Análisis de Atelier Shallie: Alchemists of the Dusk Sea (PS3)
Medio en broma y medio en serio, en ocasiones se lee a jugadores que dicen haber perdido la cuenta de los Atelier que están disponibles en PlayStation 3. Es fácil que para un neófito de esta saga parezcan muchos –demasiados- y muy parecidos entre sí, pero de vez en cuando Gust sorprende con novedades que, si no rompen mucho con los temas o la jugabilidad, por lo menos traen cambios interesantes. Atelier Escha & Logy: Alchemist of Dusk Sky -2014 en Occidente- nos presentó por primera vez la opción de elegir entre dos personajes, una la habitual chica aprendiz de alquimista y otro un joven investigador que aportaba un nuevo matiz.
Después de probar esa pareja protagonista y lo bien que le sentó –fue uno de nuestros favoritos-, estaba cantado que la desarrolladora seguiría esa dirección. Atelier Shallie: Alchemists of the Dusk Sea recupera el plantel principalmente femenino pero mantiene que sea un par quienes se reparte el peso de la historia, ambientada una vez más en el universo de Dusk –la trilogía compuesta por Ayesha, Escha & Logy y este Shallie-. Dusk es un mundo menos alegre que la trilogía Arland, el agua es escasa, los mares se evaporan y los monstruos están campando a sus anchas. Es un entorno decadente que agoniza.
Shallistera es una alquimista viajera que busca un remedio para ayudar a su aldea, que sufre los estragos del mal de Dusk. Shallotte es una chica que vive de hacer trabajos menores en su pequeña ciudad, aunque aspira a mucho más en su vida y siempre se muestra dispuesta a demostrarlo. Las dos son conocidas por Shallie, de ahí el título del juego. Pero inicialmente no se conocen y no será hasta completar el prólogo cuando tengamos la opción de elegir a una de ellas, lo que tiene un impacto real en parte de la historia, algo que sin duda ofrece rejugabilidad; cualquier fan del juego querrá conocer el 100% de la trama con una segunda vuelta. Gust ha escuchado a los jugadores de Escha & Logy y esta vez las diferencias entre una y otra se notan bastante.
Uno de los puntos positivos de Escha & Logy se encontraba en el cambio de aires de Logy, que ponía un toque más de madurez y dramatismo dentro de todo lo que permite un Atelier. Vale, no es que esta serie se caracterice precisamente por la emoción, pero era otro tono. Con Shallie teníamos una duda, ¿para qué poner a dos chicas monas que se parecen tanto? Claro, es que no son tan similares, al menos en cuanto a personalidad. Shallotte –nuestra favorita- es alegre, habladora y atrevida, mientras que Shalistera cae en el rol de la alquimista tímida de muchas otras heroínas de la saga, más reflexiva y responsable. Por supuesto, las dos son habilidosas en la creación de productos con el caldero mágico, aunque Shallotte aparente ser menos disciplinada.
Pese a las peculiaridades en cuanto a carisma, sea cual sea la protagonista elegida tendrá que seguir el mismo esquema de desarrollo: exploración, recolección, batallas, fabricar objetos y completar misiones. Para los novatos en la serie, resumir brevemente que la alquimia es una parte importante de la jugabilidad –y la historia-, a diferencia de otros JRPG donde quizás sea un extra del cual hasta puedes pasar completamente. Sin embargo hay un giro inesperado en la mecánica de este Atelier: la ausencia de un ajustado calendario con fechas de entrega y del paso del tiempo.
Las tareas se distribuyen entre las que avanzan la historia y otras de tiempo libre. Estas últimas, que representan los deseos personales, están distribuidas en categorías, no todas son serias en plan aprender más alquimia, cubren otros aspectos sociales y de ocio. Asociado a completar los objetivos tenemos un indicador de motivación, que modifica a la cantidad de recursos que se recolectan, invitando a que el jugador no se limite a hacer el mínimo exigible.
Lo curioso de estos pensamientos es que funcionan de manera dinámica y evolucionan según las decisiones y estilo de juego: al luchar mucho, aparecen más actividades relacionados con las batallas. Puedes dedicarles tiempo a ellos cuando tengas interés en desviarte del camino principal, pero si aparece uno que no deseas, lo más probable es que Shallie cambie de idea al realizar otra acción.
También contamos con un tablón de peticiones con las habituales cacerías de una criatura concreta o la recolección de un recurso escaso. Cumplir estos trabajos proporciona más confianza con el encargado de estas ofertas –luego mejores propuestas-, pero cancelar demandas deteriora esta relación. El tipo de monstruos y recursos se verá alterado según se superan peticiones, y habrá ruegos especiales de los personajes secundarios que activan eventos.
Por cierto, ahora los mapas son más amplios y con cámara libre –rotación en 360º-, al igual que en las ciudades a excepción de los interiores, alejándose por fin de la vista con cámaras fijas que hacían travelling. Nos ha gustado bastante para disfrutar más de los gráficos, es un detalle quizás menor que sin embargo agradecerán los fans; repasando otros Atelier se sentían demasiado rígidos y alejado de la inmersión. Cada Shallie tiene maneras diferentes de recolectar objetos, así por ejemplo Shallotte puede pescar o sacar la escoba.
Con la desaparición del tiempo como presión ahora las tareas cotidianas son la mejor manera de obtener experiencia. Y en la práctica, la única. Derrotar monstruos ya no tan útil, en su lugar completar las tareas sí da grandes cantidades de puntos que a su vez facilitan la exploración y recolección de ítems. Se deja claro así que este apartado no es la prioridad de Gust, que parece orientar más este Atelier a la parte de historia y exploración que a la de acción.
El sistema de lucha no ha profundizado más, casi más bien todo lo contrario. No encontrarás nada que no conozcas de múltiples JRPG, desde la línea temporal de turnos a los ataques de ayuda típicos de Atelier. Es completamente funcional y divertido, con tres personajes en la línea principal y tres en la retaguardia, uso de habilidades y modo Burst donde los ataques son más poderosos y se pueden usar técnicas exclusivas. La conclusión aquí es la de siempre, esta saga se disfruta más desde el punto de vista más ligero de la historia o personajes, no por la originalidad de sus combates. No obstante, hay tres niveles de dificultad ajustados a jugones de Atelier, el modo normal y otro apto para quienes no deseen quedar atascados por cuestión de jefes.
Al alcanzar un cierto nivel, los personajes podrán emplear unos puntos de crecimiento que potencian los parámetros deseados. Una pena que no esté disponible de inicio –es a partir del nivel 40-, pero parece razonable que se utilice cuando el usuario ya conoce sobradamente a sus personajes.
Finalmente, el último de los apartados jugables es la síntesis, necesaria para crear objetos de ataque, curas, equipamiento y avanzar en los encargos. Progresivamente con cada Atelier la pantalla de alquimia se ha hecho más cómoda sin perder toda su flexibilidad. Dependiendo de los ingredientes y habilidades usadas en la fórmula, los resultados varían en efectividad. Un detalle curioso, los ítems encontrados tienen una silueta en la cuadrícula del espacio en el inventario, parecido a lo visto en Resident Evil 4, lo que a veces supone jugar a un puzle por colocar los objetos de la mejor forma.
En cuestiones más personales, nos parece positivo ha recuperado el color y alegría después de unos Dusk que se hacían demasiado otoñales. El tipo de sombreado y modelado en personajes es simplemente perfecto para su estilo artístico, hay muchas ganas por ver cómo será el primer Atelier para PlayStation 4. Los escenarios en cambio no merecen tantos halagos, continúan pecando de ser algo vacíos y simples, por suerte la cámara acompañando a la protagonista disimula un poco el resultado.
Buena música y doblaje a elegir, inglés y japonés. Viene con textos en inglés con el nivel habitual de la saga, que sin ser demasiado complicado pide un mínimo para saber cuál es tu objetivo, o qué ingrediente estás buscando.
Conclusiones
Atelier Shallie: Alchemists of the Dusk Sea es un paso adelante, pequeño y con paso firme. Después de las novedades de Escha & Logy, que hasta cambió el motor gráfico tras la adquisición del estudio por parte de Koei Tecmo, Shallie se limita a pulir y mejorar lo que vimos en aquel. Suena a poco y puede que en realidad Atelier no necesite más, pues que ha encontrado un público fiel que disfruta con este planteamiento.
Pero creemos que en el fondo si son cambios valientes. Hay una mayor diferenciación entre historias, la desaparición del viejo sistema de plazos agradará a quien esté interesado en exprimir todos los encargos, el combate es consciente de no ser el protagonista jugable y no entorpece al resto de apartados. Shallistera y Shallotte tienen una aventura muy entretenida, sea cual sea tu favorita, si has disfrutado con los últimos Atelier, este no será menos.