Análisis de Pro Evolution Soccer 2014 (PS3, PSP, PC, PS2, Xbox 360)
Pro Evolution Soccer sigue intentando encontrarse a sí mismo en una larga generación en la que ha perdido el liderazgo de los juegos de fútbol contra FIFA, el rival al que vapuleaba año tras año en tiempos de PlayStation 2. Es cierto que la diferencia de calidad nunca se tradujo en unas ventas muy superiores, arrasando en los países latinos pero sin tanto tirón en los nórdicos, pero aquellos tiempos en los que el lanzamiento de cada "Pro" era un acontecimiento pasaron hace años, acaparando FIFA ese estatus y logrando un descomunal aumento en sus ventas gracias a la expansión del juego online en consola.
Desde los inicios de PS3 y Xbox 360, Konami sigue intentando encontrar la fórmula del éxito, dando bandazos, añadiendo y quitando novedades y cometiendo pequeños errores y aciertos. A finales de 2010 llegaron los cambios radicales, y desde el año pasado han encomendado su futuro al motor Fox Engine, que precisamente se estrena en esta edición.
Curiosamente, la versión del año pasado, producida por un equipo secundario, fue la mejor de esta generación, estando centrado el grueso de Konami Tokyo en rehacer el juego con este motor gráfico que pasa por ser no solo el futuro de Pro Evolution Soccer, sino de toda la compañía.
El resultado ya muchos lo habrán intuido probando la demo: Pro Evolution Soccer 2014 tiene un montón de cambios, y algunos muy buenos, pero es como si le faltasen un par de meses más de desarrollo para pulir la jugabilidad. Hay que aclarar que, como ocurre cada año, la versión final está mucho más perfeccionada que la demo que muchos habréis podido jugar en las últimas semanas, y que las versiones que probamos en julio y junio. Pero a ese arreón final del último mes en el que Konami solucionaba los bugs de sus últimos juegos le han faltado unas semanas en esta ocasión. Es, como nunca ha dejado de ser, un muy buen juego de fútbol, pero sigue sin acortar distancias con su rival y con frecuencia pasan cosas raras en los partidos.
Cambios positivos y negativos en el control
Aparte de la sorprendente bienvenida sonora al meter el juego por primera vez en nuestra consola, lo primero que notarán los jugadores al probar el primer partido amistoso y pasar de la sugerencia de jugar al tutorial es cómo han cambiado las cosas. En los últimos años PES ha intentando meter un montón de cambios y novedades en cada versión, para luego quitarlos en la siguiente. Pasó con los controles sin balón (algo que irónicamente FIFA había intentado muchos años atrás, en su estéril lucha contra los PES de PS2) y con los regates usando combinaciones de botones. En esta ocasión, por suerte, se mantiene una de las mejores novedades de la pasada edición, el poder realizar controles y tiros de calidad pulsando R2, pero se añaden otras nuevas posibilidades, algunas muy interesantes, pero otras que quizás atraigan a algunos pero pensamos que a la gran mayoría les harán enarcar una ceja.
Por las segundas nos referimos a los nuevos controles de tiro y pase en profundidad, activados por defecto, que hacen que aparezca una especie de punto de mira en el césped o la portería que nos indica hacia dónde va a ir nuestro pase o tiro. La idea de esto es dar a los jugadores una mayor precisión pero, como ocurre siempre que hay que mirar a dos sitios y controlar dos cosas al mismo tiempo, acaba haciéndose muy lioso y los jugadores probablemente lo cambien al control clásico a la primera pulsación de pausa. El "entrenamiento intensivo" intenta enseñarnos cómo controlar esto, y es muy interesante para aprender el nuevo control de los penaltis (con punto de mira opcional), pero pensamos que a muchos jugadores igualmente no les convencerá. Se mantiene, eso sí, el sistema de disparo manual, sin punto de mira, que los jugadores veteranos adoran.
El gran cambio es la forma de defender. Siguiendo un poco la pauta de FIFA, ahora las entradas ya no se hacen automáticamente, sino que tendremos que pulsar dos veces el botón X/A, el de presionar al rival, para hacerlas. Nos parece una decisión brillante. El botón R2/RT del que hablábamos antes se usa ahora para lograr controlar mejor el balón tras un centro, no para todos los pases, y cuando llevemos el balón se usará para realizar control con la suela, algo realmente útil en muchas situaciones. Podremos acariciar la pelota con el pie del jugador, realizando pequeños regates o logrando esa vía libre para centrar, y combinando pulsaciones con otros movimientos realizaremos algún que otro regate, siempre y cuando nuestro jugador sea habilidoso. El resto de regates se hacen driblando con el jugador y pulsando R1 para arrancar y sacar el balón del alcance del rival.
El añadido que sí que nos ha gustado realmente, aunque es muy sutil, es el mayor uso del joystick derecho para acciones del juego. El año pasado podíamos picar el balón al recibirlo, llegando a hacer sombreros, y ahora podremos hacer más movimientos con él, controles orientados, bicicletas y pequeñas fintas, y también cargar contra un jugador rival cuando no tengamos la pelota. Sin duda, el mejor uso que se le ha dado al joystick derecho en los PES de los últimos años, liberándolo de funciones "off the ball" para integrarlo en el juego de una manera coherente y sutil, que los mejores jugadores aprenderán a aprovechar.
Hay otros cambios que el juego nos cuenta a base de consejos o en el tutorial (pero no interactivo, sino en vídeo, lo que resulta muy extraño). Por ejemplo, podemos asumir el control del portero al vuelo e intentar parar un remate de un rival, y pedir a los jugadores que adelanten líneas al sacar de puerta, pulsando R1. También se muestra en el tutorial cómo durante el partido cambia la moral de los jugadores. Marca un gol o da un gran pase y el jugador mejorará su estado animico; falla una ocasión cantada, o en el caso del portero haz una cantada, y empeorará. Esto se nota mucho a la hora de jugar. El equipo que va por delante en el marcador tiende a venirse arriba.
Un motor que funciona bien, pero una inteligencia artificial que falla
El promocionado motor Fox Engine luce muy bien a primera vista. Permite un repertorio de animaciones mucho mayor que en anteriores juegos, manteniendo esas facetas exclusivas y características de los jugadores estrella, y sobre todo se nota más sólido. Quizás no llegue al nivel del "Impact Engine" que han mostrado los últimos FIFA, pero sí que mejora con creces todo lo referente al contacto entre jugadores y al comportamiento de la inercia en carrera y las entradas, con un balón que se nota con peso y realista y que es probablemente el mejor en juego de fútbol alguno. Los rostros de los jugadores, que tanto se habían ensalzado hace meses, no impactan tanto como se prometía. Algunos son muy parecidos y están muy bien hechos, otros no se parecen en nada, y el repertorio de expresiones faciales es limitado. Las grandes estrellas se llevan más atención, como siempre, y los Messi, Cristiano y compañía nos sorprenderán con movimientos y animaciones características.
El salto gráfico es evidente y bienvenido, pero falla la optimización, con más ralentizaciones de lo habitual, incluso en el menú de táctica. Donde realmente falla el motor, o al menos el juego, es en la inteligencia artificial de los jugadores y los equipos, la gran laguna que han comentado muchos usuarios que han probado la demo y que, aunque paliada en esta versión final, sigue presente en muchas ocasiones. Veremos esas malas costumbres de los juegos de deportes, como jugadores que se desentienden de la jugada estando pegados al balón porque el control ha cambiado automáticamente a otro, defensas que se obcecan y no despejan el balón, permitiendo que se nuestro delantero se lo robe y metamos gol, y porteros que se tiran antes de tiempo o cometen errores de juvenil, permitiendo que les marquemos goles un tanto absurdos.
Todo esto es una lástima, porque los partidos, tanto contra otros jugadores como contra la máquina, son realmente intensos, y la inteligencia artificial de la CPU, fallos aparte, es bastante buena y dura de pelar. Nos presiona, puede llegar a dominarnos y a ponernos en serios aprietos, pero, cuando parece que nos va a ganar definitivamente, comete una cagada y le empatamos el partido. La mejora gráfica que trae consigo el Fox Engine hace que las animaciones del juego hayan progresado una barbaridad y que soñemos con lo que nos puede dar el futuro; veremos muchas cosas que nos sorprenderán, controles orientados, toques sutiles de balón, pases en posiciones acrobáticas o imposibles… situaciones que no se daban en anteriores juegos porque no había manera de representarlas. El progreso en este aspecto es muy positivo, y solo chirría un poco a la hora de las transiciones entre algunas.
Concluyendo con el apartado jugable, tan unido a lo técnico en los juegos de fútbol, podemos decir que Pro Evolution Soccer 2014 ha intentado dar un paso atrás para dar dos hacia adelante, pero el juego se ha lanzado antes de tiempo. Es una nueva base con cosas que funcionan muy bien, el progreso en las animaciones permite muchas nuevas situaciones de juego, pero los fallos en la inteligencia artificial le lastran demasiado. Llega a ser muy divertido, pero esos errores inexplicables nos cortan las alas. Otro indicio claro de que al juego le ha faltado tiempo de desarrollo es la ausencia de lluvia. No, no hay lluvia, algo injustificable.
Las nuevas opciones tácticas
La "pizarra" de Pro Evolution Soccer sigue siendo un sistema de gestión de equipo muy superior al de su rival, permitiéndonos posicionar perfectamente a cada jugador en el terreno del juego, asignándosele un rol automáticamente, o dándoselo nosotros. Este sistema sigue siendo impecable y no ha tenido cambios notables, pero en lo que se refiere a opciones tácticas el juego ha ganado nuevos parámetros que ajustar, permitiéndonos más opciones para que nuestro equipo juegue como queremos, algo que se nota mucho a la hora de jugar: la presión arriba, la preferencia por los pelotazos largos o las transiciones rápidas a la hora de pasar de ataque a defensa serán como las configuremos, y veremos cómo el equipo se ajusta a nuestras órdenes.
Comentaristas con repertorio limitado
Aunque el juego nos recibe de forma inmejorable, con el aria Nessun Dorma del Acto III de la ópera Turandot interpretada por la Orquesta Firlamónica de Eslovaquia (según Shazam), el apartado sonoro de Pro Evolution Soccer 2014 se ve lastrado por la poca variedad de comentarios. Es como si Carlos Martínez y Maldini tuviesen un repertorio más corto que nunca, con menos comentarios para las jugadas y frases peor hiladas con los nombres de los jugadores. Aparte del bajón en los comentarios, el elenco de sonidos de la hinchada ha mejorado, e incluso corean a jugadores en concreto, y la banda sonora, óperas aparte, incluye temas bastante variados, e incluso míticos como Guantanamera.
Modos de juego y licencias
Otro elemento en el que PES siempre ha dado palos de ciego es el tema de las licencias, aunque no por Konami, que hace todo lo posible, sino por el dominio de FIFA en ese sentido y los esfuerzos de EA Sports por no dar aire a los desarrolladores ni a los seguidores de la saga. Las ligas europeas mantienen completamente licenciadas España, Holanda y Francia, todos los equipos de Italia (pero no la liga en sí), solo el Manchester United en Inglaterra, cuatro de Portugal (entre ellos Benfica y Porto, pero no Sporting) y, en el apartado de otros clubes, tres alemanes (Bayern, Leverkusen y Schalke) entre los que no está el Borussia Dortmund. En este último aspecto, el de los "otros clubes europeos", se da un paso atrás, habiendo menos que el año pasado. Mantiene la licencia de la Champions y de la Europa League, también la de la Copa Libertadores, y añade la de la Champions League asiática. Eso sí, como contrapunto positivo agrega al completo las ligas de Brasil, Argentina y Chile. En cuanto a selecciones, tan solo unas pocas aparecen con licencia oficial (entre ellas España, Francia, Alemania, Portugal, Inglaterra y Turquía), destacando obviamente la ausencia de Argentina, Holanda y Brasil.
Los dos principales modos de juego offline siguen presentes sin grandes cambios, solo pequeñas novedades. El modo Sé una Leyenda permite esta vez desempeñar la función de portero, algo que ya comentamos líneas atrás, haciendo que tengamos que parar y que también podamos dar órdenes a nuestro equipo, tanto en defensa como en ataque. La Liga Master ha simplificado su interfaz para mejor, resaltando los eventos, no el tiempo en sí, y se ha tomado prestada de FIFA la opción de ejercer de seleccionador nacional compaginándolo con la gestión del club. El modo online, no disponible hasta mañana, incluye la opción 11 contra 11 por primera vez. Por último, quizás el añadido más notable en los modos de juego sea que vuelve el modo Liga, normal y corriente, una inexplicable ausencia del año pasado.
Un deja vu en el que tenemos que confiar
Al final, este renacimiento que supone Pro Evolution Soccer 2014 tiene una sensación de deja vu, porque la saga lleva haciendo o diciendo esto los últimos cinco años. Esta vez, sin embargo, va completamente en serio, porque toda Konami va a usar el Fox Engine, y es de esperar que ésta sea la base con la que se desarrollen las entregas de PES de nueva generación, que llegarán el año que viene, ya que este 2013 no existirán. Como ya hemos dicho, sus buenas ideas y progresos se ven lastrados por los fallos de la inteligencia artificial; pero del mismo modo que FIFA 07 supuso un nuevo inicio para la serie rival, que demostró ser un acierto pocos años después, el Fox Engine es el futuro de Pro Evolution Soccer y tendremos que dar un voto de confianza. Pero, por favor, que dejen de cambiar cosas compulsivamente.