Análisis de Atelier Rorona Plus: The Alchemist of Arland (PS3, PSVITA)

Desde luego, los seguidores de Atelier están de enhorabuena. Gust y Tecmo Koei –que adquirió hace no mucho al estudio- continúan anunciando nuevos capítulos que esta serie de rol que a pasos pequeños va mejorando en cuanto a calidad y argumento. Apenas estamos guardando en su caja Atelier Escha & Logy: Alchemist of Dusk Sky, lanzado hace tres meses en Europa y el primero con dos protagonistas, mientras que en Japón ya se preparan para Atelier Sharry: Alchemists of the Dusk Sea, disponible el próximo mes de julio.

Mientras esperamos la confirmación de Sharry nos llega en pleno inicio de verano, una época bastante adecuada para este género que requiere muchas horas de ocio, Atelier Rorona Plus: The Alchemist Of Arland. Ese Plus delata que estamos ante una revisión de Atelier Rorona que llega a PlayStation 3 y PS Vita. En el caso de la doméstica es una segunda edición cuatro años después del original, con todo lo bueno y malo que eso implica: es mejor, pero tampoco difiere demasiado. En el caso de PS Vita, al igual que anteriores Plus, tiene la justificación de aparecer por primera vez y así completar la trilogía Rorona, Totori y Meruru. No descartamos que, siguiendo el patrón, con el tiempo la saga Dusk dé el salto a portátil con su ración Plus. Aclaramos que para el análisis se ha probado el juego en la consola doméstica, y por tanto no podemos ofrecer información del rendimiento en la portátil.

La protagonista de esta historia es Rorolina Fixell, más conocida como Rorona. En la línea de las jóvenes de Atelier, es alquimista –en este caso aprendiz-, vital, optimista. Trabaja en el taller de Astrid, alquimista oficial del pueblo con un negocio que no va viento en popa, aunque eso no parece preocupar a Rorona, siempre dispuesta a ayudar a quien lo necesite. Ya os contamos en nuestras impresiones que su vida da un giro cuando un caballero de Arland informa de que el local será cerrado a menos que cumpla doce tareas encomendadas por el Rey en una fecha límite: tres años. Astrid escurrirá el bulto y el taller pasará a Rorona, y con ello también pasa la responsabilidad de sacar a flote este local si no quiere perderlo. Voces en inglés y japonés con subtítulos en inglés, como cabía esperar.

Es un Atelier, y eso significa que no sólo debemos luchar y cocinar nuestros ítems, por encima de todo está la gestión del tiempo, un sistema que limita las actividades que podemos realizar. La restricción es simple: el juego se rige por un calendario y cada tres meses hay que completar la misión principal, así como todas las secundarias que deseemos si nos sobra tiempo –cosa que no será difícil-. Desplazarse por el mapa a una mazmorra y recoger flores como ingredientes lleva tiempo –la acción, no el proceso de llegar a ellas- es un gasto de este preciado tesoro que debemos calcular para, sin agobiarnos, tener claras las prioridades. No podemos pasar por alto que Atelier Rorona no sea juego que aparezca asiduamente en las listas de los Atelier favoritos del público por los pocos avances jugables de su desarrollo y alguna que otra pega a su desarrollo. Plus remedia algunas de estas quejas, y aunque a grandes rasgos el viaje es el mismo, la manera de avanzar es más entretenida. Para los usuarios del primer Rorona debemos decir que Plus sólo es recomendable si se consideran auténticos fan, porque no es un cambio radical; casi recomendaríamos esperar a próximos Atelier.

El simpe sistema de combates ha sido ajustado para parecerse más a entregas posteriores tipo Atelier Meruru Plus –otra revisión-, lo que permite que sean luchas más rápidas, con lista de turnos, habilidades avanzadas, puntos de magia, más movimientos letales, sistema de ayuda y más personajes jugables, entre ellas Totori y Meruru, las otras alquimistas de la trilogía. Las batallas por turnos nunca han sido destacables en Atelier –ni para bien ni para mal-, así que todo lo que se hacerlo más llevadero y espectacular es un buen punto a su favor.

La síntesis de objetos tiene diversas aplicaciones, desde obtener aquellos ítems clave necesarios para avanzar en las misiones como para conseguir artefactos explosivos en los combates. El proceso de fabricar objetos y equipamiento ahora está basado en el de Meruru, mucho más claro para los novatos que el método original de Rorona a la hora de elegir los posibles atributos que puede otorgar la alquimia. Al igual que los combates, sin duda son pasos en la buena dirección por pulir el primer lanzamiento, aunque no se trate de ninguna novedad real para los conocedores de la saga.

Uno de los cambios que primero saltan a la vista son los gráficos. Y no porque se trate de un remake, palabra que hemos evitar usar en este artículo. Lo que se ha hecho principalmente es cambiar los modelos de los personajes, Rorona incluida, por otros de proporciones más realistas y similares a las ilustraciones de Mel Kishida o el resto de episodios en Arland. Atelier tiene una estética dulce que es querida y odiada casi a partes iguales, lo que sucede en el caso concreto del primer Rorona es que el modelado de la protagonista y compañeros, en parte por su diseño deformed, es excesivamente infantil a los ojos occidentales. Rorona es joven en cualquier caso, lo que sucede es que en lugar de simular 17 años aparentaba 8 –utilizando vestidos de más adulta-, lo cual chirría en muchos sentidos, y ni siquiera hace muy creíble su papel de dueña de un taller de alquimia. No era tampoco coherente con el estilo de los Atelier Meruru y Totori, razón por la que nos parece una decisión más que correcta.

Hay otros retoques gráficos menores en texturas, paleta de colores, efectos y detalles de escenarios, aunque en este caso no nos atrevemos a decir claramente sea una mejora, sino más bien un rediseño con una ligera dirección de arte diferente. Heredado de modernos Atelier está la personalización con nuevos trajes o la decoración del taller que gustará a quienes deseen otra ropa que no sea la clásica faldita. Las diferencias visuales, en resumen, son bastante pequeñas y no reflejan los avances técnicos del tiempo transcurrido desde Rorona a Rorona Plus, pero no olvidemos que el objetivo principal es su lanzamiento en PS Vita, mientras que en PlayStation 3 es más una reedición casi de cara a coleccionistas. El juego premia con diversos extras por partidas guardas de otros Atelier, y dispone de cross-save entre PlayStation 3 y PS Vita. Una pena que no se contemple el cross-buy -las dos versiones por el mismo precio- lo que suponemos que limitará bastante el aprovechamiento de esta función a un grupo muy reducido de seguidores.

En cuestiones menores encontramos un bingo que recompensa con premios por cumplir misiones principales y secundarias que formen línea en la tarjeta de sellos, un jardín en el que hacer crecer semillas que germinarán y posteriormente se pueden usar en la alquimia o una cápsula del tiempo tras superar la historia principal con la que "enviar" un objeto para recibir otro diferente en el futuro –básicamente, guardar un objeto, esperar diez días y, dependiendo de las partidas guardadas de otros Atelier, ver cómo ha cambiado-. Ahora hay más de 30 finales diferentes que descubrir según el porcentaje completado y la amistad con los personajes con las misiones de amigos que profundizan las relaciones entre personajes y compañeros. Tras terminar el juego tendremos un año más de historia expandida con más personajes, misiones, eventos –con nuevo doblaje- y jefes. No olvidemos que esta vez el contenido ha sido aumentado con dos mazmorras inspiradas en Liechtein Soehnle de Atelier Totori y Makina Domain de Atelier Meruru.

Conclusiones

Atelier Rorona Plus: The Alchemist Of Arland es mejor que el Atelier Rorona en el que se basa. La cuestión es que la mayoría de novedades son relativas: ajustes y mecánicas inéditas para Rorona, no para los Arland. Los usuarios de PS Vita que busquen un RPG ligero en cuanto al tono de la historia pueden completar la trilogía con esta entrega sin miedo, ya que ahora en cuanto a calidad ronda el nivel del resto de episodios. En PlayStation 3, en cambio, es mucho más difícil recomendarlo a poseedores del original, por no mencionar que existe una mayor competencia del género y de la propia saga, ya inmersa en otra subsaga más pulida.