Análisis de Racquet Sports (PS3, Wii)

Hasta aquí todo parece correcto. La obra propone una serie de deportes similares que perfeccionar y modos de juego para aburrir acondicionados de un nuevo mando de movimiento que promete hacer las delicias de todos los curiosos que se atrevan a jugar con él. Sin embargo, como hemos comentado con anterioridad, la jugabilidad no está bien llevada, y eso se nota desde la primera partida. No es que el mando no responda a las ordenes del jugador, sino que se debe a una mala calibración de los patrones que tenemos que hacer. Por ejemplo, no importa cuan fuerte golpeemos la pelota en el ping-pong, puesto que nuestra pelota no saldrá nunca de la mesa; amen de la cantidad de raquetazos de dudoso ángulo que acaban por colarnos nuestros contrincantes.

Es posible que más de uno se pregunte si la calibración con la PlayStation Eye ha sido la responsable de la mala calibración. La respuesta es no. No importa la cantidad de veces que configuremos el mando -de hecho, cada vez que comenzamos un partido la obra nos "invita" a calibrarlo una y otra vez-, ni la distancia a la que juguemos. Racket Sports juega con sus propias reglas, dejando al jugador una sensación de descontrol frente a otros títulos del género. Otro de los ejemplos es en el tenis, intentando llevar la pelota a un punto en concreto. Es francamente difícil llevar la pelota al lugar deseado, teniendo que marcar el movimiento exageradamente, dando una sensación de anti naturalidad muy poco bien vista.
Pero no sólo el control está descompensado en Racket Sports, sino también los jugadores que aparecen en pantalla. En el ping-pong, sin ir más lejos, nuestra raqueta se moverá de un lado a otro como si estuviésemos realmente jugando al deporte, pese a que nuestro mando esté perfectamente quieto en nuestras manos. Este ínfimo detalle hace que cuando nosotros queremos recibir la pelota, en función de dónde esté la pala nos salga un tiro u otro, aleatoriamente, sin posibilidad de control. Es realmente frustrante que un título de esta envergadura, que invita a los jugadores a practicar nuevos deportes, tenga un control tan deficiente, sobre todo después de haber visto las maravillas que el nuevo mando de Sony puede hacer. Parece ser que Ubisoft se ha limitado únicamente a actualizar el videojuego lanzado en Wii en cuanto a gráficos y añadir un par de movimientos nuevos -que lógicamente no funcionan como el jugador espera- para aprovechar el lanzamiento del juego.
Por otra parte, y este es uno de los elementos que si se hubiese conseguido un buen control hubiese aumentado considerablemente las horas de diversión, la obra propone una serie de desbloqueables para hacer los deportes más competitivos. Diferentes tipos de raqueta y ropa para nuestros jugadores, y modos online para competir con jugadores de todo el mundo prometían, cuanto menos, hacer que el videojuego no cayera olvidado en el olvido tras las primeras semanas de juego. No obstante, el control acaba con toda la sensación de diversión que pudiera ofrecer la obra.
En la parte técnica, Racket Sports cumple sin más. No estamos delante de un videojuego que requiera demasiados efectos o detalles de alta definición, sino que se limita a ofrecer una serie de personajes simpáticos en entornos muy coloridos para aprovechar las peculiaridades de la alta definición. Los deportistas tienen buenas animaciones, aunque no correspondan al movimiento del jugador, y el hecho de que se muevan automáticamente en los deportes que así lo requieran juega a favor del usuario, que no necesitará mandos adicionales o pensar en hacia dónde ir. La música sigue la misma estela de los gráficos, es decir, cumple sin más, con una voz que nos orientará cada vez que marquemos un punto y que nos ayudará de vez en cuando a saber cómo hacer frente a los retos.

En definitiva, Racket Sports dista mucho de lo que por regla general suelen ofrecer los videojuegos. Es cierto que estamos ante un título de primera remesa, que lo único que busca es aprovechar el lanzamiento del periférico de Sony para asegurase un buen número de ventas. Quizá sea por eso y por las prisas que los chicos de Ubisoft no han sabido adaptarse a Move, ofreciendo un control muy por debajo de lo aprobado y desaprovechando una ocasión perfecta para darle a los jugadores una lección de tenis, bádminton y los demás deportes que incluye el disco. Una pena.
Últimos análisis





