Análisis de UFO: Extraterrestrials (PC)
Los aficionados a la mítica serie de Microprose, X-Com, ya pueden disfrutar de un nuevo acercamiento a esta saga estratégica con esta nueva entrega desarrollada por Chaos Concept que, a diferencia de las últimas entregas diseñadas por Cenega, ofrece una experiencia de juego prácticamente idéntica a la vista en el original, salvo por nimios pero a la vez importantes cambios a nivel jugable, que sin duda pueden decepcionar incluso a los más fieles seguidores de la serie. Veamos por qué.
A nivel de gestión, como siempre, deberemos centrarnos en ampliar nuestro territorio creando bases por todas y cada una de las provincias o territorios en los que se dividirá el planeta, pudiendo en este caso sólo edificar una por zona, para después completar estas estructuras con una gran variedad de salas con funciones específicas hasta cubrir todo el espacio libre dejado por las infraestructuras de la base.
Como en el resto de títulos en la saga, todas estas salas cobrarán un gran protagonismo en el desarrollo de la acción ya que por ejemplo, necesitaremos de hangares para que todas nuestras naves puedan repostar en esa base en cuestión, o talleres y laboratorios para potenciar las investigaciones de nuevas tecnologías, y también para llevar a la práctica todos estos descubrimientos con la construcción de las mejoras, armamento y demás equipamiento que después usaremos en el campo de batalla.
Por supuesto, construir estas nuevas infraestructuras tendrá un elevado coste monetario que nos obligará a realizar todo tipo de actuaciones heroicas para mejorar nuestros ingresos, ya que nuestra principal fuente de ganancias serán los impuestos que nos pagarán todas las provincias del juego por defenderles de los ataques enemigos. Por lo tanto, si cada vez que avistamos un OVNI (gracias a los radares que instalemos en nuestras bases) lo abatimos con nuestros cazas, las provincias vecinas sabrán recompensar nuestros esfuerzos con dinero. Pero a esta fuente de ganancias debemos sumarle también las lógicas ventas de los productos que hayamos fabricado, o los importantes hallazgos que realizaremos cada vez que combatamos en tierra firme contra los contrarios, lo que nos facilitará a la larga el poseer tecnología alienígena a aplicar a nuestras tropas.
También, como decíamos, deberemos centrarnos en investigar nuevas tecnologías para hacer frente a los rivales, ya que pronto nuestro equipamiento quedará obsoleto frente a las mortíferas armas enemigas. Para ello, tendremos un número determinado de científicos, que variarán dependiendo del número de laboratorios con los que contemos, que podremos distribuir en diversos tipos de estudios para que investiguen nuevas tecnologías. Conforme vayamos realizando nuevos descubrimientos, podremos usar los talleres de nuestras bases para elaborar nuevo equipamiento para nuestras tropas y vehículos, para lo cual tendremos que distribuir a los técnicos en diversas tareas de forma idéntica a la comentada con respecto a los científicos (también se reclutan de la misma forma). Estos materiales podremos después emplearlos para equipar a nuestras unidades, o venderlos si vemos que estamos justos de dinero.
Otras instalaciones realmente importantes serán los citados radares que nos permitirán detectar a los enemigos (conforme avancemos encontraremos mejores tecnologías para realizar esta tarea), las lanzaderas de misiles con las que proteger nuestros territorios de los ataques aéreos, hospitales en los que sanar las heridas de nuestras tropas, e incluso salas de interrogatorio donde llevar a los enemigos capturados, a los cuales podremos sonsacar información de vital importancia. En todos estos casos siempre deberemos tener en cuenta el factor tiempo, ya que cada vez que realicemos una tarea en pantalla se nos marcará el tiempo de espera requerido hasta la finalización del proceso, lo que lógicamente nos va a obligar a actuar con cabeza para evitar quedarnos sin protección ante los rivales por una mala gestión, o por tener a varios de nuestros mejores hombres en el centro sanitario curándose de sus heridas.
Tampoco podemos olvidar el espacio con el que contaremos en cada una de estas bases, ya que como decíamos deberemos distribuir sabiamente nuestras estructuras para adaptar cada territorio a un trabajo en concreto. Y es que por ejemplo, no hace falta construir hangares en todas las bases ya que resultaría más útil distribuir los mismos por una serie de bases en concreto que permitan a nuestras naves recorrer todo el planeta sin problemas de abastecimiento, y ocupar el espacio dejado por dichos hangares en la creación de otro tipo de salas más útiles.
Cuando alguna de estas naves toma tierra, o logramos derribarlas sin causarles excesivos daños, podremos enviar a nuestras tropas terrestres a bordo de una nave de carga a la zona para inspeccionar el lugar. De nuevo, como decíamos, en estos casos deberemos equipar a nuestras unidades con todo tipo de armas e ítems que aprovechen las características de cada una de las tropas, encontrándonos en este caso un importante repertorio de ítems que nos obligarán a conocer al detalle todos y cada uno de los objetos del juego para saber sacarles el mayor rendimiento posible (para ello deberemos usar la Ufopedia), ya que de nuestras elecciones dependerá el éxito o no de las misiones. Además resulta vital plantear bien cada una de estas batallas, que se desarrollarán por turnos, ya que no solo el arma que llevemos modificará el daño que causemos, sino que también la posición de nuestro combatiente marcará el índice de daño y de defensa que tendrá en ese momento. Con esto, como es habitual en la serie, deberemos recorrer una serie de entornos abatiendo a todo tipo de enemigos, a los que tendremos que conocer para, llegado el momento, afrontar con opciones de éxito las distintas emboscadas que nos tenderán (aunque su inteligencia artificial no destaca precisamente por ser muy impactante), pudiendo capturar a determinados elementos hostiles usando armas no letales, o explorar concienzudamente los entornos para encontrar nuevos detalles sobre los enemigos que nos darán acceso a nuevas tecnologías a investigar en nuestros laboratorios.
Con el paso de las batallas nuestras unidades mejorarán su nivel, pudiendo entonces usar algunas de las habilidades más potentes del juego, o realizar más movimientos en cada turno. Sin embargo, en este punto nos encontramos con uno de los principales defectos del juego. A diferencia del resto de títulos de la serie, nuestras tropas solamente morirán si las abandonamos en el campo de batalla, lo que ya le resta cierta tensión a las batallas. Aún así, esto no implica que podamos ir a lo loco ya que para sanar las heridas de nuestras tropas deberán pasar días en el hospital, lo que lógicamente nos dejará sin suficientes tropas para combatir a los enemigos (algo realmente difícil conforme pasen las horas), o deberemos usar a las menos expertas, lo que también resultará algo frustrante por lo poco efectivas que resultarán ante los contrarios. Por otro lado, tampoco tenemos control directo sobre la adquisición de nuevas unidades de batalla, ya que dependemos de los voluntarios que se unirán a nuestra causa. Esto mismo ocurrirá con los científicos y los técnicos, los cuales, como decíamos, vendrán a nuestras instalaciones dependiendo del número de laboratorios y talleres que tengamos.
En este sentido resulta necesario, en especial para los nóveles en la saga, leer con detalle el manual de usuario puesto que los desarrolladores se han olvidado de implementar un simple tutorial que explique al menos los fundamentos básicos del juego, o diseñar un inicio de la partida menos complicado que permita al jugador descubrir poco a poco todo lo que ofrece el juego, que es mucho a nivel jugable. Tampoco la historia ayuda ya que no nos incitará en ningún momento a seguir avanzando en la partida, recayendo al final todo el peso en el propio sistema de juego, que como decimos resulta francamente bueno. Aún así, este Extraterrestrials decepciona por lo excesivamente conservador que es en su planteamiento jugable, y por los citados cambios jugables llevados a cabo que no han llegado a cuajar del todo. Esto obviando por supuesto la absoluta dejadez existente en el apartado técnico del mismo.