Análisis de Sports Champions (PS3)

Los deportes no paran de llegar al mercado de los videojuegos. Los dos grandes del fútbol, como Fifa 11 y su eterno rival, Pro Evolution Soccer, han hecho las delicias de los aficionados al deporte rey. Sin embargo, las desarrolladoras continúan explorando nuevos deportes, deportes no tan conocidos que pueden ofrecer un sinfín de horas al jugador más curioso, y más aún si tenemos un nuevo sistema de movimiento para presentarle al usuario. PlayStation Move lleva ya unas semanas entre nosotros, y los resultados con el nuevo mando no podrían ser mejores. Si bien es cierto los títulos hasta ahora lanzados para aprovechar el periférico no han motivado demasiado a los jugadores clasicistas, hay una serie de propuestas que no debería dejar escapar el jugador más abierto, como, por ejemplo, el videojuego que hoy nos ocupa: Sports Champions, un disco que recopila una serie de deportes que recordará a lo visto en Wii Sports y su secuela.

Las comparaciones son inevitables, sobre todo si tenemos en cuenta las similitudes entre PlayStation Move y Wii Motion, y quizá sea por este aspecto por el que Sony ha decidido ofrecer una serie de deportes para darle al jugador la oportunidad de descubrir, paulatinamente, su nueva adquisición en forma de mando. Llega la hora de hacer frente a uno de los mejores títulos del lanzamiento de Move, de armarnos con la suficiente paciencia como para perfeccionar los diferentes deportes y de apartar todos los objetos frágiles del salón, puesto que necesitaremos un buen espacio para disfrutar de este reto deportivo.

Como decíamos, cualquier persona que haya comprado la última videoconsola de sobremesa de Nintendo sabrá lo que es Wii Sports, una compilación de minijuegos que sirvieron, en su día, para presentar el periférico que rompió esquemas en la industria del videojuego. Sports Champions es exactamente lo mismo, pero con el mando de Sony, aunque perfeccionando algunos elementos y profundizando otros para hacer que la obra dure más que un fin de semana. Los deportes escogidos son lo suficientemente variados como para contentar a todos los integrantes de la familia, y el control funciona a la perfección, por lo que la diversión está asegurada.

Una vez hayamos introducido el disco en nuestra consola y preparada la cámara y el mando, el videojuego nos invitará a la calibración del mismo. Cabe destacar que cada vez que cambiemos de jugador o de deporte tendremos que realizar la correspondiente calibración. No es engorroso las primeras veces, pero a la larga se hace terriblemente molesto y tedioso. Sin embargo, es el precio a pagar para obtener ese control tan fantástico que han conseguido los chicos del estudio.

Tras la calibración, tendremos que escoger uno de los seis deportes disponibles: petanca, disco golf, duelo de espadas, voleibol, tenis de mesa y tiro con arco; cada uno con sus propias reglas y jugabilidad. Escogido el deporte que queramos probar, nos encontraremos con un plantel de personajes que, si bien es cierto son todos iguales en cuanto a atributos, sirven como mero pretexto para ir ganando puntos y conseguir desbloquearlos todos.

Cada deporte tiene sus propias copas que tendremos que ir desbloqueando poco a poco, y algunos retos que nos servirán para añadir complementos a nuestros personajes. Este último punto es muy importante, ya que gran parte de los trofeos estarán basados en estas pequeñas pruebas, que irán desde ubicar la pelota en un punto determinado un número de veces consecutivas hasta realizar tiros perfectos con el arco.

Los seis deportes tienen una cuestión muy clara que ofrecerle al jugador: son fáciles de aprender. Pese a que costará completar el juego al cien por cien, la curva de dificultad está muy bien conseguida, abriendo nuevos tipos de juego en un mismo deporte para potenciar al máximo la jugabilidad. Por ejemplo, en el duelo de espadas, en los primeros combates aprenderemos a cubrirnos y a estocar aprovechando los huecos de defensa de nuestro contrincante, mientras que en combates posteriores aprenderemos a esquivar, dar pequeños saltos y a realizar ataques mortales, con volteretas y giros imposibles. Este es uno de los elementos más característicos de la obra, puesto que no estamos ante un juego en el que basten un par de partidas para explorarlo todo, sino que tendremos que echarle horas y paciencia al juego para dominar cada uno de los deportes.

El control responde a la perfección en cada uno de los juegos. Si bien es cierto en algunos funciona mejor que en otros, la desarrolladora ha sabido trasladar el deporte al mando de control de una manera muy acertada, dándole al jugador la sensación de estar disfrutando del deporte al aire libre en el salón de su casa. El tenis de mesa es uno de los claros ejemplos del momento, ya que podremos realizar golpes fuertes -con el riesgo que conlleva que la pelota salga de la mesa-, bombeos, dejar la pala quieta para realizar un tiro corto, etcétera. Y exactamente igual con los demás deportes. En el duelo de espadas podremos aprovechar los ángulos no cubiertos para realizar estocadas, y, dependiendo de la fuerza con la que lo llevemos a cabo, le restará un porcentaje de vida mayor o inferior. Muy realista.

No obstante, hay un elemento que quizá merma la jugabilidad para todos aquellos jugadores que, en vez de aprovechar el amplio -o no tan amplio- salón de su casa tengan la videoconsola en una habitación más bien pequeña. De todos es bien sabido que PlayStation Move no sólo está controlado con el mando de movimiento, sino que también debemos tener en cuenta la PlayStation Eye, por lo que tendremos que estar, como mínimo, a dos metros de distancia -lo recomendable son dos y medio- para que el videojuego calibre bien nuestra postura y que el juego funcione perfectamente. Quizá este sea uno de los detalles más importantes a la hora de escoger un título basado en el movimiento, ya que si no tenemos espacio, no podremos jugar de ninguna de las maneras.

En contraposición, el videojuego ofrece la posibilidad de jugar con dos mandos Move -más allá de jugar a modos multijugador, por supuesto- en algunos juegos, como en voleibol y en el tiro con arco. La jugabilidad es básicamente la misma, y de hecho podremos disfrutar de los juegos aunque sólo tengamos un mando de movimiento, pero la sensación de realismo es mucho mayor si disponemos de un segundo mando. Por ejemplo, en el tiro con arco utilizaremos un mando para tensar el arma mientras que con el otro cogeremos la flecha de nuestro porta flechas y la colocamos correctamente en el arma. Y exactamente pasa igual con el voleibol: cada mando representará un brazo con el que devolver la pelota.

Dejando a un lado la jugabilidad, muy bien llevada en este título, el videojuego cuenta con un apartado técnico que ofrece una de cal y otra de arena al jugador. Por una parte, nos encontramos con juego con unos gráficos bastante bien detallados, con un colorido que gustará entre los más pequeños de la casa y con unos modelados que se ajustan a la perfección con la nueva era de la alta definición. Sin embargo, estos personajes carecen de personalidad, y aquí es donde falla estrepitosamente el juego.

Es decir, contaremos con una serie de personajes que están bien caracterizados, pero que no tienen ni un abismo de personalidad, sino que se basan en los clichés más básicos del mundo. Por no contar, que las únicas voces que escucharemos durante el juego serán los gemidos de los personajes cuando ganen o pierdan un partido. Algo más de personalidad a la obra o quizá un editor para crear a un deportista desde cero hubieran aumentado los puntos en este aspecto, sobre todo si tenemos en cuenta que se vende como la alternativa a Wii Sports y sus carismáticos Miis pero en la consola de Sony.

La música, como viene siendo habitual en este tipo de juegos, cumple a la perfección con su cometido, acompañando los partidos y deleitando nuestros oídos mientras naveguemos por los diferentes menús que propone la obra. Sin embargo, Sports Champions cuenta con la posibilidad de reproducir la música albergada en nuestro disco duro, potenciando así las opciones melódicas del título y dándole al jugador la opción de disfrutar de un partido de disco golf con su música favorita.

Para terminar, cabe aclarar que estamos delante de uno de los mejores títulos de lanzamiento que acompañan al nuevo periférico de Sony. Su rivalidad con Wii Sports es bastante clara, y, pese a que en carisma el título de Nintendo gana por goleada, las opciones que presenta Sports Champions son, cuanto menos, dignas de elogio. Su jugabilidad está muy bien perfeccionada, las posibilidades multijugador y los retos propuestos para la ocasión ofrecerán decenas de horas a los jugadores que quieran disfrutar de un agradable rato en compañía con sus amigos sin la necesidad de ir al campo a tirar flechas contra dianas o de acabar en el hospital por darle a un amigo con el palo de la fregona en la yugular. Todo está dentro de Sports Champions, un título muy recomendable para comenzar nuestra experiencia con PlayStation Move.