Análisis de Vanguard: Saga of Heroes (PC)

2007 se presenta como un año muy prometedor en materia de juegos de rol masivos online, y Sigil Games acompañados por Sony Online no se querían quedar sin su parte del pastel por lo que nos presentan Vanguard: Saga of Heroes, un nuevo mmorpg que sigue una línea más orientada a jugadores implicados con el título al estilo de la franquicia Everquest y no tanto como un título viable para jugadores novatos como podría ser un World of Warcraft.

El juego nos presenta un mundo fantástico llamado Telon habitado por toda clase de razas tradicionales en el género como humanos, elfos, goblins o enanos a excepción de los Vulmane, una raza representada por un avatar en forma de hombre-lobo bípedo.

El juego, diseñado en un principio para ofrecer cuatro extensos continentes a los jugadores, ha salido finalmente con tres de ellos, dejando el último posiblemente para una futura expansión.

El primero de estos continentes sería el de Thestra, un paraje de corte europeo con grandes cordilleras y bosques.

El segundo de los continentes sería el de Kojan, con un estilo de estilo asiático, y por último el de Qalia que recuerda a los terrenos centro-americanos con grandes llanuras desérticas y zonas montañosas.

Por supuesto, antes de entrar en el juego será imperativo el crear nuestro primer personaje, por lo que accederemos a un completo editor que nos permitirá personalizar la apariencia visual del mismo, además de poder elegir entre una serie de 19 razas y 15 clases. Dependiendo de nuestra elección en este punto comenzaremos en uno de los tres continentes presentes en el mundo de Telon.

Inicialmente el juego nos parecerá un mmorpg más que se une a la ya extensa lista de clones que habitan los escaparates de las tiendas, pero a poco que dediquemos unas horas a subir de nivel nuestro personaje y adentrarnos en el juego encontraremos que realmente ofrece mucho más de que lo que podemos pensar tras el primer contacto.

El principio lógicamente estará formado por las típicas misiones de matar a "x" enemigos de un tipo, o recuperar una cantidad de un objeto determinado obteniendo a cambio algo de dinero y experiencia que nos permitirá mejorar tanto las habilidades como el nivel del personaje.

Sin embargo Vanguard difiere de forma bastante clara de la línea más clásica que ha venido saliendo últimamente. En primer lugar destacar que es un juego claramente orientado al juego en equipo; es decir, aunque las misiones no nos indiquen explícitamente que debemos hacerlas acompañadas, salir sólo con nuestra arma a cumplir un objetivo mínimamente complejo será posiblemente sinónimo de acabar muerto al poco tiempo.

Añadir también que el mundo de Vanguard es persistente en el sentido más estricto del término, por lo que si estamos realizando una misión que termina con una lucha contra un enemigo importante, es posible que al llegar a ese punto nos encontremos el lugar vacío ya que hace poco que otro grupo pasó por ese punto y lo liquidó. Este hecho contrasta claramente con otro tipo de juegos que crean instancias individuales para los grupos.

En este sentido, la muerte de nuestro personaje durante una misión traerá graves penalizaciones en forma de disminución de la experiencia acumulada a lo que hay que añadir la vuelta de nuestro cadáver a un punto de resurrección. La excepción a este hecho estaría en los servidores de PVP (jugador contra jugador) en los que al perder un combate no habrá una caída en la experiencia acumulada, aunque sí que podremos perder hasta un 15% del dinero que tengamos en ese momento que iría a parar a las arcas de nuestro rival.

Por otro lado, uno de los elementos que incorpora Vanguard y que resulta tremendamente divertido es el novedoso sistema de diplomacia, el cual se representa por medio de un juego estratégico de cartas con el que podremos conseguir favores de facciones o mejorar nuestra imagen frente a los NPC (personajes no jugables) teniendo como una posible ventaja unos suculentos descuentos en los mercaderes.

Al avanzar en este sistema de diplomacia podremos ir consiguiendo nuevas y exclusivas cartas, así como méritos para nuestro personaje que podremos incluir en la representación visual de nuestro nombre, apareciendo por ejemplo la palabra "Embajador" a su lado, lo cual indicará su nivel en este terreno. El sistema se ha desarrollado para poder implementar duelos diplomáticos entre jugadores, aunque de momento todo se mantiene alrededor de los NPC.

Respecto al terreno del crafting y harvesting (recolección y creación de nuevos materiales), Vanguard se presenta como uno de los juegos más complejos y profundos a día de hoy en dicho aspecto. Necesitaremos una receta, así como materiales y utensilios específicos para su fabricación. Una sesión para crear un objeto se basa en el uso de los denominados "Action points" que podremos gastar y una serie de pasos que hay que seguir, a la vez que cada uno de estos pasos gasta algunos puntos y mejora el resultado final del producto.

Es posible que tengamos problemas mientras estamos creando un objeto, por ejemplo se puede dar el caso de que seamos heridos durante el proceso, lo cual requerirá que tengamos puntos suficientes y los objetos requeridos para la curación, hecho lo cual podremos reanudar el proceso en el punto en que lo dejamos. A medida que mejoremos nuestras habilidades en este campo iremos aumentando nuestro nivel, independiente del nivel "real" (el ganado por medio de misiones y combates) de nuestro personaje.

Esta rama del juego se ha creado de un modo novedoso y más activo de cara al jugador por dos motivos evidentes, por un lado el ofrecer un incentivo atractivo al jugador, y por otro evitar que los jugadores, tan típicos en otros juegos, que se dedican a realizar trampas para conseguir objetos y después venderlos no tengan facilidades en este caso.

Otro de los puntos destacables es el que corresponde a la posibilidad de comprar y vender casas entre los jugadores. Tendremos tres tipos de casas presentes en el juego, por un lado las residencias, por otro los edificios de trabajos donde podremos hacer crafting seguros, y por último los comercios que podremos crear para vender nuestros productos.

Para construir las casas tendremos que localizar lugares hábiles para ello, y por supuesto, dado que el mundo es 100% persistente, cualquier jugador que pase por esa zona podrá ver nuestra casa e interactuar con ella, pudiendo ser destruida si un jugador pasa mucho tiempo sin entrar en el juego.

Desgraciadamente, en su momento de salida, Vanguard presenta una serie de complicaciones, la mayoría de ellas en cuanto a estabilidad, que pueden hacer que la experiencia no resulte todo lo satisfactoria que debía ser. Por ejemplo no es del todo raro que nuestro personaje sea resucitado en lugares erróneos (incluso en lugares inviables como el medio del océano o el aire).

También hemos comprobado como ocasionalmente algunos objetos de misiones desaparecían, o algunas problemas a nivel gráfico que, aunque están siendo estudiados y posiblemente corregidos con el tiempo, empeoran el resultado global del juego.

Al nivel técnico Vanguard es realmente imponente, con unos mapeados muy extensos y una distancia de visión muy importante. El modelado tanto del escenario como de los distintos personajes es más que correcto, aunque su diseño resulta un tanto típico y no consigue dar esa sensación de consistencia y originalidad que todo mmorpg necesita en su mundo.

En cuanto a rendimiento estamos ante un juego que muy pocos ordenadores podrán mover en condiciones ya que requiere de un PC de gama muy alta para funcionar sin ralentizaciones. Su apartado gráfico es realmente bueno, cierto, pero una mayor optimización daría una sensación mucho mejor del juego.

Respecto al sonido contaremos con unos temas de corte clásico bastante correctos y unos temas más movidos para los momentos de acción. Los NPC dirán alguna frase esporádicamente, aunque no lo suficiente como para valorar su doblaje (en inglés, como el resto del juego).

En conclusión, Vanguard es un mmorpg que presenta unas premisas jugables ligeramente distintas que las clásicas en el género. Presenta una serie de particularidades muy llamativas como su profundo sistema de creación de objetos, su novedoso mecanismo diplomático o el hecho de poder realizar viajes marítimos. Si tenemos claro los defectos a nivel de estabilidad que presenta actualmente y sus altos requisitos técnicos, puede ser un juego muy interesante para aquellos jugadores que busquen una nueva vía en este fascinante género.