Análisis de Borderlands 2 (PS3, PSVITA, Xbox 360, PC)

Ya está aquí uno de los juegos del año, y antes de entrar en detalle sobre todos y cada uno de sus apartados tenemos que dejarlo claro, ha cumplido sobradamente con las expectativas. A los que os gustó la primera entrega este os encantará, es mucho mejor en todos y cada uno de sus apartados. Tiene más variedad de enemigos, de escenarios, las misiones dentro de su limitada mecánica –siempre estamos disparando- son lo suficientemente diferentes entre sí para que no parezca que estamos haciendo siempre lo mismo, y su narrativa ha mejorado muchísimo, más cuidada y elaborada, gracias a un villano que derrocha carisma como Jack el Guapo y unos secundarios mejor construidos.

A los que dejasteis pasar el primer Borderlands o no os terminó de enganchar deberíais darle una oportunidad a esta secuela, puede que estéis saturados de shooters, ha sido la generación de los juegos de acción en primera persona, pero este derrocha personalidad, y es menos repetitivo y monótono que su predecesor. Coge el shooter más frenético que te puedas imaginar, con un cooperativo muy cuidado para cuatro jugadores, y llévalo a un mundo abierto, al estilo de los juegos de Bethesda como Fallout y The Elder Scrolls, con decenas de misiones para realizar y mazmorras que descubrir, pero sin un segundo de descanso, siempre pegando tiros.

Hay muchos elementos roleros, las armas tienen unas complejas estadísticas, a veces causan daños elementales, vemos los puntos de daño que causamos a los enemigos, y obtenemos puntos de experiencia que nos permiten subir de nivel y comprar habilidades, haciendo a nuestro personaje a medida, dentro de las cuatro clases disponibles. Pero sería excesivo decir que es un RPG de acción, es más bien un shooter en mundo abierto con toques de rol, que cogiendo cosas de aquí y de allá, ha creado un género casi nuevo, que todavía nadie se ha atrevido a imitar o replicar, algo que creemos que va a cambiar después del éxito que vaticinamos a esta segunda parte.

Realmente Borderlands 2 es una secuela muy continuista, nunca rompe con la mecánica heredada de la primera entrega, y hubiera sido de tontos hacerlo, ya que fue toda una sorpresa y enamoró a millones de jugadores. Su gran logro es ser muy consciente de los errores del primer Borderlands, y atacarlos de manera decidida y directa, sin contemplaciones. Si había algo en él que no os gustaba o que no os terminaba de convencer, excepto su mecánica principal, tened por seguro que en la secuela se ha solucionado o solventado casi por completo. Que los enemigos se hacían repetitivos y poco variados, aquí hay muchos más tipos, que la historia era casi anecdótica, ahora cuenta con una mayor carga narrativa, que las misiones eran poco variadas, ahora da la sensación de que sí lo son. ¿Demasiado desierto? Ahora hay una mayor variedad de escenarios.

Pero claro Borderlands tenía muchas cosas buenas, por eso se convirtió en un éxito, y han sabido tocarlas lo justo para mejorarlas sin estropearlas, y en algunos casos, como el irreverente humor que impregnaba la obra, se ha potencia hasta límites insospechados, y muy surrealistas. Nos hemos reído a carcajadas en más de una ocasión, es cierto que es un humor un poco de brocha gorda, bastante bruto, soez y simplón a veces, pocas veces sutil, pero ese es el tono del general del juego, Borderlands es puro exceso, y su humor va en consonancia. Nos encantaría contaros alguno de los mejores chistes o chascarrillos, alguna de las más locas misiones secundarias, pero sabemos que nos acusaríais de "spoilearos"y nos colgaríais del palo mayor, así que tendréis que descubrirlos –y disfrutarlos- por vosotros mismos.

Ya no solo es que la narrativa de Borderlands 2 sea mucho mejor que la del primero, es que incluso intenta arreglar la de aquel, volvemos a cruzarnos con muchos de sus personajes, incluso los cuatro protagonistas que cuentan con un papel muy importante en la secuela, y hasta podemos descubrir qué les motivo a viajar hasta Pandora. Cuando decimos que la narrativa está mejorada no nos referimos a una historia sorprendente, llena de giros, profunda y compleja, digna de una novela, para nada.

Queremos decir que hay constantes emisiones por radio, grabaciones de audio y diálogos, muy graciosos y bien escritos, una motivación clara de lo que tenemos que hacer y por qué lo hacemos en cada momento. Los personajes secundarios están muy bien construidos y hasta la más tonta de las misiones secundarias tiene una justificación y narrativamente se sostiene, además de saber encajar a la perfección con lo ocurrido en el primer juego, al que homenajea y hace guiños de mil y una maneras. El pirado y carismático Jack el Guapo, el excéntrico y muchas veces patético Claptrap, la desequilibrada Tina la Chiquitina, el sanguinario doctor Zed, el monopolista vendedor de armas Marcus, etcétera, todos los secundarios tienen sus momentos de gloria, y se les coge cariño.

Toneladas de acción

Si la acción te gusta pero no te enamora, o solo te entretiene un rato, Borderlands 2 no es tu juego, ya que te vas a hinchar a pegar tiros. No harás prácticamente otra cosa durante decenas de horas que no sea disparar a cientos de enemigos, y conducir a veces, pero sus toques roleros hacen que no sea tan importante la habilidad del jugador como sí una buena estrategia a la hora de llevar el equipamiento adecuado, de haber sabido evolucionar a tu personaje, y de enfrentarte a cada situación con las armas más convenientes. No estamos ante el típico shooter donde lo más importante es la buena puntería.

Al comenzar a jugar tenemos que elegir uno de los cuatro personajes disponibles, que se corresponden con las cuatro clases: Axton de la clase Comando, Cero el Asesino, Salvador el Gunzerker y Maya la Sirena. Nos dejan personalizarlos un poco, elegir entre unas pocas caras y colores, y a lo largo del juego vamos desbloqueando nuevos modelos, aunque la personalización a la hora de crear el personaje es sin duda uno de sus puntos débiles, un editor muy poco flexible. Las clases están muy bien diferenciadas entre sí, tienen principalmente una habilidad de acción que las diferencia del resto, pero es tan importante que condiciona toda la jugabilidad.

El Comando puede desplegar una torreta sable que dispara automáticamente a los enemigos, y es un personaje muy recomendable si pensamos jugar a Borderlands 2 solos, ya que contra hordas de enemigos esta torreta nos salvará en más de una ocasión el pellejo. El Asesino es capaz de engañar a los enemigos creando un señuelo, y es un personaje muy bueno para el combate a larga distancia, para usar rifles francotiradores, aunque también cuenta con una espada que puede hacer estragos en el cuerpo a cuerpo, pese a que es un personaje débil físicamente hablando.

El Gunzerker es capaz de usar armas a dos manos, y físicamente es el más fuerte de todos, el que más daño puede soportar. Y la Sirena es uno de los personajes más complejos de controlar, capaz de crear unos portales dimensionales que hacen desaparecer a los enemigos durante unos segundos que nos salvarán el pellejo más de una vez, entre otros poderes especiales y mágicos.

Cada personaje tiene tres árboles de habilidades, con unas diez habilidades en cada uno, que en la mayoría de los casos se pueden mejorar en cinco niveles, así que si echáis cuentas, a una mejora de habilidad por cada nivel que subimos, es imposible adquirir todas las habilidades y ni siquiera la mitad de ellas en una partida normal. No temáis demasiado en experimentar a la hora de adquirir habilidades, hay unos terminales donde podemos resetear los árboles y volver a gastar los puntos –a cambio de dinero-, acabareis descubriendo que una buena evolución del personaje puede ser la clave de la victoria.

Una de las novedades en la mejora de los personajes es el Rango de cabronazo, una enorme serie de desafíos que iremos cumpliendo poco a poco. Matar cierto número de enemigos, disparar un número de veces a la cabeza, recoger cierta cantidad de dinero, abrir cofres, comprar objetos, curarnos, y un larguísimo etcétera, hay más de 200 de estos pequeños logros o desafíos, que además cuentan con varios niveles. Según los vayamos cumpliendo, subimos nuestro rango de cabronazo, y según lo hagamos desbloqueamos códigos de cabronazo, que nos permiten adquirir mejoras medidas en porcentajes. Salud máxima, capacidad del escudo, daño de granadas, cadencia de fuego, precisión de las armas, etcétera, mejoras en pequeños porcentajes del 0,5% o el 1%, pero que finalmente acaban sumando bastante, y además no es solo para el personaje con el que los hemos conseguido, sino que son mejoras que se aplican a todos los personajes que creemos en nuestra partida.

Uno de los puntos fuertes de Borderlands 2 es sin duda su modo cooperativo para cuatro jugadores a través de internet, o para dos jugadores desde la misma consola a pantalla partida. Jugando con unos amigos es uno de los mejores juegos cooperativos que hemos probado nunca, la dificultad se ajusta en tiempo real al número de jugadores, y es un placer jugar en equipo y combinar las distintas clases, pierdes literalmente la noción del tiempo. El equipo perfecto sería aquel en el que participaran las cuatro clases de personajes, que se complementan a la perfección, y una de las curiosidades es que el botín es compartido, por lo que olvidaros de pegaros con vuestros amigos por recoger las mejores armas, y sí preparaos para resucitar una y otra vez a los más débiles del grupo.

La dificultad en la saga Borderlands está siempre muy clara y bien planteada, si te enfrentas a enemigos de tu mismo nivel el enfrentamiento será igualado, si te superan en uno o dos niveles la cosa se pone muy difícil, y si te sacan más de tres niveles de experiencia las pasarás canutas. En las misiones siempre te indican su nivel de dificultad, en relación a tu nivel, y antes de abordarlas sabrás el reto que te espera, algo que está muy bien medido, nunca te llevarás desagradables sorpresas.

Nosotros nos hemos acabado la historia principal en 25 horas, con 93 misiones secundarias superadas (sí, nos hemos puesto a contarlas), y 22 sin completar, por lo que estamos hablando de un juego de unas 30-35 horas para superar todas sus misiones. Una vez que te lo pasas desbloqueas su modo Buscador experto, con el que puedes empezar el juego desde el principio manteniendo tus habilidades, nivel de experiencia y equipamiento, pero apareciendo enemigos mucho más duros que te permitirán llegar hasta el nivel 50, cifra en la que nos espera un terrible jefe final, el mayor desafío del juego.

Es uno de esos raros casos en los que no te puedes limitar a seguir la historia y prescindir de las búsquedas secundarias, ya que las misiones principales tienen un nivel de exigencia y dificultad moderadamente alto, y se nos exige el nivel suficiente de experiencia para poder superarlas, lo que obligatoriamente nos empuja a las misiones secundarias para subir de nivel. Además como comprobaréis, las misiones secundarias ofrecen los momentos más originales, imaginativos, cómicos y locos del juego, por lo que acabas haciendo todas, a riesgo de perderte alguna genialidad.

Borderlands 2 engancha por distintos motivos, y se podría considerar el Diablo de los shooters. Te picas porque quieres subir de nivel, conseguir nuevas habilidades, armas, equipamiento, descubrir nuevos lugares, reírte con nuevos chistes o chorradas del equipo de guionistas de Gearbox, hay muchos alicientes que hacen que te mantengas pegado al mando. No pasas casi un par de minutos sin conseguir un nuevo arma, evaluar si te la quedas y la usas o bien la vendes, en probar qué armamento es más apropiado con cada tipo de enemigo, y aunque puede llegar en ocasiones a desbordar tan amplio arsenal –las armas se generan aleatoriamente, y hay tantas combinaciones como millones-, es sin duda una de las gracias del juego, el adquirir botines constantemente y aprender a valorarlos.

Hay una creencia popular que dice que Borderlands solo es divertido jugado en cooperativo, que para un jugador pierde la gracia y se hace monótono y repetitivo. Respetamos esta opinión, es algo muy subjetivo, pero creemos que la secuela también ataca ese aspecto, y se hace bastante ameno jugar solo, para nada echas de menos tener alguien a tu lado, aunque si lo tienes claro, la diversión se dispara. Te hablan constantemente por radio, encuentras grabaciones, todo el mundo de Pandora está más vivo, es más dicharachero, y jugando solo la experiencia para nada se resiente, es tan bien muy divertido.

Los puntos de viaje rápido están muy bien colocados, con mucho sentido, no hay apenas caminatas innecesarias, y la experiencia es más dinámica y ágil, puedes enlazar misiones rápidamente, sin estúpidos paseos. La ciudad de Sanctuary es el corazón del juego, donde se encuentran la mayoría de los personajes secundarios que nos encargan decenas de misiones, y desde aquí podemos ir en un suspiro a cualquier región del enorme planeta de Pandora, que es uno de los mapas más grandes que recordamos en juego alguno. Es inmenso, con multitud de lugares por descubrir, por lo que conviene explorarlo bien a fondo para descubrir todos sus secretos.

Los vehículos vuelven a estar presentes en Borderlands 2, se manejan bien, cuentan con buenas físicas, se pueden personalizar y elegir las armas, y hay vastas extensiones de terreno en las que luchar contra otros coches y helicópteros, y correr a lo loco dando enormes saltos. Pero lo cierto es que se sienten un poco desaprovechados. No hay apenas misiones que los usen intensivamente, y aunque bien implementados, da la sensación de que han pasado un poco de ellos, de que no han sabido explotarlos, y acaban sirviendo para ir de un lugar a otro, cuando creemos que se merecían algunas misiones secundarias que les sacaran más provecho.

Aunque casi todo son halagos, hay que admitir que es uno de esos juegos en los que o conectas con su mecánica a muerte y te atrapa y no quieres soltar el mando, te vicias hasta pasártelo de arriba abajo, o te aburre y te parece repetitivo, y no te gusta su planteamiento. Podía hacer algo más por ser más variado, en el sentido de alguna misión de infiltración y sigilo, de manejar otro tipo de vehículos, contar con algún minijuego curioso, en definitiva algo que se saliera de la norma. Lo intenta en alguna ocasión, pero de manera anecdótica, por ejemplo con unas misiones de investigación policial que saben a poco.

Es meritorio que para estar todo el rato pegando tiros durante horas las misiones den una sensación de ser variadas, algo que no se consigue jugablemente, sino más bien por su contexto y narrativa. Si jugablemente fuera incluso más variado, y no se atara tanto a su brillante mecánica principal, creemos que podría haber llegar todavía más lejos, un juego que ya de por sí es sobresaliente. En algún momento de la partida acabas atisbando algo de monotonía, se hace repetitivo, aunque por suerte estas sensaciones pronto pasan y el juego siempre remonta. La saga, dada su brillante evolución tiene mucho futuro, y en una futura tercera entrega creemos que atacaría este aspecto, el ser más variado jugablemente. Mientras, disfrutaremos como enanos de Borderlands 2.

Un derroche de personalidad visual

Es la generación de los shooters, de los DLC, y también como dicen muchos, de los colores grises. Justo cuando llegaron los televisores en alta definición, las desarrolladoras se pusieron de acuerdo para hacer juegos oscuros, sin colorido, para disgusto de muchos, y se olvidaron de aquella técnica tan genial explotada en la generación de 128 bits, el cel shading, que le da a los gráficos un aspecto de dibujo animado. El primer Borderlands no empezó a crearse con el aspecto que finalmente vimos, el de tipo cómic o película de animación, fue un arriesgado giro en mitad de su desarrollo, y cuanto lo celebramos.

Borderlands 2 desde un principio ha sido diseñado con el cel shading en mente, y explota la técnica de manera exquisita, con preciosos paisajes, enemigos de aspecto imponente y a veces extravagante, y unos secundarios con mucho carisma en su diseño. Los escenarios cuentan con muchísimo detalle, y son más variados que en el primer juego, visitaremos parajes helados, también desiertos, praderas y zonas de montaña, todo con un ciclo de noche y día que ofrece imágenes muy bellas.

El mundo de Pandora artísticamente es apasionante, tiene mucha personalidad, y explota hasta sus últimas consecuencias el hardware de las actuales consolas. Tanto es así que hay un defecto recurrente, y es la carga tardía de texturas, que nos acompañará durante todo el juego, cada vez que lleguemos a un escenario nuevo o nos acerquemos demasiado deprisa a un objeto o personaje, veremos aparecer las texturas de calidad ante nuestros ojos. En el otro lado de la balanza, su mayor punto fuerte es la tasa de imágenes por segundo, no muy alta, pero sólida como una roca. Decenas de enemigos, explosiones y tiros en escenarios bastante grandes y el juego casi siempre mantiene el tipo, lo que hace la experiencia muy agradable. Nosotros hemos analizado la versión de Xbox 360, pero si vuestro PC os lo permite jugarlo en ordenador, la diferencia gráfica es abismal, como hemos comprobado en anteriores impresiones, con atractivos efectos gráficos que no se ven en consolas.

La banda sonora vuelve a estar a cargo de Jesper Kyd junto a tres compositores más, quien nos ofreció hace poco la estupenda música de Darksiders 2, pero que aquí se limita a ofrecer una partitura que simplemente acompaña, que ambienta bien, pero que pocas veces quiere ser protagonista. Nos ha decepcionado un poco el aspecto musical, todo en el juego es excesivo, enorme, es una producción muy cuidada y grandilocuente, y la banda sonora tipo western resulta apropiada, pero pese a no estar mal, pasa un tanto desapercibida.

Todo lo contrario que el excelente doblaje al castellano, más que excelente nos atreveríamos a decir que simplemente perfecto. En un juego de esta magnitud, con tantos personajes y una enorme cantidad de diálogos, o más bien un montón de monólogos que escuchamos por radio, cuando se cuenta con voces en español siempre hay alguna voz que te rechina, que no encaja bien con su respectivo personaje, o que el actor de doblaje no le ha puesto toda las ganas y pasión que debería.

Eso no pasa en Borderlands 2, han clavado las voces en castellano, son tan locas y gamberras como los personajes a quienes interpretan. Y no solo eso, sino que la adaptación es brillante, con los giros al idioma perfectos, expresiones coloquiales y muy actuales, insultos propios de nuestro país, y que no os sorprenda por ejemplo que un personaje os diga que se ha quedado con el culo torcido, porque lo oiréis. Simplemente genial, preparaos para reíros, especial atención para el demencial Jack el Guapo y el entrañable Claptrap, con dos doblajes soberbios.

Borderlands al cuadrado

Borderlands se afianza como una de las sagas con más proyección de futuro. Si la primera entrega fue una sorpresa, esta secuela fortalece todos los puntos fuertes del primer juego y pule o soluciona sus errores, con mayor variedad tanto en misiones, enemigos como en escenarios, mejorando muchísimo su narrativa, uno de esos pocos juegos capaces de sacarte a menudo una sonrisa.

Gearbox hasta ahora había sido un estudio con resultados irregulares, juegos buenos, otros no tantos, algunos fallidos pero con buenas ideas, pero con este Borderlands 2 se afianzan y demuestran que son capaces de hacer uno de esos títulos que marcan época, un indiscutible triple A que creemos va a ser uno de los éxitos del año tanto de crítica como de público. Se nota que lo han dado todo, que la saga Borderlands es su ojito derecho, y lo que es muy importante, que 2K Games les ha dado total libertad creativa. Y el resultado ha sido fantástico.

La fórmula todavía es mejorable, tiene muchos caminos por los que evolucionar, e intentar ser más variado jugablemente, no abusar tanto del gatillo sin descanso, que en un juego tan largo, independientemente del tipo de jugador que seas, se acaba haciendo un poco repetitivo. Pero por lo demás no podemos recomendarlo con más ganas, es enorme, adictivo y cachondo, con un multijugador cooperativo impagable, una de las mejores inversiones que puedes hacer, tienes diversión para muchísimas horas. Uno de los indiscutibles títulos del año, y de los que se recordarán con cariño de esta generación.