Análisis de War, the Game (PC)
El PC es, casi con alguna honrosa excepción, el último bastión para los amantes del género de la estrategia. El que fuera uno de los géneros estrella de la industria en la época de súper producciones como Command & Conquer, Age of Empires, Starcraft o los primeros Civilization siempre se ha sentido como uno de los géneros por excelencia de los compatibles, de esos que, si quieres disfrutarlo "como es debido", debes hacerlo desde el ordenador. Ahora, gracias a la proliferación de estudios independientes, vuelven a haber un goteo constante de lanzamientos sobre el género, como este War, the Game, que nos ocupa.
War, the Game es un juego directo. No se anda con rodeos. En un momento, nos metemos en nuestra primera misión tutorial, sin líneas argumentales de por medio: un conflicto en oriente medio: somos el ejército de los Estados Unidos y debemos derrotar a unas tropas iraquíes.
Punto. Acompañados de una cara flotante poligonal que hará las veces de guía del juego y que nos explicará cada uno de los elementos que lo integran, tendremos que cumplir disputar diferentes a lo largo de todo el planeta.
Siendo un juego de estrategia, sorprende la enorme simplicidad que invade casi cada uno de los apartados del juego. Sólo hay un gran nivel: el globo terráqueo. A medida que vayamos desbloqueando misiones, las batallas se van trasladando a diferentes países (China contra Rusia y Japón, Reino Unido contra Argentina...) y también la naturaleza de estas: algunas más centradas en batallas en tierra firme y otras en las que las unidades aéreas o marítimas tienen más peso. No obstante, todo esto se muestra de una forma tan esquemática que realmente no existe diferencia entre estar combatiendo en medio del desierto del Sahara o en pleno Centroeuropa, cosa que, como veremos más adelante, tampoco necesita éste título.
Si a nivel estético o de diseño impera la sencillez, esa austeridad también se traslada al apartado jugable: existen 7 unidades en todo el juego: infantería a pie, tanques, portaviones, boques de guerra y barcazas de transporte, cazas y bombarderos. Todos se enfrentan entre sí en batallas en los que tienen la misma fuerza. Es decir, una unidad de cazas tiene la misma fuerza que otra unidad de cazas, pero también que una unidad de buques de guerra. El objetivo es lograr en cada encuentro de tropas una mayoría de unidades lo suficientemente efectiva como para hacer inclinar la balanza a tu favor. ¡Ah, cierto! También contamos con carísimos y desequilibrantes misiles nucleares, que tardan mucho en ser construidos, no todas las naciones poseen y que, si logramos construir, borrará del mapa a toda unidad de infantería que se le ponga de por medio.
Tampoco se hace un lío la gente de Gabber Games, los desarrolladores, en cuanto al sistema de gestión de recursos. El dinero lo conseguimos adhesionando ciudades a nuestro bando, que sólo pueden conquistar las unidades de infantería a pie. Con este dinero no podemos construir estructuras (repartidas por el mapa o localizadas en ciudades, que igualmente se pueden conquistar), sino que sólo servirá para comprar tropas sin parar, porque el bando enemigo no pierde el tiempo y a la mínima que nos descuidemos estamos reiniciando la partida.
Sorprende por todo esto que, una vez entrado en materia y especialmente a medida que van desbloqueando misiones, esta simplicidad de lugar a enfrentamientos complejos, en los que la que esta producción de unidades se convierte en un ejercicio de precisión cuando entramos en contiendas contra tres o cuatro naciones más y nuestra alianza con el país vecino depende de que llegue a tiempo esos pelotones de tanques nuestros que inclinarán la balanza a nuestro favor. Y es que el modesto apartado visual y los bajísimos requisitos técnicos de War, the Game, le permiten plantear situaciones que en juegos más exigentes no podría darse con la misma soltura: batallas mundiales de punta a punta del globo en el que media docena de ejércitos crecen, se atacan y muerden el polvo en tiempo real.
Las misiones tienen una especie de propósito: cierto, el juego nos recuerda constantemente que estamos en medio de nuestra carrera militar, que termina a finales de 2035 y que los días pasan inexorablemente. Efectivamente, este es otro de los elementos con los que juega War, the Game. Todo lo que hacemos, salvo movernos por los menús, gasta tiempo de nuestra carrera militar. Hablábamos antes del misil nuclear, ¿queremos construir uno, sacrificando dinero de otras tropas y mucho tiempo de desarrollo? Quizás, para cuando tengamos dinero para construirlo, el enemigo será demasiado poderoso y nos ha barrido del mapa. Efectivamente, pulsando la barra espaciadora hacemos que pase un día completo y, antes de que nos descuidemos, ya ha pasado un año. ¿Cuánto podremos conquistar y cuántas misiones podremos cumplir antes de que termine nuestra carrera militar?
Las misiones van evolucionando de tal forma que se llega a un punto en el que el mínimo error, una refriega cualquiera, puede hacer que tus enemigos se abalancen sobre tu imperio como lobos y que fallemos la misión. Por eso, pulsando F1 tres veces, se puede hacer reinicio rápido… y creednos, se pulsan muchas veces F1 en War, the Game. A todo esto se le suma, para los completistas, que cada misión tiene sus propios objetivos secundarios: "no uses a ciertas unidades", "termina la batalla antes de X días" o "consigue un nivel de efectividad superior a cierto porcentaje", por lo que aquellos a los que les guste el género y que le den su oportunidad más allá de los primeros 40 minutos, encontrarán un juego sencillo pero desafiante. War, the Game también incluye batallas online, si bien es cierto que en el tiempo que hemos estado jugando, no hemos podido encontrar contendientes con los que vernos las caras.
Cierto es que War, the Game, tiene elementos como para que se le atragante a más de uno, no es para todos los públicos: a su sencillo apartado gráfico tiene algunas opciones de diseño en los controles que no han terminado de convencernos, como el incluir varias opciones de selección en un mismo botón del ratón. Siendo un juego en el que es preciso tener claro todos los conceptos que se van incluyendo progresivamente en cada misión, tiene un sistema de consejos muy intrusivo, que para la partida constantemente y que finalmente es preferible desactivar, aun a riesgo de perdernos ciertos conceptos.
Por lo demás, un juego sencillo, rápido, directo y desafiante con el tiempo, que desecharán los impacientes y sorprenderá a los que quieran darle una oportunidad. Por los 9,99 euros que vale en Steam, aquellos que quieran un juego de estrategia diferente y emocionante pero sin ningún lujo tienen un buen candidato en este War, the Game.