Análisis de Assassin's Creed Liberation HD PSN (PS3, Xbox 360, PC)
Nota: En este análisis nos centramos en las diferencias de esta versión respecto a la original de PS Vita. Si queréis profundizar más sobre el juego en sí, podéis consultar el análisis que publicamos para la portátil de Sony.
Cuando Assassin's Creed III: Liberation fue anunciado para PlayStation Vita, muchos usuarios de la consola colocaron todas sus esperanzas en él, confiando en que se convirtiera en uno de los grandes exclusivos de la plataforma y con el cual sus ventas comenzaran por fin a activarse. Sin embargo, el resultado final fue muy distinto, y sin llegar a ser un mal juego, contaba con una gran cantidad de fallos, lo que acabó por decepcionar hasta a los más fans de la saga.
Por eso, cuando Ubisoft anunció que el juego también llegaría a las consolas de alta definición, no entendimos demasiado bien el motivo por el cual era necesaria dicha conversión, ya que no se trataba de una maravilla que ningún jugador debiera perderse, así que era de suponer que aprovecharían la ocasión para realizar ciertos ajustes y mejoras, mientras que de paso rentabilizaban el producto llevándolo a un mercado mucho mayor. Y sí, hay ciertas mejoras, pero esto no evita que siga siendo un título de segunda fila dentro de esta prolífica saga.
De vuelta a la historia de Aveline
En esencia volvemos a encontrarnos con el mismo juego del 2012, por lo que a nivel jugable no encontraréis ninguna novedad. Esto significa que volveremos a encarnar a Aveline de Grandpré en una entrega ambientada en la Luisiana del Siglo XVIII. Reviviremos la vida de esta asesina a lo largo de varios años y descubriremos cómo fue su lucha contra la esclavitud de la época, aunque no os esperéis nada del otro mundo a nivel argumental, ya que la trama tarda demasiado en arrancar y cuenta con muchas lagunas.
La principal característica de este título respecto al resto de juegos de la saga la encontramos en las tres identidades que Aveline puede adoptar: dama, esclava y asesina. Para cambiar de una a otra bastará con ir a un vestidor, aunque hay varios momentos y misiones en los que solo podremos jugar con una de ellas. Cada una tiene sus propias características, lo que nos obligará a adoptar distintos estilos de juego para avanzar en la aventura. Por ejemplo, como asesina nuestras habilidades de combate son muy superiores, aunque llamaremos fácilmente la atención de los guardias, mientras que si optamos por la de esclava, podremos infiltrarnos fácilmente en muchos sitios, ya que apenas se fijarán en nosotros.
Esta idea, que a priori puede parecer muy atractiva, al final queda totalmente desaprovechada, ya que la mayoría de las veces nos impondrán la identidad con la que jugar, impidiéndonos trazar nuestras propias estrategias para decidir cómo preferimos cumplir cada misión. Además, la jugabilidad como dama puede llegar a resultar bastante frustrante, ya que nos impide realizar parkour (uno de los pilares fundamentales de la serie), obligándonos a ir lentamente por las calles de la ciudad mientras rodeamos obstáculos como vallas de medio metro que de otra forma habríamos saltado sin ningún problema.
Por lo demás, Assassin's Creed Liberation se comporta como cualquier otra entrega de la saga, permitiéndonos explorar diversos escenarios con total libertad (aunque ni por asomo tan grandes como los que estamos habituados a ver en los juegos principales de la serie) mientras cumplimos misiones de todo tipo. Estas últimas son algo cortas y simples, aunque consiguen hacerse lo suficientemente entretenidas como para no aburrir, y además, cuentan con objetivos adicionales por si queremos sacarnos el 100%. Destacar la presencia de misiones exclusivas para la alta definición, las cuales nos darán para casi una hora más de juego aproximadamente.
La IA enemiga sigue siendo tan deficiente como siempre, por lo que no esperéis muchas dificultades para burlar a los guardias, mientras que el sistema de combate, heredado de Assassin's Creed III, nos permitirá realizar todo tipo de contras y combos para despachar fácilmente a cualquiera que se nos plante por delante.
Centrándonos ya en las diferencias que encontramos entre esta versión y la de PS Vita, la más destacable la encontramos en la mayor carga poligonal con la que cuentan algunos personajes, algo especialmente destacable en el modelado de Aveline. Algunas texturas también presentan ahora una resolución más alta, aunque este aumento nos parece insuficiente como para que no chirríen con el salto a la alta definición del juego.
Algo que sí que nos ha gustado mucho, es comprobar que la tasa de imágenes por segundo se mantiene muy estable en todo momento, lo que nos ayuda a disfrutar de una experiencia de juego fluida y sin las constantes ralentizaciones que sufrimos en la portátil de Sony. Por lo demás, se mantienen todos los defectos técnicos de la versión original, los cuales ahora son mucho más evidentes que antes: sombras pixeladas cuando se proyectan sobre los personajes, animaciones faciales nulas (Aveline sí que cuenta con algunas, aunque no son nada del otro mundo), constante aparición repentina de elementos (popping) y unas animaciones, que sin ser para nada malas, se quedan muy lejos de lo que la saga nos tiene habituados. Además, las escenas de vídeo cuentan con unos extraños saltos entre tomas que no le hacen demasiado bien al conjunto.
Destacar que ahora al no existir funciones táctiles ni similares, todas las acciones las realizaremos con los botones del mando, algo que de forma indirecta supone una mejora, ya que en PS Vita estaban muy forzadas y resultaban muy incómodas, por lo que ahora podréis investigar pistas y robar a vuestros blancos sin demasiadas preocupaciones.
En cuanto al sonido, la banda sonora sigue siendo tan buena como la recordábamos y el doblaje mantiene un buen nivel en todo momento, con voces muy conocidas del cine y de la televisión. Lo mismo puede decirse de los efectos de sonido, muy variados y nítidos, aunque a veces no suenan cuando deberían, lo que acaba por transmitir una sensación extraña.
Conclusiones
Assassin's Creed Liberation HD es un juego entretenido, con muchos errores, carente de interés si ya lo jugamos en PS Vita y que no consigue esconder sus orígenes portátiles, pero que se deja disfrutar si no le pedimos demasiado y tenemos ganas de más Assassin's Creed. Eso sí, su precio de 19,99 euros es algo elevado, sus novedades son demasiado escasas y si ya habéis disfrutado de todas las bondades de la cuarta entrega de la saga, la aventura de Aveline puede hacerse muy dura de jugar.