Análisis de Command & Conquer Red Alert 3: Commander's Challenge PSN (PS3, Xbox 360)
Con una cuarta entrega de Command and Conquer anunciada, Tiberian Twilight, por el momento en exclusiva para PC, los fans de la estrategia en consola aún tienen un título con el que invertir horas de inteligencia como comandantes de un bando en guerra gracias a Command and Conquer: Red Alert 3: Commander's Challenge.
Distribuido de forma exclusiva para formatos digitales, Xbox Live y PlayStation Network, este contenido ha podido ser jugado con anterioridad en la expansión Uprising del último Command and Conquer para compatibles. El éxito del género en PC y consolas parece ser bastante dispar a tenor del apoyo que brinda EA a cada plataforma, algo que por otra parte, era de esperar en una saga tan veterana y querida como lo es la creación original de Westwood Studios en PC, pero no podemos dejar de agradecer que al menos llegue más contenido de este tipo en consolas, más a un precio asequible a todos los bolsillos, 9,99 euros en la consola de Sony, 800 puntos en la consola de Microsoft.
Estamos ante una expansión independiente, que no requiere de Command and Conquer: Red Alert 3 para ser jugado. Está compuesto por un tutorial y varias campañas que expanden la historia de las tres facciones en liza –Naciones Aliadas, Imperio del Sol Naciente, Unión Soviética- con el retorno de algunos generales de Red Alert 3, otros nuevos, y algunas armas y unidades no presentes en Red Alert 3. Parece una idea apetecible para todos aquellos usuarios de PlayStation 3 y Xbox 360 con ganas de más estrategia, pero lamentamos que no se haya incluido toda la expansión Uprising, lanzada a principios de año, y la presencia de modos multijugador –que el juego no incluye- podría haber hecho de Commander's Challenge una compra obligada para cualquier jugador de la estrategia.
Commander's Challenge posee 50 misiones -13 principales y 37 secundarias- que ponen a prueba las dotes de liderazgo frente a algunos enemigos imponentes dispuestos a complicarnos la vida, ya sea con osos polares o escolares japonesas.
Las tablas de records añaden interés, pues quizás te pique superar los tiempos dedicados a completar una misión, además de reportar dinero, así que son una buena excusa para rejugar a una misión terminada varias veces. Es, a la larga, el principal motivo para continuar jugando una vez se ha completado todo el juego.
No todas las unidades están disponibles desde un principio, y éstas se van obteniendo según superamos las misiones. Podemos jugar a cualquier misión con cualquier facción, y superarla desbloquea nueva tecnología para alguno de los bandos. Esta tecnología que se desbloquea puede determinar las facciones con las que jugar –pues quizás es más sencillo salir victorioso en ese momento con una en concreto-, y si deseamos, podemos volver a completar el reto con otro equipo más adelante y disfrutar con la nueva estrategia gracias a las nuevas unidades Giga Fortress, Desolator y Cryo Legionnaire.
La mecánica es similar a un modo escaramuza, luchando contra generales rivales. No todas las construcciones pueden ser situadas en todas las superficies, tierra, mar o aire, pero la libertad para crear nuestra estrategia es amplia, gracias también al diseño de los mapas. Es, tal y como se promete, nuevos retos que expanden la jugabilidad de Red Alert 3 sin crear ninguna revolución más allá de las nuevas incorporaciones. El control también se mantiene intacto respecto al juego "completo", para bien o para mal. El desplazamiento por la pantalla mediante sticks no es una tortura pero carece de la precisión y velocidad de un ratón, a pesar de poder usar un pequeño acceso directo a zonas lejanas con una miniatura de la zona en la esquina superior. Seleccionar unidades puede llegar a ser más problemático de lo que debería.
Commander's Challenge parece pensado casi exclusivamente para los usuarios de Red Alert 3, o al menos, jugadores con cierta práctica en los juegos de estrategia. El tutorial intenta aclarar los conceptos básicos –pero lo hace una manera muy superficial-, y también es cierto que el control peca de algo complejo con un pad como para adentrarse por primera vez con este título. Al ser un título digital, la ausencia de un manual detallado sobre las habilidades de cada unidad o algunas estrategias básicas convierten las primeras horas en una prueba de ensayo y error. Para completar la lista de barreras, el juego no está doblado ni traducido, así que entender lo que hacemos en las explicaciones se puede convertir en una proeza si desconocemos el idioma. Como conclusión, no cabe más remedio que admitir que este título de descarga no es aconsejable como medio de iniciación al género o a Red Alert, algo que cerrará las puertas a muchos usuarios tentados en probar la saga. Commander's Challenge recibe al jugador listo para el combate, dando por hecho que tiene varias horas a sus espaldas en Red Alert 3.
La adaptación a consola no ha sido perfecta. No ya por los problemas inherentes al control, también el juego decepciona en algunos aspectos técnicos. Cierto es que no esperamos un título que explote la potencia de los sistemas, y que hay detalles sólo apreciables con una cámara más cercana, pero la conversión adolece de fallos como ralentizaciones en las batallas más "explosivas"; teniendo en cuenta que no estamos ante un juego puntero, al menos se pediría cierta estabilidad gráfica. La calidad de las sombras no es especialmente alta –son algo inestables, de baja definición-, hay falta de sincronización vertical bastante habitual, no demasiado molesta a la hora de jugar por su ritmo pausado, pero que desluce el conjunto. En el lado positivo, tenemos unos gráficos llamativos que además hacen distinguir bien las unidades, y variedad de entornos, además de un estilo propio característico, colorido y con numerosas explosiones en pantalla. Nada que por otra parte sorprenda a los jugadores de Red Alert 3.
En el apartado sonoro podemos decir que Commander's Challenge da la talla gracias a esa banda sonora de alto nivel que ha caracterizado a la saga desde siempre, gracias especialmente a dos "himnos" que ya forman parte de la música de los videojuegos, Soviet March y Hell March. Los sonidos ambientales también acompañan todo lo bien que deberían, y el único pero lo encontramos en las voces, no en cuanto a su interpretación o calidad, más bien en la ausencia de doblaje y en quizás, excesiva repetición de algunas frases. En definitiva, el mejor apartado del juego, pero no demasiado novedoso respecto a anteriores entregas.
Conclusiones
Más, aunque quizá no mejor, de Red Alert 3: nueva tecnología y bastantes retos que pueden ser jugados varias veces, que nos ofrecen decenas de horas frente a la pantalla. Una dificultad ajustada para los más expertos asegura que, al menos hasta ser exprimido, el contenido merece la pena. Los problemas de control pueden ser frustrantes si por su culpa perdemos una misión, pero los jugadores de Red Alert 3 en consola deberían estar acostumbrados a las particularidades del pad.
Sin toda la historia y el resto de opciones de Uprising, también hay que admitir que, una vez más, el PC debe seguir siendo la opción principal para el jugador. Si descartamos esa posibilidad, Commander's Challenge en consola ofrece lo que promete, a un precio reducido y sin obligación de poseer Red Alert 3. Si has disfrutado de Command and Conquer: Red Alert 3 en consola, no hay ninguna razón para no hacerse con esta expansión. Novatos, abstenerse.