Análisis Void Bastards, gamberro roguelike espacial (PC, PS4, Switch, Xbox One)

Hasta ahora la desarrolladora Blue Manchu había pasado desapercibida, sin embargo, con el lanzamiento del notable Void Bastards han llamado la atención, no solo de los amantes de los shooters en primera persona, sino de todos aquellos aficionados a los roguelike. Esta espectacular aventura espacial táctica ofrece una experiencia de enorme complejidad y con un guión gamberro, consiguiendo con ello un perfecto equilibrio jugable y narrativo. El estilo visual imitando a un cómic y su acabado cel shading suponen el colofón a un videojuego que asegura muchas horas de diversión.

Mata, muere y vuelve a matar

Nuestra historia comienza siempre con un nuevo "bastardo", un prisionero liberado para cumplir misiones encargadas por un extraño ordenador, siendo nuestra última oportunidad para conseguir la libertad.

Estos personajes, que se generan de forma aleatoria cada vez que morimos, tienen características únicas, siendo algunas positivas, como no hacer ruido al correr, o negativas, como toser de forma esporádica alertando a los enemigos.

Una vez puestos en acción deberemos elegir nuestro siguiente destino, contando para ello con un mapa espacial que nos recuerda mucho al de FTL. La disposición de las naves se crea de forma procedimental, por lo que cada nueva partida es completamente diferente. Los viajes se pueden hacer de uno en uno, aunque tienen un coste en gasolina para la nave y comida para nuestro protagonista, elementos que iremos consiguiendo durante las partidas y que en caso de agotarse acabarán con nuestra vida.

Elegir un camino u otro dependerá de nuestras necesidades, encontrando un objetivo final que hace avanzar la trama. Cada nave tiene una ambientación visual diferente, aunque el diseño de niveles es muy parecido. Este es uno de los elementos que menos nos han gustado, ya que encontramos una excesiva repetición de escenarios, una falta de variedad que con el paso de las horas acaba siendo demasiado evidente.

Al adentrarnos en una nueva nave el título pasa a ser un shooter en primera persona que ofrece un control sencillo y muy efectivo, consiguiendo con ello una notable precisión y una excelente movilidad por los escenarios. Para hacer frente a los enemigos contamos con distintas armas, siendo muy importante gestionar bien la munición y el inventario para no quedar desprotegidos. Este aspecto es determinante, ya que en muchas ocasiones lo mejor no es enfrentarse, sino simplemente correr y abandonar la nave con vida.

El plantel de armas, aunque con artilugios realmente ingeniosos y divertidos, peca de ser algo escaso. Para mejorar nuestro arsenal, progresión que no perderemos al morir, contamos con un árbol de desarrollo bastante completo, el cual podremos ir desbloqueando a medida que vayamos recuperando recursos de las naves, por lo que es muy importante investigar bien cada rincón de los escenarios.

En cuanto a la variedad de enemigos, aunque es cierto que ofrecen un reto exigente y los distintos estilos garantizan un componente estratégico interesante, existe una escasa variedad, lo que provoca una inevitable sensación de repetición. Es cierto que esto suele ser habitual en los roguelike, pero creemos que se podría haber hecho un esfuerzo mayor. Para compensarlo, Void Bastards incluye varios niveles de dificultad, siendo el último de ellos un auténtico desafío incluso para los más expertos.

En la máxima dificultad el componente estratégico también adquiere una mayor importancia. Dentro de la nave, no solo conseguiremos objetos de misión y recursos para ampliar nuestro arsenal, sino que también podremos utilizar el entorno a nuestro favor. Cada nave cuenta con sistemas de seguridad o mapas que desvelan la posición de los recursos más importantes, volviéndose imprescindibles.

Para ello deberemos ir obteniendo Méritos, un sistema de puntos que nos permite acceder a muchas de estas ayudas, aunque hay que utilizarlos con cabeza. También es importante que gestionemos bien el oxígeno, un factor determinante ya que marca el tiempo que podemos permanecer en la nave.

Sin duda, Void Bastards ofrece una experiencia de juego tan exigente como divertida, consiguiendo con ello que hasta las partidas más cortas se vuelvan muy adictivas y permanezcamos horas jugando. Gran parte de este mérito no es solo jugable, sino también narrativo y audiovisual, dos elementos donde el título destaca muy por encima de la media.

Un cómic espacial

Uno de los elementos que convierten a Void Bastards es un videojuego muy especial es su brillante guión. Escrito con un humor retorcido muy llamativo, consigue adentrarnos en este irreverente mundo con sencillez y efectividad, lo que provoca que cualquier tipo de locura sea posible. Es cierto que no hay diálogos complejos ni una historia muy elaborada, pero tanto la premisa inicial como su desarrollo mantienen en todo momento ese toque tan especial.

En este sentido, debemos destacar el genial diseño de los protagonistas, encontrando bastardos tan alocados como cautivadores, y provocándonos más de una sonrisa al comenzar una nueva aventura. Sin embargo, todo este contexto adquiere mayor importancia gracias al impecable acabado visual con un estilo cel shading que nos recuerda mucho a Borderlands.

Blue Manchu ha creado directamente un cómic interactivo, incluyendo viñetas y efectos propios de este soporte. Todo esto permite crear una ambientación impecable, aunque el diseño de enemigos y escenarios acaba volviéndose repetitivo. Por su parte, la banda sonora acompaña bien y los breves diálogos en inglés están bien interpretados.

Conclusión

Void Bastards se ha convertido en una de las propuestas más sorprendentes dentro del género de los roguelike. Este adictivo y exigente videojuego mezcla con enorme acierto mecánicas de gestión con la diversión de los FPS, consiguiendo con ello que las cerca de 14 horas que dura la campaña principal (aunque es enormemente rejugable debido a su carácter procedimental) sean una experiencia divertida y repleta de retos.

Su acabado visual cel shading consigue que nos adentremos en un cómic interactivo, algo que gana relevancia gracias a su divertido y gamberro guión, con líneas de diálogo y personajes que nos harán soltar más de una sonrisa. Los principales aspectos negativos de la aventura son la falta de variedad en el diseño de escenarios y enemigos, así como un arsenal escaso, elementos que acaban provocando una inevitable sensación de repetición que afecta a la consistencia de la estructura jugable.

Sin embargo, gracias a los distintos niveles de dificultad y a una perfecta mezcla entre narrativa y jugabilidad, Void Bastards es un videojuego notable dentro del género, convirtiéndose en una propuesta imprescindible para los fans de los roguelikes, y muy recomendable para aquellos que tengan Xbox Game Pass o que busquen un FPS gamberro y muy adictivo.

Hemos realizado este análisis en PC con un código de descarga facilitado por Humble Bundle.