Análisis The Murder of Sonic the Hedgehog, una novela visual que es mucho más que una simple broma del April Fools' Day (PC)

Puede que The Murder of Sonic the Hedgehog se haya estrenado como una broma de Sega para celebrar con los fans el April Fools' Day (el equivalente anglosajón al día de los Santos Inocentes de España), pero si algo nos ha quedado claro tras completarlo de principio a fin es que se trata de un juego de pleno derecho que desborda cariño por el icónico erizo azul y que tiene muchísimo más trabajo detrás de lo que podría parecer a primera vista.

Sí, la idea de jugar una novela visual de Sonic en la que debemos investigar su asesinato puede sonar muy alocada de primeras y el hecho de que se esté ofreciendo gratis en Steam podría llevarnos a pensar que se trata de un producto mediocre y hecho con prisas cuyo único objetivo es hacer una gracieta, pero lo que nos hemos encontrado es una aventura muy digna, fiel y divertida con la que hemos pasado un rato estupendo y que nos ha sorprendido muy positivamente.

El caso del asesinato de Sonic

Así pues, nos embarcaremos en una novela visual que nos narra cómo Sonic y sus amigos se reúnen para celebrar el cumpleaños de Amy. Eso sí, en vez de realizar una fiesta normal, deciden alquilar un tren para jugar una partida de rol en vivo en la que uno de ellos debe interpretar a un asesino, eliminar a un jugador y evitar ser descubierto por el resto mientras se ciñen a sus correspondientes papeles.

Como bien indica el nombre del juego, la mascota de Sega acaba siendo la víctima, por lo que nos tocará ponernos en la piel de un nuevo personaje creado en exclusiva para la ocasión (y al que podemos poner nombre) para ayudar a Tails y Amy a investigar su "asesinato" y resolver el misterio que lo rodea.

A partir de aquí, se desarrolla una historia entretenidísima que hace gala de un guion muy bien montado que mantiene en todo momento nuestro interés con los giros que se van produciendo durante la investigación. No es que tenga una trama demasiado compleja o sorprendente, pero sí que resulta muy amena y divertida, por lo que cumple de sobra.

Los principales culpables de esto último lo tenemos en sus personajes y las conversaciones que mantienen entre ellos. Todos ellos mantienen sus personalidades de siempre y se comportan y reaccionan justo como esperaríamos que lo hicieran, lo que les da un toque de autenticidad que se agradece muchísimo y que ayuda a que se produzcan situaciones e interacciones muy divertidas en las que siempre hay espacio para el humor con unos diálogos sorprendentemente bien escritos.

La sensación que nos ha dejado al final ha sido la de haber disfrutado de una historia que perfectamente podría haber sido escrita para un número especial de la actual serie de cómics de Sonic, tanto por la cantidad de referencias y guiños que hay para los fans de la saga como por lo bien que encaja dentro del universo del erizo azul, respetando en todo momento el canon establecido.

Investigaciones y carreras

Centrándonos ya en lo puramente jugable, tenemos que destacar que, a pesar de tratarse de una novela visual donde la mayor parte del tiempo nos lo pasaremos leyendo, también se han introducido diversos elementos que ayudan a hacer de esta una aventura algo más interactiva de lo que viene siendo habitual en el género.

Por ejemplo, en ciertos momentos tendremos libertad para explorar los escenarios. Estos son fondos 2D estáticos en los que podemos hacer clic sobre algunos objetos para examinarlos y conseguir pistas, las cuales necesitaremos para interrogar a los personajes y exponer sus mentiras, una dinámica que nos ha recordado mucho a la saga Ace Attorney, aunque simplificada al extremo y sin penalizaciones de ningún tipo por presentar la prueba que no es durante los interrogatorios o dar una respuesta errónea.

De hecho, se trata de un juego facilísimo y guiado en el que es imposible perderse o atascarse, ya que solo podremos investigar un único escenario en cada sección de la historia y, por lo general, tendremos un máximo de tres pruebas distintas para presentar en cada interrogatorio, así que no hay mucho margen para equivocarse, especialmente si tenemos en cuenta que los razonamientos que se hacen siempre siguen una lógica muy clara y obvia.

Más allá de esto, existe un sencillo minijuego de acción en el que deberemos mover a Sonic hacia los lados para conseguir anillos y evitar trampas mientras corre de manera automática. Aquí, nuestro objetivo es llegar a la meta con el mínimo de anillos que nos indiquen, aunque si fallamos podremos reintentarlo todas las veces que haga falta, ya que se tratan de pruebas obligatorias que tendremos que superar para poder avanzar en la trama.

Este minijuego aparece siempre que vamos a presentar la prueba correcta en un interrogatorio, pues representa el proceso mental que sigue nuestro personaje para llegar a sus argumentos, aunque sus mecánicas son tan limitadas que puede llegar a cansar en la segunda mitad de la aventura, interrumpiendo el flujo de la narración más de lo que hubiese sido deseable. Sí, introduce nuevos obstáculos a medida que avanzamos en la trama, pero nunca llega a ser algo que despunte o sume de verdad.

En total, llegar a a los títulos de créditos no debería llevaros mucho más de dos horas, una duración que nos parece perfecta dada su naturaleza y lo que su historia pretende contarnos, por lo que dura justo lo que tiene que durar para dejarnos plenamente satisfechos al llegar al final.

Una impecable presentación audiovisual

Otro de los aspectos que más nos han sorprendido lo tenemos en su apartado audiovisual, pues difícilmente podría estar más cuidado. A excepción del minijuego de recoger anillos, que hace gala de un pixel art bastante bonito, toda la aventura está realizada con ilustraciones 2D de muchísima calidad, donde destacan unos fondos muy detallados, un diseño de personajes excelente y un coloreado muy particular e interesante que evoca en todo momento la sensación de estar inmersos en una novela de misterio. Además, la presentación de menús y textos es muy elegante y llamativa, redondeando así un apartado que deja claro el cariño y trabajo que ha tenido el título detrás.

Finalmente, y como no podía ser de otro modo en un juego de Sonic, la banda sonora nos deja una selección de temas muy buenos que acompañan perfectamente lo que vemos en pantalla con una buena variedad de estilos. Los efectos cumplen correctamente su función y son tan reconocibles y característicos como siempre (los sonidos de recoger anillos o de perderlos al ser golpeados nunca pasarán de moda) y no hay voces de ningún tipo, aunque tampoco es algo que hayamos echado de menos. La mala noticia es que los textos están únicamente en inglés. No es que haga falta un nivel muy avanzado para entender lo que dicen los personajes, pero si no os manejáis con el idioma no vais a poder disfrutarlo, lo que es una auténtica pena.

Conclusiones

The Murder of Sonic the Hedgehog es mucho más que una simple broma del April Fools' Day. Es una novela visual entretenidísima y hecha con muchísimo cariño que nos ha tenido con una sonrisa en la boca de principio a fin investigando el misterio que rodea al asesinato de este icono de los videojuegos. Sus principales claves las tenemos en una historia muy amena y bien construida, en unos diálogos divertidos y bien escritos y en un apartado audiovisual muy cuidado, virtudes que se anteponen a sus pocos defectos, como un minijuego de acción que no nos ha terminado de cuajar. Si os apasiona el universo de la mascota de Sega y el idioma no os supone ningún problema, no dudéis en darle una oportunidad cuando tengáis un par de horas libres.

Hemos realizado este análisis descargando el juego gratuitamente desde Steam.