Tiempo atrás, la serie Persona o Megami Tensei (nombre por el que se la conoce en Japón) supuso un agradable soplo de aire fresco en lo que al género de rol japonés se refiere, cosechando buenas críticas frente a los medios y un buen porcentaje de jugadores que no dudaron en embarcarse en aquel viaje argumentalmente fascinante. Su éxito pero, no llegó a pisar tierras europeas, privándonos de los dos primeros capítulos aparecidos en PlayStation. No obstante, su nula representación en nuestro mercado tocó su fin con una tercera entrega, dejándonos experimentar las habilidades paranormales de un joven estudiante provisto de poderes de fantasía, y cuya misión era la de lidiar con demonios deseosos de acabar con las vidas de sus compañeros.
Ahora, y con dos años a sus espaldas desde su salida, Atlus visita de nuevo PlayStation 2 para sumergirnos en un mundo que cobra vida al caer la noche, donde nuestro personaje principal deberá hacer frente a criaturas capaces de infundir las peores de sus pesadillas, y haciéndonos partícipes de una ambientación aterradora a la par que magistral.
Pueblo maldito
Residente en un pequeño pueblo japonés, nuestro protagonista goza de una aparente vida normal en compañía de sus amigos y los quehaceres habituales de una adolescente de diecisiete años. Poco después de presentarnos al grupo de compañeros, la apacible vida de campo se verá afectada por una densa niebla que impregna el pueblo al tocar la noche, trayendo consigo una serie de extraños asesinatos que no parecen tener una explicación razonable.
Temerosos de que sus vidas aparezcan en la fatídica e impredecible lista negra, los jóvenes de nuestra historia pondrán inicio a sus investigaciones con ánimo de averiguar el motivo de las violentas muertes, recolectando una serie de pistas acerca de la hora en la que se suceden las tragedias.
Propio de una macabra novela de terror, el grupo comprobará atónitamente como los asesinatos pueden verse en directo en un canal de televisión, sintonizando la señal de la emisión al llegar la medianoche en punto. Conscientes de albergar algún tipo de poder fuera de lo normal, los televisores supondrán un portal hacia un mundo plagado de sombras, donde verdaderamente seremos dueños del espíritu que duerme en nuestro interior, capaz de combatir contra los demonios que se están cobrando vidas ajenas sin compasión.
Para los que ya jugaron al anterior capítulo de la serie, recordarán como la polémica transición al universo de los demonios era factible únicamente cuando los protagonistas se asestaban un tiro en la cabeza, simulando un suicidio que en realidad disparaba un impulso sobre sus cerebros, facilitando así el cambio. Esta vez, las pistolas serán substituidas por unas gafas especiales que guardarán relación con los televisores y la señal nocturna, cumpliendo básicamente la misma función.
Unidad frente al peligro
A efectos prácticos, la mecánica para Persona 4 se dividirá en dos grandes bloques. Durante el día, el muchacho central deberá desarrollar sus actividades sociales, relacionándose con los habitantes de la villa y el entorno, así como organizando todo tipo de actividades de ocio con sus amigos que irán desde montar en bicicleta, salir de pesca en las cercanías, o incluso aventurarnos en el vertiginoso arte del cortejo con alguna fémina que sea de nuestro agrado.
En cuanto el sol se despida, la emisión del fúnebre canal Mayonaka TV marcará la transición para los combates, las mazmorras, y toda una serie de objetivos que deberemos cumplir por mediación de nuestros espíritus. Aquí, los enfrentamientos se sucederán por turnos, controlando como novedad de la serie las decisiones de nuestros aliados, algo de lo que podremos prescindir en caso de preferir que la mejorada inteligencia artificial corra a cargo de las acciones del resto de la plantilla. De una manera u otra, las habilidades del grupo irán subiendo de nivel a medida que vayamos aniquilando a nuestros enemigos, al tiempo que recolectamos objetos que nos ayudarán a reforzar distintos porcentajes de experiencia. Como ya sucedía precedentemente, las actividades durante el día desembocarán en el hallazgo de elementos tremendamente útiles a la hora de afrontar los duelos entre las criaturas del mundo paralelo.
En lo visual, Persona 4 volverá a deleitarnos con una apariencia en sus secuencias que poco o nada tendrá que envidiar a cualquier película de animación actual. El uso de la técnica cel shading dotará a los personajes y al entorno con la estética característica de los dibujos japoneses, incorporando en esta ocasión un mayor número de elementos en pantalla y una mejorada fluidez en los movimientos de los personajes.
A pesar de que el motor gráfico no ha sufrido modificaciones significativas, los efectos de luz se muestran algo más trabajados, así como la inclusión de cambios meteorológicos que marcarán la ambientación según dictamine el tiempo. Ya sea de día o cazando demonios a la luz de luna, los diferentes mapas y mazmorras contarán con un mayor grado de interacción, contribuyendo a la búsqueda de objetos valiosos a la espera de nuestras andanzas. A su vez, los distintos escenarios de la aventura dejarán atrás aquellos entornos urbanos característicos de la ciudad para dar paso a los campos y a unas casas mucho más rurales.
Siguiendo correctamente la mezcla de suspense y acción, las extensas horas de juego de las que dispondrá Persona 4 estarán acompañadas por el compositor musical Shoji Meguro, quien nos regalará melodías siniestras y mágicas capaces de transportarnos a un universo lleno de estilo propio. Por desgracia, y a falta de alguna confirmación al respecto, se desconoce si el título contará con algún tipo de doblaje o traducción al castellano, o si por el contrario estará íntegramente en inglés.
La irrupción en escena para Persona 4 en Europa sigue sin una cita exacta, y a pesar de haber avanzado en cuanto a la localización de juegos nipones en nuestro país, títulos como el que nos ocupa siguen haciéndose de rogar en cuanto a fechas de salida. A pesar de ello, la aceptación del género por estas tierras hace presuponer la más que factible llegada para esta aventura, donde a pesar de la importancia de nuestra corteza exterior, el espíritu que llevamos dentro puede llegar a ser más determinante. Entrada la medianoche, los televisores de Mayonaka vomitan horrores que jamás desearíamos ver.