Análisis de Persona 4 (PS2)

El catálogo actual de juegos de rol en la nueva generación es un tanto escaso. Tanto es así que desde el comienzo de la nueva era de la alta definición hasta nuestros días, pocas han sido las desarrolladoras que han apostado por tal género, además de títulos que parecen no llegar nunca, como son Final Fantasy XIII o el próximo Dragon Quest. Sin embargo, todavía en la recámara, existe una consola con un buen número de juegos de rol que, además, fue dueña y señora de la anterior generación. Hablamos de Playstation 2, una de las consolas que más se resiste a ser olvidada, y aquí viene la nueva obra de Atlus para demostrarlo, dejando a su hermana mayor fuera del desarrollo.

Shin Megami Tensei Persona es una de las series de mayor éxito dentro de la comunidad del rol gracias, en gran parte, a su planteamiento totalmente diferente a lo visto en los típicos juegos del género. La obra de Atlus difiere con claridad lo visto en el estilo, apostando por las relaciones, la historia y los personajes como ningún otro juego lo ha hecho con anterioridad. Tras su paso por Playstation 2 con Persona 3 y su reedición FES, llega al mercado europeo uno de los últimos juegos que llegarán para la consola de Sony, Persona 4, dispuesta a dejar el broche de oro a una de las consolas más importantes de la industria y, sinceramente, lo ha logrado con creces.

Ni te atrevas a ver la televisión

La historia de Shin Megami Tensei Persona 4 es completamente distinta a la de su predecesor, siguiendo la estela diferenciadora que siguen franquicias como Final Fantasy o Dragon Quest, manteniendo, como no, una serie de rasgos identificativos. De esta manera nos encontramos con nuestro protagonista, un joven que desgraciadamente ha tenido que abandonar su ciudad natal y ha terminado en un pueblo alejado de la mano de Dios. Acogido por su tío y sobrina, este peculiar personaje tendrá que adaptarse al nuevo entorno, asistir a clase y, cómo no, conocer a sus compañeros del campus, con los que pasará todo un año entero, si sobrevive. Hasta aquí la historia parece sacada de cualquier tebeo japonés: nuevo chico, controversias, etcétera.

Sin embargo, Persona va mucho más allá de ofrecernos la típica historia de héroe salva al mundo o princesa. Persona busca entre el sentimiento del jugador, poniendo sus nervios a prueba, con una historia que comenzará desde la primera noche en este, a priori, tranquilo pueblo. Tras unos peliagudos sueños de camino al pueblo, así como una serie de sucesos más allá de la realidad que, en un primer contacto parecen meramente producidos por estrés, comenzaremos a darnos cuenta de que la historia de Persona mezcla toques de thriller y fantasía, con unos tintes perfectos de tensión.

Un asesinato ha estremecido a la villa del protagonista, pues el cadáver de una de las presentadoras de la cadena local de noticias ha aparecido en lo alto de una antena de televisión, generando un ambiente de malestar general al no saber cómo, cuándo y por qué se ha producido el crimen. Los más ávidos no tardarán en comprender que éste será el primero de varios asesinatos, todos con un toque cafre que dejará helado al jugador más ocasional. Como no podía ser menos, los rumores comienzan a aparecer en las aulas, llegando a los oídos de nuestro protagonista una extraña leyenda urbana que cuenta la manera de contactar con tu alma gemela a través de la televisión. Curioso por el evento, el protagonista y sus dos nuevos amigos deciden probar suerte, esperando hasta medianoche en un día lluvioso y mirando la pantalla del televisor atentamente. ¿Guardará relación los sucesos criminales con esta peculiar leyenda? Los más ávidos apuestan que sí. Nosotros también, pues en poco tiempo nos daremos cuenta de que las personas que aparecen en este canal de medianoche son víctimas de los horribles asesinatos cometidos en el pueblo y, cómo no, teniendo como misión principal adentrarnos en la televisión para salvarlos.

No es solo un juego de rol

Como decíamos con anterioridad, Persona es una de esas series que, pese a contar con varios elementos que caracterizan un género en concreto, el grado de novedad e innovación es tan grande por parte de la desarrolladora que nos vemos obligados a calificarlo de distinto. Estamos, pues, ante un juego de rol social, en el que nuestros personajes tendrán que establecer ciertos vínculos para funcionar bien, tanto en la historia, como en las batallas.

Así pues tendremos que aprovechar el tiempo al máximo si no queremos convertirnos en uno de esos personajes vagos y perezosos que tan mal caen en las series de animación. Justo después de las clases tendremos la posibilidad de unirnos a actividades extraescolares (como baloncesto o fútbol), reforzando vínculos, conociendo nuevos personajes y aumentando los atributos del protagonista. También podremos visitar el pueblo, comprar equipo para los personajes e incluso conseguir un trabajo a tiempo parcial para pagarnos los caprichos, así como estudiar antes de irnos a la cama.

Sin embargo, no todo será tan fácil como parece, pues no tenemos todo el tiempo del mundo (al fin y al cabo estamos ante un juego de rol, no un simulador social exclusivo) para las tareas secundarias. Es decir, tendremos que conseguir un equilibrio entre trama y socialización. Para ello contamos con un calendario que nos recordará en qué día estamos (importante, por ejemplo, para los eventos deportivos, pues tienen unos entrenamientos determinados a la semana) y una televisión que nos mostrará el tiempo atmosférico de la zona. El detalle de la previsión meteorológica es de lo más importante en Persona, ya que los asesinatos se producen después de varios días lloviendo, justo cuando comienza a aparecer una niebla densa. Nuestro objetivo primordial será salvar a quien aparezca en la televisión antes de que sea aniquilado, es decir, antes de que comience a aparecer la niebla en el pueblo.

Es por ello que el juego es tan denso y jugable. En Persona no tendremos el típico camino prefijado, los eventos marcados por la historia y una vía lineal para terminar la historia. Aquí tendremos que andarnos con ojo, pues si nos despistamos y no salvamos al personaje nuestra partida terminará, aunque por suerte siempre podremos retroceder una semana -perdiendo todo lo anteriormente conseguido, obviamente- para hacer las cosas mejor.

Hora de matar sombras

Dejando a un lado el componente social tan bien utilizado, nos adentramos pues en el mundo de las batallas de este singular título de Atlus, ya que por mucha conversación que les demos a los enemigos, éstos no dejarán de acosarnos constantemente. Como juego de rol tradicional, el sistema de batalla está anclado a la antigua usanza, aunque por supuesto aportando jugosas novedades y características que lo hacen único. Es decir, estamos, de nuevo, ante un título en el que tendremos que esperar el turno correspondiente para atacar, dejando el dinamismo de los juegos de rol de acción para otra ocasión. Los enemigos se presentarán en las mazmorras, pudiendo esquivarlos -en el caso de no querer comenzar una batalla- o atacarlos para ganar algo de ventaja al principio del turno.

Una vez dentro del campo de batalla se establecerán los turnos en función de la velocidad de nuestros personajes y del enemigo, como viene siendo habitual. Así, tendremos los típicos comandos que vemos en la mayoría de exponentes del género, como puede ser: atacar, defenderse, utilizar objeto, etc. Sin embargo, la cosa no acaba aquí. Y es que los protagonistas de la aventura estarán acompañados de sus alter ego, es decir, sus Persona, quienes serán dotados con habilidades y ataques que harán temblar hasta al enemigo más poderoso.

Es aquí, precisamente, donde el concepto de las relaciones se ve mejor reflejado. En función de lo que hagamos en nuestra vida escolar, nuestros Persona tendrán una serie de atributos u otros, así como hacer ataques enlazados con varios personajes con los que nos llevemos bien. Por ejemplo, si Yosuke -uno de los protagonistas- deja aturdido al enemigo y contamos con un vínculo reforzado, éste nos invitará a realizar un ataque combinado para darle el golpe de gracia. Podremos hacer ataques combinados hasta con los cuatro personajes que tengamos en batalla, por lo que es claramente indispensable estrechar vínculos entre ellos.

Hablando de los compañeros que nos acompañarán en las batallas, éstos estarán controlados por la inteligencia artificial del título, aunque como buenos líderes del grupo que seremos, tendremos la opción de controlarlos manualmente si no nos convencen sus acciones. Por otra parte los "Persona" de los personajes irán adquiriendo nivel y habilidades en función de las batallas que vayan presenciando. Sin embargo, también podremos hacernos con nuevas criaturas para ayudarnos en la aventura, pudiendo llevar hasta un máximo de seis Persona por personaje, así como cambiarlos en plena batalla para aprovecharnos de sus características exclusivas. Cómo adquirir nuevas Persona es tan sencillo como seleccionar la carta correcta dentro de las fases de bonus al terminar diversas batallas.

A partir de cierto momento de la aventura tendremos acceso a la habitación de terciopelo, lugar donde nos encontraremos a uno de los personajes más pintorescos -e importantes- del juego, Igor, que nos invitará a registrar a las Persona que tengamos en nuestro poder para hacer fusiones y crear compañeros mucho más potentes y peligrosos. Crear estas bombas de relojería es tan sencillo como seleccionar dos -o tres, para una creación mayor- cartas y unirlas, dando lugar a una nueva creación. Hay que tener cuidado con las fusiones, pues éstas afectarán a los vínculos sociales que tengamos hechos en el juego, así como las habilidades adquiridas de las personas fusionadas -que las obtendrá la nueva Persona-. Existen multitud de combinaciones, así que habrá que enfrascarse en este modo creación y proveer a los protagonistas de unos compañeros lo más poderosos posible.

Sabor añejo. Diseño nuevo

Hablar del apartado gráfico de Shin Megami Tensei Persona 4 es hablar de dos aspectos completamente diferenciados. El primero, los gráficos reales del juego que, si bien es cierto están un poco pasados de moda en comparación a lo que la nueva generación de consolas nos ha acostumbrado, cumplen perfectamente su papel, empleando el motor gráfico que ya utilizó su predecesor y mejorándolo en algunos aspectos. Los personajes se distinguen a la perfección, con multitud de movimientos y detalles que hacen que enseguida los reconozcamos, así como los escenarios, que irán desde la escuela de los héroes del juego, pasando por Junes, centro donde se reunirán los protagonistas constantemente, y acabando en el desconocido mundo al otro lado de la televisión.

El segundo aspecto a tener en cuenta es el diseño de los personajes, así como las diferentes escenas animadas de las que seremos testigo en los momentos más dramáticos del juego. Hanako Uchibe ha sido el encargado de dar vida a los personajes de Persona 4, dándoles ese aspecto adulto que tanto gusta entre los seguidores de la serie. De la misma manera encontraremos secuencias animadas de corte japonés en los lugares puntuales de la trama, facilitando así la inmersión y dándole al juego un mayor grado de espectacularidad.

Quizá el único problema que podemos encontrarle al juego en cuanto a su puesta en escena es la cámara, que en algunas ocasiones da problemas en los lugares más reducidos, como por ejemplo en el campus, obligándonos a desplazarnos a ciegas hasta que la cámara se recoloca en su sitio. Por suerte no afectará en nada a la jugabilidad de los combates, pues al tratarse de un título por turnos la cámara no tendrá ocasión de dejarnos "vendidos" como en otros exponentes del género.

Por otra parte, si hay un apartado que nos ha impresionado más allá de su adictiva e interesante historia es, sin duda, su apartado sonoro. Una vez más, hay que aplaudir al compositor Shoji Meguro por la labora hecha en esta cuarta parte de la serie, siendo ésta una evolución perfecta de influencias rock y pop japonés. Nada más ver la presentación del título nos daremos cuenta de por dónde van a ir los tiros en cuanto a melodías se refiere, con temas cantados, mezclando instrumentos por doquier y sorprendiendo una vez más a los seguidores. Las melodías son pegadizas, buenas y con ese toque mágico que hacen tengamos la melodía principal en la cabeza durante mucho tiempo. Los actores de doblaje hacen un trabajo más que digno a la hora de caracterizar a los personajes, y, aunque el juego no permite seleccionar el doblaje japonés original -algo que no perdonarán los más fieles-, el trabajo estadounidense es más que notable.

En otro orden de cosas, y tal y como ocurrió con su predecesor, la obra de Atlus nos ha llegado en completo inglés y, debido a la magnitud de su historia no se trata de un inglés fácil de comprender para quienes tienen un nivel medio. La cantidad de expresiones coloquiales que se utilizan, así como lo enrevesada que es la historia, obligará a los usuarios a tomar mano del diccionario más cercano. Además, por si eso fuera poco, los videos carecen de subtitulado, por lo que la comprensión puede verse reducida si no tenemos un nivel apto de la lengua.

Como detalle que los fans agradecerán, la banda sonora original está incluida en todos y cada uno de los Persona 4 que han llegado a nuestro país, por lo que no solo es un detalle que agradecerán los más fieles a las versiones especiales, sino también aquellos quienes hayan tomado una primera toma de contacto con la serie.

El broche de oro para Playstation 2

En definitiva, estamos, sin ningún tipo de duda, ante uno de los mejores juegos de rol que ha concebido la industria del videojuego y, por consiguiente, un título imprescindible para los usuarios de Playstation 2. Tanto la historia como los personajes, así como la música y el desarrollo completamente innovador (aspectos que superan el sobresaliente) son una delicia para el jugador, por lo que no podemos hacer más que recomendar esta obra para todos los seguidores del rol que busquen algo nuevo y fresco. Eso sí, aquellos quienes busquen un juego típico ya pueden ir alejándose, pues si de algo se caracteriza este juego -y franquicia- es de atípico, por lo que si somos un jugador que odia los cambios y las innovaciones, este título nos sabrá a poco.

Lamentablemente, y como comentábamos con anterioridad, el juego nos ha llegado en completo inglés, por lo que más de uno se lo pensará dos veces a la hora de hacerse con él, y, aunque recomendamos encarecidamente su adquisición, si un jugador no se entera de la historia del título estará perdiendo el tiempo, pues es lo que más se disfruta. Para paliar el detalle, Atlus ha incluido la banda sonora original del juego, que cuenta con 24 temas que no dejarán indiferente a nadie.