Análisis de Wildgate: Un valiente shooter multijugador en que diriges tu nave en divertidos enfrentamientos espaciales (PC, Xbox Series X, PS5)
Sabemos que la escena de videojuegos multijugador está colapsada de lanzamientos. Si quieres hacerte un hueco, tienes que proponer algo muy diferente. Lo bueno es que cuando juegas a Wildgate, percibes que los desarrolladores lo tuvieron muy en consideración, porque es un título original que, aunque muchos han definido ya como un Sea of Thieves espacial, en realidad tiene muchas particularidades.
El videojuego de Moonshot posee un concepto sencillo, pero que a la vez no comprendes hasta que has echado unas cuantas partidas. Participas en arenas online espaciales donde se enfrentan 5 naves, cada una consistente en una tripulación de 4 jugadores.
El objetivo es hacerse con un artefacto oculto en el mapeado y escapar sin ser derribado. Eso, o acabar con el resto de naves antes de que ocurra. Parece simple, pero tiene más profundidad de lo que parece y además es de lo más divertido.
Un shooter multijugador original y sorprendentemente divertido
La primera partida a Wildgate (y la segunda y la tercera) probablemente sean un desastre. Pero no te preocupes. El problema no eres tú, sino que el juego tiene más cosas para aprender de las que podrías imaginar en un principio… y es que hay muchas acciones disponibles. Puedes pilotar la nave para dirigir a tus compañeros a una nueva localización, pero también controlar el puesto de sondas para explorar las inmediaciones y marcar puntos de interés en el mapa. Como la nave necesita combustible, también es necesario que siempre haya alguien dispuesto a salir de ella para hacer un poco de minero.
Uno de los mejores aspectos de Wildgate es algo que puede resultar anecdótico, pero que en realidad resulta vital para su éxito jugable. En cualquier momento puedes teletransportarte de vuelta a tu nave. Si realizas una misión a pie, obtienes un botín o sales flotando por el espacio para recolectar una pieza de hielo con la que reparar tu reactor, siempre puedes volver simplemente pulsando un botón. Podrías pensar que hace el juego más fácil, pero no, simplemente le añade un toque de fluidez muy necesario y que de no haberse implementado hubiese hecho todo más tedioso.
Luego no estás obligado a escoger un rol, sino que cambia según las necesidades de cada momento. Obviamente, estará el típico jugador que se enganche a los mandos de la nave y no quiera soltarlos, pero siempre habrá una situación en que lo verás salir de allí y ponerse a disparar desde las torretas para defendernos de los ataques de otros jugadores. Nosotros hemos disfrutado mucho con esta variedad jugable, porque no estás obligado a hacer una función en particular, sino que todo surge de un concepto de juego cooperativo, en equipo, donde al final cada jugador sabe lo que tiene que hacer.
Por ejemplo, si alguien está con la sonda localizando puntos de interés y ya hay alguien buscando combustible, puedes ponerte a los mandos para acercarte a una estación espacial errante en busca de un botín. Se trata de pequeñas misiones en que dejaréis la nave por unos instantes para experimentar la vertiente FPS del juego y enfrentaros así con aliens manejados por la IA enemiga, despejando distintas estancias antes de desbloquear las recompensas. Estas consisten en mejoras de módulos y de torretas, entre otros, para reforzar vuestra posición frente al resto de naves, que siempre estarán al acecho.
De esta forma, una parte importante de cada partida consiste en explorar estas localizaciones para adquirir mejoras como reforzar los escudos, incrementar la resistencia de la nave o adquirir incluso explosivos que colocar en las naves enemigas para detonarlas. También tienes torretas que lanzan láseres capaces de penetrar los escudos rivales, algunos de ellos fulminantes y que pueden ayudarte mucho si surge alguno de estos encuentros (que ocurrirán más de lo que te imaginas).
Profundizando en cómo de bueno es Wildgate como shooter en primera persona, nos ha recordado en muchos momentos a Destiny. Tiene un aura muy similar en lo referente al movimiento del personaje, con la opción de saltar y elevarnos en el aire. La experiencia gunplay está un escalón por debajo, pero es convincente, con vida regenerable y una singularidad consistente en que tenemos un indicador de oxígeno que durante las incursiones resulta importante tener en cuenta. No esperéis mucho de la IA de los enemigos, que es bastante estándar aunque mayormente satisfactoria.
La extensión de los mapas está bastante bien medida y hay margen para explorar antes de que surjan algunos de los encuentros con otros jugadores. Para que os hagáis una idea, cada partida suele durar en torno a 20-25 minutos, aunque es una duración muy variable, y podría ser menos si os eliminan a la primera de cambio. No obstante, lo habitual es tener tiempo para visitar un par de localizaciones y abastecernos antes de entrar de lleno en alguna refriega, que por cierto pueden ser de lo más emocionantes. En este sentido, es la mayor parte del tiempo un juego pausado, con bastante exploración, pero que también sabe ofrecerte momentos de mucha acción.
Unos combates espaciales de lo más profundos y emocionantes
Una vez entras en contacto con una nave tripulada por otros jugadores, tienes la opción de atacar con las torretas a distancia, pero también de abandonar físicamente tu nave para abordarla como un auténtico pirata. Incluso puedes hacer ambas cosas a la vez, porque mientras un compañero está pilotando y otros dos se encuentran en las torretas, el jugador restante puede hacer un asalto improvisado para hacer el máximo daño posible. A estos efectos, cada nave dispone de un reactor a proteger, el cual puede ser saboteado, aunque también arreglado.
A estos efectos, nos ha sorprendido la cantidad de cosas que pueden estropearse y averiarse dentro de cada nave. Los cristales y puertas es posible que se hagan añicos tras los impactos, así como los módulos internos, aparte de que aparecerán zonas incendiadas… y puede que hasta recibas la visita de otros jugadores que traten de asaltarte e incluso llevarse parte de tu equipamiento. Haciendo uso de la multiherramienta de que disponemos podemos arreglarlo todo, pero claro, ya tienes que abandonar lo que estabas haciendo. No obstante, es crucial. Si no, tu nave explotará y se acabará la partida.
Es muy emocionante cuando consigues salir de una de estas situaciones y contraatacar. De hecho, no nos ha gustado tanto tripular la nave como estar en las torretas y ponernos a disparar. Cada nave tiene un escudo, y es preciso abrir distintas brechas para alcanzar el armazón. Y no se trata de apuntar y disparar sin más, sino que al existir tanta distancia entre naves (estamos en el espacio), es preciso calcular el punto hacia el que se mueven los rivales para acertar.
Todo esto combinado da lugar a una lucha de fuerzas bastante equilibrada, y es algo muy de aplaudir, porque hay muchas variables y era fácil que se presentaran desequilibrios durante las partidas. No obstante, hemos observado que el esquema funciona bien, y que además propicia bastantes formas de jugar. Por ejemplo, en una partida tuvimos un piloto absolutamente increíble que consiguió mantener a raya una nave que nos pisaba los talones. Mientras huíamos, un jugador se quedó en la torreta posterior para defendernos, mientras otros dos buscábamos combustible para que la huida siguiera su curso.
La comunicación, aunque sea mínima, es importante. Jugamos con desconocidos y obtuvimos una grata experiencia, pero es obvio que si consigues formar un grupo con amigos y te comunicas en tiempo real y a viva voz todo mejora. No obstante, no debería preocuparte demasiado esta cuestión, porque el juego dispone de herramientas, al estilo de marcadores, para poneros de acuerdo. También hay un chat de texto emergente que puede ser de utilidad para comunicaciones más complejas, como avisar de que has conseguido la llave para abrir una cámara, por ejemplo.
Sin embargo, es un juego que una vez comprendas su dinámica (que como decimos te costará unas cuantas partidas) la verdad es que fluye de manera bastante intuitiva, con cada jugador siendo consciente de lo que tiene que hacer en cada momento. Lo único que no nos ha gustado tanto es que al final se tiende a resolver las partidas acabando con el resto de naves, cuando realmente el lema del juego es "saquea, encuentra el artefacto y escapa". Con lo de saquear estamos de acuerdo, pero poquísimas partidas hemos visto que se hayan resuelto encontrando el artefacto.
Básicamente, el artefacto se encuentra en una posición aleatoria del mapa, y debemos acudir al lugar en que se encuentra, resolver una pequeña raid y huir hacia un portal. Con eso ganarías la partida, pero hemos comprobado que la mayor parte de jugadores prefieren acabar con el resto de naves, que es otra vía para la victoria. Esto es claramente algo que va en contra del concepto jugable que resaltan los desarrolladores, y sería positivo que en futuras actualizaciones se realicen reformas para incentivar la búsqueda del artefacto y su posterior extracción.
Wildgate, un juego con varios retos que deberá superar
Aparte de esto, otro elemento que nos genera dudas es el sistema de generación procedural de mapas. Reconocemos que es una solución lo suficientemente efectiva como para sustentar el estilo de juego de Wildgate, muy apoyado en la exploración. Sin embargo, cuando juegas unas cuantas partidas empiezas a notar falta de variedad, sobre todo en cuestión de los escenarios y las localizaciones que visitas a pie. Hay varios tipos de enemigos y las mazmorras presentan algo de variedad, pero sería positivo que se trabajara en esta cuestión en el futuro inmediato.
Por último, encontrar partidas no es un proceso tan rápido como nos hubiese gustado, y eso a pesar de que tiene cross-play. Viendo los datos de jugadores actuales, no está teniendo un éxito arrollador, pero es previsible que más usuarios se vayan sumando en los próximos días. Será importante que exista una base de usuarios continua, y ese es probablemente su mayor reto, porque Wildgate pretende estar con nosotros varios meses y años. Nadie sabe ahora mismo lo que puede pasar, y todo dependerá del apoyo que reciba por parte de sus creadores, quienes ya nos adelantaron su hoja de ruta.
Actualmente el juego tiene solamente un modo de juego, que es el que os hemos estado comentando: Caza del Artefacto. También dispones de la opción de jugar en solitario contra la IA, y luego hay una galería de tiro y un tutorial que es interesante, aunque básico y no resulta suficiente para aprender todo lo que necesitas. Todo lo demás viene por parte de las recompensas, las cuales erigen un sistema de progresión bastante notable. La experiencia se puede obtener por múltiples acciones durante la partida, incluyendo el pilotaje de la nave, el sondeo del entorno, realizar reparaciones, etc. También se incluye nuestro desempeño global en cada partida, dependiendo de los enemigos que hayamos derrotado y si hemos resultado victoriosos. Luego están los desafíos diarios, que ofrecen contundentes puntos EXP.
De esta forma podemos desbloquear nuevos personajes, cada uno con sus características propias. En este sentido, tiene aire de hero-shooter, con personalidades muy marcadas y habilidades también distintivas. Hay personajes que pueden hacerse invisibles de forma temporal, moverse más rápido, así como interactuar con objetos a distancia o directamente no necesitar oxígeno durante las incursiones (algo ideal para comenzar tus primeras partidas). También desbloqueas nuevas naves, al estilo del explorador que tiene mayor rapidez, o del corsario, con mayor capacidad de combate.
El tema de las naves es profundo, porque cuentan con un número variable de torretas y características de escudo, velocidad y maniobrabilidad. En su interior también son muy diferentes, y es algo a lo que tardarás muchas partidas en acostumbrarte. Por tanto, no creas que vas a ver todo el primer día, sino que necesitarás cantidad de horas de juego para comprender lo que Wildgate tiene que ofrecerte. En este sentido, el catálogo de recompensas también incluye nuevas armas, accesorios y diseños tanto para personajes como para naves. Como sabes, es un título premium para PC, PlayStation 5 y Xbox Series con un precio fijado, pero se incluye una tienda in-game. Esta cuestión es siempre polémica, aunque en este caso tenemos que deciros que están a la venta únicamente elementos cosméticos adicionales (por el momento con un catálogo además bastante limitado).
Hemos probado el título en PlayStation 5 y el rendimiento ha sido más que correcto. Solamente hemos percibido algunas fluctuaciones en la tasa de imágenes durante momentos puntuales, habitualmente en la zona de lobby previa a la carga de cada partida, donde se muestran todas las naves y jugadores deambulando de un lado para otro. El juego tiene un aspecto cartoon que recuerda a algunas de las producciones de Blizzard, y es que se nota que han trabajado en él varios ex trabajadores de la compañía de World of Warcraft y Overwatch.
Precisamente, el trabajo artístico es una de las parcelas más sobresalientes del título, con diseños muy carismáticos, que saben presentar elementos bien modelados pero sin excesos. En lo musical también destaca, con un tono heroico, aunque a veces se echa en falta una mayor variedad de composiciones. También contamos con voces en español en todo momento, mediante comunicaciones a viva voz que nos van indicando diversos aspectos sobre la partida y la situación de nuestra nave.
Conclusiones: Un shooter espacial multijugador que ahora mismo es toda una incógnita
Seguramente te preguntarás si Wildgate es una buena apuesta, pero para eso deberíamos tener la capacidad de ver el futuro. Lo único que podemos deciros es que, en la actualidad, jugablemente es un título que nos ha gustado. Plantea cosas diferentes a sus competidores y además su esquema jugable es fascinantemente complejo. La sensación de estar tripulando una nave en compañía está muy lograda, con enfrentamientos que pueden volverse de lo más emocionantes y partidas que se pasan volando.
Al final muchas de las situaciones se resuelven acabando unos con otros, abandonando la premisa fundacional del juego, consistente en extraer un artefacto para vencer. Los desarrolladores deberán trabajar en ello, así como en añadir más piezas que consigan mantenernos pegados al título durante meses. Por ejemplo, echamos en falta algún modo más, aunque es entendible que los desarrolladores quieran concentrar ahora mismo a todos los jugadores en una misma modalidad. De hecho, podría decirse que ha sido una decisión acertada, porque incluso así cuesta un poco encontrar partidas en determinados momentos.
La variedad de los escenarios es otro aspecto que nos gustaría que se mejorase, porque puede aflorar una cierta sensación de monotonía debido a su carácter procedural. No obstante, el resto funciona bien, incluyendo un sistema de progresión que desbloquea elementos importantes, al estilo de personajes, naves y armas. Al final, es un multijugador muy carismático, diferente y que sabe distanciarse. Eso es un excelente punto de partida en un momento en que este tipo de producciones parecen fijarse demasiado unas en otras. Puede que esa sea la clave para un éxito que tendremos que comprobar si llega… o no.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga para PlayStation 5 que nos ha proporcionado Dreamhaven.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
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