Análisis de X2: La Amenaza (PC)

Tras una larga persecución a través de un campo de asteroides, la policía acaba de detener al protagonista de la aventura junto a su compañero. Al ser considerados piratas espaciales, lo más probable es que los dos pasen unos cuantos años en la cárcel pero no todo está perdido. Mientras conducían al protagonista a la prisión, una gigantesca nave comandada por Ban Danna exige hablar con nosotros; los carceleros ceden a la petición y nos trasladan al enorme crucero.

Una vez en el despacho de Ban Danna, descubriremos por qué nos ha llamado a nosotros personalmente: quiere que trabajemos para él ya que nuestra habilidad como pilotos es única. Su compañía nos proporcionará un caza ligero con el que podremos ir cumpliendo los objetivos que se nos vayan asignando, y por si esto no fuera suficiente, nos libraremos de la cárcel.

De todos modos, y como es lógico, tendremos unas cuantas dudas que podremos intentar resolver a base de preguntas. Estas conversaciones se desarrollan con el clásico sistema de selección de diálogos: Ban Danna puede comenzar hablando acerca de nuestras habilidades como pilotos, pero nosotros, en vez de seguir con ese tema, podemos preguntar por qué nos ha elegido a nosotros.

Tras esta breve introducción, nuestro protagonista visitará el hangar para montarse en su nueva nave. La misión que nos han encomendado es la de localizar una base espacial en la que encontraremos a una mujer que necesita nuestra ayuda. Y ya nada más comenzar nos daremos cuenta de la inmensidad del juego. El universo se divide en diversos sectores que deberemos ir recorriendo para llegar a nuestros destinos, por ejemplo: nosotros comenzamos en el sector Argon Primero, pero la estación que buscamos se encuentra en el sector Centro de la Luz. Para llegar a nuestro destino, deberemos atravesar el sector Argon Primero y localizar una de las puertas espaciales que nos transportarán al siguiente sector; en este caso, Centro de la Luz.

A lo largo de nuestro recorrido quedaremos impresionados ante la enorme cantidad de naves que circulan por el espacio: podemos encontrar estaciones mineras o grandes naves de transporte; bases comerciales o cazas piratas saqueando todo lo que pueden. En definitiva, nos encontraremos viajando por un universo vivo que sin duda, conseguirá meternos de lleno en la acción. Y es que desde un principio quedará claro que X2 no es un juego de naves típico. En cualquier momento podremos hacer lo que nos de la gana: desde comerciar, hasta saquear; combatir o explorar.

Como decíamos, en nuestra primera misión debemos encontrar a una mujer que se encuentra en una estación espacial. Con nuestra nave, deberemos ir recorriendo varios cientos de kilómetros hasta llegar a nuestro destino, pero antes hay que resaltar ciertos aspectos. En primer lugar, X2 se trata de un simulador espacial en primera persona, por tanto, la gente que espere un juego sencillo de manejar y centrado en la acción, ya se puede ir quitando de la cabeza esa idea. Aquí debemos controlar un buen número de parámetros: desde el tipo de arsenal que vamos a llevar, hasta la capacidad de almacenamiento que tiene nuestra bodega de carga. Se trata de un juego lento, pausado; los viajes intergalácticos llevan su tiempo, sobre todo si las naves que llevamos no son de las más rápidas. Por tanto, es ante todo, un juego idóneo para los jugadores que disfrutan descubriendo nuevas zonas. De todos modos, también habrá fases con mucha acción, sobre todo, si decidimos crear una nave rápida y potente. Porque en X2, uno de los elementos más importantes es el de la construcción de la nave. Nosotros comenzamos con un caza ligero, con buena velocidad y una capacidad de fuego aceptable. Pero también, podremos conseguir naves lentas con una capacidad de carga mucho mayor que la de los cazas de combate.

Todo dependerá del estilo de juego que queramos vivir. Si pensamos resolver todos los problemas a base de disparos, lo mejor que podemos hacer es mejorar nuestros motores, nuestros escudos y sobre todo, llenar la bodega con todo tipo de misiles. Por el contrario, si lo que preferimos es comerciar, no hay nada mejor que actualizar nuestros sistemas de búsqueda de "gangas", o las mejoras en el sistema de comunicaciones. Así pues, el jugador tendrá bastante libertad a la hora de decidir cómo jugar. Pero aún hay más que contar.

Cuando nos acercamos a una estación espacial, podemos abrir un sistema de comunicaciones para así poder pedir permiso para atracar en el hangar, o simplemente, poder contactar con alguna de las personas que se encuentran dentro de la base. Si optamos por atracar, la estación deberá permitirnos entrar en su interior. Cuando lo haga, ante nosotros se abrirá una compuerta por la que deberemos pasar con mucho cuidado. Una vez dentro, podremos comerciar o nuevamente, intentar hablar con alguna personalidad de la nave. Y aquí, debéis recordar el sistema de diálogos que comentábamos al principio del análisis: nosotros vamos seleccionando las preguntas que queremos efectuar.

Y básicamente esto es lo que nos encontraremos en X2. Las misiones nos las irán dando los habitantes de las estaciones espaciales y en ellas, deberemos combatir contra diversos enemigos, ir en busca de personas importantes o simplemente, transportar materiales de un lado para otro. También, como habíamos dicho antes, podemos optar por la vía del crimen, por lo que sería conveniente instalar un sistema de análisis de mercancías. Con él, podremos saber lo que transportan las naves y por tanto, no cometeremos errores a la hora de atracar naves vacías.

Pero a esto, debemos añadirle la posibilidad de poder crear nuestro propio imperio. Solamente necesitaremos una buena suma de dinero al principio para poder comenzar a construir las primeras fábricas y las naves de transporte. También, será necesario contratar los servicios de una nave de transporte gigante para que pueda colocar la estación en el lugar que nosotros elijamos. Una vez establecida nuestra estación, lo único que nos queda por hacer es configurar los diferentes parámetros para así ver qué tipo de mercancías vamos a comprar, y cuales vamos a vender. Si nos sale bien la jugada, nuestro imperio se expandirá sin problemas por el universo, aunque los piratas pueden darnos más de un problema.

Y más o menos esto es lo que nos encontraremos en el transcurso de la historia. Con cada una de las misiones que se nos vayan asignando, iremos conociendo más y más detalles acerca del pasado de nuestro protagonista. También nos encontraremos con diversos personajes que nos ayudarán a completar ciertos desafíos. Y como no, recorreremos un sinfín de mundos que nos dejarán boquiabiertos. Porque sin duda, el motor gráfico del juego cumple a la perfección con su cometido. Todas las estaciones poseen un nivel de detalles exquisito. Lo mismo ocurre con las naves, incluyendo las de menor envergadura. Si nos centramos en la superficie de los planetas, que visitaremos en ciertos momentos, también debemos resaltar el enorme nivel de detalles que poseen todos los elementos en pantalla.

El problema radica sobre todo en el modelado de los personajes. En las secuencias cinemáticas veremos a nuestro protagonista hablar con varios personajes. Pues bien, su modelado, sin ser malo, no es nada realista. Lo mismo ocurre con sus movimientos y sus gestos; para nada son creíbles. Y esto, la verdad es que choca. Sobre todo teniendo en cuenta que el aspecto general del juego en este sentido no tiene pegas. Los sectores tendrán un buen número de elementos que los diferenciarán del resto, por ejemplo: habrá zonas plagadas de cinturones de asteroides, en cambio, habrá otras zonas menos pobladas pero con grandes nebulosas cubriendo el horizonte.

Si nos referimos a las estaciones, veremos como también existen muchas diferencias: habrá estaciones insertadas dentro de asteroides y por tanto, en su interior, veremos grandes zonas rocosas con grúas extrayendo minerales. Habrá otras, en cambio, que estarán compuestas exclusivamente por elementos metálicos. Los efectos de luces que acompañarán a nuestras ráfagas de fuego también son impresionantes. Y es que como decimos, los detalles se han cuidado al máximo. Cualquier elemento del exterior que genere luz, afectará al interior de la cabina, que por supuesto, variará según el tipo de nave que llevemos. También podremos conocer el estado de la nave –el tipo de armas que llevamos, los misiles, el escudo,…- simplemente mirando a los paneles de la cabina. Por supuesto, para disfrutar del juego con un nivel de detalles alto necesitaremos un equipo de gama media-alta.

El apartado sonoro también mantendrá un nivel notable. Estamos ante un juego totalmente traducido al castellano, con un buen doblaje y con un acompañamiento musical que nos irá metiendo poco a poco en la acción. Los efectos FX son contundentes y cumplen a la perfección su cometido. Y esto será X2. Como hemos dicho, el jugador elige cómo jugar. Las misiones se podrán ir cumpliendo de muchas maneras diferentes y encima, el jugador podrá desviarse de su camino para dedicarse a realizar otras tareas. Es cierto que al principio es bastante complicado iniciarse en la aventura ya que hablamos de un juego muy denso.

La mayoría de las acciones las debemos realizar a través de menús y combinaciones de teclas, por lo que los jugadores menos exigentes, seguramente desistan antes de aprender a controlar a la perfección el juego. En cambio, todo aquel que disfrute con este tipo de juegos en los que el jugador debe implicarse en la mayoría de parámetros jugables, disfrutará como nunca explorando el inmenso universo creado por los chicos de Egosoft. Porque de eso va X2. Ante nosotros se presenta un mundo vivo en el que nosotros encarnamos a uno más. Nosotros seremos importantes, pero no menos que las diversas compañías que amenazan con arruinar a nuestro imperio, o con los piratas que no dejan en paz a nuestros trabajadores.

Cuando hayamos completado el modo historia, todavía quedarán por jugar algunas batallas simuladas por el juego. En ellas, podremos combatir contra decenas de cazas y por tanto, podremos poner en práctica nuestra habilidad. Por 19’95 €, X2 es una compra muy recomendable por las razones expuestas en este análisis. Eso sí, será necesario disponer de una unidad lectora de DVD para poder disfrutar del juego.