Análisis Vengeful Guardian: Moonrider, venganza ninja de 16 bits (PC, PS5, Switch, PS4)
Si algo nos gusta de la industria actual es que hay espacio para todo tipo de juegos. Superproducciones de géneros establecidos, proyectos locos y experimentales, o experiencias clásicas como con las que crecimos muchos de nosotros. Vengeful Guardian: Moonrider es una de estas últimas. Si recordáis Blazing Chrome, el run and gun del estudio brasileño JoyMasher, seguro que os podéis hacer una idea de lo que os espera aquí, aunque cambiando un poco de género.
Afila tu espada
Vengeful Guardian: Moonrider es un juego de acción y plataformas en dos dimensiones inspirado por sagas clásicas como Ninja Gaiden y Shinobi, aunque ambientado en un futuro distópico en el que los gobiernos más opresores han creado supersoldados para mantener el control de la humanidad.
Moonrider, nuestro protagonista, ha rechazado su papel en este mundo y busca venganza contra sus creadores y otros supersoldados.
Con esta premisa, nos lanzamos a través de ocho fases (nueve, si contamos el tutorial) en las que combatiremos contra todo tipo de enemigos y jefes. En esencia, jugablemente es muy sencillo y apto para todo el mundo. Salta, ataca y usa tus habilidades especiales para derrotar a lo que se ponga por delante con apenas tres botones, recurriendo a clásicos como pulsar dos veces en una dirección para correr, o pulsar una dirección y el botón de atacar para cambiar el tipo de ataque. En un esfuerzo por actualizar los controles tenemos botones opcionales como el R2 para correr, pero si preferimos una experiencia más «purista», siempre podemos usar la doble pulsación que comentábamos más arriba.
La historia puede completarse en dos o tres horas, y no es particularmente difícil, por lo que cualquiera con un mínimo de habilidad a los mandos puede completarlo. Si queremos tomárnoslo más «en serio» y superar nuestras puntuaciones para conseguir clasificaciones más altas, ahí la cosa empieza a complicarse. Al fin y al cabo es un título concebido para que lo rejuguemos, algo que se hace muy entretenido gracias a su buen diseño de niveles y su variedad. Aunque la mayoría de fases son de desarrollo lateral, tenemos varias que nos ofrece la típica sobre ruedas corriendo hacia el fondo de la pantalla, otras de plataformeo aéreo o, como no podía ser de otra manera, el imprescindible ascensor.
Cada fase nos da un rango en base a cómo lo hemos hecho, por lo que intentar conseguir el más alto implica evitar recibir daño y completar el nivel rápido. Esto, unido a encontrar todos los secretos, aumenta su rejugabilidad, y nos obliga a convertirnos en mejores jugadores. Hablando de secretos, los escenarios esconden «módulos de poder», unos modificadores que nos dan ciertas ventajas, como doble salto, recuperar salud, magia o ganar fuerza de ataque al matar enemigos, una armadura que reduce el daño (pero limita el rango de cada fase a B), un radar para detectar zonas ocultas o, para los jugadores más experimentados, morir de un golpe. La clave está en que sólo podemos equipar dos a la vez, por lo que tendremos que elegir los que mejor nos vengan para cada fase o nuestro estilo de juego.
Por último, cada vez que derrotamos a un jefe obtendremos su habilidad especial. Este ataque, que consume «magia» (o energía, o como lo queráis llamar) se suma a nuestro arsenal, pudiéndolo cambiar en cualquier momento con un menú radial, algo que, como os podéis imaginar, también nos anima a rejugar las fases que ya hemos completado con las nuevas habilidades.
16 bits en nuestras manos
La experiencia clásica que nos ofrece Vengeful Guardian: Moonrider no es sólo en lo jugable, sino también en lo visual. JoyMasher ha realizado un fantástico trabajo a la hora de capturar las sensaciones audiovisuales de los títulos de los 16 bits, desde la presentación de los menús hasta, obviamente, los gráficos del juego que, salvo por el formato panorámico, podrían ser perfectamente de Mega Drive. Todo está cuidadísimo, desde las animaciones a los efectos, y se nota que los desarrolladores tienen muchísimo cariño por es época de los videojuegos. En lo visual, se incluye también un filtro CRT opcional que, para nosotros, es casi obligatorio, ya que añade una capa adicional de autenticidad a los gráficos que nos encanta. Sutil, pero lo suficientemente efectivo para suavizar bordes y, en nuestra humilde opinión, hacer que se vea mejor.
La experiencia no estaría completa sin un apartado sonoro a la altura, y JoyMasher tampoco decepciona aquí. Además de los geniales efectos de sonidos, la banda sonora nos ha gustado muchísimo. Es cierto que tiene sus altibajos, pero en general está a muy buen nivel, y cuenta con auténticos temazos.
Un viaje a la juventud de muchos
Si crecisteis con las consolas de 8 y 16 bits y recordáis con cariño los juegos de plataformas y acción como Shinobi y Ninja Gaiden, Vengeful Guardian: Moonrider es un magnífico viaje a esa época. A pesar de su brevedad, nosotros hemos disfrutado mucho esta aventura, rejugándola para encontrar los secretos que nos faltaban y mejorar nuestras puntuaciones. Es cierto que tiene ciertos elementos a mejorar, como mayor variedad de enemigos o algunos jefes finales un tanto simplones, pero en general es un título muy recomendable para quienes echen de menos este tipo de experiencias.
Hemos realizado este análisis en PC con un código de descarga proporcionado por Cosmocover.