Análisis de Medal of Honor: Frontline (PS2, Xbox, GameCube)
" El sudor frío recorre mi espalda mientras oigo caer los obuses al agua junto a mi barcaza. Veo a mi equipo de soldados tiritando y con un gran miedo en los ojos. De pronto se abren las puertas y el infierno se abre ante nuestros ojos. Antes incluso de salir varios de los soldados están ya muertos. Salimos corriendo hacia la playa, en busca de algún refugio ante tanta masacre. Caen soldados por todos lados. Tengo miedo.
La adrenalina fluye por mis venas y empiezo a disparar hacia donde están apostados los alemanes.
No se si alcanzare a alguno, pero necesito disparar. "
Sin duda alguna este comienzo podría servir como fragmento del archiconocido film sobre la guerra "Salvar al soldado Ryan"protagonizado por Tom Hanks, pero en esta ocasión se trata del último juego bélico aparecido para PS2 de la mano de Electronic Arts: Medal Of Honor: Frontline. Desde su primera aparición hace ya más de cuatro años para Playstation, la Saga MOF se ha consolidado entre los usuarios de los shooters subjetivos como una de las favoritas por sus grandes virtudes gráficas y jugables y por su atractiva temática: en la guerra sobreviven los más fuertes, pero también los más inteligentes. Una vez más toca coger el fusil, reavivar nuestra faceta más camaleónica, y lanzarnos a la intensa dureza de la guerra...
Encarnamos a Jimmy Patterson , Teniente del ejercito de los Estados Unidos, en su lucha por la libertad. La historia transcurre justo desde el Día D, el desembarco de Normandía y nos llevará a diferentes sitios de Europa y con misiones tan variadas y peligrosas como entrar en las playas de Normandía, tomar el Puente de Nijmegen, infiltrarte en una fábrica secreta de armas, sabotear submarinos alemanes, viajar en tren blindado a toda velocidad.... hasta el robo del mejor avión del momento, el avión a propulsión HO –IX que poseen las tropas del tercer Reich.
En cuanto al realismo también podemos hacer mención especial a los uniformes, ya que hasta se pueden distinguir por ellos a los distintos oficiales de ambos ejércitos, y a las armas, ya que aquí a demás contaron con la ayuda del Capitán Dale Dye, veterano estadounidense de la Gran Guerra, para aconsejar a los diseñadores en cuanto a las características estéticas y físicas ( el tiempo de carga, la munición de cada una y los calentamientos de las mismas ) de todas ellas.
Sin embargo, y contrastando con todo lo expuesto hasta ahora, hay mencionar la total ausencia de sangre, ya que aunque la actuación de los caídos en batalla es buena, disparar a un enemigo y no ver sangre es algo que rompe el realismo que muestra este juego. Con esto no quiero pedir un juego Gore, de esos ya tenemos unos cuantos, pero quizás una opción para activar o desactivar la sangre como tienen algunos otros juegos no estaría mal.
Otro tema que a mi parecer le quita meritos es el hecho de que es prácticamente imposible matar a un aliado tuyo que el juego no tenga predestinado a morir, simplemente lo dejas grogui un par de segundos y se levanta a seguir su guerra.
La música es quizás de lo mejor de este juego, ya que es una obra maestra pos si sola, ambienta perfectamente todas y cada una de las escenas, añadiendo calma o tensión a la música y al jugador dependiendo de cada escena.
Otro apartado muy bueno son los efectos de sonido, tanto de los pasos, la respiración, los disparos, las balas que rebotan, las voces de tus compañeros, todo en general para hacerte sentir parte de la historia.
Quizás lo que más echamos en falta es su modo multijugador, ya que en versiones anteriores había un modo deathmach que ya ni existe y en PC al menos en red o vía internet podemos jugar de este modo.
Quizás un mejor control para las armas, recalcamos la dificultad a la hora de apuntar con precisión, las pequeñas ralentizaciones y el que no tenga un selector de Hz en su menú, habrían sido las guindas para el pastel, dulce donde los haya, que es este Medal Of Honor : Frontline, un título imprescindible para los amantes de los FPS y las aventuras bélicas. Sin duda alguna , MOH: Frontline ha cumplido su misión