Análisis de Alien Breed PSN (PS3, PSVITA)

Acción, criaturas en el espacio y tensión. ¿Dead Space? No, hace 20 años Alien Breed causó muchas pesadillas en Amiga por su adictivo planteamiento y complejos mapeados que lo convirtieron en un éxito de ventas que alcanzó cierta fama, sobre todo en el mundo del PC. En los últimos años han sido varios los relanzamientos o secuelas creadas para nuevas plataformas, mismamente en Xbox Live y PlayStation Network con un remake de la trilogía con gráficos poligonales y un aspecto más actualizado.

En esta ocasión Team 17, que a muchos jugadores sonarán más por ser el equipo detrás de Worms, se decanta por una remasterización muy conservadora –aunque con un par de cambios-, lanzado en 1991, para PlayStation 3 y PS Vita bajo el programa PlayStation Mobile. Si viviste el fenómeno de la saga en su momento, quizás este planteamiento sea el que más te interesa: gráficos 2D restaurados –respetando mucho el estilo original- y jugabilidad intacta.

Y no sólo eso, se añade la versión especial que se puso a la venta en 1992 con doce nuevas fases y se suman varios niveles creados para la ocasión divididos en varias categorías, incluyendo algunos con historia relacionada con el original; en total 30 fases con 20 conocidas y 10 nuevas. Complétalo con modo cooperativo online y adhoc, y un modo retro –gráficos y sonidos de antaño- y tienes una versión bastante representativa de lo que es Alien Breed, que además llega traducido –aunque el interés en el argumento sea casi lo de menos-.

¿Y qué es Alien Breed? Un juego de vista aérea en el que nos enfrentamos a decenas, centenares de alienígenas en instalaciones cerradas que ha influido a muchos otros títulos, el más evidente –y quizás suene a los jugadores más jóvenes-, Alien Swarm. Hablamos de mapas laberínticos, pero de verdad, con pasillos angostos, multitud de puertas cerradas y una colonia bastante numerosa de criaturas poco inteligentes pero peligrosas. Su origen proviene del éxito de las películas de Alien, pero a diferencia de otros muchos juegos de vista superior de aquel momento, no basaba su jugabilidad en acción pura, dura y descerebrada, Team 17 decidió que se podía hacer algo más que machacar el botón de disparos constantemente. Hay una dosis de tensión, supervivencia y exploración que recompensa a los jugadores que se atreven a investigar cada rincón del lugar. El control no podría ser más sencillo: palanca izquierda para avanzar y derecha para disparar en la dirección deseada, lo que hace que en un santiamén realices giros y apuntes en cualquier dirección –útil porque a veces quedarás rodeado-. Sólo por esto, ya es más cómodo de jugar que en el Commodore Amiga.

La misión de cada área suele consistir en llegar a un punto concreto, como un ascensor. La historia en ocasiones nos pide realizar alguna tarea tipo volar varios objetivos marcados en el mapa, cerrar compuertas y huir en una frenética cuenta atrás, siempre en laberintos repletos de alienígenas. Estos enemigos no son difíciles de matar, pero nuestra salud perdona poco los errores y no conviene ser dañados por ellos porque a la primera de cambio estamos criando malvas. De vez en cuando nos encontraremos con jefes y para complicar las cosas, las puertas requieren de pases para ser abiertas –y muchos caminos llevan a pasillos sin salida-.

Pero que no cunda el pánico, en Alien Breed hay tantos peligros como ayudas en forma de recursos: dinero, armas, munición, vidas extra y botiquines, además de las útiles tarjetas para abrir puertas. Incluso si se agotan los pases, puedes abrir compuertas con una ráfaga del fusil –aunque en este caso estarás gastando munición-. Así que en resumen, mientras cuentes con dinero suficiente, que lo conseguirás explorando las áreas y desviándote del recorrido corto, siempre puedes acceder a la tienda y adquirir equipo para sobrevivir más tiempo en este juego. Esta innovación –la tienda- podría ser criticada por los más puristas, pero la verdad es que hace el juego más accesible y entretenido –además de ser algo completamente opcional-; mientras que en los originales la supervivencia y dificultad llegaban a ser frustrantes, ahora se añade una capa de gestión de inventario que los novatos agradecerán, aunque es cierto que a costa de perder algo de la sensación de "survival horror" de escasa munición. En cualquier caso, sigue siendo un juego un peldaño más difícil que el nivel de los lanzamientos actuales.

Hay también un utilísimo objeto que debería ser nuestra primera compra: el mapa. Y es que Alien Breed tiene un diseño de la nave endemoniado en el que el propio recorrido se puede convertir en tu peor enemigo. Con el mapa en tu mano y un mínimo de orientación podrás respirar más tranquilo. Por simple comodidad –para no detener el juego a cada paso-, acabarás por aprender de memoria tus pasos si repites mucho una fase, pero el caso es que te ahorrarás muchos quebraderos de cabeza, rodeos incensarios y tiempo perdido.

Esta remasterización de Alien Breed muestra porqué la saga se convirtió en un pequeño juego de culto. Aunque primera impresión no impacta demasiado y su planteamiento es extremadamente tontorrón, cuanto más juegas más engancha. Y la curva de dificultad va ascendiendo a medida que avanzas en cada piso de la estación espacial para picarte más y más. Claro que hay que tener cierta predisposición a este género, o al menos, carecer de prejuicios hacia la jugabilidad –y gráficos- retro. Hay una gran cantidad de modos y niveles que amplían los originales, y sin duda es una buena elección para jugar en PS Vita, donde los nuevos gráficos lucen muy bien en su pantalla –entiéndase que dentro de lo que hablamos, un "remake" de un juego de Amiga-. También la versión original tiene su encanto con los visibles pixels que componen el suelo y los efectos midi en el sonido, y habrá quien la prefiera por encima del maquillaje realizado por Team 17.

Para añadir más salsa a los juegos, se contempla un modo multijugador cooperativo en red –con juego cruzado entre PlayStation 3 y PS Vita- y local, que en el caso de Vita es ad-hoc. También hay guardado en nube, para poder continuar con la partida indistintamente entre un sistema y otro, y las clásicas tablas de récords online para picarse por sacar el mejor resultado posible.

No obstante Alien Breed cuenta con algunas limitaciones más que obvias derivadas de su mecánica. La más importante, que tiende a ser algo repetitiva por naturaleza: el objetivo es prácticamente el mismo en todas las fases cambiando el diseño del laberinto y unos elementos aquí y allá. Diríamos que el formato portátil le sienta bien, se hace más llevadero desbloquear un nivel o dos y tomarse un descanso, pero entonces surge un inconveniente: algunos mapas nos llevarán tiempo y sin posibilidad de guardar en puntos intermedios no parece el título idóneo para partidas rápidas durante un viaje en autobús. Tampoco es precisamente un juego muy largo aún con los nuevos niveles y, pese a las facilidades dadas, es un juego de jugabilidad clásica con lo bueno y malo que eso implica –por ejemplo, los enemigos reaparecen en zonas que habíamos limpiado-. Habrá jugadores que, directamente, no sepan apreciar esta sencillez extrema o no comulguen con un desarrollo que no se decanta ni por la acción arcade ni con el género de los puzles.

Del apartado gráfico poco que añadir a lo que se puede ver en las capturas que acompañan este análisis salvo que corre con extrema fluidez –era el mínimo exigible-. El sonido sale peor parado, ya que salvo músicas de menú y algún que otro evento, el resto del juego utiliza sonido ambiente de disparos, gritos y poco más. La voz digitalizada que informa de tu baja salud o la necesidad de códigos para puertas es útil como información, pero pronto te cansarás de ella porque se oye cada vez que te acercas a una puerta cerrada sin tarjeta –y eso pasará mucho-.

Conclusiones

Esta revisión de Alien Breed garantiza entretenimiento para los seguidores de la saga. Ahora bien, ¿aporta algo lo suficientemente interesante para el jugador de 2013 que no siente ningún tipo de nostalgia por este juego o género? Posiblemente no. Pero no subestimamos a los más jóvenes, esta joya de Team 17 se mantiene fresca aún con el paso de los años y la diversión está ahí y es fácil de descubrir, ya sea en solitario o en cooperativo.

Esta adaptación es únicamente un homenaje de Team 17 a un juego clásico con un ligero lavado de cara sin romper esquemas. Siempre es un buen momento para interesarse por un juego de calidad, y éste lo es.