Análisis de Lollipop Chainsaw (PS3, Xbox 360)

Analizar un juego de Suda 51 siempre resulta una tarea complicada. Títulos como No More Heroes o Shadows of the Damned definen perfectamente el particular y extravagante estilo que desprenden todas sus creaciones, demostrando que el japonés hace los juegos que quiere hacer y no los que le obligan a desarrollar. Amados por muchos, odiados por otros e indiferentes para el resto. La polémica suele estar servida con cada uno de sus lanzamientos, provocando opiniones de todo tipo, por lo que el veredicto sobre la calidad de sus obras acaba siendo una cuestión muy personal donde influyen más que nunca los gustos de cada uno.

Lollipop Chainsaw no iba a ser menos, y es que solo hay que ver su planteamiento para darnos cuenta de la propuesta tan bizarra y fuera de lo común ante la que nos encontramos, ya que seremos una animadora de instituto cazadora de zombis que se dedica a acabar con los nomuertos a golpe de pompones y motosierra.

Un jugoso plato que no es para todos los paladares, pero que sabe divertir como pocos.

Un apocalipsis zombi muy animado

El título comienza el día que Juliet, la protagonista por excelencia de esta aventura, cumple 18 años. Como era de esperar las cosas no tardarán en torcerse, y de camino al instituto, donde ha quedado con su novio Nick, se encuentra con que las calles están repletas de zombis. Tras unos pocos minutos de juego, donde nos irán enseñando los controles básicos, llegaremos junto a él, pero intentando protegernos acabará siendo mordido por un nomuerto. Para salvarle, Juliet decide cortarle la cabeza con una motosierra y mantenerla viva mediante un ritual de magia negra. A partir de aquí, comenzará una historia completamente absurda y surrealista, en donde casi todo lo que pasa ocurre porque sí, por lo que os recomendamos que disfrutéis de las burradas que veréis en pantalla sin pararos a pensar demasiado en el sentido que puedan tener.

El juego destila mucho humor negro y bastantes bromas con un estilo muy especial que no gustará a todo el mundo, como cuando Nick pregunta a Juliet por qué salen arcoíris cuando mata zombis, a lo que esta le responde que se debe a lo "alucinante" que es. En cuanto a los personajes no veremos a ninguno medianamente normal, algo que comprobaremos rápidamente a medida que conozcamos a Juliet y a su familia.

Ya entrando en el plano jugable descubriremos que se trata de un título bastante tradicional y que no se aleja demasiado de lo que estamos habituados a ver en este tipo de juegos. Por un lado tenemos los ataques con pompones pulsando X/cuadrado (según versión), los cuales nos servirán principalmente para aturdir enemigos. La sierra mecánica podremos usarla con Y/triángulo para decapitar zombis, mientras que para atacar enemigos que se arrastren lo mejor será utilizar A/X. Estos ataques se pueden combinar con diversos combos que tendremos que ir comprando, los cuales nos permitirán matar de forma mucho más efectiva y conseguir mejores puntuaciones. También tendremos un movimiento de esquiva con B/círculo, lo que nos permitirá saltar zombis para esquivar sus ataques y contraatacar después.

Posteriormente iremos consiguiendo varias mejoras para nuestra motosierra a medida que avancemos, que nos darán habilidades como embestir mientras corremos a toda velocidad con el arma por delante o la capacidad de convertirla en un cañón para atacar a distancia. Para esto último os recomendamos desactivar el apuntado automático del menú de opciones, ya que tenderá a fijar los cuerpos de los enemigos, haciendo que disparar a la cabeza sea toda una odisea. También podremos rellenar una barra que nos permitirá activar un modo especial para decapitar zombis de un solo golpe durante un limitado periodo de tiempo. Para curarnos podremos usar los Chupa Chups que vayamos encontrando por el escenario o los que compremos en las tiendas. Mientras mayor sea la dificultad, menos podremos llevar.

La aventura se divide en seis niveles principales y uno de prólogo. Básicamente nos limitaremos a avanzar por ellos en línea recta matando a todo lo que se mueva, ya que sus diseños no dejan mucho margen para la exploración, aunque hay algunos objetos ocultos en ellos que no nos costará demasiado encontrar. Su desarrollo nos recordará en cierta forma a los clásicos Beat 'em up de 16 bits, donde vamos superando secciones llenas de enemigos que hay que liquidar primero para pasar a la siguiente.

Esto es algo que hoy en día podría resultar bastante repetitivo, pero en Grasshopper Manufacture se han encargado de incluir la suficiente variedad de situaciones para que esto no llegue a suceder, aunque siempre partiendo de la premisa de matar a tantos zombis como se pueda. Los combates son variados, ya que a pesar de que los enemigos siempre son zombis, los hay de muchos tipos diferentes, lo que nos obligará a plantear diversas estrategias para cada uno. Por ejemplo hay zombis con dinamita que explotan si entran en contacto con los que están ardiendo. También los hay que van con pistolas, otros que realizan ataques de sumo, etc. Esto hace que a pesar de que en las dificultades más bajas la técnica de machacar botones nos pueda servir para pasarnos el juego, en las dificultades más elevadas tengamos que medir muy bien los tiempos y los combos para salir con éxito de las diversas situaciones ante las que nos encontraremos y conseguir las mejores puntuaciones.

Además, el título está salpicado de diversos minijuegos, como un partido de baloncesto zombi donde tendremos que encestar las cabezas de los zombis o una pantalla inspirada en el clásico Pong, donde debemos acabar con todo lo que se mueva mientras procuramos esquivar la pelota que va rebotando de un lado a otro.

Tampoco podemos olvidarnos de los jefes de final de nivel. Cada uno de ellos suele representar un estilo musical distinto (rock, metal, funk, etc.) y tienen varias fases. Estos enfrentamientos suelen ser muy tradicionales, planteando unos combates donde tendremos que aprendernos las rutinas de sus ataques para esquivar y atacar cuando sea preciso. La calidad de estas batallas es variable, por lo que nos encontraremos con algunos jefes muy poco trabajados frente a otros bastante divertidos y espectaculares.

Los recurrentes QTEs son otra constante del título y nos asaltarán continuamente, aunque no están del todo mal implementados. Básicamente los usaremos en algunos minijuegos, en varios ataques especiales y a la hora de cortar algún elemento del escenario, como una puerta, para abrirnos camino.

La aventura principal es bastante corta y apenas nos durará unas cinco o seis horas, aunque incluye multitud de contenidos desbloqueables, un par de finales y un modo de marcadores que funciona a las mil maravillas para incitar a su rejugabilidad. Podremos comprar en la tienda mejoras para Juliet, trajes, combos, música, ilustraciones, etc. Dependiendo de lo que queramos comprar nos costará monedas normales o de plata. Las primeras las encontraremos por el escenario y las conseguiremos al matar zombis de cualquier tipo, mientras que las segundas las obtendremos al acabar con enemigos más poderosos de lo normal o al hacer combos de Caza Brillante (es decir, cuando matamos a 3 o más zombis de un solo golpe o cuando conseguimos eliminar a varios consecutivos con un solo disparo).

Pero donde radica la base de toda su rejugabilidad es en el modo Marcadores. Después de superar un nivel en la historia, podremos rejugarlo en este modo, en el cual se nos anima a conseguir la mayor puntuación posible y subirla a los marcadores online. Para ello tendremos que evitar morir, realizar muchas cazas brillantes, matar todo lo que podamos y superarlo en el menor tiempo posible. Esto hace que solo aquellos que disfruten superando sus propias marcas sean los que consigan sacarle el máximo partido al título, mientras que al resto quizás se les quede demasiado corto, ya que este sistema de puntuaciones cuenta cada vez con menos adeptos hoy en día, y el hecho de desbloquear contenidos extras puede no ser aliciente suficiente para seguir jugando.

Un apartado artístico con mucho estilo, pero poco destacable técnicamente

Gráficamente Lollipop Chainsaw no es un título que destaque especialmente. Todo presenta un estilo que intenta imitar el de un cómic, pero las texturas, los modelados y los efectos gráficos no llegan a ser nada del otro mundo en ningún momento. Eso sí, los escenarios son variados visualmente y la mezcla de sangre, desmembramientos, arcoíris y corazones que presenciaremos mientras masacramos imprimen al título un estilo muy particular y único, a lo que hay que sumarle las magníficas animaciones de Juliet. Que sea una animadora no es algo simplemente anecdótico, ya que cuando golpea lo hace prácticamente bailando.

El apartado sonoro es probablemente lo mejor del juego. La banda sonora cuenta con temas licenciados de todo tipo, y cuenta con la participación de grupos como Dragonforce o Arch Enemy. Todos ellos se adaptan perfectamente a lo que vemos en pantalla y nos meten de lleno en la acción. También hay que destacar unos efectos de sonido bastante notables, especialmente el de la motosierra, y un doblaje en inglés a la altura, con unas interpretaciones muy logradas y que consiguen dar vida a los personajes (con subtítulos en castellano).

Conclusiones

Lollipop Chainsaw es una de esas rarezas que tan bien sientan a la industria de vez en cuando y que nos recuerda que hay vida más allá de los títulos de siempre. A pesar de que jugablemente no innova ni ofrece nada nuevo y que la duración de su campaña principal es bastante escasa, ha conseguido mantenernos con una sonrisa en la boca y divertirnos prácticamente de principio a fin. Uno de esos juegos que desprende ese algo especial, esa magia, que lo hace único y que muchas veces echamos de menos en las grandes superproducciones. Si su propuesta os llama la atención probadlo sin miedo, ya que Juliet tiene mucha diversión que ofreceros.