Análisis de Ar nosurge: Ode to an Unborn Star (PS3)
El futuro de PlayStation 3 pasa por los juegos de rol japoneses. ¿Quién lo diría, verdad? Tras unos primeros años de generación bastante huérfanos de títulos roleros, la vieja consola de Sony parece que ha recuperado, y desde hace tiempo, la presencia de múltiples sagas de este género. Quizás lo que ha fallado en comparación con las generaciones de 32 y 128 bits es la ausencia de producciones grandes y variadas más allá de Final Fantasy. A la consola aún le quedan dos pesos pesados, pongamos Tales of Zestiria y Persona 5, pero sí parece obvio que el número de apuestas fuertes ha disminuido bastante.
Otro tema son los RPG que viven y sobreviven con un público fiel, aunque pequeño, con producciones modestas y casi cero inversión en publicidad. No son caros de hacer, no necesitan traducción porque sus jugadores ya tienen asumido el inglés idioma como necesario para disfrutar del rol y no se les exige en ciertos apartados un aspecto rompedor –gráficos o jugabilidad, indistintamente-.
Eso no impide que sean los lanzamientos que forman catálogo, que dan alternativas frente a los juegos de tiros y los deportivos anuales. En condiciones normales poner en el mercado Ar nosurge: Ode to an Unborn Star en pleno septiembre sería un suicidio comercial, claro que ¿en qué mes no seguiría siendo un lanzamiento minoritario?
Este juego de Gust sigue los pasos de Ciel Nosurge de PS Vita y es una precuela de la saga Ar Tonelico. Se podría pensar por la cronología que no hace mucha falta conocer la mayoría de anteriores juegos, pero este universo es tan complejo y rico que se disfruta bastante más conociendo todo el trasfondo. Ciel Nosurge no ha llegado a Occidente, así que para esta cuestión es muy recomendable dar un repaso a resúmenes porque la mayoría de personajes y eventos tienen relación con esa entrega. Para entrar en situación, en el planeta Ra Ciela los humanos y los Genoms –un tipo de forma espiritual- coexistieron sin problemas durante un tiempo hasta que sucedió un imprevisto relacionado con una ceremonia. La población empezó a buscar nuevos planetas para habitar hasta que se cruzan con Sharl, una forma hostil que utiliza el poder de la "song magic" contra la que los humanos no pueden luchar. Centenares de años más tarde aparecerá un tipo de personas con la habilidad de utilizar ese tipo de magia.
En lugar de un protagonista absoluto aquí tenemos dos parejas, Cas y Delta, que deben buscar la canción Ciel N Protecta que ha sido robada, y Earthes e Ion –personaje de Ciel Nosurge- en una misión de huida. Como os contamos en nuestras impresiones, hay multitud de términos sobre la mitología de esta saga que será necesario dominar cuanto antes –y más si no eres habilidoso en el inglés, lengua del juego-; a modo de ayuda los diálogos incluyen un acceso directo a una enciclopedia cuando aparece una de estas palabras clave.
Puesto que tenemos dos puntos de vista el juego permite saltar de un equipo a otro haciendo zapping en los puntos de guardados. No es completamente libre de manera que por cuestiones de argumento en ocasiones estarás forzado a cambiar y si te excedes avanzando mucho con una pareja tiene sentido que existan limitaciones para equilibrar la otra historia. Son dos partes complementarias, no es una opción para jugarlo primero con unos protagonistas y la segunda partida con el resto.
La parte de exploración de mazmorras es la tradicional, con algunos ítems para recolectar si exploras rincones o habitaciones opcionales. Una de las particularidades está en una barra cambia de color según la posibilidad de entrar en combates y las oleadas de enemigos que incluye. Si derrotas a todos los enemigos del área quedará limpia y no volverás a enfrentarte a oponentes, con lo cual –en nuestra opinión- es un sistema mejor que el de combates aleatorios infinitos, aunque no tan bueno como el de enemigos visibles.
Al representar en pantalla sólo al protagonista, las conversaciones con compañeros aparecen en una pequeña ventana, sobre la marcha, y podemos ir pasando el personaje con el que dialogar. El diseño de estas mazmorras y escenarios adopta un aspecto un poco rígido por la cámara, situada lejos de la acción y con desplazamiento principalmente lateral, pero no es completamente lineal y existen pasillos –o puertas- hacia el fondo o el frente. Es práctico, no obstante eso impide que luzca mejor de lo que podría con una visión libre del escenario.
El sistema de combate es el aspecto más original del juego frente a otros JRPG. Es bueno que de vez en cuando los estudios japoneses quieran dar una vuelta a las batallas por turnos, ya sea dando libertad de movimientos o algún tipo de posición estratégica -Conception II mismamente-. En Ar nosurge el concepto es que no luchamos únicamente contra el puñado de enemigos que aparecen en pantalla, son oleadas –que conocemos de antemano por la interfaz- y la mecánica deriva de la historia, con un protagonista guerrero –que no puede morir- protegiendo a la heroína, que utiliza en la retaguardia su Song Magic. Hay una fase para el jugador en la cual atacamos un número de veces con los movimientos asociados a cada botón mientras la chica recarga su magia, además de los imprescindibles ítems, habilidades conjuntas o huir del combate.
Durante el turno de los enemigos tiene lugar una especie de minijuego en el que debemos bloquear los ataques para minimizar el daño –y mejorar la barra Burst-, mientras que fallar lo reduce y además causa daño en la heroína, y cuando ella muere, fin de la partida. Para complicar un poco esto, el número de bloqueos está limitado por turno, lo que requiere un poco de inteligencia para saber en qué casos conviene utilizar esta función, sobre todo contra los jefes. El sistema es incluso un poco más complejo, ya que la chica tiene una serie de barreras que, una vez rotas, no recuperan salud a menos que se utilice un objeto concreto.
Con un número elevado de enemigos en sucesión se podría pensar que estas batallas tienen una duración mucho mayor que en la media de juegos de rol, y sí es cierto que no son demasiado rápidas, pero existen algunos trucos para acabar antes. Cuanto mejor juguemos –por ejemplo, protegiendo los golpes enemigos-, más sube el nivel Harmo, aumentando un indicador que puede activar un ataque que barre el resto de oleadas instantáneamente, así que no siempre hay que pasar por todo el proceso. Claro que si no juegas bien puede que el tiempo límite llegue a su fin, y en ese caso el combate se da por terminado –que no perdido, porque ganamos toda la experiencia, dinero y objetos cosechados-, la diferencia es que los enemigos no estarán totalmente eliminados y todavía podremos encontrar el resto de oleadas en esa zona.
Las batallas de Ar nosurge son un poco diferentes a lo habitual, así que en las primeras horas nos costará un poco acostumbrarnos a todo el funcionamiento para optimizar los golpes, atacando a enemigos con una advertencia para causar una conmoción al monstruo y aumentar el número de turnos o usando las habilidades conjuntas con amigos –ataques y defensas- . Nos ha gustado, y como decíamos, intentar algo nuevo en el género nunca es malo, y aunque puede resultar un poco engorroso para quien prefiera disfrutar de la historia que del combate, hay que tener en cuenta que limpiar una zona permite explorar el área con calma –si bien, tampoco hay tanto que investigar en la mayoría de ocasiones-.
Fuera de la acción hay unos cuantos sistemas para evolucionar o equipar mejor a los personajes. Uno es el de la síntesis de ítems, creando nuevos con los conseguidos durante la exploración o fortaleciendo armas, magias y armaduras. No tiene la importancia vista en Atelier, pero nos ofrecerá unos momentos surrealistas de baile con los personajes –sí, de vez en cuando tiene algún ramalazo de humor-.
El Genometrics –la forma de obtener nuevas Song Magic- es el clásico Dive de los Ar tonelico para entrar en la mente de compañeros. Hay aventuras en plan novela visual y lo principal será tomar decisiones e investigar un mapa que parece ilustrado por un niño. Entrar en cada localización y activar los nuevos eventos consume un gasto de puntos que se consiguen principalmente luchando, y las decisiones tomadas afectarán a los cuatro puntos cardinales de su psique y su relación con el resto del grupo: introversión, extroversión, masoquismo y sadismo.
Ar nosurge, al igual que otros Ar tonelico, utiliza abundantes diálogos de un tono picante y con dobles sentidos. Una situación "peculiar" es el rito de purificación con trajes de baño en un manantial. Con este sistema instalamos en el cuerpo de las heroínas los cristales Genometrica del modo Dive; dependiendo de lo profunda que es la relación se desbloquearán más zonas. ¿Fan service? Sin duda, la saga nunca ha escondido sus pretensiones, considéralo parte de su personalidad.
La música es uno de los puntos fuertes de la saga, y aquí no lo es menos. Canciones y coros femeninos entre los que se encuentra Origa, una cantante rusa que sonará a los amantes del anime –por ejemplo, de Ghost in the Shell: Stand Alone Complex- acompañado de temas un poco más tranquilos pero también de indudable calidad. Aunque no nos ha impresionado al nivel de otros Ar tonelico, sigue por encima de la media de otros lanzamientos del género.
Los gráficos, en la línea de lanzamientos del género que nos han llegado en los últimos tiempos desde Japón, excluyendo Final Fantasy y Tales of Xillia, pertenecen ese perfil un poco bajo para lo que estamos acostumbrados en la recta final de PlayStation 3. Al menos en cuanto a los escenarios poligonales, porque los personajes y su sombreado cel-shading sí están al nivel de, por ejemplo, los últimos Atelier, y de hecho se agradece que para los diálogos en lugar de retratos se utilizan los modelados tridimensionales; las animaciones son limitadas, pero siempre es mejor que el viejo recurso de ilustraciones estáticas. El arte compensa muchas de las carencias del juego.
Conclusiones
De los juegos de rol de PlayStation 3 vistos en los últimos meses Ar nosurge es uno de los que tiene una personalidad más marcada. Un argumento denso, al menos en cuanto a mitología de su universo, combates con una pequeña vuelta de tuerca a las batallas por turnos y un sistema de progresión complejo, para aficionados al género que priman un sistema profundo por encima de gráficos vistosos.
Advertimos, eso sí, que probablemente no sea el mejor título para introducirse en el género o retomarlo tras unos años. No es una historia fácil de seguir –y más con la ausencia en este territorio de su precuela- y hay que conectar con su acción para disfrutarlo realmente. Si sólo buscas una historia ligera donde la lucha no sea uno de los focos de atención, hay mejores opciones.