Análisis The Mobius Machine, una nueva opción para fans de los metroidvania (PC, PS5, Xbox Series X/S)
The Mobius Machine es el tercer proyecto de Madruga Works tras Planetbase y Dawn of Man. El estudio está fundado por Martiño Figueroa y Tucho Fernández, veteranos que han trabajado en algunos títulos muy conocidos; el primero, programador, ha participado en Black, Burnout Paradise y Need for Speed: Hot Pursuit, mientras que el segundo es un artista acreditado en Risen 2, FEAR 3 o Soma, entre otros juegos.
En esta ocasión apuestan por ese desarrollo metroidvania que tanto gusta entre los creadores independientes, aunque sabe aportar algo de personalidad propia con una ambientación bastante cuidada de gráficos 2,5D –o 3D con desplazamiento 2D-. El punto de partida del juego no es precisamente el más original del mundo.
Nuestro protagonista, enfundado en traje de astronauta, escucha una extraña llamada de auxilio desde su nave y se dirige –más por obligación que por ganas- a una luna cercana; el viaje resulta ser accidentado y la nave termina estrellándose en la superficie. Ahora somos nosotros quienes nos embarcamos en una aventura para escapar de este temible lugar.
Metroidvania clásico en un mundo extraño
Con The Mobius Machine sus creadores han ido a lo seguro, lo cual es un arma de doble filo. Por una parte, garantiza un mínimo de calidad si no sufre ningún problema reseñable, y siempre hay un mercado interesado en un shooter con plataformas y exploración. Por otra parte, es inevitable realizar comparaciones directas con otros muchos juegos similares… y algunos realmente buenos. No olvidemos que este año comenzó con Prince of Persia: The Lost Crown, toda una sorpresa por parte de Ubisoft.
Así pues, lo que tenemos es un juego de acción en unos mapas un poco laberínticos –no tanto como otros metroidvania- que combinan criaturas enemigas con plataformas, y muchas de ellas son formas de vida globulares; este elemento viene en diferentes colores, así que ciertas plataformas son sólidas, mientras que otras son susceptibles de ser destruidas con los disparos, desaparecen a los pocos segundos de subir encima o son dañinas. Como imaginarás, esto da juego a diferentes desafíos con saltos, con alguna criatura alienígena flotante o con proyectiles incordiando, y cierta sensación de desorientación porque muchas veces hay diferentes rutas alternativas.
Nuestra arma inicial es, por suerte, de munición infinita, pero los disparos no tienen mucha trayectoria. Necesitarás acercarte a los enemigos o los diversos aparatos que sirven para resolver pequeños puzles, como generadores eléctricos que activan rayos; hay un puñado más para manejar que varían en cadencia, alcance, trayectoria o dispersión. El disparo abarca 360º al estilo twin-stick shooter, de manera que podrás disparar a tus objetivos con precisión, pero con el tiempo conseguirás mejor equipamiento para cada reto previa colección de unos engranajes a lo largo del mapa –o que dejan caer los enemigos- y planos de nuevas armas. Es la típica capa rolera de casi todo metroidvania para dar un incentivo extra a la exploración, que poco a poco se irá expandiendo con el acceso a nuevos lugares gracias a herramientas de escalada o incluso un paracaídas que nos facilita planear.
El sistema de salud funciona con una barra que se puede recargar con otro de los recursos que iremos encontrando por el escenario y de las criaturas: energía. Se indicada en una barra bajo la salud y es convertible en vitalidad, pero eso nos deja indefensos durante unos instantes en los que no se puede recibir daño –o de lo contrario se interrumpe la regeneración y además se pierde la energía-. Esto hace la acción de curarse bastante arriesgada, sobre todo durante la acción, y podemos ver por qué se ha optado por el sistema para subir la dificultad algunos puntos, pero también es más que probable que cause frustración innecesaria si cuentas con suficientes ahorros de energía y simplemente no tienes una pausa para curarte. Esta energía, por cierto, también se podrá aprovechar para usos ofensivos.
Ah, y no podía faltar la pequeña inspiración soulslike en su sistema de muertes, aunque hay que decir que esta aventura ofrece dos opciones o dificultades. Estándar guarda el progreso en puntos de guardado o al salir, lo que sin duda hace más fácil cortar la partida en cualquier momento. Y al morir, conservaremos los objetos, la exploración y parte de la chatarra –no desaparece si vuelves a morir, de hecho puedes dejar esos "ahorros" en el lugar para más adelante-. El modo retro penaliza más los errores: sólo se puede guardar en puntos concretos y al morir se pierde todo el progreso. No es un juego muy enfocado a la acción –no tanto como otros metroidvania, al menos- pero es peligroso subestimar a cualquier criatura por inofensiva o solitaria que parezca, algunas son muy insistentes en su acoso. También hay unos cuantos jefes con patrones de ataque a aprender, y no le habría venido mal algunos extra.
Quizás lo que necesita The Mobius Machine es limar algunas asperezas que pueden incomodar a los jugadores menos pacientes; no obstante, dentro de los metroidvania que suele ser duros, este no es de los más exigentes. No nos ha gustado mucho por ejemplo que se tarda en conseguir el mapa de cada zona, por lo que habrá un tiempo en el que no sepamos muy bien a dónde ir, y a veces ni con él estará muy claro el siguiente objetivo. También es extraño el control en los saltos por la baja gravedad, ya que nuestro astronauta puede dar unos saltos bastante grandes para su tamaño, aunque esto es algo a lo que te acostumbras tras un rato –completar el juego, aunque no sea con el mapa cubierto al completo, nos llevará más de 15 horas-.
Unos gráficos muy vistosos
No hablamos de unos valores de producción comparables a F.I.S.T.: Forged In Shadow Torch, pero los gráficos llaman la atención y el diseño sonoro contribuye a que este mundo sea extraño, casi onírico y con personalidad. Se nota el esfuerzo por hacerlo más ambicioso en temas técnicos que la media de proyectos indie, y sin duda se ha convertido en uno de los puntos fuertes de The Mobius Machine. Quizás como queja se eche en falta un poco más de variedad en localizaciones –aun así veremos distintos biomas-, pero el aspecto y animaciones del personaje o las criaturas nos han encantado.
Conclusiones
The Mobius Machine es una llamativa aventura donde la inmersión y su ritmo un poco pausado terminan por cobrar mucho protagonismo, es un buen envoltorio para una jugabilidad e ideas que, por otra parte, quizás no sorprendan a los aficionados a los metroidvanias. Por citar un juego con sello español y ciertas similitudes, podríamos decir que Astronite nos pareció más redondo en cuanto a diseño de mapas y combate, pero en este caso el juego de Madruga Works se aleja del aspecto retro que buscó Dume Games Studio. En definitiva, un título con una base archiconocida al que sólo le falta un poco más de calidad para empezar a codearse con los grandes nombres.
Hemos realizado este análisis gracias a un código para PC proporcionado por Madruga Works.