Análisis de XCOM: Enemy Within (PC, PS3, Xbox 360)

Nota: XCOM: Enemy Within sale como expansión independiente en PC, comprable y descargable a través de Internet. En consola, se vende como pack con el juego original, titulado Commander Edition, y no se sabe todavía si saldrá como contenido descargable para los que tengan XCOM: Enemy Unknown.

Desde su salida el año pasado, la saga XCOM ha demostrado saber reinventarse para convertirse en uno de los destacados de su género. De la mano de Firaxis, este clásico de la estrategia se ha renovado para ofrecer una experiencia diferente que ahora nos sitúa entre la estrategia y la acción del shooter.

A algunos les costaba de creer que esta mezcla funcionaría, pero es cierto que la compañía supo coger lo mejor de los antiguos juegos de mesa y lo que más destaca de los dos géneros antes mentados y sacar una combinación maestra que nos brinda largas horas de diversión. Ahora Enemy Within viene para hacer más grande la saga y nos trae una historia que desmitifica el DLC sacadineros para ofrecernos un título que con las bases del original nos ofrece historia, unidades y posibilidades totalmente nuevas.

La jugabilidad sólida que conocemos

La propuesta que Firaxis nos ofrece viene a ampliar aunque no modifica las bases jugables que ya funcionaron en su salida al mercado. Como hemos dicho esta combinación de estrategia y shooter funcionó y se ha quedado para descubrir a una nueva casta de enemigos más fieros que los alienígenas. En este sentido el análisis versará poco sobre la jugabilidad ya que hemos hablado ampliamente de ella en el análisis del original y en las pasadas impresiones. El neófito tiene que saber que nos moveremos en el mapa con la perspectiva isométrica de siempre desarrollando la parte de estrategia por turnos en este momento y posteriormente, cuando tengamos al enemigo a tiro, activaremos la vista de shooter, que nos permitirá ver si nuestro objetivo está visible o no.

La organización de la interfaz sigue siendo sumamente útil y rápida, ya que podemos acceder a las posibilidades de cada soldado de forma muy rápida. En este caso se une a la batalla la recolección de la "mezcla", un producto que después descubriremos para qué sirve y que será de suma importancia para que la misión tenga el éxito asegurado. Un pequeño tutorial y unas primeras misiones de toma de contacto servirán para entrar de lleno en este Enemy Within y en las particularidades de la base, que ahora cuenta también con nuevas estancias relacionadas con esta misteriosa "mezcla" que encontraremos en la primera misión.

Giro en la historia

Si hablamos de XCOM tenemos que hacerlo obligatoriamente de alienígenas y seres de otras galaxias… aunque el golpe de efecto de Enemy Within, aun manteniendo a nuestros queridos extraterrestres, vendrá de dentro. Sin querer destriparos nada de la historia os presentaremos a lo E.X.A.L.T., una sociedad secreta que se une a las cotas de conspiranoia tan americanas que ya conocimos en The Bureau –desarrollado por 2K Marin–, el shooter más puro de la saga XCOM. En este sentido esta sociedad viene a dar un respiro a los enemigos de siempre para, no solo atacarnos, sino también intentar reventar la estabilidad de nuestra organización. Nuestras salidas de la base se basarán en las misiones de siempre, aunque por otra parte también tendremos que realizar el trabajo sucio de oficina. El de tirar de geopolítica para descubrir qué país da soporte a esta nueva organización de la que por el momento no sabemos nada. Un mal paso en este sentido, y la relación con dicho país se habrá terminado.

Para este menester necesitaremos un soldado del pelotón encubierto, un personaje que desde el momento en el que esté infiltrado perderá, casi totalmente, la capacidad de defenderse por la ausencia de armas. Ahí entra la pericia del jugador para conseguir mantener con vida al soldado en los dos tipos de misión que el juego nos trae para sacar todo el jugo a los misteriosos E.X.A.L.T. Nuestro hombre en territorio enemigo participará en dos tipologías diferenciadas de misión: Recuperación y Extracción. El primer caso se basará en la dominación de inteligencia enemiga mediante el robo de objetos y dispositivos. Los explosivos no serán nada amigos de estos ítems, por lo que el trabajo deberá ser de los finos.

Entrar, dañar todo lo menos posible y salir… siempre con el permiso del rival. Y ahí entra en liza una inteligencia artificial superior a la de los alienígenas que ahora analizaremos. Para el segundo tipo de misión, la de extracción, tendremos que hacernos cargo de recuperar a un agente que realiza maniobras en territorio enemigo. De esta forma Firaxis se inventa una misión diferente en la que cobertura y pericia nos llevarán a enfrentarnos a enemigos que aparecen de la nada. Una buena propuesta para aquellos amantes de la fuerza de choque y los ataques inesperados. Como decimos, aquí entra en contacto una fuerza diferente de la de los alienígenas que convierten a la nueva organización en todo un reto para los amantes de la saga. Veamos su aportación.

IA muy depurada

En los primeros enfrentamientos con los E.X.A.L.T. veremos que la inteligencia artificial de estos mejora, y mucho, a la de los enemigos a los que estamos acostumbrados. El comportamiento de los alienígenas deja siempre algo que desear en los niveles más bajos del juego, pues bien, en este caso los humanos de la organización nos lo pondrán más difícil. Sus ataques son más variados e inesperados y la potencia de estos supera con creces a la de los antiguos rivales. Se trata de una serie de ataques mucho más cercanos a nosotros y, desde luego, más devastadores. Su uso de las explosiones o de las unidades, que serán también iguales a las nuestras, supone un reto más para un ejército acostumbrado a lidiar con personajes de otros planetas.

Esta IA se verá contrastada con la incorporación de los laboratorios de genética y robótica avanzada, un espectáculo tanto visual como táctico que permitirá convertir a nuestros soldados en CEM, una especie de cyborgs que aportarán un gran número de soluciones al campo de batalla. Por otra parte, y como ya tratamos anteriormente, la genética también permitirá mejorar las capacidades de nuestros soldados. Gracias a ello velocidad, puntería, fortaleza y otros atributos cambiarán para hacerlos más resistentes al combate. Con ello XCOM: Enemy Unknown gana en contenidos y diversión dando una vuelta de tuerca más a un juego que ya de por si había dado que hablar. La incorporación de estas nuevas variables llevan a esta estrategia/shooter un paso más allá y, sin duda, alargan la vida del título en más horas. Completamente rejugable, XCOM gozará de una expansión a la que muchos envidiarán por su alto nivel tanto en contenido como en capacidad para sacar aún más jugo al guión principal.

Una apuesta sólida

La capacidad de XCOM para deshacerse de los prejuicios que muchos mostraron en sus inicios fue alabada en su día. Ahora, un año después de su salida nos sorprende aún más con una expansión que no sabemos si es expansión o un juego casi nuevo que amplía unidades, posibilidades de gestión del equipo y, lo que es más importante, introduciendo una nueva variable a la historia que entronca perfectamente con lo jugado hasta el momento. No sabemos que quieren los E.X.A.L.T. ni quienes son, e incluso desconocemos quién les da cobijo. La conspiranoia ha funcionado muy bien siempre que ha ido acompañada de las siglas de XCOM, y esta vez os aseguramos que lo supera con creces.

Este análisis no habla de gráficos y ambientación porqué son los mismos de siempre. Si la base jugable no se ha tocado, lo gráfico y ambiental, así como el sonido, no se ha modificado y mantiene el sello que ya hizo famoso al juego. Nada de alardes gráficos aunque todo se comporta bien durante la partida.

Son muchas las ocasiones en las que el estudio, con la voluntad de innovar, cambia por completo algunos términos de algo que ya funciona. Pues bien, en esta ocasión debemos felicitarnos ya que Enemy Within brinda una jugabilidad exacta al original aunque variando lo importante, el contenido y las posibilidades de nueva configuración.

La base jugable, muy sólida, se ha asentado correctamente durante todo este año para mostrarnos esta combinación entre estrategia y shooter. Una vez cuajado este estilo, solo faltaba llenarlo de un contenido con el que el jugador se sintiese cómodo. Y así ha sido, a los que os gustó Enemy Unknown ahora tenéis el enemigo dentro, y no hay otra forma de sacarlo que entrar en los laboratorios y crear a los soldados más sorprendentes jamás vistos. Una buena oportunidad que no debéis dejar pasar.