un título muy nuevo que digamos. Pero por suerte para todos, y especialmente para los fans de la saga y de los juegos de rol japoneses de toda la vida, la espera ha merecido la pena.

Tales of en estado puro

La historia comienza con unos jóvenes Asbel y Hubert, los dos hijos del señor feudal de Lhant, un pequeño y apacible pueblo situado en la frontera entre dos grandes imperios. Tras unos pocos minutos de juego llegaremos a un claro lleno de flores del que saldrá del a nada una joven de pelo morado que no recuerda nada de su pasado, a la cual deciden llamar Sophie.

Como no queremos desvelaros nada más del argumento, nos os vamos a contar nada más de él para que podáis disfrutarlo en condiciones, ya que se trata de uno de los puntos fuertes del título. En él hay cabida para el humor, el drama, la acción, los dilemas morales, etcétera.

El guion está lleno de giros argumentales, algunos previsibles, otros totalmente sorprendentes, y tiene un ritmo buenísimo que rara vez suele decaer, llevándonos de un lado para otro y desvelándonos siempre nuevos detalles. Como es habitual en la serie, su estructura se asemeja mucho a la de un anime, ya que se podría dividir perfectamente en varias "sagas" o temporadas. Tan pronto creeremos que alguien va a ser el enemigo final y que nos acercamos a los créditos del juego, que la historia da un nuevo giro y lo trastoca todo por completo llevando la narrativa por un lado completamente distinto e inesperado.

Como ya decimos, la historia es muy buena, tiene mucho gancho y se deja disfrutar perfectamente, aunque no nos ha parecido la mejor de la saga. La de Tales of Abyss o Tales of Vesperia nos pareció mejor, por citar algunos ejemplos. Con esto no queremos desmerecer a la que aquí nos narran, simplemente señalar que a pesar de lo notable que es, no llega a los niveles de excelencia vistos en otras entregas.

Algo parecido nos pasa con los personajes. Tienen una personalidad muy marcada, bien definida, son carismáticos y cuentan con algo que parece cada vez más difícil ver en un juego actual: una evolución creíble. Se agradece mucho ver cómo a medida que se va desarrollando el guión ellos también lo van haciendo, cambiando su forma de pensar, su relación con otros personajes y de ver el mundo y la situación que les rodea. Asbel quizás no sea el mejor protagonista de la serie, pero cumple su papel de forma muy digna, aunque hay otros que nos han gustado más, como Sophie y su curiosa (y encantadora) forma de ver el mundo.

Entrando ya en lo que es su jugabilidad, Tales of Graces F es todo lo que se podría esperar y más de un título de esta veterana saga. Tendremos un enorme mundo para explorar, misiones secundarias, minijuegos, retos adicionales, mazmorras en las que adentrarnos, puzles que resolver para avanzar, una gigantesca lista de coleccionables que encontrar, muchos combates, ciudades con sus habituales tiendas y llenas de aldeanos con los que hablar, y horas de juego para dar y tomar. Si sois de los que pensáis que el rol japonés en esta generación esta involucionando a nivel de contenidos y densidad, Graces F os ofrecerá justo lo que esperabais, una aventura igual de grande o más que los clásicos de 16 y 32 bits.

También hay que decir que tendrán que pasar muchas horas de juego hasta que obtengamos la ansiada libertad para salirnos del guion preestablecido por la historia principal, pero es un punto al que sin duda llegaremos. Avisaros de que el argumento tiene muchísimo peso incluso en su jugabilidad, por lo que nos podemos tirar perfectamente dos o tres horas viendo diálogos, skits (unas conversaciones opcionales entre los personajes que podremos ver si pulsamos Select cuando nos lo indiquen y que nos ayudan a profundizar en ellos) y vídeos sin combates de por medio, aunque claro, luego salimos de una ciudad para ir a una mazmorra y podemos tirarnos esas dos o tres horas jugando y combatiendo sin tregua.

Hablando de combatir, tenemos que destacar su genial sistema de combate, uno de los mejores que hemos visto hasta el momento en un juego de este corte. Para iniciar una batalla, tendremos que tocar a los enemigos que veamos por el mapa cuando exploramos, por lo que no sufriremos peleas aleatorias cada dos pasos y podremos decidir si queremos evitar el combate o no.

Una vez en faena, tendremos que tener en cuenta varias cosas. Existen dos tipos de ataques básicos en el juego: los de X y los de círculo. Cada uno nos permitirá utilizar dos estilos de lucha distintos, que variarán considerablemente según el personaje, por lo que no hay dos protagonistas iguales. Por ejemplo, en el caso de Asbel con X hará golpes sin desenfundar la espada, pero con círculo sacará la espada y hará técnicas con ella. Mientras que los de X por lo general nos permiten hacer combos, los de círculo suelen tener efectos elementales adicionales que tendremos que tener muy en cuenta para alcanzar la victoria.

Para realizar estos movimientos, necesitaremos puntos de CC (Chain Capacity), los cuales obtendremos realizando esquivas, defensas o moviéndonos por el escenario, por lo que olvidaros de la habitual barra de magia. Además, cada habilidad consume un determinado número de CCs. Gracias a algo tan simple como este, se ha conseguido que no nos encontremos ante un sistema de combate machacabotones. Ahora la defensa y los movimientos de esquiva son realmente importantes, no solo para evitar daño, sino para poder atacar, por lo que tendremos que medir mejor que nunca nuestras acciones.

En combate manejaremos a un solo personaje, pero podremos dar diversas órdenes a nuestros compañeros, como pedirles que hagan un hechizo de curación o que usen una poción. También podremos configurar su forma de actuar en un menú, pidiéndoles que prioricen el ataque, las labores de curación, etc. Generalmente la IA responde bastante bien, especialmente en los combates contra enemigos normales, aunque contra los jefes es posible que nos dé más de un disgusto. Siempre existe la posibilidad de jugar en cooperativo con nuestros amigos y que cada uno maneje a un miembro del grupo, aunque no se trata de un multijugador especialmente brillante. En los momentos de exploración solo juega uno y no siempre habrá cuatro personajes que manejar en los combates, por lo que tendremos a nuestros amigos más rato mirando que jugando.

Continuando con el sistema de batalla, también tendremos que tener en cuenta el medidor de Eleth. Este se encuentra dividido en dos mitades, una azul y otra roja. Si rellenamos la azul, nuestro grupo entrará en Eleth Burst y podremos machacar sin piedad a nuestros enemigos, ya que los CCs serán ilimitados mientras nos dure este modo y podremos realizar los ataques más poderosos del juego. En cambio, si la barra roja es la que llega a su tope, serán nuestros enemigos los que entren en Eleth Burst, por lo que lo mejor será pasar a la defensiva hasta que se les pase si no queremos convertirnos en su saco de boxeo particular.

Para animar más todavía los combates, se nos irán proponiendo diversos retos, como realizar un combo de varios golpes o matar varios enemigos simultáneamente. Si lo superamos, ganaremos más experiencia, dinero y puntos de habilidad, y en el próximo el combate volveremos a encarar el mismo reto pero más difícil todavía. Esto añade variedad a los enfrentamientos, y aunque es algo opcional, siempre nos acaban picando para intentar cumplirlos.

Respecto al desarrollo de los personajes, en esta entrega ganan muchísima importancia los títulos. Hay una ingente cantidad de ellos y muchos son exclusivos de cada protagonista. Además, no todos se desbloquean de la misma forma: podremos obtenerlos por historia, por usar repetidas veces una técnica, etcétera. Cada uno nos permitirá aprender nuevas técnicas y mejoras de estadísticas. Solo podremos equiparnos uno a la vez por personaje. Una vez hecho esto, bastará combatir para ganar puntos de habilidad y que nuestros títulos suban de rango.

En cuanto a la dificultad tenemos un selector con varios niveles de dificultad. Cada una de ellas no solo variará la dureza de los enfrentamientos, sino que también nos reportará con ciertos beneficios, como la posibilidad de obtener mejores piezas de equipo o de hacer combos más largos, para compensar el incremento de la dificultad. Ya os avisamos que en normal hay algunos momentos bastante complicados si no tenemos cuidado (por lo general, los jefes no son ninguna broma), por lo que os podéis hacer una idea del reto que suponen los dos niveles de dificultad más altos.

Completar la historia principal nos llevará entre unas 40 y 50 horas, dependiendo de lo que nos paremos a explorar y a realizar otro tipo de tareas. Pero ojo, la cosa no acaba aquí. Tales of Graces F no es una simple conversión HD del título de Wii. Además de añadir un buen número de escenas y técnicas extras, también incluye un epílogo llamado Lineage & Legacies que aporta entre unas 15 y 20 horas de juego adicionales, donde se atan todos los cabos sueltos que han podido quedar, aprenderemos un nuevo tipo de técnica que nos permitirá entrar en modo Accel (cada personaje tendrá el suyo propio, uno regenera vida, el otro para el tiempo, etc.) y donde nos enfrentaremos a enemigos realmente duros, por lo que en total tenemos entre 60 y 70 horas de juego total sin contar misiones secundarias y retos adicionales.

Un bonito anime

Considerando que el juego original es un título de Wii aparecido hace tres años, nos os esperéis un apartado técnico de infarto. Por suerte, el apartado artístico es muy bueno y el paso a la alta definición le ha sentado de maravilla. Todo se ve realmente bonito y el diseño de personajes es sensacional. Su objetivo es conseguir transmitirnos que estamos viviendo un anime interactivo, y eso lo consigue de sobra. En la parte negativa tenemos unos escenarios algo simples y unas animaciones raquíticas en algunos vídeos.

En combate la cosa mejora, ya que todo se mueve con una fluidez pasmosa y las animaciones son bastante buenas. Los efectos de las magias y las técnicas especiales también son realmente destacables. Por otro lado, queremos hacer mención especial a los fantásticos vídeos de anime incluidos en el juego para contar los momentos más importantes de la historia. Se los ha remasterizado para que luzcan estupendamente en alta definición y, para alegría de los fans, hay una gran cantidad de ellos. Probablemente sea el juego de la saga que más vídeos tiene de este tipo.

Respecto al sonido, comentar que la banda sonora es genial. Todas las composiciones son realmente pegadizas y son muy variadas. Por su parte, los efectos de sonido cumplen bastante bien, aunque sin alardes. Finalmente, un tirón de orejas a Namco Bandai por volver a dejarnos sin un selector de idiomas con el que poder escoger el doblaje original japonés, el cual es infinitas veces mejor que el inglés y le sienta mucho mejor. Eso sí, os avisamos que el título tiene los textos en inglés. No usa un nivel muy avanzado, pero si no domináis la lengua lo vais a pasar realmente mal para enteraros de todo con la ingente cantidad de textos que hay que leer.

Conclusiones

Tales of Graces F es un fantástico juego de rol japonés de los de toda la vida, con una buena historia, personajes carismáticos, muchas horas de juego, un sistema de batalla sensacional y con mil cosas para hacer. El hecho de que haya llegado en inglés probablemente echará para atrás a más de uno, algo comprensible considerando la importancia que se le da a su argumento. Técnicamente tampoco es ninguna maravilla, aunque sabe compensarlo con su apartado artístico. Pero lo que está claro es que si eres fan del género, y en especial de esta saga, vas a disfrutarlo enormemente.