Análisis de Lost Dimension (PS3, PC, PSVITA)
Uno de los problemas de muchos JRPG, o juegos de rol japoneses, es su reducido presupuesto. No tanto por mejorar los aspectos técnicos, que siempre ayudan a dar una mejor imagen aunque no sean imprescindibles, sino porque muchas veces las buenas ideas quedan sin explotar por culpa económica. Lost Dimension es uno de esos casos, un juego muy interesante que queda a un peldaño de dar la campanada.
El juego nos presenta un futuro cercano donde aparece una amenaza desconocida. Un hombre destruye una ciudad y en el centro de la misma se erige una torre. Lo peor es el ultimátum a la población mundial: 13 días para causar la destrucción total de la civilización.
Este personaje llamado The End invita a las Naciones Unidas a enfrentarse a él, así que con nada que perder, eso se hace. La última esperanza está puesta en un grupo de jóvenes del equipo SEALED, dotados con poderes mentales y telequinéticos, que decidirán ascender la torre y enfrentarse a The End.
El argumento tiene sus puntos curiosos, no lo vamos a negar. Muy pronto el villano revela que entre los jóvenes se encuentra un traidor, y resulta que nuestro protagonista tiene una habilidad especial de ver destellos del futuro, lo cual da mucho juego para las dudas que aparecen pronto entre los SEALED. Pero por otra parte, el trasfondo es bastante tontorrón y sin sentido. The End aparece de la nada, sin justificación, y la calidad de las secuencias animadas es realmente floja. Incluso el doblaje al inglés –que no es algo que los jugadores hispanohablantes critiquemos habitualmente- es de tercera fila.
La mala impresión inicial, acompañada por un apartado gráfico que delata la base de portátil –y ni siquiera en PS Vita destaca mucho- queda paliada cuando entramos en materia y la historia se desarrolla mejor. Lost Dimension auna rol y estrategia de una manera muy similar a uno de nuestros juegos favoritos de la anterior generación, Valkyria Chronicles. Y eso sólo puede ser bueno. El parecido salta a la vista: las unidades desplegadas –pues no todos entran en combate- tienen un desplazamiento propio, es decir, se mueven por un área circular para acercarse a enemigos y conseguir así que entren en nuestro rango de ataque.
El sistema es muy completo: estrategia en tiempo real con turnos para personajes y enemigos, contraataques, ataques en colaboración según posición de unidades o la confianza, uso de habilidades Gift únicas, y –muy útil- cesión del turno a otro compañero para evitar tirar una oportunidad. Esto último, que no suele estar presente en otros títulos del estilo, permite que un personaje débil o con desplazamiento reducido de una segunda oportunidad a una unidad fuerte, aprovechando así dos ataques del mismo en una única ronda.
Lost Dimension nunca alcanza la genialidad de la saga de Sega, el diseño de los niveles carece del aspecto abierto de Valkyria Chronicles, mucho más intrincado –casi de shooter-, con uso de coberturas y tácticas de pinza para sentir la emoción de controlar un batallón. El juego desarrollado por Lancarse favorece menos la creatividad, es muy directo –o simplificado-. Es justo reconocer que tiene un aire muy parecido, y es una gozada planear bien los movimientos, pero la poca influencia del terreno hace que el combate parezca un sucedáneo que sólo ha tomado prestado la mecánica del control y turnos.
Los SEALED son muy diferentes entre sí, hay quien compensa movimientos reducidos por magia o una demoledora escopeta. La evolución de las habilidades se realiza mediante un árbol, consumiendo puntos se desbloquean nuevas técnicas para el combate y se potencian las adquiridas. En poco tiempo habrás elegido a tus unidades favoritas y sabrás adaptarte a cada partida dependiendo de las necesidades de la misión. Aunque muchos se puedan agrupar en clases por sus cualidades de ataque o estilo, hay suficientes matices como para que todos tengan su utilidad.
Los combates de estrategia son una parte de la jugabilidad, pero hay más. Entre misión principal u opcional se desarrolla una fase de novela visual donde fortalecemos la confianza entre personajes. Está el tema del traidor, que da un tono parecido al de los juegos Danganronpa, y ese papel varía dependiendo del desarrollo de la historia. Volvemos a recordar que la historia general está muy manida, sin embargo la personalidad de estos jóvenes y la dura decisión en los momentos de decidir qué personaje debe morir hace que nos preocupemos mucho por elegir bien. Gracias a la visión premonitoria y la lectura de pensamientos de los compañeros el protagonista juega con un poco de ventaja.
No obstante, tampoco esta parte está del todo pulida. Muchos de los diálogos con los personajes son intrascendentes y no profundizan todo lo que nos gustaría en su perfil. En cierta manera también así era con los estereotipos de Danganronpa, pero en ese caso el argumento se apoyaba en una mejor ambientación, un misterio mucho más sólido. Además, parte de la información del mundo se proporciona en unos coleccionables que se consigue en el campo de batalla, y a menos que realmente sientas interés por el juego no es la manera más cómoda de conocer el trasfondo.
Es una pena que esta producción tenga unos recursos técnicos limitados y lo que es peor, un estilo artístico tan… ¿Sin estilo? Mezcla personajes anime que corren sobre escenarios postapocalípticos de poco color. De vez en cuando la arquitectura muestra algo de originalidad, pero la mayor parte del tiempo no invita a recrearse con los gráficos tridimensionales. Falta esa chispa de aire fresco con la que puedas relacionar una imagen del juego con su título.
Los retratos de personajes 2D para diálogos están bien animados y hay que admitir que su diseño no cae en el fan service más fácil. La crítica está en que parecen secuencias de vídeo con mucha compresión. En gran pantalla se aprecia que no son animaciones nítidas, parece que ha sufrido un reescalado. De todas formas, es obvio que Lost Dimension no destaca mucho en gráficos o música –de corte electrónico- y no aguantaría bien un análisis exhaustivo de estos apartados.
Conclusiones
Lost Dimension podría reunir lo mejor del rol estratégico y novela gráfica en un juego notable. La valoración final no es tan entusiasta, pero nos ha sorprendido positivamente para ser un tapado veraniego con nula promoción. Lejos de ser perfecto o de destacar en algo, la combinación encaja bien y es fácilmente rejugable por la imprevisibilidad de los traidores.
Teniendo en cuenta su sistema de misiones y la poca demanda de potencia se nos antoja un lanzamiento más apropiado para portátil, aunque PlayStation 3 también es buena elección salvo por las carencias gráficas, más visibles. Si estas cuestiones no son un obstáculo y aprecias los géneros que engloba, no lo dudes: dale una oportunidad.