Análisis de Enthusia (PS2)
Lo podéis ver en cualquier lista de ventas: Los juegos de coches tanto simulador como arcade están totalmente de moda. Con esa jugosa tarta repartiéndose, era ya extraño que ningún gran desarrollador japonés realizara alguna incursión en el género. Square lo intentó infructuosamente con el fallido Driving Emotion, e incluso Automodellista de Capcom tenía ciertos elementos de este género. Enthusia ya no es ningún tipo de intento fallido, sino que supone un abordaje serio al género de los Turismos en la consola de Sony. El Studio 3 de Konami ha estado desarrollando el juego por más de tres años, algo que se nota en su cuidada presentación y en el competente apartado visual. Fuera del carácter simulador del juego, es de agradecer la incorporación de nuevos elementos pocas veces vistos en este género.
Como se insiste mediante los múltiples avances, el juego cuenta con un sistema de Gravedad llamado "Visual Gravity System". Éste sirve para realizar una simulación realista del peso e inclinación del vehículo a lo largo de la competición. El juego incorpora un esquema del vehículo en la cual se ve una "bola de gravedad" por la que podemos ver si inclinamos demasiado o no ésta a la hora de girar o realizar movimientos bruscos.
Este sistema de gravedad no afecta al marcado carácter arcade tanto en los giros como en el diseño de las pistas pese a que el juego se vende como simulador. Es curioso que aunque el sistema de gravedad sea interesante, el control resulte bastante más directo que sus rivales del género.
Todo ello hace que el complicado sistema de tuneo de coches adquiera una facilidad mayor para el poco experto, aunque sacrificando realismo que no gustará a muchos jugadores potenciales. De todos modos, esto aumenta la jugabilidad ya que el clásico trucaje del modo Gran Turismo (realizar miles de vueltas para obtener dinero) se ve aquí cambiado por un sistema que prima la habilidad del conductor. Es un cambio discutible, pero que no reduce en demasía la jugabilidad. En Enthusia prima sobre todo la habilidad otorgando puntos por lo bien que conduzcas a lo largo de un trayecto determinado.
Los puntos determinan las veces que haces colisión en el circuito, la habilidad en la conducción y los tiempos que realizas en las distintas carreras. Otro elemento interesante es que Enthusia te indica los principales rivales para cada la próxima carrera. A medida que vayas progresando irás obteniendo más coches, en un sistema que recuerda un poco a Ridge Racer Type 4 y su célebre garaje. Este modo incorpora por último un calendario de carreras por el cual se permite competir de manera cronológico eliminando en parte la monotonía.
Fuera de este modo, se incluye el clásico modo de carrera libre y unas contrarrelojes que cuentan con fantasmas como es habitual en este tipo de juegos. En estos últimos modos se puede grabar una vuelta y que la maquina te indique en acciones has fallado a la hora de dar la vuelta con el coche. Pero quizás el modo más divertido sea "Driving Revolution", que parece un síntesis entre el concepto Beatmania y el típico Time Trial. En este modo debes pasar por una especie de barreras de colores. Lo interesante es que éstas varían dependiendo de la velocidad, aproximándolo un poco a los juegos de música de Konami. Si bien es cierto que recuerda a otros juegos de conducción, la posibilidad de que las barreras varíen dependiendo de la velocidad lo convierten en una curiosidad bastante interesante y que aporta cierto reto.
Con todo, el modelado de los vehículos está bastante bien realizado y el número de fotogramas por segundo se mantiene estable en la mayoría de elementos. Los escenarios urbanos demuestran el potencial del motor gráfico del juego, moviendo una cantidad considerable de polígonos.
También puede que aquellos más intransigentes no soporten el control híbrido Arcade y Simulación, que como hemos dicho antes, vira más a los juegos de carrera de Namco o Sega que a los de Polyphony. No por ello resulta malo, pero aquellos que busquen un realismo exacerbado, o lo que para ellos resulta realista, quizás queden decepcionados por esta apuesta de Konami.