Análisis Valfaris, acción run and gun a ritmo de heavy metal (PC, Switch)
Los creadores de Slain: Back from Hell, el estudio Steel Mantis, regresa con una nueva producción que posee una fuerza y un estilo que hacía tiempo que no disfrutábamos en título alguno. Se trata de Valfaris, un tremendo shooter de jugabilidad 2D muy visceral y explosivo que aparece en todas las plataformas actuales para alegría de los incondicionales y adictos a la acción y las plataformas.
Sin ser el mejor exponente de su género, el citado título Slain: Back from Hell sirvió para marcar la pauta de lo que ha acabado siendo Valfaris, compartiendo tanto su concepción general como otros elementos, como por ejemplo su banda sonora heavy metal. Y el resultado ha sido del todo sensacional, siendo una de las mayores sorpresas que nos hemos encontrado en el terreno indie en los últimos meses.
Un gran desafío run'n gun
La historia que se encuentra tras esta producción no es que sea la más llamativa ni mejor escrita del mundo, pero tampoco está mal. El protagonista es Therion, una especie de soldado que bien podría pasar por un miembro de cualquier banda de heavy metal de los 90. Un tipo que regresa a Valfaris, su planeta natal, el cual había desaparecido desde hace mucho tiempo. Pero su resurgimiento repentino y misterioso provoca que Therion quiera investigar lo que está pasando en él. Y la respuesta la encuentra en cuanto aterriza con su nave en la superficie de Valfaris, mundo que ha sido tomado por un ejército de criaturas de origen cibernético.
A partir de aquí da comienzo una aventura de acción y jugabilidad 2D que recuerda un tanto a la vivida en multitud de títulos y sagas clásicas tan queridas como Metal Slug, Contra y demás títulos similares de naturaleza arcade y run'n gun. Pero lejos de ser un mero clon de viejas glorias, esta producción de Steel Mantis goza de una fuerte personalidad tanto en su faceta jugable como, más todavía, en lo concerniente a su propuesta audiovisual.
Armados con tres armas, una de largo alcance, otra cuerpo a cuerpo más una tercera especial que gasta un medidor azul (el de escudo), tenemos que ir avanzando por los diversos e infernales escenarios que nos aguardan en este poco acogedor planeta. Un lugar en el que cuesta dar un paso sin encontrarnos con algún engendro mecánico al que tenemos que reducir, y eso incluye un buen número de mid y final bosses que nos deparan unos enfrentamientos que en algunos casos nos han parecido excelentes.
Lejos de ser un paseo dominical por el parque, estamos ante una aventura que ostenta un nivel de dificultad bastante desafiante, algo que queda claro desde que ponemos un pie en el primer nivel. Por eso mismo no estamos ante el típico título apto para cualquier tipo de usuarios, dado que los menos pacientes y habilidosos lo más probable es que se desesperen y arrojen la toalla al poco de comenzar la aventura.
Sin embargo, tenemos varios aliados que nos ayudan bastante a lo largo del juego. Para empezar, el arsenal del que puede echar mano el protagonista es muy contundente, sobre todo cuando vamos ganando el acceso a las armas más poderosas que se encuentran repartidas por los fondos y que podemos ir coleccionando. Espadones, ametralladoras de plasma, escopetas, lanzallamas y demás juguetes de lo más potente se convierten en el terror de las indeseables criaturas que merodean por los fondos. Un arsenal que además podemos ir mejorando de forma individual recogiendo los objetos pertinentes para tal fin. Un toque RPG-lite que le sienta realmente bien al desarrollo de la aventura.
Un control impecable
Otro factor que juega a nuestro favor es el inmejorable control del protagonista, el cual responde de manera perfecta a nuestras órdenes y nos permite efectuar acciones como saltar o agarrarnos a cadenas y lianas de manera muy precisa. El plataformeo no es la parte más importante del juego, pero también está presente, por lo que dicha precisión en el manejo posee su relevancia e impacto (positivo) en la jugabilidad.
Por lo tanto estamos ante una producción que ostenta un desarrollo bastante simple, conciso y directo. Todo se basa en avanzar tratando de acabar con todo lo que se mueve y, también, explorar los fondos (no especialmente amplios) en busca de algún que otro secreto oculto que nos reporten diversos objetos valiosos… como una especie de cristales mágicos verdes. ¿Y cuál es su función? Pues permitirnos activar unos terminales que actúan como check points… o pasar de ellos para tratar de mejorar un tanto nuestro nivel de salud y escudo.
Una de las mecánicas más curiosas de las que han sido integradas en el título tiene que ver precisamente con esa disyuntiva. Es decir, que debemos decidir si activamos cada punto de control para reaparecer en dicha zona si perecemos, o arriesgarnos a seguir avanzando conservando los cristales de turno para intentar ir mejorando las habilidades de Therion… pero a costa de perder parte de nuestro avance si nos liquidan. Una característica que aporta cierto aire estratégico al título y que le viene de maravilla.
Por todo esto Valfaris es una aventura muy atractiva y recomendable, que propone un estilo de juego tradicional y casi olvidado en los tiempos que corren y que resulta muy entretenido, absorbente y desafiante. Quizá se echa en falta algo más de variedad en su desarrollo dado que, sin ser corto, tampoco es que sea el título más longevo jamás diseñado. Pero por lo demás es una aventura realmente buena en todos los aspectos. Y eso incluye su apartado gráfico y sonoro.
El aspecto visual está muy cuidado y todo ha sido dibujado a mano por el artista Andrew Gilmour. Las animaciones del protagonista y de los monstruos son fantásticas, y los efectos que provocan tanto nuestras armas como las que poseen los rivales son excelentes. Y el sonido tampoco se queda atrás, con unos efectos estruendosos y una banda sonora firmada por Curt Victor Bryant, antiguo miembro del grupo Celtic Frost.
Acción 2D intensa y desafiante
Este título indie se convierte en una de las sorpresas más agradables dentro de su estilo de este final de temporada. Su mecánica de juego es tan simple y directa como desafiante y atractiva, y nos permite disfrutar de toneladas de acción en plan 2D que muchos jugadores echábamos de menos desde hace tiempo. Además goza de un acabado gráfico muy notable y una banda sonora increíble (dentro de su estilo), dando forma a un título que se disfruta mucho mientras dura.
Hemos realizado este análisis en su versión de Nintendo Switch con un código proporcionado por Digerati.