Análisis Warhammer 40.000: Chaos Gate - Daemonhunters, estrategia inspirada en XCOM (PC, Xbox One, Xbox Series X/S, PS5, PS4)
Incluso quienes no son especialmente aficionados a los productos de Games Workshop seguro que conocen algo del universo Warhammer Age of Sigmar o Warhammer 40,000. Las licencias no son extrañas para la industria del videojuego, que casi de manera permanente tienen una o varias adaptaciones en diversos géneros. Hace unos meses se anunció el juego de acción Warhammer 40,000 Space Marine 2, tenemos el plataformas de disparos Warhammer 40,000: Shootas, Blood & Teef, la acción cooperativa de Warhammer 40,000: Darktide… El último en nuestras manos es Warhammer 40.000: Chaos Gate - Daemonhunters, en este caso un brillante juego de estrategia por turnos que va a encantar a fans de Warhammer 40,000 pero también a cualquier aficionado al género.
Los Caballeros Grises contra las fuerzas corruptas del Caos
El título de Complex Games para Frontier Foundry nos pone al mando de un grupo de Caballeros Grises, unos valientes guerreros que deben frenar un plan para infectar la galaxia con el Brote. Los primeros pasos en Daemonhunters no son muy alentadores, ya que nuestro comandante fallece a manos de un demonio y la nave sufre daños; aunque el plan pasaba por regresar rápidamente al hogar, la nueva amenaza –y la inquisidora Kartha Vakir- nos obligan a investigar esta plaga cósmica que pudre mundos hasta extinguirlos. Como os contamos en nuestras impresiones, el equipo ha trabajado estrechamente con Games Workshop y con Aaron Dembski-Bowden, un autor que ha trabajado con este universo.
¿Es importante conocer, aunque sea parcialmente, el mundo de Warhammer 40,000 para disfrutar de Daemonhunters? Sí, es muy aconsejable, aunque no estrictamente imprescindible. El drama de su historia lanzará nombres, cameos, facciones y mucha información que sin una base sólida pueden resultar un pequeño galimatías, pero puede ser un buen punto de entrada para interesarse por la licencia. En cualquier caso, no se puede tomar como crítica negativa que Daemonhunters aproveche la riqueza de Warhammer 40,000: precisamente eso se da por hecho y es algo que encantará a sus fans.
La estrategia del juego abarca el campo de batalla pero también la gestión del Edicto Baleful, una base de operaciones que podremos mejorar según las prioridades con nuevas instalaciones. El Brote avanza incansable por los sistemas solares según pasa el tiempo, así que deberemos estudiar las misiones de combate en los diferentes mundos para frenar una plaga. Las decisiones que tomamos y los mundos que caen o sobreviven tienen un impacto real en el juego, en ocasiones bastante drásticas, así que no conviene tomárselo a la ligera. Por suerte, esta parte de la gestión no se hace muy pesada y sus eventos o la personalización del escuadrón de nuestra élite de los Marines Espaciales siempre mantienen el interés; hay múltiples clases especializadas en distintas tareas para adaptar las tácticas a nuestro estilo de juego.
Cuando saltamos a la acción estamos ante un gameplay que inevitablemente recuerda a juegos como XCOM, aunque con pequeñas diferencias que van más allá de la capa de pintura de Warhammer 40,000. Nuestras unidades se desplazan por el mapa en un rango de acción y podemos invertir las acciones en distintas estrategias ofensivas o defensivas, aprovechar el fuego o ataques a distancia, entrar en combate cuerpo a cuerpo o buscar coberturas para reducir el riesgo cuando sea el turno de los enemigos… Coberturas que pueden saltar por los aires. Bastante clásico y tan divertido como siempre, especialmente porque en este juego no hay el elemento aleatorio de otras series: podremos saber el daño que haremos con cada movimiento y así optimizar nuestra partida. Aunque los puristas podrían decir que la fórmula está simplificada, hay que reconocer que no por quitar la dosis de RNG se gana en diversión, a veces más bien al contrario.
Ah, y nuestros soldados pueden caer derrotados varias veces antes de morir definitivamente, aunque se necesitarán un tiempo para recuperarse de las heridas antes de volver a saltar a la acción. En general Daemonhunters es un juego algo exigente –aunque dispone de varios niveles de dificultad-, que premia el planteamiento ofensivo, y con combates contra jefes pondrán a prueba todo lo aprendido. Hay picos de dificultad aquí y allá en misiones concretas a lo largo de las 20 o 30 horas que nos puede durar como mínimo, lo cual puede ser un gran atractivo para los jugones de la estrategia.
Estos Caballeros Grises son devastadores en las cortas distancias y los ataques críticos activarán la posibilidad de golpear a puntos concretos del enemigo, causando en ocasiones que este rival no pueda utilizar un tipo de arma o sus ataques físicos. La cámara realza estos momentos y Daemonhunters no queda corto en el gore de los combates. Además, la colocación en el terreno es clave porque muchos entornos disponen de zonas capaces de dañar a los rivales –destruir un puente o echar abajo un pilar-, y la mayoría de obstáculos se pueden destruir con explosivos. Y está la plaga, que afecta negativamente a nuestro grupo o positivamente a los enemigos; en definitiva, un peligro añadido cuanto más dura la misión. Como decíamos, es muy recomendable conocer el trasfondo de Warhammer 40,000 para sacar el jugo a la trama, pero el núcleo es el de un excelente juego de estrategia que se puede disfrutar por sí solo.
Un mundo en constante mutación
Daemonhunters rezuma la dirección artística de la licencia con el diseño de los personajes, monstruos y secuencias. En ocasiones esto también juega en su contra, ya que la propia interfaz está sobrecargada con filigranas que en la práctica hacen la navegación por menús poco intuitiva; es cuestión de acostumbrarse, pero es fácil que nuestra primera toma de contacto intimide más de lo que debía. Además, una ambientación tan marcada puede acabar agotando, pues muchos mapas son demasiado similares entre sí; no tiene la variedad de otras temáticas, aunque cada campo de batalla disponga de su propia identidad.
En las voces en inglés encontraremos algunos nombres destacados, en especial Andy Serkis como Vardan Kai. Serkis es de sobra conocido por su excelente interpretación como Gollum en las películas de El Señor de los Anillos y El Hobbit, entre otras criaturas digitales del cine y los videojuegos.
Conclusiones
Juegues a Warhammer 40.000: Chaos Gate – Daemonhunters por su apasionante mundo o los combates tácticos, el juego ofrece todo lo que podrías pedir a una variante de XCOM en este universo, sin necesidad de ser un calco exacto de la saga de Firaxis. Engancha, y aunque se podría pedir un poco más de variedad de enemigos o situaciones, tiene calidad suficiente para convertirse en una subsaga estable de Warhammer y atraer nuevo público a este universo con tantos adeptos. Probablemente este sea el mejor halago para el título de Frontier Foundry.
Hemos realizado este análisis con un código facilitado por PR Garage.