Análisis de Trine 2 (PC, PS3, Xbox 360)
Ya lo veníamos avisando en nuestras impresiones con la beta. A pesar de la poca repercusión mediática que ha tenido, la segunda aventura protagonizada por Pontius, Zoya y Amadeus ha llegado pisando fuerte y dispuesta a cautivar a todo aquel que se atreva a probarla. Y es que lo nuevo de Frozenbyte desprende calidad y buen gusto por los cuatro costados, convirtiéndose, como veremos a continuación, en un viaje inolvidable y que no os podéis perder.
El cuento continúa
La historia nos sitúa un tiempo después de los acontecimientos del primer juego, donde las almas de Pontius, Zoya y Amadeus quedaron ligadas por el Trine, un misterioso artefacto mágico. Tras salvar al reino de la amenaza de los nomuertos y tras un periodo de paz, el Trine vuelve a reclamar al trío de héroes, pues un nuevo peligro se cierne sobre el reino. Una extraña agua mágica está provocando un crecimiento anormal en los seres vivos, por lo que la vegetación y los animales se están volviendo gigantes.
El estilo narrativo vuelve a ser muy similar al de la primera parte, haciendo uso de un narrador para ponernos en situación en las pantallas de carga. Durante los niveles también nos narrará ciertos acontecimientos y podremos escuchar algunos comentarios de nuestros héroes. De vez en cuando también hay alguna que otra escena cinemática, que realmente consiste en una ilustración (de una factura intachable) mientras oímos una conversación.
A pesar de volver a usar la misma fórmula, el argumento está mucho mejor hilvanado y la sucesión de los acontecimientos resulta mucho más lógica. La historia es sencilla, pero muy agradable y en todo momento nos dará la sensación de estar jugando a un enorme cuento interactivo. Tampoco podemos olvidar mencionar las geniales dosis de humor de las que hace gala, con todo tipo de comentarios que conseguirán sacarnos más de una sonrisa. El título se permite incluso el lujo de realizar algunos guiños a la entrega original, como la primera vez que nos introducimos en una zona acuática, momento en el que Amadeus se pregunta qué habrá sido del collar que nos permitía respirar bajo el agua en la primera parte.
Tres héroes unidos por el destino
A nivel jugable no podemos hablar de una revolución respecto al primer juego, pero sí de una clara evolución que mejora y expande todo lo visto en el título anterior. Esto quiere decir que volvemos a encontrarnos ante un plataformas bidimensional, con toques de acción y resolución de puzles, en el que podemos a controlar a tres personajes con habilidades únicas y características.
Pontius, el guerrero, es el personaje perfecto para enfrentarnos a cientos de enemigos, ya que gracias a sus elevados niveles de resistencia, su espada, su martillo y su escudo, puede despacharlos fácilmente. Por otra parte, Zoya, la ladrona (perdón, "empresaria"), es la opción más recomendable a la hora de sortear secciones plataformeras, ya que su agilidad y su gancho para colgarse de las superficies de madera le permiten moverse con total fluidez por los escenarios. Además, a la hora de combatir puede congelar a sus enemigos o hacerlos estallar en llamas gracias a su arco. Por último tenemos a Amadeus, un astuto mago que no consigue aprender el hechizo Bola de Fuego por más que lo intenta, y con el que resolveremos gran parte de los puzles que se nos planteen, gracias a su habilidad para mover cosas y crear objetos.
Si jugamos solos, únicamente veremos un personaje a la vez en pantalla, pero podremos cambiar de uno a otro siempre que queramos si están vivos. Hacer uso de las habilidades de cada uno será fundamental para avanzar y conseguir resolver las diversas situaciones que saldrán a nuestro paso. Los controles funcionan perfectamente, ya sea usando mando o el combo de teclado y ratón, aunque a la hora de controlar a Amadeus nos ha resultado mucho más cómoda la segunda opción, ya que el ratón nos permitía crear objetos más rápido y con mayor eficacia.
Entre los cambios jugables encontraremos que ha desaparecido la barra de magia, por lo que podremos usar nuestras habilidades todo lo que queramos sin temor a que se gasten. También se han introducido cambios en la subida de nivel de los personajes. Al igual que en la primera parte, por cada nivel que ganemos conseguiremos un punto para invertir en los árboles de habilidades de nuestros personajes. La diferencia radica en que no nos darán un punto por cada personaje, sino que nos darán uno sólo a repartir entre los tres, por lo que tendremos que decidir con mucho cuidado en quien gastar los puntos que ganemos, ya que además esta será la única forma de acceder a nuevas magias y armas.
Otro cambio más o menos notable es el hecho de que los personajes han sufrido un reequilibrado, de forma que ahora el guerrero y el mago resultan mucho más útiles, mientras que la ladrona es algo menos efectiva, al haber perdido velocidad a la hora de atacar y al haberse reducido las zonas donde poder clavar el gancho.
El diseño de niveles nos ha parecido sencillamente genial. Por norma general son largos y están perfectamente pensados para alternar entre puzles, acción y plataformas. También se encuentran plagados de peligros, trampas y obstáculos que nos exigirán bastante para superarlos. Además, cada uno de ellos suele traer consigo características y peligros únicos a los que tendremos que adaptarnos, dotando de mucha variedad al conjunto y animándonos a seguir para descubrir lo que nos aguarda en el siguiente nivel. Tan pronto estaremos huyendo de rocas gigantes, que realizando puzles con espejos que actúan como portales, evitando ser devorados por plantas carnívoras, intentando trasladar agua mágica hasta una semilla o nadando y luchando por no ahogarnos.
Tenemos que hacer una mención especial a los jefes finales, una de las novedades de esta secuela. Nos los encontraremos generalmente de dos tipos. Por un lado tendremos los clásicos jefes con su barra de vida a los que derrotaremos a base de golpearles y esquivar sus ataques, mientras que por otra parte también los hay de un segundo tipo que nos obligarán a usar todo nuestro ingenio y habilidad para vencerles. Quizás lo más decepcionante en este sentido es el hecho de que haya un punto de control al lado de estos temibles enemigos, los cuales cada vez que los toquemos nos curarán y nos revivirán a los personajes muertos. Con esto se pierde gran parte del desafío, sobre todo considerando que aunque muramos todos, al volver seguirán con la misma vida con la que los dejamos.
El ritmo de juego está minuciosamente estudiado para que no decaiga ni siquiera en los momentos más pausados. Además, se premia mucho la exploración, ya que por todos los escenarios hay repartidos numerosos orbes de experiencia y muchos de ellos están escondidos o están visibles en sitios que nos harán quebrarnos la cabeza para averiguar cómo llegar a ellos. También hay dos cofres ocultos en cada pantalla, que incluyen un poema y una ilustración de arte conceptual, por lo que se han eliminado los artefactos mágicos equipables que antes encontrábamos en ellos y que nos otorgaban diversas bonificaciones.
La dificultad es otro aspecto que se ha tratado bastante bien, ofreciendo diferentes niveles de dificultad para que cualquier clase de jugador encuentre lo que busca. Ya que mientras que en fácil será poco más que un paseo, en difícil sudaremos la gota gorda para no morir constantemente y lidiar con los insistentes enemigos.
Pero si jugando solos ya es divertido, Trine 2 despliega todo su potencial con el sensacional modo cooperativo para tres jugadores que incluye. Las posibilidades a la hora de afrontar las situaciones se multiplican exponencialmente, y podremos resolver un mismo obstáculo de muchas formas diferentes cooperando entre los tres y echándole algo de imaginación. Además, la sensación de satisfacción que sentiremos al haber superado un peligro que en principio parecía insalvable tras un buen trabajo en equipo es impagable.
Uno de los puntos más negros y criticados en el primer Trine fue la ausencia de online para esta modalidad cooperativa, algo que por suerte se soluciona en esta secuela, ya que nos ofrece un multijugador online con múltiples opciones de configuración, como la dificultad, nivel que queremos jugar o número de jugadores locales, entre otros. Eso sí, no podemos dejar de sentir echar en falta una opción de chat por voz. En cuanto a la calidad de las partidas, el buscador funciona bastante bien y no hemos sufrido problemas de lag prácticamente.
La aventura resulta sumamente disfrutable y nos enganchará de tal manera que cuando lleguemos al final nos sentiremos con ganas de muchísimo más, y es que podremos fácilmente terminar este fantástico cuento en apenas seis o siete horas. Si bien es cierto que tiene su factor rejugable y nos durará bastante más si nos proponemos conseguir todos los orbes de experiencia, nos hubiera gustado seguir disfrutando de nuevas pantallas y situaciones durante mucho más tiempo. Aunque considerando la soberbia experiencia que ofrece por sólo 13 euros, este defecto queda paliado, especialmente si lo comparamos con otros títulos del mercado actual, que nos dan mucho menos por un precio bastante más elevado.
Además, al terminar el juego por primera vez, desbloquearemos el modo Ilimitado, que nos permitirá escoger un mismo personaje que otro jugador cuando juguemos en el multijugador cooperativo, lo que ofrece nuevas formas de superar las situaciones y resulta ideal para una segunda vuelta. También hay que señalar que ya hay anunciado un nuevo contenido descargable que promete aumentar en cuatro horas su duración e incluir nuevos modos de juego, aunque todavía no sabemos si será de pago o no.
Arte en movimiento
Y es que no encontramos otra forma de definir lo que supone el apartado audiovisual de Trine 2. Gráficamente nos encontramos con un motor muy mejorado y optimizado que nos pone en pantalla elementos y personajes muy detallados. Pero donde se lleva la palma es sin duda en su apartado artístico. Lo que han conseguido en Frozenbyte en este sentido está a otro nivel respecto a lo que estamos habituados a ver. Los escenarios son una preciosidad y tienen una belleza única e irrepetible. Nos resulta prácticamente imposible describiros con palabras lo que consiguen transmitirnos y hacerles justicia.
La sensación de estar en un maravilloso mundo de cuento y fantasía es constante, con unos parajes hermosos y muy variados, que nos llevarán a recorrer bosques, páramos helados, cuevas, castillos, mares, etc. No hay lugar para ningún tipo de repetitividad visual y en más de una ocasión sentiremos la imperiosa necesidad de pararnos para poderlos apreciar con detenimiento y en todo su esplendor. La viva paleta de colores también ayuda mucho en este sentido, así como sus efectos lumínicos, que consiguen terminar de dotar al conjunto de ese aura de ensueño que tan bien le sienta. Ver, por ejemplo, un lago bañado por la luz de la luna en este juego es una experiencia única.
Trine 1 ya tenía un apartado artístico más que destacable, pero queda completamente eclipsado y ensombrecido ante el genial trabajo que se ha realizado en esta ocasión. A todo esto hay que sumarle también el fantástico modelado y el diseño de cada uno de los personajes (mención especial para los jefes finales), así como sus maravillosas animaciones, muy fluidas y naturales. Además el sistema de físicas se ha mejorado y está bastante mejor implementado, aunque a veces da algún que otro error menor, pero que en ningún momento llega a afectar a la jugabilidad.
Por otra parte, a nivel sonoro nos encontramos ante un juego de diez. Comenzando por los fantásticos efectos de sonido ambientales, que nos trasladarán de lleno a cada uno de los escenarios. La banda sonora está a un altísimo nivel y nos regala una selección de composiciones magistrales que se adapta como pocos juegos hemos visto a lo que se nos presenta en pantalla. Difícilmente nos cansaremos de oírla y será motivo de que más de uno actualice su copia del juego a una coleccionista para hacerse con ella.
Por si fuera poco, Trine 2 vuelve a estar genialmente doblado al español. De hecho, repiten los mismos actores de doblaje de la primera entrega, algo que agradará a los fans y ayuda a mantener la coherencia. Quizás el trabajo realizado en la versión original en inglés esté un peldaño por encima, pero no nos podemos quejar antes la fantástica localización que se ha hecho a nuestro idioma y que dota de muchísima personalidad a todos y cada uno de los personajes.
Conclusiones
Trine 2 supone una lección magistral de cómo debe ser un gran juego. Acción, plataformas, puzles, un apartado artístico de ensueño, una banda sonora de las que marcan época, un diseño de niveles envidiable y uno de los mejores cooperativos que hemos tenido la ocasión de probar en mucho tiempo, tanto local como online. Sólo su corta duración lastra un producto redondo en todos sus apartados. Sin duda, se trata de una cita ineludible para todos los fans del género. Esperemos que esta no sea la última aventura de Pontius, Zoya y Amadeus y que vuelvan para deleitarnos con un nuevo cuento fantástico con el que perdernos nuevamente dentro de este maravilloso mundo mágico.