Análisis de One Piece Unlimited World Red (PS3, Nintendo 3DS, PSVITA, Wii U)

One Piece es una de las tres licencias más importantes del manga para los videojuegos junto a Dragon Ball y Naruto. Que no se enfaden los seguidores de Saint Seiya o incluso Hokuto no Ken, la realidad es que Bandai Namco tiene en su catálogo una mina de oro con estos personajes y es razonable que sean aprovechados/exprimidos con varios lanzamientos anuales entre diversas plataformas. El año pasado nos llegaron Pirate Warriors 2 y Romance Dawn, así que podríamos pensar que aún tardaríamos algo en ver a Luffy de vuelta a las consolas. Nada más lejos de la realidad, este grupo de piratas está de vuelta con One Piece Unlimited World Red, lanzado en Japón originalmente para 3DS el 21 de noviembre. Por sorpresa, a Europa y Norteamérica no llega esta versión en solitario, lo hará acompañada de tres más, para PS Vita y dos en consolas domésticas, Wii U y PlayStation 3, además con algunas novedades.
Esta historia comienza cuando la tropa se dirige a una isla acompañados de Pato, un mapache con la curiosa habilidad de materializar los dibujos que hace en hojas, por ejemplo, unos prismáticos. Se trata de uno de los dos personajes creados por Eiichiro Oda para la ocasión –el otro es Red Count-, garantizando que hasta los seguidores del manga se lleven sorpresas en el argumento. Tras llegar a una pequeña aldea los piratas separan sus caminos para investigar el lugar y así descubrir la parte aventurera de los One Piece Unlimited: hablar con los habitantes, escuchar sus historias, peticiones o explorar la parte superior de los edificios gracias a la capacidad de estirar el brazo de Luffy y llegar a lugares inaccesibles de otra manera.
Tras pasar una noche en un hostal, el protagonista descubrirá que salvo Pato el resto de compañeros han sido secuestrados, motivo por el cual deberemos empezar a visitar otras localizaciones bien protegidas por enemigos. Unlimited World Red mantiene el doblaje original en japonés y textos traducidos al español, lo cual se agradece mucho dada la importancia de los diálogos a la hora de aceptar encargos de los ciudadanos y saber qué materiales se nos piden.
El modo historia reparte su tiempo en varios aspectos, desde la parte de aventura ampliando el número de locales importantes para el crecimiento de la aldea, nuestra mejor preparación para el combate y obtener más misiones, ayudando a construir una farmacia, una fábrica o extender los límites de esta urbe, y para hacerlo será necesario disponer de materiales básicos que se consiguen principalmente en el campo de batalla. También hay unas cuantas actividades paralelas en forma de minijuegos de jardinería, pesca o caza, con su correspondiente prueba de pulsación de botones. Esta parte no es el grueso de la jugabilidad, pero cumple su papel para dar variedad y respiro a los combates, siendo por tanto el punto diferenciador respecto a los Pirate Warriors de Omega Force.

Para encontrar a los compañeros, recolectar objetos y en definitiva avanzar en la historia habrá que salir a luchar en mapas repletos de enemigos y algunos jefes. El recorrido es principalmente lineal, disimulado un poco con bifurcaciones y haciendo que para atravesar ciertas secciones antes debamos realizar algún tipo de tarea. Los jefes, por cierto, son uno de los puntos fuertes de Unlimited World Red, y aunque en general no presentan nada fuera de lo normal, ya sea por sus imponentes dimensiones o la resistencia y peligrosidad de ataques están muy por encima de lo que ofrecen las oleadas de marines clónicos.

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